martes, 18 de diciembre de 2018

TOMA DE DECISIONES





EL MITO DE LA “CABEZA FRÍA”



“Quienes son híper-racionales e intentan razonar sus decisiones sin ningún componente emocional son, de hecho, incapaces de alcanzar decisiones correctas”. 
Antonio Damasio


El neurólogo e investigador Antonio R. Damasio sostiene, en su libro titulado “El error de Descartes”, una serie de argumentos,  para demostrar que dicho error, de Descartes,  consistió en establecer una separación radical entre cuerpo y mente, entre razón y emoción.

Damasio deshace la dicotomía establecida entre razón y emoción y sostiene que la racionalidad proviene de las emociones y estas últimas de las sensaciones corporales (“la huella semántica”)

Un ex colaborador, Antoine Bechara,  nos dice que “cualquier decisión que carezca del elemento emocional, podría implicar consecuencias negativas”. [1]



Las emociones


Nos dice Damasio [2] lo siguiente:
 “Lo que descubrimos, primero con la observación de pacientes y luego con una variedad de estudios, es que las emociones no son necesariamente las enemigas de la razón. Solíamos oír que si alguien utilizaba sus emociones para tomar decisiones y no tenía la cabeza fría y una actitud puramente racional, no estaba realizando su trabajo de forma adecuada. Lo que hoy sabemos es que quienes son híper-racionales e intentan razonar sus decisiones sin ningún componente emocional son, de hecho, incapaces de alcanzar decisiones correctas”. 


“Las emociones son elementos que afectan e influyen en el proceso de aprendizaje; consecuentemente, influyen en el proceso de toma de decisiones. De hecho, somos esencialmente “creadores de soluciones” para nuestra vida. Algunas veces somos creadores no-conscientes y otras veces sí pensamos (de una forma semi-automática o plenamente conscientes). En cualquier caso, a la hora de aportar las soluciones, necesitamos de ese elemento que es parte de todo el proceso y que tiene que ver con la emoción y el sentimiento”.



La racionalidad limitada de los humanos 



Un alto porcentaje del comportamiento adulto no es racional[2]. Al igual que cualquier otro mamífero, también nosotros pasamos el filtro de la selección natural en el cual las emociones fueron básicas. Sin la emoción miedo, ira, etc. no hubiéramos llegado hasta aquí.
Han pasado tres mil millones de años desde que hay vida, pero los instintos de la sabana  y las emociones de los mamíferos están en nosotros, en el Homo sapiens actual. 
El  psicólogo y Premio Nobel Daniel Kahneman, en su libro "Pensar rápido, pensar despacio", nos explica  los dos sistemas de funcionamiento de los humanos, el lento, analítico y racional, y el rápido, o instintivo e irracional.
En nuestro cotidiano día a día funcionamos en el sistema rápido, con comportamientos irracionales, instintivos y automáticos. Desde este sistema tomamos la mayoría de nuestras decisiones y, una vez tomadas, las racionalizamos, es decir, le damos una presentación y adorno de lógica. [3]                              







Bibliografía y fuentes:

 [1] EL REGRESO DE PEDRO SÁNCHEZ: EL VALOR DE LA PREDICCIÓN

[2]  Antonio Damasio: el origen de los sentimientos


[3]Decálogo de AUTOGESTIÓN




domingo, 2 de diciembre de 2018

LA CONDUCTA ESTÁ REGULADA POR SUS CONSECUENCIAS








LA CONDUCTA ESTÁ REGULADA POR SUS CONSECUENCIAS




Una máxima del management nos dice que “las empresas generan aprendizajes positivos y negativos en las personas a través de sus sistemas de gestión”.












Los aprendizajes son positivos cuando los comportamientos funcionales se asocian a refuerzos positivos  y las conductas disfuncionales a refuerzos negativos.

 

Conducta reforzada positivamente repite.Conducta reforzada negativamente se extingue o decrece.




Cuando las conductas delictivas obtienen premio y las conductas constructivas van seguidas de “castigos”, las personas sensatas empiezan por “sus ojos rasgados se habían vuelto redondos a causa del espanto” y siguen por convertirse en personas neuróticas.

Leer el artículo de Manuel Vicent: 

En el Prado: La obra de Bartolomé Bermejo causó un efecto inquietante entre los más jóvenes




“Esta ruda explicación pasó de unos a otros y todos los chinos sonrieron al saber que en nuestra cultura cristiana te expones a que te crucifiquen si eres bueno. “¿Y si te portas mal?”, insistió la niña. “Entonces, te dejan tranquilo”, contestó el guía”.



  ¿Qué tipos de refuerzos se están aplicando de forma indiscriminada  en nuestra sociedad actual?

¿Qué tipo de aprendizajes estamos generando?






domingo, 14 de octubre de 2018

MAYORES 5: MORIR SIN QUE NADIE EMPUJE






MORIR SIN QUE NADIE EMPUJE







Hermann Hesse, Premio Nobel de Literatura en 1946, escribió una obra, que resulta ser de todas las que escribió, de las más conocidas, titulada  ‘Demian: Historia de la juventud de Emil Sinclair’.

Yo lo conocí a través de otra  titulada ‘Elogio de la vejez’ en la que dice:

 “Un anciano que odia y teme la vejez, que odia los cabellos blancos y la cercanía de la muerte, no es un digno representante del estadio de su vida, como tampoco lo es un hombre joven y vigoroso que odia su vocación y su trabajo diario y busca escapar de los mismos.
En breves palabras: para cumplir como anciano su destino y estar a la altura de su tarea, hay que ponerse de acuerdo con la vejez y con todo lo que comporta, hay que decirle sí. Sin este sí, sin la entrega a cuanto la naturaleza nos reclama, perdemos el valor y el sentido de nuestros días –tanto si somos viejos como jóvenes – y estafamos la vida.
Todo el mundo sabe que la senectud trae molestias y que al final está la muerte.”


Entre este enfoque y el que tienen  muchos de los políticos actuales que ven a los viejos como una mera carga económica  y que no deberían aspirar a vivir tantos años y morirse pronto, hay todo un abismo de distancia.  

Decía Nietzsche: “Lo que quiere caer hay que empujarlo”.
Nos dice Herman Hesse: “Cuando uno envejece y ha realizado su obra, tiene en su mano alegrase por la paz de la muerte. No necesita de las personas; las conoce y las ha visto lo suficiente. Lo que necesita es tranquilidad”.
Lo más contrario a la tranquilidad es generar incertidumbre. Esta incertidumbre ayuda a “empujar.


“Los cartujos no hablan. Su regla es el silencio. Solo cuando se cruzan por el claustro encapuchados hasta las cejas, con las manos metidas en la manga contraria del hábito se les está permitido saludarse con estas palabras mirándose de soslayo. Uno dice: “Hermano, morir tenemos”. Otro contesta: “Ya lo sabemos”. Manuel Vicent

Tal vez acabarán añadiendo: “Pero sin que nadie empuje”.

 EL ENFOQUE POLÍTICO DE LOS MAYORES

Los políticos los quieren rehenes. A los políticos no les gustan las personas que planifican su vida. Le gustan aquellas que viven al día y sin mirar más allá de sus propias narices. No les gustan las personas libres, les gustan los rehenes. A los primeros no pueden manipularlos. Tienen siempre en la manga varias opciones con las que responder ante una situación determinada. Los segundos, no han creado ninguna opción y no les queda más remedio, ante una determinada situación, que aceptar lo que le proponen, es decir, no tienen capacidad de responder, de dar la respuesta que ellos elijan: tan solo pueden limitarse a reaccionar.

Contar con unas leyes claras para poder planificar la vida es de lo más básico. Los pensionistas que ahora tienen una determinada pensión, la planificaron muchos años antes. Es probable que pudieran haber optado por otras vías, pero, conscientemente, eligieron aquella que le llevaría a la pensión que ahora les toca cobrar.

Si han tenido la capacidad de lograrla, sin duda tendrán la capacidad de conservarla impidiendo que “ladrones de guante blanco” se la roben, no abiertamente, pero sí eficazmente recurriendo al enmascaramiento, a la ambigüedad, a la incertidumbre y confusión, concretizado todo ello, eliminando formas de revalorización de las pensiones que entiende todo el mundo como el IPC y recurriendo a subterfugios como el RP.

Los políticos quieren tener a los pensionistas entre la espada y la pared, sometiéndolos a un viejo fenómeno denominado “indefensión aprendida”.


La libertad, entendida como algo concreto, no en abstracto, no es más que el número de opciones que alguien tiene para poder enfrentarse a una situación determinada.

QUIEREN PENSIONISTAS SIN OPCIONES.

La esperanza de vida no es para todos igual. Los pobre mueren antes. 




Leer a Manuel Vicent:
Luz de vela
Al pie de la pasta con anchoas le dije a Cristino: no estoy muy seguro, pero yo diría que no hemos muerto todavía



domingo, 9 de septiembre de 2018

LA INVOLUCIÓN DE LOS LÍDERES



LA INVOLUCIÓN DE LOS LÍDERES







“Una mente es su propio lugar, y por sí sola / puede hacer un cielo del infierno, y un infierno del cielo”Milton



Nicolás Maquiavelo y sus sentencias recogidas en su obra El Príncipe, es sin duda uno de los personajes más citados en escritos y en charlas convencionales. La mayoría de las veces se citan frases sueltas del mismo, sin entender el contexto que le llevó a él a escribir lo que escribió.

Hasta que Maquiavelo, en la Florencia del Renacimiento, escribió El Príncipe, todos los pensadores anteriores se dedicaron a plantear, no un análisis empírico de la realidad política, sino teorías más o menos sofisticadas a partir de la hipótesis “Si todos los hombres fueran buenos…”, es decir, se ocuparon de la política bajo la etiqueta de “lo que debería ser”. Maquiavelo se ocupó de la política a partir de lo que realmente era, de lo que ocurría, de lo que él llamaba "la verdad efectiva de las cosas", mostrando las reglas de juego que se daban en la realidad del día a día en la política.

En nuestro contexto actual, seguimos ocupándonos de la política bajo el mismo presupuesto que los pensadores anteriores a Maquiavelo. Nos dejamos llevar por descripciones más o menos utópicas y cargadas de buenas intenciones, y con ello olvidamos, o no tenemos suficientemente en cuenta,  lo que realmente hacen los políticos.

Nos cuesta asimilar que la política se rige no por principios ideológicos o valores morales, sino, sobre todo por circunstancias concretas. En esas circunstancias concretas, nos demuestra Maquiavelo, que para conseguir sus fines, la capacidad del ser humano de hacer el mal es tal, que “no frenará al ambicioso a la hora de escoger medios, no limitándose a seleccionar tan solo aquellos que sean legales y morales”. Fue esto lo que llevó a muchos de sus lectores a interpretar, erróneamente, que Maquiavelo justificaba y estaba de acuerdo con la frase por la que más se le conoce: “El fin justifica los medios”. Un buen fin, ético, no justifica que cualquier medio sea lícito para lograrlo.

Solamente fines éticos, logrados con medios éticos nos llevan a una evolución sostenible

Ya no podemos concebir ni sostener  que la humanidad  evoluciona a  través de un proceso lineal,   en el cual las formas de ser, saber y actuar se van perfeccionando. Es una falacia el describir la historia de la humanidad como un constante progreso logrado mediante la desaparición de las formas de ser, saber y actuar menos perfeccionadas y apareciendo unas más perfectas, superiores y mejoradas. 
Puede ayudarnos a comprender esta idea el artículo de Manuel Vicent en el País de hoy domingo y que comparto aquí:
Borrascas
Las convulsiones de la naturaleza, a la hora de producir terribles daños, no son nada si se comparan con los que causan las borrascas del cerebro de algunos líderes

Lo cierto es que siempre puede aparecer, de forma aleatoria, algún elemento (en palabras de Vicent "Las tormentas más peligrosas no son las que produce la atmósfera, sino las que se generan dentro del cráneo de Donald Trump, de Kim Jong-un o de Vladímir Putin, puesto que sus nefastas consecuencias pueden ser planetarias e irreversibles") capaz de desestabilizar lo que existe en un tiempo dado,  y crear formas de ser, saber y actuar inferiores a las que ya había.

 Los propósitos o fines que se buscan no son siempre los mejores para la sociedad en general. Pero no solo eso, cada vez más se generaliza la espiral destructiva que  se da en la proliferación de líderes, sin ética alguna,  que toman decisiones  sobre fines no éticos, y también eligiendo,  medios no éticos para alcanzar dichos fines.  

Concebir la política como un fin para enriquecerse (fin no ético), y cuando se está en el poder elegir medios corruptos para lograrlo (medios no éticos),  es la degradación e involución perfecta.

El mundo es como es, no como queremos que sea. Para mejorar una situación o realidad, lo primero es aceptarla y no auto engañarnos recurriendo al  onanismo mental elaborando productos de "optimismo de pandereta".

Frank Schirrmacher (ya me referí a él en este mismo blog haciendo varias referencias a su libro titulado EL COMPLOT DE MATUSALEN ¡QUE NO TE FRENE EL MIEDO A ENVEJECER!), coeditor del Frankfurter Allgemeine Zeitung, describe en su libro Ego, la implantación del egoísmo como norma de actuación de cada uno de nosotros. Se basa en la teoría de los juegos sintetizándola de esta forma:

“Se trataba de una empatía muy particular: había que meterse en la piel egoísta del otro para sacar más provecho del egoísmo propio. En el sombrío lenguaje de la teoría, esto se dice así: ejecutar el mejor movimiento estratégico teniendo en cuenta la mejor juagada del otro y establecer de ese modo una especie de equilibrio". Se refiere al equilibrio de Nash.
Si cada uno “va a lo suyo”, buscando exclusivamente maximizar su propio beneficio y  adoptando para ello cualquier medio que siempre será bueno salvo cuando lo pillen, no parece lo más adecuado para meterse en una espiral de progreso y sí es sintomático y significativo de una clara involución.

Siento defraudar a los  seguidores del optimismo de pandereta, pero me declaro firme defensor del optimismo funcional. Ver: https://neuroforma.blogspot.com/2017/03/
Hasta Confucio, que nos lo vendieron  como un optimista empedernido, parece que no lo era tanto cuando sostenía lo siguiente:

 “Aunque todos los seres humanos son sabios en potencia, en realidad eso sucede raras veces. Casi todos los seres humanos existen en un estado lamentable”.
Trece teorías de la naturaleza humana”. Leslie Stevenson, David L. Haberman, Peter Matthews Wright y Charlotte Witt. Cátedra, 2018.

¿Somos conscientes de la distancia que existe entre lo que “debería ser” y lo que “realmente es”?








jueves, 23 de agosto de 2018

LA GRANDEZA DE LA CIENCIA Y SUS PARADIGMAS




LA GRANDEZA DE LA CIENCIA Y SUS PARADIGMAS



"Lo propio del ser humano es buscar la verdad, no poseerla".



La ciencia llega a verdades no definitivas sino provisionales.  Tiene la capacidad,  y a su vez la humildad,  de sostener sobre algo lo siguiente: 
con los conocimientos científicos que tenemos al día de hoy, podemos sostener que esto es… 

Por eso la ciencia evoluciona a través de paradigmas (Ver: https://neuroforma.blogspot.com/2018/07/la-utilidadde-los-cientificos-en.html)


Cuando estudiamos de niños,  una especie era  “conjunto o  población natural de individuos  que son capaces de reproducirse entre sí”
Según sostiene el artículo que comparto (https://elpais.com/elpais/2018/08/22/ciencia/1534955666_091393.html), esto ya no es así:
"Hallada la primera hija fruto del sexo entre dos especies humanas distintas
La secuencia genética de una adolescente que vivió hace más de 50.000 años en Siberia muestra que nació de una neandertal y un denisovano". 

Necesitamos de una ciencia que busque la verdad, un saber positivo y objetivo. Que nos proporcione una imagen objetiva del mundo y la realidad tal  y como esta es. Lo grave es que todo esto está en peligro debido, entre otras cosas,  a que el saber  se mercantiliza y  al mismo tiempo  se privatiza, lo cual genera grandes riesgos de manipulación.


El poder de paradigma dominante y la marginación del científico que investigue y quiera publicar algo que no concuerda con dicho paradigma,  se pone de manifiesto en el artículo mencionado:


 “en 2006, el investigador de la Universidad de Chicago Bruce Lahn propuso que neandertales y humanos habían intercambiado genes hace unos 40.000 años. Según contó entonces a EL PAÍS, las revistas Science y Nature rechazaron publicar el trabajo porque consideraban que ese cruce era imposible”.
A veces, hay intereses que hacen que nos olvidemos que la ciencia genera  verdades provisionales. 

viernes, 10 de agosto de 2018

FORMACIÓN INTEGRAL







FORMACIÓN INTEGRAL








Se debate en algunos foros sobre la igualdad y diferencia de los términos de entrenamiento, instrucción, educación y formación. Hay quien opina que son distintos y hay quien manifiesta que son la misma cosa. 

Hay cierto consenso en ver la educación como algo que empieza en la familia, y la formación como aquello que nos dan en la escuela. Se visualiza esta idea con el ejemplo de que hay personas muy educadas y a su vez analfabetas, y personas con una sobresaliente formación y a su vez maleducadas. 

Claudio Naranjo, psiquiatra y escritor chileno nos dice: "La educación se ha creado por el sistema económico para crear gente obediente y una fuerza de trabajo apropiada". Está enfocada a tener trabajadores, no desarrollo humano.


Pierre Bourdieu, sociólogo francés, nos habla del “sistema reproductivo” y ahí está la educación para perpetuarlo y no cambiar la forma de ser que tenemos.

Yo prefiero hablar de “formación Integral”. El calificativo “Integral” hace referencia a que abarca la totalidad del ser humano y sus diferentes dimensiones: ética, espiritual, cognitiva, afectiva, comunicativa, estética, corporal, socio-política… 



Lo podemos resumir todo diciendo que no solamente hay que formar a las personas para el trabajo, sino para la vida. 







La píldora que sigue, que desarrollé hace años, pretende (tal vez con unas exageradas pretensiones) ser un ejemplo de formación integral.
Ver video:







¿De verdad interesa la formación integral de las personas?




domingo, 29 de julio de 2018

¿EVOLUCIÓN O INVOLUCIÓN?





¿EVOLUCIÓN O INVOLUCIÓN?




“Las cosas cambian para peor espontáneamente
si no son cambiadas para mejor a propósito”.Francis Bacón






La perspectiva moderna sostiene que la humanidad  evoluciona a través de un proceso lineal,   en el cual las formas de ser, saber y actuar se van perfeccionando. Así, desde esta perspectiva podemos describir la historia de la humanidad como un constante progreso logrado mediante la desaparición de las formas de ser, saber y actuar menos perfeccionadas y apareciendo unas más perfectas, superiores y mejoradas.

Sin duda es una perspectiva equivocada. Desde una perspectiva postmoderna,  que mira más allá del progreso,  se sostiene que la anterior no tiene ninguna validez ni legitimación objetiva alguna.


Siempre puede aparecer, de forma aleatoria, algún elemento capaz de desestabilizar lo que existe en un tiempo dado,  y crear formas de ser, saber y actuar inferiores a las que ya había.


Estos episodios de involución, quitan la razón al enfoque moderno y su idea teleológica de la evolución de la sociedad, y da la razón  a la perspectiva postmoderna.

 Los propósitos o fines que se buscan no son siempre los mejores para la sociedad en general.
 

La columna de Vicent en el País del domingo de hoy, nos invita a imaginar
Leer:
Imagina
En ese extraño país la democracia parece estar tutelada aun por ese dictador desde su tumba


sábado, 28 de julio de 2018

EL PODER DEL DINERO





EL PODER DEL DINERO



 

“Habrá un periodo en el que solo los más ricos podrán pagar los nuevos fármacos contra el cáncer” Antoni Ribas

 


EL PODER DEL DINERO


La ciencia, de la que decimos que no genera verdades absolutas, sino “verdades provisionales”,  no cree en los dogmas,  pero,  si cree en el dinero. Esta última creencia, cuya consecuencia directa es la mercantilización de la misma, genera unos efectos perversos y dañinos de gran alcance.

El saber positivo y objetivo que de ella salía, se está convirtiendo en sospechoso  de no buscar  ya, ni de ofrecer, una imagen objetiva del mundo y la realidad tal  y como esta es.

La ciencia ya no genera un saber neutro y desinteresado. Su fin ya no es buscar la descripción objetiva de lo que ocurre, sino manipular en función de  los intereses económicos que la promueven.

Lyotard, en su obra ‘La condición postmoderna’, se pregunta: 

¿quién decide lo que es saber, y quién sabe lo que conviene decidir?

El saber canalizado a la obtención de plusvalía,  genera efectos como el  que se señala en el artículo que adjunto:

Leer:
 “Habrá un periodo en el que solo los más ricos podrán pagar los nuevos fármacos contra el cáncer”

El saber se mercantiliza al mismo tiempo que se privatiza. Se cambian las reglas de juego de la ciencia, en el sentido de que el saber ya no es apreciado en sí mismo; ya no es distribuido públicamente de tal forma que todos podamos tener acceso  al mismo; solamente se investiga aquello que prometa generar rentabilidad.

 Desde un enfoque propio de un optimista funcional (contrario al optimismo de pandereta) creo que  los nuevos eslóganes    que ya están  en buena medida implantados  son,   y serán  cada vez más,  los  siguientes:

“EL saber para quién pueda pagarlo”


“Los avances que proporcione la ciencia para quienes puedan comprarlos”



domingo, 22 de julio de 2018

Cuando la ESTÉTICA influye más que la ÉTICA




Cuando la ESTÉTICA  influye más que la ÉTICA.




Nicolás Maquiavelo titula el capítulo XIV de su obra El Príncipe” así: DE LAS OBLIGACIONES DEL PRÍNCIPE EN LO CONCERNIENTE AL ARTE DE LA GUERRA.
Nos dice, en este capítulo,  que lo que se espera del que manda es que se dedique, en cuerpo y alma, a cultivar el arte de la guerra. Es de tanta utilidad ésta, que ya “no solamente mantiene en el trono a los que nacieron príncipes, sino que también hace subir con frecuencia a la clase de hombres de condición privada. Por una razón opuesta, sucedió que varios príncipes, que se ocuparon más de las delicias de la vida que en las cosas militares, perdieron sus Estados”.

Hoy, los que mandan parece que para llegar al poder y mantenerse en él, lo que prima es que sean guapos y jóvenes. Muchos votantes confundes ambos términos y  creen que la ética trata de lo bello y lo feo, y que la estética se ocupa de discernir entre lo bueno y lo malo, entre lo permitido y lo que  no, en lo referente a una acción o a una decisión, es decir, aclarar lo que nos conviene como especie y sociedad.  

Nos dice Manuel Vicent en su colunma en el Pais de hoy, que  “Si un político no sabe enfrentarse a este pequeño problema que tiene su cabeza por fuera (una incipiente calvicie), no esperes que pueda resolver los que tenga por dentro su cerebro y menos los de todo un país a la hora de gobernar”.

¿Nos irá mejor con gobernantes  bien parecidos físicamente y desconocedores de la moral,   que con gobernantes que se rigen por códigos éticos?

 Leer: 

Al pelo

https://elpais.com/elpais/2018/07/20/opinion/1532099156_823417.html