domingo, 27 de noviembre de 2022

EL FOCO

 



 EL FOCO




  “El conocimiento nace y se transmite a través de grupos que comparten “espacios de atención”, es decir, colectividades de seguidores”.

Randall Collins  

 

 



Collins,  considerado por muchos como el Einstein de la sociología actual, nos invita en su obra:  COLLINS, Randall: SOCIOLOGÍA DE LAS FILOSOFÍAS. Una teoría global del cambio intelectual. Editorial Hacer, S.L. 2005, a poner, según nos dice Vicent en su columna de hoy,  “el foco en la dirección correcta”.

 No perderse en anécdotas y centrarnos en lo esencial, ("veo que este país va bien o mal según en qué dirección pongas las cámaras", según nos dice Vicent en su columna de hoy en El País, leer más abajo) a mi juicio, tiene una gran incidencia en la vida de cada uno de nosotros. Entre otras muchas cosas, nos lleva a no perder el tiempo cayendo en el onanismo mental. En general,  consideramos que el tiempo es el recurso más importante que tenemos los humanos. En general, también, son pocas las personas que son conscientes que  a su vez es el recurso  más democrático que existe, el que está  perfectamente socializado, en el sentido de que todos disponemos del mismo. Mientras estamos vivos, todos disponemos de días de 24 horas, 1440 minutos, o mejor aún, de 86.400 segundos. Pero, a pesar de esto, la realidad nos demuestra que hay personas que han sido capaces de desarrollar una vida profesional, social, familiar y cultural intensa, mientras que otras se han limitado a "ir tirando" con la disculpa de “no tengo tiempo para…”.

¿Cómo es esto posible si todos disponemos del mismo tiempo? La respuesta es obvia: todo consiste en cómo empleamos el tiempo del que disponemos. Dado que el tiempo no lo podemos almacenar, ni comprar, ni acumular, debemos invertirlo de una forma constante, a un ritmo de 60 segundos por minuto. Como decía Rudyard Kipling: “…llenar cada minuto con 60 intensos segundos…”



 Lo que nos difunden las cámaras, en genérico, que representan a todos los medios de comunicación y las redes sociales y que propagan lo que les interesa, en función de sus propios intereses,  que no está bajo nuestro propio control personal,  en función de lo que cuentan el diagnóstico que una persona normal (entiéndase lo de ‘normal’ desde un contexto estadístico: campana de Gauss) sacaría es que estamos rematadamente mal y reflejería un "pesimismo antropológico" basado  anécdotas.


 

Si el tema te interesa y quieres profundizar, te invito a leer y reflexionar:  

Sentirse BIEN, sentirse MAL

https://neuroforma.blogspot.com/2022/02/sentirse-bien-sentirse-mal.html

 

Si metemos la cámara  en “el espectáculo degradante del Congreso de Diputados”.  se puede observar que hay muchos exabruptos, mucha pasión, un exceso de emociones negativas que empozoñan (torcermeter cizañaperjudicarechar a perderinfectarenvilecerenemistarvaciarcorrompercontaminardañarenvenenarcizañarencizañarpervertirintoxicarinficionaradulterar,) a los diputados y senadores, y muy pocos argumentos racionales, en definitiva: mucho estrés. No solo en el congreso y senado, también en la calle.  Hay una relación estrecha entre una correcta gestión del tiempo y gestión de la energía personal. Se habla mucho del estrés. “Estoy estresado” es  una frase que se escucha con frecuencia. El estrés es inevitable, forma parte de la vida.

 Lo que sí es necesario es  saber gestionar el punto óptimo de estrés. Este punto óptimo se encuentra en una escala que contempla intervalos de estrés bueno, estrés productivo y satisfactorio (“eustrés”), e intervalos de estrés malo, que limita nuestro rendimiento y en algunas  ocasiones nos lleva a la enfermedad (“distrés”).

 Un exceso o un déficit  de arousal: "activación general fisiológica y psicológica del organismo que va desde el sueño profundo hasta la excitación intensa", y que da como resultado que nuestra conducta, sea la que sea, es deficiente. Propondría a diputados y senadores que recurrieran a la técnica que reflejo en la primera figura, Visión de helicóptero que aporto arriba en este artículo. Se llama "subirse al balcón" y consiste en que mentalmente pongas el foco en ti mismo y te observes como estas actuando en ese entorno y después de haber obtenido una retroalimentación fiable, te bajes del balcón mental,  y mejores tu actuación sobre el terreno en esa situación.   





 Saber sacarle partido a nuestro tiempo y a nuestra energía personal, con inteligencia, nos permite dar en cada momento lo mejor de nosotros mismos, sin quedarnos cortos y sin pasarnos. Hay una relación, estudiada y demostrada, entre el empleo de energía y el rendimiento obtenido en una tarea dada. La conducta óptima se consigue en un punto medio de energía empleada. Si nos quedamos cortos, no somos eficaces y sobreviene la desmotivación. Si nos pasamos, seguimos siendo ineficaces, y sobreviene el estrés.

 


Lo primero es comprender que no se trata de hacer más cosas y más de  prisa, sino de hacer lo que hay que hacer y hacerlo mejor: hacer el trabajo ADECUADO, y hacerlo ADECUADAMENTE. 

¡ Cuanto ganaría la política y los políticos siguiendo estos consejos!

Dejar de lado las anécdotas  y centrarnos en lo esencial  que está bajo nuestro propio control personal, (parámetro necesario a tener en cuenta cuando nos marcamos un objetivo de índole  personal)  es en donde cada uno de nosotros, individualmente,  debemos poner el foco. Dicho de otra manera, a qué y a quien prestamos nuestra atención la cual es la llave de entrada a nuestro cerebro: de todo un torrente de estímulos que nos están acosando en todo momento, solamente procesamos aquellos a los que prestamos atención. 

 

Si el tema te interesa y quieres profundizar, te invito a leer y reflexionar:

Cardar para saber mirar: La ATENCIÓN

https://julioiglesiasforma.blogspot.com/2020/11/cardar-para-saber-mirar.html



¿Eres consciente del modo en que empleas tu atención?

¿Qué criterios guían tu atención selectiva?

¿Por qué “nichos informativos” te mueves?

¿Qué “espacios de atención”  compartes?

¿A quién y a qué prestas tu atención?



  

La manipulación es la herramienta más utilizada hoy en día,  para que dejemos las riendas de nuestra vida en manos de otros y nos convirtamos en meros títeres, movidos por hilos invisibles de los que no somos conscientes.

Memoria selectiva para recordar lo bueno, prudencia lógica para no arruinar el presente, y optimismo desafiante para encarar el futuro.”

Isabel Allende




Como siempre, a continuación, copio y pego la columna de Manuel Vicent para que la puedan leer los no abonados a El País, por no abrirle el enlace.

 En mi opinión (respeto al que piense justamente lo contrario) lo que escribe Manuel Vicent es auténtica sabiduría, que debería llegar a todo el mundo. Yo con ello pretendo cumplir lo que digo en mi blog. “Actualmente, mi motivación básica es la trascendente (" Me gusta lo que hago porque beneficia a muchas personas"): Hacer de forma altruista mi pequeña aportación al desarrollo personal y profesional de las personas y a crear una sociedad más justa.”

 Sigo siempre el mismo proceso: Como todos los lectores suscritos a El País, leo la columna de Vicent el domingo a la mañana cuando me despierto. La reflexiono, e inspirado en ella,  escribo mi comentario y, dos horas después,  lo publico en mi blog y en otros foros. Posteriormente, si tengo tiempo, le doy otra vuelta  y añado cosas que se me ocurren hasta dejarlo ya definitivamente terminado en mi blog.

...........................................................................................

COLUMNA

Las cámaras

Solo si pones el foco en la dirección correcta, tu pensamiento podrá volar sobre una España de la pasión y de la inteligencia clara

MANUEL VICENT

27 NOV 2022 - 05:00 CET

Si alguien te preguntara cómo ves el futuro de este país, la respuesta más sensata debería ser: veo que este país va bien o mal según en qué dirección pongas las cámaras. Si las diriges hacia un botellón de adolescentes que beben sin otra finalidad que la de embriagarse, el país va mal; si las colocas en una biblioteca pública llena de chicos y chicas sanos y fuertes que leen, estudian, preparan las clases o a esos mismos jóvenes haciendo deporte, el país está bien; si las metes en el espectáculo degradante del Congreso de Diputados cuando a veces se asemeja a un corral de patos, el país está mal; si las enfocas hacia los laboratorios o quirófanos de los grandes hospitales donde se experimentan todos los avances de la medicina a máximo nivel internacional, el país está bien; si las paseas a lo largo de una cola de pobres hambrientos, de inmigrantes y desahuciados, el país está mal, pero si reparas en que esa misma cola está atendida por personas que se dedican de forma altruista a ayudar a los demás, el país está bien; si las cámaras captan la necedad, la incompetencia de algunos líderes de opinión, dedicados a propagar el odio, a decir sandeces o simplemente a rebuznar, el país está mal; si, por el contrario, se detienen ante un comentario ponderado, ecuánime, inteligente de cualquier contertulio acerca de la política, el país está bien; si se fijan solo en los navajeros y en las manadas, el país está mal; si captan a nuestros artistas internacionales, deportistas de élite, científicos y grandes empresarios, el país está bien. Pero sucede que las cámaras son como las aves carroñeras. A la hora de elegir, frente a los sentimientos nobles prefieren la casquería que expelen las entrañas. Solo si pones las cámaras en la dirección correcta, tu pensamiento podrá volar sobre una España de la pasión y de la inteligencia clara.

https://elpais.com/opinion/2022-11-27/las-camaras.html

.................

 

 





domingo, 20 de noviembre de 2022

MIRAR DESDE ARRIBA

MIRAR  DESDE ARRIBA


¡Gol, gol, gol, gol, gol!

 

La polémica generada a partir del acontecimiento de la

Copa Mundial de la FIFA nos confirma que una cosa es ver y otra, distinta, mirar. Mirar es encontrar sentido y es imposible encontrarlo fuera si previamente no lo tenemos dentro.

Cada uno  miramos desde distintos puntos de vista, los cuales confirman los siguientes puntos:

      1. No miramos el mundo tal y como este es; lo miramos tal y como somos nosotros. “En este mundo traidor, nada es verdad ni mentira, todo es segúnel color del cristal con que se mira”. Ramón de Campoamor

   2. Miramos en función de nuestra experiencia y relación con el mundo. “El que tiene solo un martillo cree que todo son clavos”

            3. La inteligencia es mirar algo donde otros no ven nada.

           4. Una persona con experiencia es la que puede mirar las cosas desde                            múltiples y diversos puntos de vista. 

 











El ver es algo natural. 

De todos los sentidos que tenemos los humanos, del que más dependemos es de la visión. Se suele cuantificar que el 80% de la información que recibimos es a través de los ojos. Aun así, estamos muy limitados y de todo el espectro visual, el ojo humano solamente ve una parte muy pequeña, concretamente la comprendida entre 380 y 760 nanómetros de longitud de ondas electromagnética[1].  No podemos ver nada por debajo de 380 (ultravioleta),  ni nada por encima de 760 (infrarrojos) según nos dice :BROWN, T.S.; WALLACE, P.M., “Psicología fisiológica”,  McGraw-Hill, Madrid, 1990, pág.97 

 El mirar es algo intencional, cultural y aprendido. 

Si el ver está limitado a longitudes de onda comprendidas en el intervalo antes mencionado, el mirar, también está limitado y condicionado, no de forma colectiva, es decir, en todos los humanos de forma estándar, sino de forma individual, en cada uno de nosotros de forma diferente, en función de nuestra experiencia, cultura y de nuestro aprendizaje. Si en el ver tenemos un filtro neurológico, en el mirar tenemos dos filtros: uno cultural y otro individual.

Si el tema te interesa y quieres profundizar, te invito a leer y reflexionar:  

Decálogo de Auto Gestión: Cardar para saber mirar

https://julioiglesiasforma.blogspot.com/2020/11/primero-cardar-para-sabermirar-1.html


Tal vez la visión del astronauta del que nos habla hoy Manuel Vicent (leer más abajo),  fue una auténtica revelación de trágico final que se avecina sobre el planeta tierra. Aunque el astronauta de mente cósmica, no sometido a la presión de la gravedad de nuestro planeta, pero sí a la visión apocalíptica de la biblia quiso ver inicialmente un mensaje positivo, glorioso, a través del personaje sentado en lo alto en un sodio de jaspe, pronto fue desplazado por el dragón, tal vez de siete cabezas, al comprobar que en aquel estadio  de Qatar no se seguían las instrucciones bíblicas y adoraban y aclamaban con gritos unánimes: ¡Campeón, oé, oé, oé!, al becerro de oro.

SI  Moisés no estuviera sometido a la ley de la gravedad,  y hubiera podido elevarse y mirar desde más arriba de la que permitía el   monte Sinaí,  aún no había podio intuir que el resultado final del destino del planeta estaba cantado tal como se apreciaba a través de la “lujuriosa mierda humana”, que impedía a la biosfera su autorregulación. La hipótesis Gaia no ha podido confirmarse, y para más tragedia el   viejo paradigma del optimismo funcional, dominante durante mucho tiempo, había sido sustituido por el nuevo paradigma del "optimismo pandereta"  al que se adhieren  ,cada día,  más y más devotos.  

Si el tema te interesa y quieres profundizar, te invito a leer y reflexionar:  

VIRUS CULTURALES: OPTIMISMO DE PANDERETA

https://draft.blogger.com/blog/post/edit/8615013334320974582/4811573936680410125


El mirar es encontrar sentido y es imposible encontrarlo fuera si previamente no lo tenemos dentro. 

.....................................

Como siempre, a continuación, copio y pego la columna de Manuel Vicent para que la puedan leer los no abonados a El País, por no abrirle el enlace.

En mi opinión (respeto al que piense justamente lo contrario) lo que escribe Manuel Vicent es auténtica sabiduría, que debería llegar a todo el mundo. Yo con ello pretendo cumplir lo que digo en mi blog. “Actualmente, mi motivación básica es la trascendente (" Me gusta lo que hago porque beneficia a muchas personas"): Hacer de forma altruista mi pequeña aportación al desarrollo personal y profesional de las personas y a crear una sociedad más justa.”

Sigo siempre el mismo proceso: Como todos los lectores suscritos a El País, leo la columna de Vicent el domingo a la mañana cuando me despierto. La reflexiono, e inspirado en ella,  escribo mi comentario y, dos horas después,  lo publico en mi blog y en otros foros. Posteriormente, si tengo tiempo, le doy otra vuelta  y añado cosas que se me ocurren hasta dejarlo ya definitivamente terminado en mi blog.

...........................................................................................

MANUEL VICENT

20 NOV 2022 - 05:00 CET

 

Ignoro cuántos astronautas están orbitando en este momento la Tierra en sus naves espaciales; y también cuánto tiempo llevan moviéndose ingrávidamente en el interior de esos fabulosos cacharros. Puede que sus cuerpos se hayan hecho ya a su propia levedad que les permite volar con los brazos abiertos desde la cocina al cuarto de baño, desde la sala de máquinas a la mesa de trabajo. Sin duda sus ojos estarán saturados de la belleza de este planeta azul que penetra por las escotillas, sobre el cual la luz y la oscuridad se suceden como una rueda estelar encendiendo y apagando continentes, mares, cordilleras y desiertos, que solo desde esa altura parecen puros e incontaminados, exentos de la lujuriosa mierda humana que los envuelve. Imagino a un astronauta quien llevado por un misticismo cósmico ha decidido abandonar la nave con una Biblia en la mano. Unido a la cápsula madre con un cordón umbilical, flotando solo en el espacio, abre el libro sagrado por el Apocalipsis de San Juan. En el silencio compacto del vacío, unas veces sus páginas las ilumina el sol, otras brillan con la luz fosforescente que procede de las galaxias. Con su pensamiento ingrávido el astronauta acierta a leer: “Al punto fui elevado en espíritu y vi un solio colocado en lo más alto del cielo parecido a una piedra de jaspe en la que estaba sentado un personaje; en torno al solio había un arco de color esmeralda”. Sobre las páginas del Apocalipsis se posaban la gloria y las tinieblas, ambas con idéntico esplendor, pero, de pronto, la visión del astronauta fue interrumpida por la imagen de una bestia semejante a un dragón que subía desde Qatar y se sentaba en el solio de jaspe. Hasta sus pies llegaba un grito unánime: ¡¡Gol, gol, gol!!, seguido de un cántico ebrio: ¡¡Campeones, oé, oé, oé!!, que se expandía por todo el universo en forma de calabaza.

....................................................................................

 




domingo, 6 de noviembre de 2022

EL OTOÑO DE LA VIDA



EL OTOÑO DE LA VIDA


"Sí, yo era un anciano, eso está claro,anciano y achacoso, desilusionado y cansado. ¡Y, sin embargo, la palabra "anciano" también podía expresar algo distinto por completo! Cuando se hablaba de sagas antiguas, de casas y ciudades viejas, de árboles viejos, de comunidades y cultos antiguos, el adjetivo "anciano", "viejo" no expresaba en absoluto nada desvalorado, ocioso o despreciable. Además las cualidades de la ancianidad yo solo podía pretenderlas de una manera muy parcial; y me inclinaba a hacer valer y aplicarme la mitad negativa de los muchos significados de la palabra.". Hermann Hesse 

Nos llega un otoño poniendo fin al verano más caliente que hemos tenido en muchos años. Según nos dice la  Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) tuvimos el verano más caliente desde que tenemos datos  validados para toda Españas de la serie histórica que comienza en el años 1961:Este 2022 ha dejado el segundo verano más caluroso en todo el hemisferio, pero el número uno de Europa. Acaba de saberse que el continente se calienta el doble que la media planetaria”, según nos anuncia hoy elDiario.es : “Los países vuelven a discutir sobre el clima mientras el calor extremo atenaza el planeta". La COP27 comienza en Egipto después de que Europa haya atravesado el verano más cálido registrado cuajado de olas de calor, se derrumbarà un glaciar derretido en los Alpes y la temporada de incendios marcara una devastación récord”

Nos decía Hermann Hesse en su ‘Elogio de la vejez’:Borrachera del crecimiento y fiebre de la especulación del suelo,  que el mundo nos protege poco más, a menudo parece constar únicamente de gritos y de miedo; pero la hierba y los árboles continúan creciendo. Y si alguna vez la tierra quedase enteramente cubierta de cajas de cemento, los juegos de nubes seguirán estando siempre ahí, y aquí y allá habrá personas que con la ayuda del arte tendrán siempre abierta una puerta a lo divino.”

A estas alturas, con el permiso de la ciencia y de Manuel Vicent, podemos afirmar que el clima también tiene creyentes y ateos (que no agnósticos)

Como todo en la vida, el otoño tiene sus ventajas e inconvenientes. La paz y tranquilidad que se logra ante una chimenea en la que arden troncos de roble (carballo en nuestra maravillosa Galicia) con mi gato ronroneando en mi regazo, es algo indescriptible. Saborear, un año más, las setas, las castañas asadas, acompañadas de los exquisitos vinos de la Ribeira Sacra, es todo un lujo para las papilas gustativas. Contemplar la sierra nevada desde tu ventana, con una temperatura óptima en el interior genera un gran bienestar. Escuchar la berrea de los ciervos en la sierra que no se parece en nada a la berrea de los políticos: la de los ciervos, es un canto a los oídos, la de los políticos  es puro ruido, que según lo define la ergonomía, es un “sonido molesto”


Para que en el otoño de la vida el  balance entre las ventajas y los inconvenientes sea positivo, el consejo correcto nos lo da, a mi juicio,  Yves Montand:


“Las hojas muertas son recogidas por la pala

Recuerdos y arrepentimientos también

Y el viento del norte los lleva lejos

En la fría noche del olvido

Mira, no lo he olvidado

La canción que me estabas cantando”




“…lo que la juventud encontró fuera; en el otoño de la vida, tanto el hombre como la mujer lo encontrarán dentro.” Gustav Jung


 

Como siempre, a continuación, copio y pego la columna de Manuel Vicent para que la puedan leer los no abonados a El País, por no abrirle el enlace.

En mi opinión (respeto al que piense justamente lo contrario) lo que escribe Manuel Vicent es auténtica sabiduría, que debería llegar a todo el mundo. Yo con ello pretendo cumplir lo que digo en mi blog. “Actualmente, mi motivación básica es la trascendente (" Me gusta lo que hago porque beneficia a muchas personas"): Hacer de forma altruista mi pequeña aportación al desarrollo personal y profesional de las personas y a crear una sociedad más justa.”

Sigo siempre el mismo proceso: Como todos los lectores suscritos a El País, leo la columna de Vicent el domingo a la mañana cuando me despierto. La reflexiono, e inspirado en ella,  escribo mi comentario y, dos horas después,  lo publico en mi blog y en otros foros. Posteriormente, si tengo tiempo, le doy otra vuelta  y añado cosas que se me ocurren hasta dejarlo ya definitivamente terminado en mi blog.

COLUMNA

i

En la niebla

Noviembre ha acabado por doblarle el codo al calor y el otoño ha impuesto a la naturaleza el imperio de sus colores

MANUEL VICENT

06 NOV 2022 - 05:00 CET

3

Ha sido un verano largo, hosco, feroz, muy duro. Unos decían que tanto calor se debía al cambio climático; otros que lo producían las tormentas solares que se agitan de forma periódica dentro de esa bomba de hidrógeno. El clima también tiene creyentes y agnósticos. El calor empezó a mitad de mayo y desde entonces no había cesado de caer un fuego de castigo sobre este país como si fuera una maldita tierra de Caín, pero finalmente parece que noviembre ha acabado por doblarle el codo y el otoño ha impuesto a la naturaleza el imperio de sus colores, rojos, amarillos y morados, el humus fermentado en los bosques y el olor a chimenea encendida con troncos de encina en los pueblos de montaña. La berrea de los ciervos ha pasado. En estos días los más fuertes ya habrán cumplido la misión de aparearse, cosa que no sucede con los políticos que siguen en una interminable brama con las cuernas enredadas, pero no todo van a ser desgracias, puesto que el otoño también traerá trufas y setas, el vino nuevo y tal vez el sonido de la lluvia de noche en el tejado. Para celebrar el acontecimiento escucho a Yves Montand que canta Las hojas muertas, cuya melodiosa voz hace recordar los días felices en que dejamos las huellas de los pies en la arena de la playa. Como en la canción, también en las calles de la ciudad las hojas muertas son recogidas con una pala y con ella se van los recuerdos. Todos los veranos son siempre el último verano para los viejos que sueñan con que todo será como antes y también para los jóvenes enamorados que habrán visto caer la ceniza de algún incendio sobre sus propios cuerpos incendiados. Antes de que se conviertan en basura, estas hojas muertas fueron de oro, como lo fueron también los recuerdos que se llevará el primer viento húmedo de otoño dejando el cristal empañado para que cada uno pueda formular un deseo escrito con el dedo en la niebla.

(El resaltado en negrita es mío.)