domingo, 13 de marzo de 2022

PUTIN EL GUERRERO

 



PUTIN  el GUERRERO

  “Aquel don nadie es ahora ese matón que está arrasando Ucrania y tiene a todo el mundo en vilo. En medio de los estertores de guerra ha pronunciado dos palabras  ―bomba nuclear― que en el inconsciente colectivo van asociadas al apocalipsis. Manuel Vicente [1]

Parece que  el autócrata Putin prioriza, entre sus múltiples tareas,  cada vez como  más importante la de  guerrear. Tal vez sea la segunda más importante, siendo la primera la de "vender"al mundo su imagen de joven y de  "hombre de acción". Los servicios de información estadounidenses lo llamaban Batman.[2]. 

 "Sin embargo, desde 2014, dado el empeoramiento de la situación económica en Rusia a causa de la bajada del precio del petróleo y de las sanciones económicas, Putin se ha convertido en un guerrero, un líder que se propone recuperar el prestigio internacional de Rusia mediante intervenciones militares en Ucrania y Siria." [3] Discrepo con la fuente de información, en utilizar el vocablo líder referido a Putin. 

Leer: 

VISIÓN DE HELICÓPTERO DEL LIDERAZGO

 LA  PERSPECTIVA  APORTA  CLARIDAD MENTAL

https://neuroforma.blogspot.com/2017/11/vision-de-helicoptero-del-liderazgo-1.html

Algunos de los comentarios  que se leen en los periódicos digitales,  sostienen que hay que negociar, que Ucrania tiene que rendirse, que vamos todos a pagar un coste muy alto, que… Muchos de estos comentarios suelen acabar con el enfático ¡esto tiene que acabar!, al que otros responden con el enigmático "veremos cuando y  cómo". 

 Sí es cierto, a mi juicio, que en política muchas veces es bueno recurrir al pragmatismo enfrentándose, ingeniosamente, con los problemas que nos vayan apareciendo. La falta de coherencia de la que a veces acusamos a determinados políticos se debe, en algunos casos,  a que actuaron pragmáticamente, adoptando la mejor salida posible ante la situación en la que se encontraban. Casi siempre somos conscientes de lo que podemos ganar, pero muchas veces ignoramos o no calibramos bien lo que podemos perder. En determinadas situaciones ya no se trata de llegar a un acuerdo, sino al mejor desacuerdo  posible. Para esto hay que actuar desde la racionalidad, utilizando lo menos posible la emocionalidad, lo cual, en este caso que nos ocupa está difícil.

 “La razón, al proporcionarnos una visión más real del universo en el que vivimos y del resultado de nuestras acciones en él (en el mundo natural y en el social) - es decir,  de la utilidad de nuestros comportamientos- , nos obliga a reelaborar nuestros juicios morales sobre estos” [4]

Si Putin siguiera este afirmación del filósofo David Hume, sopesaría mucho más las consecuencias de sus acciones y  dejaría de llevar a cabo muchas de ellas, evitando mucho sufrimiento a muchas personas.

 Nos encontramos ante un personaje que debido a su causa, a ‘sus razones’ a su  misión, bla, bla, bla…,   se auto percibe como algo más grande que sí mismo. Este tipo de personajes calibran todo desde un relativismo extremo que les lleva a  valorar cualquier perspectiva moral tan buena como cualquier otra. También es probable que no estemos ante un individuo inmoral que se pasa la ética por el forro, sino ante un amoral  carente, por lo tanto, de sentido y valoración moral.

 “El fundamento de la AutoridadSubversión evolucionó  en respuesta al desafío adaptativo de establecer relaciones que nos beneficiaran dentro de las jerarquías sociales. Nos hace sensibles a los signos de rango o estatus, y a las señales de que otras personas están comportándose adecuadamente (o no) de acuerdo a su posición.”

 Leer: 

Los seis PILARES de la MORAL - 5: AUTORIDAD         

   https://neuroforma.blogspot.com/2020/04/seis-pilares-de-la-moral-4-autoridad-el.html

  El zar Putin, se benefició de unas circunstancias históricas dominadas por un beodo que lo eligió como ‘manda más’ de una potencia mundial en retroceso,  que lo llevó al más alto estatus el cual le permitió no tener que responder y responsabilizarse  de sus acciones, ante nada ni ante nadie,  dentro de las fronteras de sus dominios.

Al autócrata Putin, dueño de la  “hoz y cuchillo” medievales,  sus ideas fijas, obsesivas y absurdas, basadas en hechos falsos que le dicta su paranoia enfocada a recuperar el poder de antaño,  le impone el objetivo de expandirse a su alrededor (de momento)  y a saber hasta donde  (más adelante). 

 Es un hecho constatado que en todos los animales sociales se implantan relaciones de dominación en las que tiene un papel importante la agresividad, la cual tiene mucho que ver con dos hormonas: la testosterona y el cortisol. Según nos dice Antonio Damasio en su obra 'En busca de Spinoza': 

 "El rasgo de la dominancia (como su complemento, la sumisión) es un componente importante de las emociones sociales. La dominancia posee una cara positiva en el sentido de que los animales dominantes tienden a proporcionar soluciones a los problemas de la comunidad"

No es el caso que nos ocupa,  todo lo contrario. Estamos ante  un caso paradigmático de lo que supone generar problemas. Putin supone para una gran parte del mundo un incordio, coñazo, dolor de mueles, fastido..., en definitiva, y permítaseme la expresión: "un grano en el culo".  Parece incluirse en una anómala tipología humana, afortunadamente minoritaria,  cuya perspectiva podemos sintetizarla así: 'Ya tengo la solución, solo me falta  encontrar el problema'. Lo lleva a tal extremo este personaje que amenaza a los no sometidos  fuera de las fronteras de sus dominios,  con activar la guerra nuclear. La suyo es mandar, y lo  de los demás obedecer, por la buenas o por las malas. Aquí pierde sentido aquel viejo adagio que sentenciaba “Lo importante no es el poder que tengas, sino el que tus enemigos creen que tienes”. Todos somos conscientes de lo frágiles que somos ante semejante tirano dueño del  pulsador nuclear. Afortunadamente los sapiens no hemos perdido el instinto de conservación.

En una entrevista que le hacen a Juan José Millás y Juan Luis sobre su último libro titulado 'La muerte contada por un sapiens a un neandertal', dice Millás:

“Desde niño he creído que el neandertal era el bueno y que se extinguió por eso. Porque llegó el sapiens, que era un hijo de puta, y no pudo contra tanta hijoputez. Cuando pienso en mí y en mis desencuentros con el mundo y con la realidad, me siento como el último neandertal en una tribu de sapiens. Este seguramente viviría sorprendido y tendría que fingir para no ser calificado de raro”[5]

En una de sus colunmas dominicales en el periódico digital El País, también suscita la siguiente reflexión  Manuel Vicent:

“…hoy un hombre, un solo hombre, tiene en sus manos el poder de devolver nuestra civilización al neolítico en un fin de semana. Se llama Vladímir Putin, un tipo que hace 40 años era un pobre diablo…” [6]

La pregunta que nos hacemos todos es la siguiente:



¿Cómo puede un individuo con estas características alcanzar tal poder?


Tal y como están las cosas, no resulta absurda la pregunta que surge, de repente,  en cualquier charla coloquial : 

¿Cuánto durará nuestra civilización en estas condiciones?

Dado la vigencia del paradigma sistémico (yo dependo de ti y tú dependes de mí)  el cual destronó al dominante en aquel entonces, el paradigma  racionalista, (causa-efecto)  y que sostiene  que la realidad se configura como un sistema de interacciones en la que se entremezclan las causas y los efectos, ante semejante esperpento de Putin,  el zar, dueño de todo el poder y del destino de muchas personas,  cada uno de los ciudadanos del mundo tendríamos que hacernos la gran pregunta:


¿En que soy yo cómplice del poder de Putin y como lo refuerzo?


Solo nos faltaba que saliera reforzado positivamente de esta situación.


El pragmatismo para ser eficaz, requiere de sapiens sanos, con un buen funcionamiento mental,  en los que predominen la racionalidad sobre la emocionalidad; también, con un alto desarrollo ético y moral; concretamente los seis pilares investigados y desarrollados  por Haidt, J,psicólogo social y profesor de Liderazgo Ético en la Universidad de Nueva York.[7]

No pueden pensar pragmáticamente los Cro-Magnones y mucho menos los Neandertales. Tampoco lo pueden hacer muchos sapiens. Sí sería exigible en todo sapiens que se dedicara a la política y si así fuese tal vez evitaríamos muchas nefastas guerras.  

Elaboración propia a partir de Haidt


Por otro lado, un pragmatismo exagerado lleva a la instrumentalización extrema en la que ya no existen personas como tales, sino meros objetos,  de mayor o menor valor,  en función, exclusivamente, de lo que nos aportan. Al intolerante Putin, eso de dejar a la gente en paz, a su aire, dando forma a su propia concepción de la vida, le suena a jauja.  Ya no digamos nada de la aspiración humana de lograr la libertad e independencia que tenemos muchos. Construir y vivir en una sociedad que  permita a las personas tener su propia vida (un hogar, una familia, atender a sus necesidades, etc.) Darles a las personas la posibilidad de plantear y planificar una vida deseada, con proyectos y expectativas a la medida de cada uno. Es esta la mejor forma de vertebrar una sociedad sana, productiva y solidaria.

 “El fundamento de la Equidad/Engaño evolucionó en respuesta al desafío adaptativo de cosechar las recompensas de la cooperación sin ser explotado. Nos hace sensibles a los signos de que otra persona sea probablemente un buen (o mal) socio para la colaboración y el altruismo recíproco."

 Leer: 

 Los 6 PILARES de la MORAL: El pilar de la EQUIDAD https://draft.blogger.com/blog/post/edit/8615013334320974582/7299279034720454990

 

Elaboración propia a partir de Haidt

Nos dice J.A.Marina[8] que los filósofos clásicos no entendían el fenómeno de la obediencia, y nos hace la gran pregunta que se hacía David Hume y con la que termino este artículo. Reflexiona sobre si acaso en el alma humana haya un afán oculto de sumisión y otro afán patente de libertad. Hay una pasión de dominar y una pasión de ser dominado.

 

El dominar al estilo Putin,  tipo “macho alfa” (los servicios de información estadounidenses no solo le llamaban Batman, también macho alfa)  , en  los humanos pondría y  debería ponerse en  marcha el módulo de la Equidad,  activado por la falta de cooperación, el engaño y la decepción,   y, sobre todo,  el módulo de la  Libertad,  activado por el abuso de poder. Entraría en juego el  escenario de la subversión, que trataría de cambiar las cosas, transformando el contexto. 


¿Lo conseguirá los rusos actuales?



El “macho alfa” en animales menos evolucionados en la escala filogenética y  que no alcanzaron la categoría de sapiens,  funcionan así: es el jefe supremo del grupo, va siempre de primero, come antes que los demás, tiene en 85% de los coitos grupales con lo que garantiza la expansión de sus genes. En definitiva,  impone las reglas que además le benefician de forma absoluta y descarada. En los sapiens ejercer de tal es más difícil. Una de las grandes contribuciones del  lenguaje fue la de permitir a los beta confabular hasta  derivar al alfa.

El empirista David Hume, clausurador de la metafísica, predicador y convencido de muchos de los valores de nuestras sociedades occidentales, preconizaba la elaboración de un catálogo de virtudes representativas del mérito personal. Dicha lista de las virtudes, todas y cada una de ellas encajaría en alguna de las siguientes cuatro categorías:

1.Útil a los demás; 2.Útil a su poseedor; 3.Inmediatamente agradable para los demás; 4.Inmediatamente agradable para quien la posea.

Un primer modesto paso sería que el Putin Batman, se convirtiese en Benthan, (Jeremy Bentham), el fundador del utilitarismo. Aprendería a sopesar mejor las consecuencias de sus acciones; entendería que una acción es buena cuando persigue la máxima utilidad o felicidad posible; le motivaría perseguir el bien común consistente en la suma de los bienes individuales,  los cuales no deberían responder a otra cosa que no sea la voluntad de las personas. Practicaría la   valoración moral de sus actos y el impacto que tienen las consecuencias en otras personas y, por supuesto, si estas consecuencias maximizan el bienestar reduciendo el dolor. Sería consecuente con la imagen que trata de vendernos, "hombre de acción" a través de dar en todo momento comportamientos ajustados a la ética. 

¿Utopía? Alguien la ha definido como:

 "un proyecto pendiente de realizar"


El sociólogo Norbert Elias, nos pone en guardia: 

"La civilización no es un estado permanente, sino un proceso precario
 que puede revertirse por completo" 


 

Termino con la gran pregunta de Hume:




¿Por qué tantos se someten a tan pocos?


 

  Referencias Bibliográficas: 

[1]https://elpais.com/opinion/2022-03-06/el-refugio.html

[2]https://www.elmundo.es/loc/celebrities/2019/08/26/5d5e82e0fc6c8336498b45fa.html

[3]El putinismo, sistema político de Rusia: https://www.realinstitutoelcano.org/analisis/el-putinismo-sistema-politico-de-rusia/

[4] López Sastre, Gerardo.: Cuándo el saber ser escético. Batiscafo, S.L., 2015 p.96

[5]https://www.eldiario.es/cultura/juan-jose-millas-arsuaga-muertos-tanatorios-hospitales_1_8788787.html?fbclid=IwAR2YKDHVwn-qmDLmd_8rnei4YnBFGurJ71nuhyhMZW4_55-e2ItOPzgp6wg

[6] El País: https://elpais.com/opinion/2022-03-06/el-refugio.html

 [7] Haidt, J.: La mente de los justos. Por qué la política y la religión dividen a la gente sensata. Barcelona, Deusto, 2019 

[8] Marina, José Antonio.: La pasión del poder. Teoría y práctica de la dominación. Barcelona, Editorial Anagrama, S.A., 2008 p.38