PUTIN el GUERRERO
“Aquel don nadie es ahora ese matón que está
arrasando Ucrania y tiene a todo el mundo en vilo. En medio de los estertores
de guerra ha pronunciado dos palabras ―bomba nuclear― que en el inconsciente colectivo van
asociadas al apocalipsis.” Manuel Vicente [1]
Parece que el autócrata Putin prioriza, entre sus múltiples tareas, cada vez como más importante la de guerrear. Tal vez sea la segunda más importante, siendo la primera la de "vender"al mundo su imagen de joven y de "hombre de acción". Los servicios de información estadounidenses lo llamaban Batman.[2].
"Sin embargo, desde 2014, dado el empeoramiento de la situación económica en Rusia a causa de la bajada del precio del petróleo y de las sanciones económicas, Putin se ha convertido en un guerrero, un líder que se propone recuperar el prestigio internacional de Rusia mediante intervenciones militares en Ucrania y Siria." [3] Discrepo con la fuente de información, en utilizar el vocablo líder referido a Putin.
Leer:
VISIÓN DE HELICÓPTERO DEL LIDERAZGO
LA
PERSPECTIVA APORTA CLARIDAD MENTAL
https://neuroforma.blogspot.com/2017/11/vision-de-helicoptero-del-liderazgo-1.html
Algunos de los comentarios que se leen en los periódicos digitales, sostienen que hay que negociar, que Ucrania
tiene que rendirse, que vamos todos a pagar un coste muy alto, que… Muchos de
estos comentarios suelen acabar con el enfático ¡esto tiene que acabar!, al que
otros responden con el enigmático "veremos cuando y cómo".
Sí es cierto, a mi juicio, que en política muchas
veces es bueno recurrir al pragmatismo enfrentándose, ingeniosamente, con los
problemas que nos vayan apareciendo. La falta de coherencia de la que a veces
acusamos a determinados políticos se debe, en algunos casos, a que actuaron pragmáticamente, adoptando la mejor
salida posible ante la situación en la que se encontraban. Casi siempre somos
conscientes de lo que podemos ganar, pero muchas veces ignoramos o no calibramos bien
lo que podemos perder. En determinadas situaciones ya no se
trata de llegar a un acuerdo, sino al mejor desacuerdo posible. Para esto hay que actuar desde la
racionalidad, utilizando lo menos posible la emocionalidad, lo cual, en este
caso que nos ocupa está difícil.
“La razón, al proporcionarnos una visión más real
del universo en el que vivimos y del resultado de nuestras acciones en él (en
el mundo natural y en el social) - es decir, de la utilidad de nuestros comportamientos- ,
nos obliga a reelaborar nuestros juicios morales sobre estos” [4]
Si Putin siguiera este afirmación del filósofo David Hume, sopesaría mucho más las consecuencias de sus acciones y dejaría de llevar a cabo muchas de ellas, evitando mucho sufrimiento a muchas personas.
Nos
encontramos ante un personaje que debido a su causa, a ‘sus razones’ a su misión, bla, bla, bla…, se auto
percibe como algo más grande que sí mismo. Este tipo de personajes calibran
todo desde un relativismo extremo que les lleva a valorar cualquier perspectiva moral tan buena
como cualquier otra. También es probable que no estemos ante un individuo
inmoral que se pasa la ética por el forro, sino ante un amoral carente, por
lo tanto, de sentido y valoración moral.
“El fundamento de la Autoridad/ Subversión evolucionó en respuesta al desafío adaptativo de
establecer relaciones que nos beneficiaran dentro de las jerarquías sociales.
Nos hace sensibles a los signos de rango o estatus, y a las señales de que
otras personas están comportándose adecuadamente (o no) de acuerdo a su
posición.”
Leer:
Los seis PILARES de la MORAL - 5: AUTORIDAD
https://neuroforma.blogspot.com/2020/04/seis-pilares-de-la-moral-4-autoridad-el.html
El zar Putin, se
benefició de unas circunstancias históricas dominadas por un beodo que lo
eligió como ‘manda más’ de una potencia mundial en retroceso, que lo llevó al
más alto estatus el cual le permitió no tener que responder y
responsabilizarse de sus acciones, ante
nada ni ante nadie, dentro de las fronteras de sus dominios.
Al autócrata Putin,
dueño de la “hoz y cuchillo”
medievales, sus ideas fijas, obsesivas y
absurdas, basadas en hechos falsos que le dicta su paranoia enfocada a recuperar el poder
de antaño, le impone el objetivo de
expandirse a su alrededor (de momento) y a saber hasta donde (más adelante).
Es un hecho constatado
que en todos los animales sociales se implantan relaciones de dominación en las
que tiene un papel importante la agresividad, la cual tiene mucho que ver con
dos hormonas: la testosterona y el cortisol. Según nos dice Antonio Damasio en
su obra 'En busca de Spinoza':
"El rasgo de la dominancia (como su
complemento, la sumisión) es un componente importante de las emociones
sociales. La dominancia posee una cara positiva en el sentido de que los
animales dominantes tienden a proporcionar soluciones a los problemas de la
comunidad"
No es el caso que nos ocupa, todo lo contrario. Estamos ante un caso paradigmático de lo que supone generar problemas. Putin supone para una gran parte del mundo un incordio, coñazo, dolor de mueles, fastido..., en definitiva, y permítaseme la expresión: "un grano en el culo". Parece incluirse en una anómala tipología humana, afortunadamente minoritaria, cuya perspectiva podemos sintetizarla así: 'Ya tengo la solución, solo me falta encontrar el problema'. Lo lleva a tal extremo este personaje que amenaza a los
no sometidos fuera de las fronteras de
sus dominios, con activar la guerra nuclear. La suyo es mandar, y lo de los demás obedecer, por la buenas o por las
malas. Aquí pierde sentido aquel viejo adagio que sentenciaba “Lo importante no es el poder que tengas, sino el que tus enemigos creen que tienes”. Todos somos conscientes de lo frágiles que somos ante semejante tirano dueño del pulsador nuclear. Afortunadamente los sapiens no hemos perdido el instinto de conservación.
En
una entrevista que le hacen a Juan José Millás y Juan Luis sobre su último libro titulado 'La muerte contada por un sapiens a un neandertal', dice Millás:
“Desde
niño he creído que el neandertal era el bueno y que se extinguió por eso.
Porque llegó el sapiens, que era un hijo de puta, y no pudo contra tanta
hijoputez. Cuando pienso en mí y en mis desencuentros con el mundo y con la
realidad, me siento como el último neandertal en una tribu de sapiens. Este
seguramente viviría sorprendido y tendría que fingir para no ser calificado de
raro”[5]
En una de sus colunmas dominicales en el periódico digital El País, también suscita la siguiente reflexión Manuel Vicent:
“…hoy
un hombre, un solo hombre, tiene en sus manos el poder de devolver nuestra
civilización al neolítico en un fin de semana. Se llama Vladímir Putin, un tipo
que hace 40 años era un pobre diablo…” [6]
La pregunta que nos
hacemos todos es la siguiente:
¿Cómo puede un individuo
con estas características alcanzar tal poder?
Tal y como están las cosas, no resulta absurda la pregunta que surge, de repente, en cualquier charla coloquial :
¿Cuánto durará nuestra civilización en estas condiciones?
Dado la vigencia del
paradigma sistémico (yo dependo de ti y tú dependes de mí) el cual destronó al dominante en aquel entonces, el paradigma racionalista, (causa-efecto) y que sostiene que la
realidad se configura como un sistema de interacciones en la que se
entremezclan las causas y los efectos, ante semejante esperpento de Putin, el zar, dueño de todo el poder y del destino de muchas personas, cada uno de los ciudadanos del mundo
tendríamos que hacernos la gran pregunta:
¿En que soy yo cómplice
del poder de Putin y como lo refuerzo?
Solo nos faltaba que saliera reforzado positivamente de esta situación.
El pragmatismo para ser eficaz, requiere de
sapiens sanos, con un buen funcionamiento mental, en los que predominen la racionalidad sobre la
emocionalidad; también, con un alto desarrollo ético y moral; concretamente los
seis pilares investigados y desarrollados
por Haidt,
J,psicólogo social y profesor de
Liderazgo Ético en la Universidad de Nueva York.[7]
No pueden pensar pragmáticamente los Cro-Magnones y mucho menos los Neandertales. Tampoco lo pueden hacer muchos sapiens. Sí sería exigible en todo sapiens que se dedicara a la política y si así fuese tal vez evitaríamos muchas nefastas guerras.
Elaboración propia a partir de Haidt
Por otro lado, un pragmatismo exagerado lleva a
la instrumentalización extrema en la que ya no existen personas como tales,
sino meros objetos, de mayor o menor valor, en función, exclusivamente, de lo que nos
aportan. Al intolerante Putin, eso de dejar a la gente en paz, a su aire, dando
forma a su propia concepción de la vida, le suena a jauja. Ya no digamos nada de la aspiración humana de lograr
la libertad e independencia que tenemos muchos. Construir y vivir en una sociedad que permita a las
personas tener su propia vida (un hogar, una familia, atender a sus
necesidades, etc.) Darles a las personas la posibilidad de plantear y
planificar una vida deseada, con proyectos y expectativas a la medida de cada
uno. Es esta la mejor forma de vertebrar una sociedad sana, productiva y
solidaria.
“El fundamento de la
Equidad/Engaño evolucionó en respuesta al desafío adaptativo de cosechar las
recompensas de la cooperación sin ser explotado. Nos hace sensibles a los
signos de que otra persona sea probablemente un buen (o mal) socio para la
colaboración y el altruismo recíproco."
Leer:
Los
6 PILARES de la MORAL: El pilar de la EQUIDAD https://draft.blogger.com/blog/post/edit/8615013334320974582/7299279034720454990
Elaboración propia a partir de Haidt
Nos dice J.A.Marina[8] que los filósofos clásicos no entendían el fenómeno de
la obediencia, y nos hace la gran pregunta que se hacía David Hume y con la que
termino este artículo. Reflexiona sobre si acaso en el alma humana haya un afán
oculto de sumisión y otro afán patente de libertad. Hay una pasión de dominar y
una pasión de ser dominado.
El dominar al estilo Putin, tipo
“macho alfa” (los servicios de información estadounidenses no solo le llamaban Batman, también macho alfa) , en los humanos pondría y debería ponerse en marcha el módulo de la
Equidad, activado por la falta de
cooperación, el engaño y la decepción,
y, sobre todo, el módulo de
la Libertad, activado por el abuso de poder. Entraría en
juego el escenario de la subversión, que
trataría de cambiar las cosas, transformando el contexto.
¿Lo conseguirá los rusos actuales?
El “macho alfa” en animales menos evolucionados en la escala filogenética y que no alcanzaron la categoría de sapiens,
funcionan así: es el jefe supremo del grupo, va siempre de primero, come
antes que los demás, tiene en 85% de los coitos grupales con lo que garantiza
la expansión de sus genes. En definitiva,
impone las reglas que además le benefician de forma absoluta y descarada.
En los sapiens ejercer de tal es más difícil. Una de las grandes contribuciones
del lenguaje fue la de permitir a los
beta confabular hasta derivar al alfa.
El empirista David Hume, clausurador de la metafísica, predicador y
convencido de muchos de los valores de nuestras sociedades occidentales,
preconizaba la elaboración de un catálogo de virtudes representativas del
mérito personal. Dicha lista de las virtudes, todas y cada una de ellas
encajaría en alguna de las siguientes cuatro categorías:
1.Útil a los demás; 2.Útil a su poseedor; 3.Inmediatamente agradable para los
demás; 4.Inmediatamente agradable para quien la posea.
Un primer modesto paso sería que el Putin Batman, se convirtiese en Benthan, (Jeremy Bentham), el fundador del utilitarismo. Aprendería a sopesar mejor las consecuencias de sus acciones; entendería que una acción es buena cuando persigue la máxima utilidad o felicidad posible; le motivaría perseguir el bien común consistente en la suma de los bienes individuales, los cuales no deberían responder a otra cosa que no sea la voluntad de las personas. Practicaría la valoración moral de sus actos y el impacto que tienen las consecuencias en otras personas y, por supuesto, si estas consecuencias maximizan el bienestar reduciendo el dolor. Sería consecuente con la imagen que trata de vendernos, "hombre de acción" a través de dar en todo momento comportamientos ajustados a la ética.
¿Utopía? Alguien la ha definido como:
"un proyecto pendiente de realizar"
El sociólogo Norbert Elias, nos pone en guardia:
"La civilización no es un estado permanente, sino un proceso precario
que puede revertirse por completo"
Termino con la gran pregunta de Hume:
¿Por qué tantos se someten a tan pocos?
Referencias Bibliográficas:
[1]https://elpais.com/opinion/2022-03-06/el-refugio.html
[2]https://www.elmundo.es/loc/celebrities/2019/08/26/5d5e82e0fc6c8336498b45fa.html
[3]El putinismo, sistema político de Rusia: https://www.realinstitutoelcano.org/analisis/el-putinismo-sistema-politico-de-rusia/
[4] López Sastre, Gerardo.: Cuándo el saber ser escético. Batiscafo, S.L., 2015 p.96
[5]https://www.eldiario.es/cultura/juan-jose-millas-arsuaga-muertos-tanatorios-hospitales_1_8788787.html?fbclid=IwAR2YKDHVwn-qmDLmd_8rnei4YnBFGurJ71nuhyhMZW4_55-e2ItOPzgp6wg
[6] El País: https://elpais.com/opinion/2022-03-06/el-refugio.html
[7] Haidt, J.: La mente de los justos. Por qué la política y la religión dividen a la gente sensata. Barcelona, Deusto, 2019
[8] Marina, José Antonio.: La pasión del poder. Teoría y práctica de la dominación. Barcelona, Editorial Anagrama, S.A., 2008 p.38