domingo, 26 de abril de 2020

Los seis PILARES de la MORAL - 5: AUTORIDAD












                      


El pilar de la AUTORIDAD










                                         Figura 1: Elaboración propia a partir de Haidt, J


Estos  seis pilares  tienen un carácter universal y están presentes en los fundamentos morales de todas las culturas.


Leer para entender el contexto:



El pilar de la AUTORIDAD



  
“El fundamento de la Autoridad/ Subversión evolucionó  en respuesta al desafío adaptativo de establecer relaciones que nos beneficiaran dentro de las jerarquías sociales. Nos hace sensibles a los signos de rango o estatus, y a las señales de que otras personas están comportándose adecuadamente (o no) de acuerdo a su posición.” [1]

Antecedentes



La evolución premió, otorgándoles más éxito reproductivo (cuánta descendencia deja un organismo para la siguiente generación, en relación con otros individuos dentro del grupo),  a aquellos individuos que entendían mejor el contexto en el que se desenvolvían  y buscaban la protección  de los que estaban por encima de él  en el orden jerárquico y en los  grados de dominancia y,  a  su vez,  cultivaban la lealtad de los que estaban por debajo.



Esto se da en muchas especies, en general, en  todas aquellas que viven en grupos. Los pollos, los perros, los lobos, los chimpancés, etc.,  siguen estas pautas.  Tanto es así, que la forma de comportarse de los individuos de bajo rango son muy parecidos en todas las especies, lo cual tiene su lógica,  puesto que lo que se busca es siempre lo mismo:

Manifestar  sumisión , dar la apariencia de debilidad y no parecer amenazantes.

Hay antropólogos que sostienen que la sonrisa humana es consecuencia de la evolución filogenética de las expresiones que hacían los simios con la boca cuando querían manifestar sumisión al macho alfa. Hoy,  los humanos  sonreímos para demostrar a nuestro interlocutor una actitud positiva hacia él [2]  y somos muy sensibles para diferenciar entre una sonrisa auténtica y una artificial.


No tener la habilidad de detectar los signos de dominio y poder,  y no dar las respuestas adecuadas,  incrementa las probabilidades  de recibir una paliza entre los chimpancés,  y ser marginado en los grupos y en las instituciones  del homo sapiens.

Figura 1: https://me.me/i/i-apologize-for-this-latest-entry-i-cant-find-a-22359248

¿Serán también muy parecidas las expresiones  de los individuos  de alto rango?

Según nos dice Antonio Damasio en su obra 'En busca de Spinoza', "El rasgo de la dominancia (como su complemento, la sumisión) es un componente importante de las emociones sociales. La dominancia posee una cara positiva en el sentido de que los animales dominantes tienden a proporcionar soluciones a los problemas de la comunidad"

Al igual que los chimpancés, también las personas indagan y recuerdan quién está por encima de quién. Entendemos que la autoridad que consideramos legítima,  mantiene el orden evitando que reine el caos, por lo que le mostramos respeto, obediencia y sumisión. Nos oponemos a esta autoridad, cuando no se comporta adecuadamente,  a través de la subversión manifestada en falta de respeto, desobediencia y rebelión. 


Figura 2: https://me.me/i/i-apologize-for-this-latest-entry-i-cant-find-a-22359248


En sesiones formativas que se imparten sobre el liderazgo, los ponentes suelen dedicar un tiempo al lenguaje no verbal, poniendo especial énfasis, en algunos casos, en  aquellas formas que expresen seguridad en uno mismo, muchas de ellas propias de un “macho alfa”.

Invito  a leer en este mismo Blog:



Regla práctica:

“Donde hay patrón, no manda marinero”.



¿Quién manda?

"Pero estos individuos dominantes pueden convertirse asimismo en matones pendencieros, tiranos y déspotas, especialmente cuando la dominancia va da la mano de su gemelo maligno: el carisma", nos sigue diciendo Damasio.

En muchas especies que viven en grupos,   manda el  “macho alfa”: es el jefe supremo del grupo. Va siempre de primero, come antes que los demás, tiene en 85% de los coitos grupales con lo que garantiza la expansión de sus genes. En definitiva,  impone las reglas que además le benefician de forma descarada.



En los humanos, también existe esta tendencia y se da de forma a veces evidente; otras  no tan evidentes,   pero sí de forma sutil y camuflada, si bien es cierto que con escaso éxito. Hay que recordar a quién pretenda serlo, dentro de los sapiens,  que el lenguaje humano nació de la alianza de los macho Beta para derribar al Alfa.




Parece que hay chimpancés que cultivan la lealtad de los que están debajo con más ahínco que  algunos humanos,  de elevado rango jerárquico,  la cultivan con sus subordinados. No es  raro  que un macho alfa,  que acaba de vencer a otro  que quería arrebatarle el puesto, pasado algún tiempo vaya a junto el vencido y le acicale y cate las pulgas, tratando de congratularse con él. No quiere dejar allí un “perdedor” que busque la venganza. La lección que deberíamos a mi juicio sacar los ¿Sapiens? sería la siguiente:


Regla práctica:

No compite el competente, compite el incompetente.



El dominar a través del poder así entendido, tipo “macho alfa”, en  los humanos pondría en marcha el módulo de la Equidad,  activado por la falta de cooperación, el engaño y la decepción,   y el módulo de la  Libertad,  activado por el abuso de poder. Entraría en el escenario la subversión, que trataría de cambiar las cosas, transformando el contexto.

Si nos referimos al mundo laboral,  pidiendo un cambio de jefe, y cuando este no se produce por falta de sensibilidad ante los factores de riesgo psicosocial,  se genera  todo un cúmulo de fenómenos adversos para la buena marcha de la empresa,  que recordemos,  no es otro que la de mantenerse en el mercado a través de la obtención de resultados, los cuales se logran cuando todos sus empleados, desde los puestos más bajos a los más altos del organigrama, no compiten entre ellos sino que cooperan.

Regla práctica:

Cooperar en la empresa para poder competir en el mercado





Te invito a que escribas en google algo así como “Los empleados se van por culpa del jefe”.

Yo acabo de hacerlo ahora mismo: 22/04/2020 -  8:12 h. Resultados: Aproximadamente 53.400.000 resultados.





¿Y qué pasa con los que no se van?




















¿Podrías ubicar a cada uno de tus  subordinados o colaboradores en el cuadrado que le corresponda?

Desde hace muchos años vengo elaborando datos sobre la cuestión,  haciendo este ejercicio de forma anónima,  con Directivos y Mando que asisten a mis cursos. Si me haces llegar los tuyos de forma anónima los añado.

Si nos referimos al mundo político, buscando  “dar la vuelta”, un cambio social a través de una nueva versión de la política. No nos vendría nada mal, a mi juicio, subvertir el orden establecido en lo referente a la moral. Esto nos llevaría a una gran mejora de los aspectos políticos y sociales.


La autoridad en el mundo laboral


Puede dar la impresión, tal y como lo estamos describiendo, que estamos abordando, más que un  fundamento moral, la inmoralidad  de la   dominación del poderoso sobre el  débil, cuya génesis es la amoralidad  o ausencia completa de moral que está muy arraigada  en nuestra sociedad  en los tiempos actuales.  Una amoralidad que nos lleva a  la desaparición de las normas y criterios que son un referente en la ética y genera  la pérdida total de valores y   un pernicioso relativismo moral en donde todo está permitido.

Parece claro e intuitivo que sin figuras de autoridad sería imposible vertebrar sociedades civilizadas. El mundo político, social, laboral, familiar, todos se vertebran en torno a figuras de autoridad. Cosa distinta es hasta qué punto algunas de estas figuras acumulan toda una serie de deficiencias que llevan a perturbar el entorno en el que ellas operan. No nos vamos extender en esta idea (nos ocuparemos de ella en otro momento).  Vamos a resaltar la importancia de este pilar moral, la autoridad,  limitando nuestras reflexiones al mundo laboral para terminar resumiendo como el mundo político, a través de los partidos,  se ocupan del mismo.



Invito  a leer en este mismo Blog:
Cuando la ESTÉTICA influye más que la ÉTICA, 22/7/18

La impresión anterior  cambia, cuando empezamos a distinguir   entre poder y autoridad.
Max Weber, uno de los fundadores de la Sociología, en su obra, “Sobre la teoría de las ciencias sociales”  define el poder como:

“la capacidad de forzar o coaccionar a alguien, para que este, aunque preferiría no hacerla, haga tu voluntad debido a tu posición o tu fuerza.”

El poder premiador y coercitivo, son las herramientas del jefe. El poder puede llevar a la opresión,  y esta a la subversión.

Define Weber  la autoridad como:
“El arte de conseguir que la gente haga voluntariamente lo que tú quieres debido a tu influencia”.
La influencia y la convicción son las herramientas del líder. [3]La autoridad se orienta al  orden y a la  justicia, y estas llevan a la lealtad.


Todo funciona mejor cuando transformamos el poder en AUTORIDAD.

“El poder crucial de los líderes no es mandar, sino estar situados en el núcleo de una red. Tienen el poder de persuadir” [4]





 

Descartamos, pues,  la “dominación” y su herramienta de ejecución, el poder,   y nos quedamos con la autoridad y sus herramientas de  influencia  y  convicción.


Invito  a leer en este mismo Blog:

La importancia del Rol


Refiriéndonos al mundo laboral, desde un punto de vista esencialmente instrumental  o contractual, el trabajador, a cambio de recibir una nómina y otras compensaciones,  da a la empresa u organización en la que trabaja una parte de su personalidad que le permita  hacer lo que se espera de él, ni más ni menos,  desempeñando el rol que le asignan centrado siempre en que acate las decisiones de quién tenga la autoridad.

 Puede  que tenga ideas propias e iniciativas de gran valor, pero, por sí mismo,  no puede ponerlas en marcha. Aquellas frases que escuchábamos hace tiempo en los entornos laborales (espero que ya no se escuchen actualmente): “yo soy un mandado”; “tú a trabajar, que para mandar estoy yo”, son elocuentes de lo que decimos: con la primera, el subordinado reconoce su categoría social; con la segunda el jefe se la recuerda.


“En el antiguo paradigma, la organización busca y crea para sí misma personas que se ajusten y se adapten. Son medios para un fin: cubrir puestos previamente definidos, resolver tareas señaladas por otros, satisfacer las exigencias planteadas por la organización. La persona está ahí como un fin ni siquiera para sí misma, sino que es un instrumento. No es un asociado, sino un auxiliar para satisfacer necesidades. No es tenida en cuenta por su particularidad, sino por su capacidad de adaptarse. Ser uno mismo quiere decir ser culpable” [5] (el resaltado es mío)

 Es mucho más explícito en el concepto de  instrumentalización,  Frederick Winslow Taylor,  creador de la Organización Científica del Trabajo,  que en 1.878 aconsejaba seleccionar a los acarreadores de lingotes de esta forma:

 “Ha de ser flemático y estúpido, que en su conformación mental ha de parecer más a un buey que a ningún otro tipo de ser. Un hombre mentalmente despierto e inteligente, resulta, justamente por ello, inadecuado para lo que para él sería la agotadora monotonía de un trabajo de este tipo” [6]

Este mentalidad tayloriana  acerca de la naturaleza humana contrasta con la de Sócrates (470-399 a. de C.) el cual, con frecuencia utilizaba mucho de su tiempo conversando en las calles y plazas con la gente que encontraba, tratando de llegar a conclusiones válidas (resultados) a través de la razón. Con mucha frecuencia se paraba a conversar con esclavos pues entendía que estos tenían la misma capacidad de razonar que el noble.













¿Cómo se llevan, en tu entorno laboral,  los siguientes Atributos Normativos del Trabajo relacionados con el Pilar Moral de la Autoridad?:
1.     Obediencia: Implica respeto jerárquico.
2.     Derechos: Derechos básicos de las personas


Chester Barnard, ejemplo del hombre que se ha “hecho a sí mismo”, un estudioso de las organizaciones, (nos vendría muy bien su experiencia ahora, cuando los expertos nos dicen que estamos ante una crisis económica al nivel de la Gran Depresión del 29, ya que él dirigió, en el estado de Nueva Jersey,  el sistema de ayuda social), ya en el año 1938  sostiene que los ejecutivos tienen una responsabilidad fiduciaria con la organización, vista como un todo, por lo tanto deben asumir una “personalidad organizacional. Fue este concepto el antecedente de lo que hoy entendemos por rol, el cual discrimina en función del puesto que ocupan y de las funciones que llevan a cabo los miembros de una organización.

Las normas y los valores

Hoy se consideran componentes esenciales de las organizaciones los roles, las normas y los valores.
Los roles ya los definimos más arriba.
Las normas explícitamente exigen a los miembros de las organizaciones conductas concretas que deben darse en situaciones específicas.
Los valores,  no recogidos explícitamente igual que las normas (cuando están escritos y relacionados con  la misión y visión de la organización, no son otra cosa que “papel mojado”),   sino intuidos  implícitamente, reflejan la oposición entre lo principal y lo secundario, lo esencial y lo accidental, lo deseable y lo indeseable para la organización.
Aquí hay que tener en cuenta que el sistema de valores de la empresa puede o no coincidir con los valores que tienen los miembros de la misma de forma individual, y  que estos fueron aprendiendo y asumiendo dentro de una familia determinada, de lo que experimentaron en la escuela  y en el entorno social en el que crecieron.
Los valores que son percibidos por los miembros de la organización, son los principales componentes de la cultura de empresa  y son reconocidos por los miembros,  ejerciendo una función de integración (o desintegración y conflictividad)  organizacional,  en función de la sintonía o lejanía que exista entre los valores individuales y los valores organizacionales.
Barnard, sostenía que el ejecutivo, como figura de autoridad,  debería ser líder, y también reconoció  que la  autoridad tenía que tener   legitimidad.

Invito  a leer en este mismo Blog:
VISIÓN DE HELICÓPTERO DEL LIDERAZGO,  25/11/17



Liderazgo


A mi juicio sería el liderazgo transformacional el que mejor podría desarrollar el Pilar Moral de la Autoridad y ajustarse con más precisión a la ética empresarial.
Habría que abandonar el Liderazgo Transaccional  basado en la utilización  de los palos y la zanahorias,  acompañados de laboriosas  normas de supervisión y cumplimento,  para lograr que personas que “van a lo suyo”  actúen en función de lo que la empresa quiera.


Sustituirlo por el Liderazgo Transformacional que despierte el entusiasmo, orgullo,  lealtad (otro de los pilares de la moral que hemos definido como una respuesta al desafío de formar  coaliciones cohesivas).
El liderazgo transformacional no solo se ocupa del líder sino también de los seguidores. Sin seguidores no hay líder. Conocer las claves por las que las personas están dispuestas a seguir a alguien es la cuestión clave. Una de las claves es no activar los detectores de la opresión (Otro de los pilares de la moralidad: Libertad/Opresión)   para que los subordinados no tengan que unirse con el objetivo de derribar a un macho alfa opresor, cayendo en la subversión.
Las variables presentes en este tipo  de líderazgo son las siguientes:

  • 1.     El grado de identificación de los seguidores con el líder. (Carisma)
  • 2.     La capacidad de transmitir la importancia de la misión a realizar, la cual proporciona una gran motivación. (Inspiración)
  • 3.     Fomentar la creatividad y la innovación a través del desarrollo y el uso de la inteligencia. (Estimulación Intelectual)
  • 4.     Siempre encuentra tiempo para ocuparse de los problemas de los seguidores. (Consideración Individualizada)
En cuanto a la legitimidad que nos señalaba Barnard, se logra sustituyendo  el poder  por la autoridad. El poder que se le da a un puesto determinado en la organización  queda legalizado 'desde arriba'.
 La autoridad que el líder se gana con sus seguidores hace  que este quede  'legitimado', 'desde abajo', a partir de la competencia que le reconocen sus colaboradores.
El liderazgo transformacional se ocupa del  líder y de los seguidores, cambiando sus valores y actitudes; incrementando su motivación y madurez  y generando  una misión compartida para la organización de tal forma que la personas que antes solo iba “a lo suyo”, realicen un cambio del yo al nosotros.
Lograr personas con una formación integral y  VINCULADAS  y MOTIVADAS para que den lo mejor de sí mismas
Invito  a leer en este mismo Blog:
FORMACIÓN INTEGRAL,  10/08/2028 Y 29/03/2019




Detrás de estos dos perfiles (colaborador 10 o quemado)  hay distintas emociones
La clave en una organización  está en hacer que las contribuciones de los colaboradores aumenten a medida que aumentan los años en la empresa.



El valor de la individualidad

“En las sociedades globales de la información del mañana, una empresa será buena solo en la medida en que lo sean las personas que trabaja en ella. El progreso no avanza hoy formando ordenadas filas de a uno: 
La individualidad es la
 verdadera fuente de todo progreso [7]

Si se dan las condiciones para ello, los empleados con más experiencia en la empresa deberían tener más capacidad de “contribuir” a la buena marcha de ella. Hoy en día mucho más cuando, parece que se extenderá el proceso de coaching como herramienta en la que todo jefe deberá estar familiarizado para “dirigir desarrollando” a sus colaboradores. Aquí no tiene cabida la dominación. El entorno tiene una importancia vital. El “nicho ecológico” en el que se desenvuelve todo animal vivo incide, de forma decisiva, en su desarrollo y en los resultados que obtiene.
¿Será esta la razón por la que las empresas tratan de crear entornos de Coaching? Sin duda es, como mínimo, una de las razones. Nadie discute la idea de que en la empresa de hoy no es suficiente con gestionar personas; es necesario, además, facilitarle su desarrollo.
A título individual, son también muchas las personas que se preocupan y ocupan de su desarrollo personal. Incorporaron a sus vidas el concepto empresarial de “amortización” e invierten una cantidad determinada de tiempo y dinero en reponer sus activos personales, los cuales, si no se cuidan, acaban deteriorándose. Asisten a cursos, emprenden programas más o menos acertados y articulan planes de acción que le lleven a donde previamente se imaginan llegar.

El camino del líder


 Un liderazgo de cualquier tipo (organización, social, político), se sustenta en un liderazgo personal[8]. No puedes liderar a nadie si no te lideras a ti mismo.
El liderazgo personal viene marcado por el índice de autenticidad: grado de coherencia que existe entre lo que piensas, sientes y haces. Cuando este índice es alto, haces lo que dices y dices lo que haces.
La necesidad de legitimarse y posicionarse frente a los demás hace imprescindible que uno se perciba como auténtico y leal a sus principios. El respeto dentro del equipo sólo lo consiguen aquellos que llevan la autenticidad a sus últimos términos. Las personas que nos rodean y trabajan con nosotros suelen terminar tarde o temprano descubriendo nuestro grado de autenticidad.
Hay personas que siguen siendo tales al margen de cuál sea el rol o papel (personaje), que les toque vivir en un momento dado. Personas que tienen el valor de “ser ellas mismas”, y funcionar con el principio de que el dinero o el poder no son un valor en sí mismos. Personas con un “índice de autenticidad” alto que es lo mismo que tener la capacidad de “ser uno mismo”.
 ¿Qué es ser uno mismo?

El Rol (Personaje) no debe anular al uno mismo (Persona)
Me gusta verlo como un estadio elevado del avance que se ha dado en mi generación. Podemos englobarlo en un término que se viene manejando desde el siglo XIX y que se llama “la cuestión social”.  Un avance desde “vivir para el obrero es simplemente no morir”, o “homme de bouche el de main”  hasta “ser uno mismo” entendido desde la “autorrealización de Maslow; el “llegar a ser persona” de Rogers; el “proceso de individualización” de Jung; la “orientación productiva de From”; al “encontrarse a sí mismo” de Enrique Rojas.
De una forma gráfica nos lo muestra Milán Kundera en su “Insoportable levedad del Ser” haciendo que Tomás, gran cirujano, termine limpiando escaparates por no ser capaz de renunciar a ser él mismo.
De forma testimonial nos impacta Sócrates recurriendo a la cicuta, antes de tener que “entrar por el aro” a cambio de salvarse de la muerte,  haciendo algo que rechazaba.
 En todo caso, ser uno mismo es el resultado de una pedagogía interior.



La Autoridad en el  mundo político


La ética y la política están presentes en todos los ámbitos, incluido el laboral
Si lo que al principio llamamos  “alto rango” lo circunscribimos a los políticos, es evidente que,  según nos decía Max Weber en su obra  ‘La política como vocación’, que todos buscan el mismo objetivo: el poder. En principio  un fin ético. El análisis  siguiente sería conocer los medios que utiliza para alcanzar ese fin ético. Otro nivel de análisis  más, sería si ese fin ético de búsqueda del poder, enmascara otro fines ya no tan éticos o incluso manifiestamente inmorales (“yo voy a la política a hacerme rico” frase pronunciada por un conocido político de nuestro país). La búsqueda del poder puede generar otros fines: idealistas o egoístas, ético o no éticos.

Un buen fin, ético, no justifica que cualquier medio sea lícito para lograrlo. Solamente fines éticos, logrados con medios éticos,  nos llevan a una evolución sostenible


“Maquiavelo comprendió claramente las diferencias que existen entre la verdad percibida y la verdad real, y no tengo dudas de que, con toda seguridad, comprendió que la verdad percibida, una vez que ha sido aceptada, cambia su naturaleza para convertirse en la verdad real, en cuanto a lo que la humanidad se refiere.” Alistai r McAlpine [9]


 Maquiavelo nos demuestra, que para conseguir sus fines, la capacidad del ser humano de hacer el mal es tal, que “no frenará al ambicioso a la hora de escoger medios, no limitándose a seleccionar tan solo aquellos que sean legales y morales”. Fue esto lo que llevó a muchos de sus lectores a interpretar, erróneamente, que Maquiavelo justificaba y estaba de acuerdo con la frase por la que más se le conoce: “El fin justifica los medios”.

Concebir la política como un fin para enriquecerse (fin no ético), y cuando se está en el poder elegir medios corruptos para lograrlo (medios no éticos),  es la degradación e involución perfecta.

Desde el punto de vista político, según la experiencia práctica  de Maquiavelo (El Príncipe) y Hobbes (El Leviatán), en sus respectivos tiempos y contextos se consigue mantener el control del Estado, exclusivamente a través del poder y de la dominación.

La política y el mundo laboral actualmente

 En nuestros tiempos esto es la excepción. Afortunadamente en nuestro contexto  (W.E.I.R.D., acrónimo de  las siglas de “Western, Educated, Indusstrialized, Rich and Democratic”, personas occidentales, educadas, industrializadas, ricas y democráticas) hemos avanzado en la creación de formas de convivir mucho más civilizadas y humanizadas, si bien es cierto que aún habrá que avanzar y perfeccionarlas significativamente.
Un camino correcto y eficaz para ello, sería incidir e implantar en el mundo político unos mayores estándares de Ética.
También hemos avanzado desde los tiempos de Frederick Winslow Taylor y su Organización Científica del Trabajo,  si bien es cierto, también, que aún habrá que avanzar y perfeccionar significativamente nuestra vida laboral.
Un camino correcto y eficaz para ello, sería incidir e implantar en el mundo laboral unos mayores estándares de Ética.
Invito  a leer en este mismo Blog:

Todos somos conscientes de la importancia que tienen las organizaciones y las empresas para nosotros. Que aún en los tiempos actuales,  son pocos los que se pueden ganar la vida por sí mismos sin pertenecer a una empresa.  
Somos también todos conscientes de que “la cuestión social”,  a lo largo del tiempo histórico que vivimos los mayores, ha avanzado muy considerablemente y nos ha permitido vivir una vida satisfactoria y a algunos poder afirmar que gracias al trabajo que una empresa nos proporcionó, nos “hemos hecho a nosotros mismos”, cada uno a su medida y en función de sus expectativas. También, en buena medida,  escalamos la pirámide de Maslow hasta la autorrealización
Sin embargo, desde hace algún tiempo, la cuestión social se está deteriorando, tal vez como resultado del deterioro ético y moral que se está extendiendo por todo el planeta.

Una forma gráfica de ver este  deterioro  es a través de los Escala Motivacional de Maslow. Según estudios sociológicos realizados sobre la misma,  se llegó a afirmar que en nuestro entorno W.E.I.R.D, los dos primeros escalones de la escala (Necesidades Básicas o primaria o físicas,  y Necesidades de seguridad) habían quedado, más que satisfechas allá por el año 1950.
Que una empresa ya no podía recurrir a ellas solas para mantener la motivación de los empleados, salvo en situaciones de guerra, grandes catástrofes, etc. Todos sabemos, aún que tratemos de mirar para otro lado, que hay colectivos, actualmente, en nuestro entorno  W.E.I.R.D., que su trabajo no se las satisface estas dos elementales necesidades de supervivencia. 


“Las crecientes presiones sobre el gobierno para que regule empresas privadas son un resultado directo de la creciente necesidad y exigencia política de protección del bienestar general frente al bienestar de empresas específicas. Es decir, el valor tangible de ciudadanía ha aumentado, 'pari passu' con los poderes gubernamentales” [10]

Nota: esto se ha escrito en el siglo pasado, antes de 1976, fecha de la edición de la obra: Las instituciones sociales. Tratado de Sociología -IV. Barcelona, Editorial  Hispano Europea, 1976, p.413.
Hoy, siglo XXI, año 2020, la mayoría de  los analistas económicos y políticos están convencidos  de que el Estado ganará poder frente al mercado. Lo digo desde un punto de vista descriptivo, no valorativo. Este último de lo dejo a ti.












Y tú, como lo ves:


 ¿Como algo bueno o como algo malo; 


cómo un avance a como un retroceso? 



Con ello te estoy invitando a que vayas un poco más allá de la simple lectura,  y lo utilices como una poderosa herramienta de Desarrollo Personal  el cual es inseparable de una formación integral, y del desarrollo tres principios básicos: Conciencia, Auto creencia, Responsabilidad


Invito  a leer y ver VIDEO en este mismo Blog:




Un mundo laboral y político más ético, a mi juicio,  es lo mejor a lo que podemos aspirar,  genera lo que se entiende como “libertad como independencia”: aquella que permite a las personas tener su propia vida (un hogar, una familia, atender a sus necesidades, etc.). Darles a las personas la posibilidad de plantear y planificar una vida deseada, con proyectos y expectativas a la medida de cada uno. Es esta la mejor forma de vertebrar una sociedad sana, productiva y solidaria.














¿Qué opinas tú sobre esta cuestión tan fundamental?



¿Con qué criterios justificarías tú opinión?


Criterios (distinto de opiniones; lo contrario de exabruptos) para que podamos hablar de ética, de trabajo  y de política de forma más objetiva, a la vez que  nos ayuda a incrementar nuestra  Conciencia (capacidad de darse cuenta),  acerca de nuestra realidad.

Haidt nos dice que los liberales estadounidenses  suelen desconfiar de los llamamientos a la autoridad. En el gráfico de abajo, aparece con línea fina.  Aquí en España, actualmente se están haciendo llamamientos de todo tipo apelando a ella.
Loa libertarios son socialmente  liberales (defienden a ultranza la libertad individual referida a los asuntos privados) y son conservadores económicamente (a favor de los mercados libres). En el gráfico aparece la línea fina.

Los conservadores  a favor de “partidos de orden y estabilidad” y opositores a los cambios que proponen los partidos progresistas y dando la imagen de obstruccionistas de todo lo que signifique avances en las “nobles aspiraciones humanas”. Su valor más sagrado es preservar las instituciones y tradiciones que sostienen a una comunidad. En el gráfico aparecen con una línea de grosor intermedio, dado que priorizan esta pilar al igual que los otros cinco. 


“De igual forma, los rasgos de sumisión que pueden desempeñar papeles tan útiles a la hora de conseguir acuerdos y consensos acerca de un conflicto, pueden hacer asimismo que los individuos se encojan ante la tiranía y aceleren la caída de todo el grupo por el mero uso excesivo de la obediencia.” [11] 

 





Referencias Bibliográficas: 

[1] Haidt, J.: La mente de los justos. Por qué la política y la religión dividen a la gente sensata. Barcelona, Deusto, 2019  p.223

[2]  Davila-Ross M, Jesús G, Osborne J, Bard KA (2015) Los chimpancés (Pan troglodytes) producen los mismos tipos de 'caras de risa' cuando emiten risas y cuando están en silencio. PLoS ONE 10 (6): e0127337. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0127337

[3]¿JEFE GAVIOTA O LÍDER INFLUYENTE?
[4]  Collier, P.: El futuro del capitalismo. Cómo afrontar las nuevas ansiedades. Barcelona, Debate, 2019, p.25

[5] Sprenger  K. Reinhhard. : LA REBELION DEL INDIVIDUO: POR QUE DEBEMOS REPENSAR POR COMPLETO LA TAREA DIRECTIVA. Ediciones Díaz de Santos, S.A., 2005 p. 25

[6]Peiró, José M.: Psicología de la organización. Universidad Nacional de Educación a Distancia. Madrid, 1991,  Impresos y Revistas, S.A., 5ª ed.

[7] Sprenger  K. Reinhhard. :      LA REBELION DEL INDIVIDUO: POR QUE DEBEMOS REPENSAR POR COMPLETO LA TAREA DIRECTIVA. Ediciones Díaz
de Santos, S.A., 2005 p.46

[8] - IGLESIAS RODRÍGUEZ Julio.: "Construyendo Líderes. ¿A quién llamar Líder?" Edición Digital. Vigo 2008. p. 40

 [9]McALPINE, A., El nuevo Maquiavelo. Realpolitk renacentista para ejecutivos modernos, Barcelona: Gedisa, 2ª ed., 1999, p. 144

[10]  Robert E.L. Faris.: Las instituciones sociales. Tratado de Sociología -IV. Barcelona, Editoriasl Hispano Europea, 1976, p.413

[11]Damasio Antonio,: En busca de Spinoza. Neurología de la emoción y los sentimientos. Barcelona, Crítica, 2005. p.159






sábado, 11 de abril de 2020

LOS seis PILARES de la MORAL - 4: EQUIDAD


















Los 6 PILARES de la  MORAL:

El pilar de la EQUIDAD  










                                                Figura 1: Elaboración propia a partir de Haidt, J


Estos  seis pilares  tienen un carácter universal y están presentes en los fundamentos morales de todas las culturas.






El pilar de la EQUIDAD





“El fundamento de la Equidad/Engaño evolucionó en respuesta al desafío adaptativo de cosechar las recompensas de la cooperación sin ser explotado. Nos hace sensibles a los signos de que otra persona sea probablemente un buen (o mal) socio para la colaboración y el altruismo recíproco” [1]



Entendemos por equidad, de forma general,  dar a cada uno lo que se merece y  le corresponde,  en función de sus méritos o condiciones, y no favorecer a una persona perjudicando a otra.

Regla práctica:

Tus aportaciones determinan lo que puedes esperar que los demás te aporten.




¿Crees que la sociedad actual se está 

comportando con EQUIDAD con la población
de las personas mayores?






La normalización de lo anormal

“La cultura y la psique se crean la una a la otra”
Máxima de la psicología cultural

Para entender al ser humano hay que entender su mente y su cultura. Solo podemos entender la mente humana si consideramos la cultura en la que se desenvuelve, puesto que es la cultura la que la modela y le da los contenidos  para que esta funcione de una manera determinada. Tampoco se puede entender una cultura sin tener en cuenta la mente humana pues es esta la que desarrolla conceptos y deseos muy arraigados en la mente de los humanos. Esto explica, por ejemplo, que los 6 pilares de la moral que estamos exponiendo,  se den en diferentes regiones geográficas y culturas.  Psicología (mente) y antropología (cultura) se necesitan la una a la otra.

Nos decía Confucio  que una persona  no puede existir plenamente en su aislamiento. Que para que pudiera alcanzar un nivel de existencia pleno, era necesario que lograra separar y distinguir entre el contexto, las demás persona y él mismo.

 Me pregunto,  si la degradación en la que estamos cayendo normalizando situaciones a toda vista anormales, se debe a nuestro aislamiento, a nuestra mente perfilada por nuestra cultura,  o a nuestra cultura  que fomenta y aplaude justamente la instrumentalización y la incultura.




¿Es normal dejar morir a las personas mayores?

¿Es normal priorizar la economía sobre la salud?

¿Es normal la generalización de la precariedad del trabajo?

¿Es normal que los jóvenes no puedan construir una vida a su medida alcanzando la “libertad con independencia”?

¿Es normal…?


Entendemos por “libertad como independencia”: aquella que permite a las personas tener su propia vida (un hogar, una familia, atender a sus necesidades, etc.) Darles a las personas la posibilidad de plantear y planificar una vida deseada, con proyectos y expectativas a la medida de cada uno. Es esta la mejor forma de vertebrar una sociedad sana, productiva y solidaria.


¿Quién nos ha robado la EQUIDAD?

  






Las tres ÉTICAS

Richard Shweder y cols.,  a  partir de sus trabajos  realizados en Orissa (India),    nos habla de tres éticas: La ética de la autonomía, la ética de la comunidad y la ética de la divinidad.

Parte  de la observación de que hay una gran diversidad  y  grandes diferencias en cómo las diferentes culturas conceptualizan y entienden el concepto del Yo. Son estas concepciones las que  dan respuesta a cómo debe organizarse la sociedad para que se logre equilibrar las necesidades individuales de las personas y las necesidades sociales de los grupos

El conjunto de respuestas  las podemos agrupar en dos: La respuesta sociocéntrica (colectivista) y la respuesta  egocéntrica (individualista). En el mundo antiguo,  y hasta la Ilustración, la mayoría de culturas y sociedades se acogen a la respuesta sociocéntrica: las necesidades de los grupos y de las instituciones están por encima de las necesidades individuales. A partir de la Ilustración, se consolida la respuesta individualista: el individuo  es el centro en torno al cual gira todo y la sociedad está para  facilitarle el conseguir lo que quiere.

“Existen antecedentes históricos del  individualismo y colectivismo desde hace al menos tres siglos  Gouveia, 1998; Schwartz y Ros, 1995ª), pero un 70 por 100 de la población de la tierra sigue presentando valores colectivistas (Hofstede, 1991; o incluso sociedades consideradas típicamente colectivistas empiezan a moverse  de forma emergente hacia perfiles individualistas (Páez y Zubieta)”[2] 





Recordemos que Geert Hofste a partir de su Índice de Individualismo situó a nuestro país, a  España,  en la escala unidimensional   Individualismo – Colectivismo, en una posición intermedia.






 La Ética de la Autonomía, considera a los individuos como autónomos y a cada uno de ellos con sus propios deseos, necesidades y preferencias. La sociedad debe proporcionarles la libertad de actuar autónomamente para satisfacer sus deseos, necesidades y preferencias. La libertad, la justicia, el derecho, la libre elección,  son las palabras claves en la ética de la autonomía. Como puedes observar cuando en el anterior post agrupamos  las diferentes culturas en la escala unidireccional de  Individualismo – Colectivismo   está, la ética de la autonomía,  está  directamente relacionada con el polo del individualismo.


La Ética de la Autonomía se inclina por un Yo individual y escoge como meta incrementar la libertad personal  y generar el mayor número posible de opciones personales
Se engloba dentro del paradigma de la Independencia: Yo dependo de mí


La  Ética de la Comunidad  considera a las personas como integrantes de entidades tales como la familia, equipos, empresas y naciones  formadas como resultados del número de personas que las constituyen. El deber, la jerarquía, el respeto, la reputación, el patriotismo, son las palabras clave en la ética de la comunidad. Como puedes observar está directamente relacionada con el polo del colectivismo.  

Para la Ética de la Comunidad  la identidad individual forma parte de los grupos  e instituciones de las que pertenecemos, y tiene como meta hacer que sean más grandes que la suma de todas las personas que la componen. Se engloba dentro del paradigma de la Interdependencia: Yo dependo de ti y tú dependes de mí

La  Ética de la Divinidad considera a las personas como hijos de Dios y portadores de un alma divina. Santidad, pecado, pureza, suciedad, degradación, orden sagrado, orden natural,  contaminación, son los términos propios de la ética de la divinidad. 

La Ética de la Divinidad  considera a las personas como seres con conciencia y según expresión de Jonahtan Hait “el cuerpo es un templo, no un parque recreativo”. Tiene como meta combatir el hedonismo, el libertinaje y el dar riendas sueltas a los instintos más bajos. Podríamos englobarla, a mi juicio, en el paradigma siguiente: “Mi reino no es de este  mundo” 
Cambiaría totalmente,  y transformaría el mundo,  si hubiera adoptado el paradigma “mi reino es un mundo otro”, propio de la teología de la liberación. 

  
Cuando elegimos una posición a mantener ante un dilema ético,  si reflexionamos sobre nuestra elección o alguien nos pregunta :
¿Puedes decirme por qué mantienes esta posición?

 por las respuestas que demos puede deducirse cual es aquella de las tres éticas por la que nos inclinamos.

Ejemplo: 
Imagínate que te planteo la siguiente cuestión:

Ante las siguientes afirmaciones selecciona aquella con la que estés más de acuerdo:
  • 1.     Cuando no hay medios para todos es lícito dejar morir a los  personas mayores.
  • 2.     La justicia obliga a ofrecer a todos los enfermos las mismas oportunidades.
  • 3.     Todos los seres humanos deben ser tratados con igual consideración y respeto.

Una vez elegida tu respuesta te pregunto:
¿Puedes decirme por qué mantienes esta posición?








¿Qué tipo de argumentos

 expondrías?









Empezamos este post definiendo lo que entendíamos por Equidad, desde un punto de vista amplio. Profundizando  ahora un poco más en la cuestión, podemos decir que hay quién entiende la equidad más como igualdad, y hay quién entiende la equidad más como proporcionalidad. 

De este entendimiento se derivan profundas y fundamentales cuestiones.
Entendemos por  IGUALDAD la condición o circunstancia de tener una misma naturaleza, cantidad, calidad, valor o forma, o de compartir alguna cualidad o característica.
Entendemos por PROPORCIONALIDAD la proporción o correspondencia entre las partes que uniformemente componen un todo.

Es probable que una cultura colectivista entendiera la equidad como IGUALDAD, y una cultura individualista entendería la equidad como PROPORCIONALIDAD.

Ejemplo:

 Hay todo un debate sobre los pensionistas. Invito a leer los siguientes post

LA PESADILLA DE LAS PENSIONES10/3/18 0:47

EL APOCALIPSIS DE LAS PENSIONES12/4/19 0:51

MAYORES 5: MORIR SIN QUE NADIE EMPUJE



Algunos pensionistas opinan que todos, en función de su condición de pensionistas,  deberían de cobrar el mismo importe. Proponen bajar las máximas y subir las mínimas e igualarlas.





¿Qué tratamiento habría que darle, según tu criterio, a los pensionistas: aplicar el criterio de igualdad o el criterio de proporcionalidad?


¿En qué tipo de ética englobarías el siguiente razonamiento?:  






Una cosa es la igualdad de derechos (igualdad de oportunidades; igualdad salarial ante igualdad de trabajos; igualdad política, etc.) y otra, distinta,  la igualdad de resultados,  la cual no se puede obtener en un sistema capitalista como en el que estamos que fomenta que las personas obtienen las recompensas en proporción a lo que aportan, incluso si eso produce resultados desiguales. En el caso que nos ocupa:   

Las personas obtienen un importe de pensión determinado en función de los años cotizados y del importe cotizado.

Es curioso que con la tremenda desigualdad que hay en el reparto de la riqueza, no se hable de ella en las redes sociales apenas y sin embargo, algunos pensionistas arremeten contra la desigualdad del importe de las pensiones.
Los valores más comunes del coeficiente Gini, referidos al reparto de la riqueza  en los diferentes países están ubicados entre el 0,3 y el 0,5 según demuestra Richard Wilkinson y Kate Pickett [7]. Es decir, una gran desigualdad.[3]

¿Entenderán de igual forma la Equidad una cultura individualista y otra colectivista?

¿Entenderán la Equidad de igual forma personas que vivan  en una misma cultura y que unas se declaran de “izquierdas y otras de “derechas”?


Jonathan Haidt, parece inclinarse por la idea de que para la mayor parte de las personas, equidad no significa igualdad sino proporcionalidad y merecimiento: los ociosos no podrán tener más dinero que los trabajan mucho; el que pagó la cuota máxima durante 40 años no puede cobrar la misma pensión que el que pagó la cuota mínima durante 15 años. 




Los políticos y el pilar de la EQUIDAD

 

A todo el mundo le preocupa la equidad, pero hay dos tipos principales: en la izquierda, la  equidad a menudo implica igualdad;  en la socialdemocracia hoy en día implica más proporcionalidad que igualdad;  en la derecha significa proporcionalidad, es decir, las personas deberían ser recompensadas en proporción a lo que aportan, incluso si eso produce resultados desiguales.



¿Podríamos haber abordado esta pandemia actual,  de una forma más solidaria y equitativa?

           

   “El fundamento de la Equidad/Engaño evolucionó en respuesta al desafío adaptativo de cosechar las recompensas de la cooperación sin ser explotado. Nos hace sensibles a los signos de que otra persona sea probablemente un buen (o mal) socio para la colaboración y el    altruismo recíproco

         
En la figura de abajo, siguiendo a  Jonathan Haidt , aportamos como los políticos de EEUU priorizan y se ocupan de los tres pilares que hemos visto hasta aquí.

             
"Todo el mundo se beneficiaría de trabajar menos, pero ningún individuo se atreve  a salirse de lo estipulado: perdería posiciones en la carrera por la promoción, y si infringiera las normas predominantes, perdería la estima [4]



Referencias Bibliográficas: 

[1] Haidt, J.: La mente de los justos. Por qué la política y la religión dividen a la gente sensata. Barcelona, Deusto, 2019,  p.201

 [2] Ros M. y Gouveia V.: Psicología social de los valores humanos. Desarrollos teóricos, metodológicos y aplicados. Editorial Biblioteca Nuena, S.L., Madrid, 2001,  p.374

[3] LA FRAGILIDAD DEL TRABAJO 2:
[4]Collier, P.: El futuro del capitalismo. Cómo afrontar las nuevas ansiedades. Barcelona, Debate, 2019, p. 262