TOCANDO FONDO
¿Por qué
estoy aquí?
Si el tema
te interesa y quieres profundizar, te invito a leer y reflexionar:
https://neuroforma.blogspot.com/2022/11/el-foco-el-conocimiento-nacey-se.html
Hoy en día, afortunadamente la pistola cayó en desuso pero, siguen utilizándose balas transformadas en insulto personales que no atentan contra la integridad física de los presentes,
ni de los televidentes, pero sí menoscaban y atentan contra la autoestima de ambos.
Las argumentos racionales propios del debate, han sido sustituidos por los exabruptos, propios de la taberna, de los no pensantes.
Si estás interesado en el
tema te invito a leer y reflexionar:
LA GRAN COALICIÓN: PENSAMIENTO CRÍTICO Y OPTIMISMO FUNCIONAL
https://neuroforma.blogspot.com/2017/04/la-gran-coalicion-pensamiento-critico-y.html
Nuestros diputados nos ofrecen sesiones verborrágicas insufribles para una inteligencia media, y son un ejemplo paradigmático de que tener la capacidad de articular sonidos no nos garantiza que seamos capaces de comunicarnos con nuestros semejantes.
Todas su intervenciones acaban siendo un ineficaz monólogo muy alejado del eficaz diálogo (equilibrio dinámico entre hablar y escuchar), dando como resultado final un diálogo de besugos: conversaciones sin contenido ni sentido, donde se arrojan palabras - dardo que pretenden alcanzar las pequeñas miserias humanas, a veces no tan pequeñas, que todos tenemos, del otro dejándolo fuera de juego. La RAE define el diálogo de besugos como “Conversación sin coherencia lógica.”
También nos ofrece,
para el término “besugo”, varias acepciones entre las cuales
aparece la siguiente: “Persona torpe o
necia.” Tal vez la RAE decidió no juntar ambas acepciones para no tener que
definir el diálogo de besugos como "conversación sin coherencia lógica
entre personas torpes y necias", protegiendo, de esta forma, nuestra
autoestima y no activando nuestra
susceptibilidad, evitando provocar en nosotros cambios de sentimientos que ponen de manifiesto nuestra fragilidad
emocional.
Si el tema
te interesa y quieres profundizar, te invito a leer y reflexionar:
https://neuroforma.blogspot.com/2021/07/la-utilidad-del-silencio.html
Si nos fijamos (ponemos nuestro propio y personal Foco) en el poder judicial, operando en los más altos tribunales, para la mayoría de las personas podíamos definirlo como... (no me atrevo a poner mi propia definición, dejo que cada cual ponga la suya). El ejemplo que nos están dando a los ciudadanos no es propio de una democracia, sino más bien de una república bananera.
Cuando se toman decisiones, por parte de los políticos, de los jueces o por cualquier personaje- rol o persona, sin tener en cuenta los valores morales, ocurre lo que ocurre, es decir, lo que nos está pasando. Y ello es así porque es el respeto a estos valores y el tenerlos en cuenta cuando decidimos lo que determina que una decisión sea buena o mala, es decir, si atenta o no contra la convivencia con los demás o contra el respeto que todos debemos a la dignidad de las personas.
Nicolás Maquiavelo
titula el capítulo XIV de su obra El Príncipe” así: DE LAS OBLIGACIONES DEL
PRÍNCIPE EN LO CONCERNIENTE AL ARTE DE LA GUERRA.
Nos dice, en este capítulo,
que lo que se espera del que manda, (en este caso se supone que son nuestros políticos) es que se dediquen, en cuerpo y alma,
a cultivar el arte de la guerra ( entiéndase la metáfora). Es de tanta utilidad ésta, que ya “no solamente
mantiene en el trono a los que nacieron príncipes, sino que también hace subir
con frecuencia a la clase de hombres de condición privada. Por una razón
opuesta, sucedió que varios príncipes, que se ocuparon más de las delicias de
la vida que en las cosas militares, perdieron sus Estados”.
Hoy, los que mandan ( se supone que los políticos) parece que para llegar al poder y
mantenerse en él, lo que prima es que sean guapos y jóvenes. Muchos votantes
confundes ambos términos y creen que la
ética trata de lo bello y lo feo, y que la estética se ocupa de discernir entre
lo bueno y lo malo, entre lo permitido y lo que
no lo está, en lo referente a una acción o a una decisión, es decir, aclarar lo
que nos conviene como especie y sociedad.
Si el tema te interesa y quieres profundizar, te invito a leer y reflexionar:
Cuando
la ESTÉTICA influye más que la ÉTICA.
https://neuroforma.blogspot.com/2018/07/cuando-la-estetica-influye-mas-que-la.html
Hoy, los que administran la justicia (se supone que los jueces) parece que para llegar a lo más alto deben colgarse una etiqueta ideológica y esperar que los vientos políticos les sean favorables.
Sería muy pertinente que nuestros jueces se hicieran constantemente la siguiente pregunta:
¿Por
qué estoy aquí?
Los ciudadanos exigimos EJEMPLARIDAD
La falta de ejemplaridad de los políticos y de los jueces, que arrastran un déficit alarmante de confianza y credibilidad, explican muchas de las respuestas que los ciudadanos estamos dando.
Necesitamos un compromiso e implicación visible de las más altas instancias con nuestra democracia y que estas tengan en cuenta que
Si no hay ejemplaridad desde arriba, no hay
implicación desde abajo.
El ‘compromiso visible’ se traduce en lo
siguiente:
Hacer: Hacer las cosas bien.
Hacer y que se vea que las hacen: Los ciudadanos debemos sentir su influencia y su voluntad de hacer las cosas
bien.
Hacer, que se vea que las hace y ser
creíbles: Las
personas deben sentir su influencia y su voluntad de hacer las cosas bien y
sentir que es un verdadero valor para los de arriba.
Así se sale de la patología de personas dependientes que se limitan a obedecer sin entender el por qué, que cumplen las normas por puro instinto natural y por las sanciones y consecuencias negativas que les puedan ocasionar el saltárselas a la torera y sin comprender ni entender nada más que esto. Sólo así se puede llegar a fomentar personas independientes con comprensión, integración e iniciativas, con un compromiso personal que les lleve a implicarse en la situación y cumplan, desde la óptica de la responsabilidad individual y no desde la óptica del garrotazo y la sanción.
El poder legislativo y el poder judicial han tocado fondo. Tienen una gran oportunidad de auto analizarse.
“Porque es tocando fondo, aunque sea en la amargura y la degradación, donde uno llega a saber quién es, y donde entonces empieza a pisar firme.”
Como siempre, a continuación, copio y pego la columna de Manuel Vicent para que la puedan leer los no abonados a El País, por no abrirle el enlace.
En mi opinión (respeto al que piense justamente lo contrario) lo que escribe Manuel Vicent es auténtica sabiduría, que debería llegar a todo el mundo. Yo con ello pretendo cumplir lo que digo en mi blog. “Actualmente, mi motivación básica es la trascendente (" Me gusta lo que hago porque beneficia a muchas personas"): Hacer de forma altruista mi pequeña aportación al desarrollo personal y profesional de las personas y a crear una sociedad más justa.”
Sigo siempre el mismo proceso: Como todos los lectores suscritos a El País, leo la columna de Vicent el domingo a la mañana cuando me despierto. La reflexiono, e inspirado en ella, escribo mi comentario y, dos horas después, lo publico en mi blog y en otros foros. Posteriormente, si tengo tiempo, le doy otra vuelta y añado cosas que se me ocurren hasta dejarlo ya definitivamente terminado en mi blog.
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¡Al suelo!
El atraco a una sucursal de banco se
realiza por la puerta que da a la calle, el atracador embozado y con un arma auténtica o simulada en
la mano; pero si se trata de apoderarse del banco entero con toda la pasta hay
que atracarlo a cara descubierta, bien trajeado, a través del consejo de administración
situado en un despacho de la última planta. El asalto al Congreso de los
Diputados lo realizó el teniente coronel Tejero, un 23 de febrero, exhibiendo
una pistola como único argumento, en compañía de guardias civiles armados con
metralletas que llegaron a la Carrera de San Jerónimo montados en autobuses La
Sepulvedana. Fue una chapuza de unos incompetentes, investidos con un carácter decimonónico. Ahora el verdadero asalto al Congreso de
los Diputados se produce desde dentro, con luz y taquígrafos, en
cada sesión parlamentaria, de forma en apariencia
arriera, pero en el fondo muy sofisticada.
Parece como si se tratara de un plan bien estudiado por los enemigos de la
Constitución, a derecha e izquierda, para convertir ese hemiciclo donde reside
el poder legislativo del Estado en una taberna de muy baja estopa con el
propósito de degradarlo, hasta el punto que a cualquier persona bien educada le
dé vergüenza seguir los debates para no tener que humillarse. ¡Al suelo!, ¡al
suelo! La voz ya lejana de aquel energúmeno vuelve a resonar ahora en el
hemiciclo mediante los insultos personales de la extrema derecha y los gritos
histéricos de la extrema izquierda, para amasar juntos una bronca diaria. ¡Más
caballos! —vociferaba la plebe ibérica en la plaza de toros mientras varios
pencos corneados con las tripas al aire garreaban
en la arena—. De hecho, ha vuelto la tauromaquia a
la política y en el Parlamento se celebra en cada debate un tercio de varas. Y
aunque parezca que están sentados, la mayoría de los diputados contemplan el
espectáculo ya desde el suelo.