domingo, 4 de diciembre de 2022

TOCANDO FONDO

 


TOCANDO FONDO




Parece que nuestra democracia está pasando por momentos críticos que hacen tambalear sus propios cimientos expresados en la constitución. La tensión existente entre los tres poderes del estado es evidente  que está llegando a unos niveles en los que es imposible actuar con la necesaria  racionalidad. Ya decíamos, en el artículo anterior,  que   un exceso  de estrés, (arousal: "activación general fisiológica y psicológica del organismo que va desde el sueño profundo hasta la excitación intensa"),  da como resultado que nuestra conducta, sea la que sea, es deficiente, una conducta ineficaz y proponíamos, a diputados y senadores,  que recurrieran a la técnica que reflejo en la primera figura con el título de ‘Visión de helicóptero’  en el artículo anterior. 
Se llama "subirse al balcón" y consiste en que mentalmente pongas el foco en ti mismo y te observes como estás actuando en ese entorno y, después de haber obtenido una retroalimentación fiable, te bajes del balcón mental  y mejores tu actuación sobre el terreno. La propuso William Ury, cofundador y director asociado del Harvard Negotiation Project. El objetivo de la técnica es   tomar perspectiva, mantener la calma y ser consciente de cómo estás llevando a cabo el rol que te corresponde por estar en esa situación. Sería muy pertinente que nuestros parlamentarios se hicieran constantemente la siguiente pregunta:



¿Por qué estoy aquí?


Si el tema te interesa y quieres profundizar, te invito a leer y reflexionar: 

 EL FOCO

https://neuroforma.blogspot.com/2022/11/el-foco-el-conocimiento-nacey-se.html

 

 Tejero entró en su día con la pistola en mano y fue lo suficientemente elocuente para que todos entendiéramos el mensaje. No le hizo falta exponer ningún argumento.

Hoy en día, afortunadamente la pistola cayó en desuso pero, siguen utilizándose balas transformadas en insulto personales que no  atentan contra la integridad física de los presentes, ni de los televidentes, pero sí menoscaban y atentan contra la autoestima de ambos.

Las argumentos racionales propios del debate, han sido sustituidos por los exabruptos, propios de la taberna, de los no pensantes.

 

Si estás interesado en el tema te invito a leer  y reflexionar:

LA GRAN COALICIÓN:  PENSAMIENTO CRÍTICO Y OPTIMISMO FUNCIONAL 

https://neuroforma.blogspot.com/2017/04/la-gran-coalicion-pensamiento-critico-y.html

 

Nuestros diputados  nos ofrecen sesiones verborrágicas insufribles para una inteligencia media, y son un ejemplo paradigmático de que tener la capacidad de articular sonidos no nos garantiza que seamos capaces de comunicarnos con nuestros semejantes.

Todas su intervenciones acaban siendo un  ineficaz monólogo  muy alejado del eficaz diálogo (equilibrio dinámico entre hablar y escuchar),  dando como resultado final   un diálogo de besugos: conversaciones sin contenido ni sentido, donde se arrojan  palabras - dardo que pretenden alcanzar las pequeñas miserias humanas, a veces no tan pequeñas, que todos tenemos, del otro dejándolo fuera de juego.  La RAE define el diálogo de besugos como “Conversación sin coherencia lógica.” 

También nos ofrece,  para el término  “besugo”,  varias acepciones entre las cuales aparece  la siguiente: “Persona torpe o necia.” Tal vez la RAE decidió no juntar ambas acepciones para no tener que definir el diálogo de besugos como "conversación sin coherencia lógica entre personas torpes y necias", protegiendo, de esta forma,  nuestra  autoestima y no activando nuestra  susceptibilidad, evitando provocar en nosotros  cambios de sentimientos que ponen  de manifiesto nuestra   fragilidad  emocional.


Si el tema te interesa y quieres profundizar, te invito a leer y reflexionar: 

La UTILIDAD del silencio

https://neuroforma.blogspot.com/2021/07/la-utilidad-del-silencio.html



Si nos fijamos (ponemos nuestro propio y personal Foco) en el poder judicial, operando en los más altos tribunales, para la mayoría de las personas podíamos definirlo como... (no me atrevo a poner mi propia definición, dejo que cada cual ponga la suya). El ejemplo que nos están dando a los ciudadanos no es propio de una democracia, sino más bien de una república bananera.

Cuando se toman decisiones, por parte de  los políticos,  de los jueces o por cualquier personaje- rol o persona, sin tener en cuenta los valores morales, ocurre lo que ocurre, es decir, lo que nos está pasando. Y ello es así porque es el respeto a estos valores y el tenerlos en cuenta cuando decidimos lo que determina que una decisión sea buena o mala, es decir, si atenta o no contra la convivencia con los demás o contra el respeto que todos debemos a la dignidad de las personas.


 El “atracador embozado” del que nos habla Vicent en su columna de hoy en El País,  trata de ocultar su físico para no ser reconocido. A nuestros parlamentarios,  no les importa que veamos sus caras pero si disfrazan y ocultan lo que realmente piensan  engañándonos  luego, si llegan a gobernar,  a los ciudadanos  haciendo lo contrario de lo que expusieran  y prometieron . Nuestros jueces de las más altas esferas se parapetan bajo su etiqueta ideológica y actúan más como políticos que como jueces siguiendo, al pie de la letra,  el principio de Ortega y Gaset: "yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo"

 Nicolás Maquiavelo titula el capítulo XIV de su obra El Príncipe” así: DE LAS OBLIGACIONES DEL PRÍNCIPE EN LO CONCERNIENTE AL ARTE DE LA GUERRA.

Nos dice, en este capítulo,  que lo que se espera del que manda, (en este caso se supone que son nuestros políticos) es que se dediquen, en cuerpo y alma, a cultivar el arte de la guerra ( entiéndase la metáfora). Es de tanta utilidad ésta, que ya “no solamente mantiene en el trono a los que nacieron príncipes, sino que también hace subir con frecuencia a la clase de hombres de condición privada. Por una razón opuesta, sucedió que varios príncipes, que se ocuparon más de las delicias de la vida que en las cosas militares, perdieron sus Estados”.

Hoy, los que mandan ( se supone que los políticos)  parece que para llegar al poder y mantenerse en él, lo que prima es que sean guapos y jóvenes. Muchos votantes confundes ambos términos y  creen que la ética trata de lo bello y lo feo, y que la estética se ocupa de discernir entre lo bueno y lo malo, entre lo permitido y lo que  no lo está, en lo referente a una acción o a una decisión, es decir, aclarar lo que nos conviene como especie y sociedad. 


Si el tema te interesa y quieres profundizar, te invito a leer y reflexionar: 

Cuando la ESTÉTICA  influye más que la ÉTICA.

 https://neuroforma.blogspot.com/2018/07/cuando-la-estetica-influye-mas-que-la.html


Hoy, los que administran la justicia (se supone que los jueces)  parece que para llegar a lo más alto deben colgarse una etiqueta ideológica y esperar que los vientos políticos les sean favorables. 

Sería muy pertinente que nuestros jueces se hicieran constantemente la siguiente pregunta:

 



¿Por qué estoy aquí?

 


Los ciudadanos exigimos EJEMPLARIDAD

 La falta de ejemplaridad de los políticos y de los jueces,  que arrastran un déficit alarmante de confianza y credibilidad,  explican muchas de las respuestas que los ciudadanos estamos dando.

Necesitamos un compromiso e implicación visible de las más altas instancias con nuestra democracia y que estas tengan en cuenta que

Si no hay ejemplaridad desde arriba, 
no hay implicación 
desde abajo.
 

El ‘compromiso visible’ se traduce en lo siguiente:

 Hacer: Hacer  las cosas bien.

 Hacer y que  se vea que las hacen: Los ciudadanos  debemos sentir  su influencia y su voluntad de hacer las cosas bien.

Hacer, que se vea que las hace y ser creíbles: Las personas deben sentir su influencia y su voluntad de hacer las cosas bien y sentir que es un verdadero valor para  los de arriba.

Así se sale de la patología de personas dependientes que se limitan a obedecer sin entender el por qué, que cumplen las normas  por puro instinto natural y por las sanciones y consecuencias negativas que les puedan ocasionar el saltárselas a la  torera y sin comprender ni entender nada más que esto. Sólo así se puede llegar a  fomentar personas independientes con comprensión, integración e iniciativas, con un compromiso personal que les lleve a implicarse en la situación y cumplan, desde la óptica de la responsabilidad individual y no desde la óptica del garrotazo y la sanción.

 

 El poder legislativo y el poder judicial han tocado fondo. Tienen una gran oportunidad de auto analizarse.  


Porque es tocando fondo, aunque sea en la amargura y la degradación, donde uno llega a saber quién es, y donde entonces empieza a pisar firme.

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Como siempre, a continuación, copio y pego la columna de Manuel Vicent para que la puedan leer los no abonados a El País, por no abrirle el enlace.

En mi opinión (respeto al que piense justamente lo contrario) lo que escribe Manuel Vicent es auténtica sabiduría, que debería llegar a todo el mundo. Yo con ello pretendo cumplir lo que digo en mi blog. “Actualmente, mi motivación básica es la trascendente (" Me gusta lo que hago porque beneficia a muchas personas"): Hacer de forma altruista mi pequeña aportación al desarrollo personal y profesional de las personas y a crear una sociedad más justa.”

Sigo siempre el mismo proceso: Como todos los lectores suscritos a El País, leo la columna de Vicent el domingo a la mañana cuando me despierto. La reflexiono, e inspirado en ella,  escribo mi comentario y, dos horas después,  lo publico en mi blog y en otros foros. Posteriormente, si tengo tiempo, le doy otra vuelta  y añado cosas que se me ocurren hasta dejarlo ya definitivamente terminado en mi blog.

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COLUMNA

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¡Al suelo!

MANUEL VICENT

04 DIC 2022 - 05:00 CET

 

El atraco a una sucursal de banco se realiza por la puerta que da a la calle, el atracador embozado y con un arma auténtica o simulada en la mano; pero si se trata de apoderarse del banco entero con toda la pasta hay que atracarlo a cara descubierta, bien trajeado, a través del consejo de administración situado en un despacho de la última planta. El asalto al Congreso de los Diputados lo realizó el teniente coronel Tejero, un 23 de febrero, exhibiendo una pistola como único argumento, en compañía de guardias civiles armados con metralletas que llegaron a la Carrera de San Jerónimo montados en autobuses La Sepulvedana. Fue una chapuza de unos incompetentes, investidos con un carácter decimonónico. Ahora el verdadero asalto al Congreso de los Diputados se produce desde dentro, con luz y taquígrafos, en cada sesión parlamentaria, de forma en apariencia arriera, pero en el fondo muy sofisticada. Parece como si se tratara de un plan bien estudiado por los enemigos de la Constitución, a derecha e izquierda, para convertir ese hemiciclo donde reside el poder legislativo del Estado en una taberna de muy baja estopa con el propósito de degradarlo, hasta el punto que a cualquier persona bien educada le dé vergüenza seguir los debates para no tener que humillarse. ¡Al suelo!, ¡al suelo! La voz ya lejana de aquel energúmeno vuelve a resonar ahora en el hemiciclo mediante los insultos personales de la extrema derecha y los gritos histéricos de la extrema izquierda, para amasar juntos una bronca diaria. ¡Más caballos! —vociferaba la plebe ibérica en la plaza de toros mientras varios pencos corneados con las tripas al aire garreaban en la arena—. De hecho, ha vuelto la tauromaquia a la política y en el Parlamento se celebra en cada debate un tercio de varas. Y aunque parezca que están sentados, la mayoría de los diputados contemplan el espectáculo ya desde el suelo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 



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