LA
ESTRATEGIA DEL AVESTRUZ
"El terror del cambio climático no es por lo que vemos sino por lo que presentimos en un futuro que se debate entre una muñeca de porcelana que llora y un payaso que ríe.” Manuel Vicent
La muñeca
Presentimos la venganza de un mar ahíto
de basura que está dispuesto a ahogar a la humanidad en su propia mierda. Manuel Vicent
En los tiempos actuales, son muchos los que imaginan
el futuro inspirados en un “payaso que
ríe” (optimismo de pandereta) mientras otros se inclinan más por la “muñeca de
porcelana que llora” (pesimismo metafísico de Schopenhaur).
Los primeros, tal vez sin saberlo, son seguidores de Richard Rorty, filósofo
norteamericano (neo-pragmatismo) que sostenía en su ensayo ‘La prioridad de
la democracia sobre la filosofía’:
“Históricamente la voluntad de no tomarse las cosas seriamente ha sido un importante instrumento de progreso. La ligereza no ha sido necesariamente enemiga de la moral. Una sociedad tolerante es, de algún modo, una sociedad que también ha aprendido a tomarse las cosas con menos espíritu de seriedad”.Los segundos, más maduros y realistas, conciben al hombre como un esclavo de la voluntad, lo que le lleva a actuar de forma exageradamente sanguinaria, superando a cualquier otro animal en depredación y destrucción del medio natural, sometimiento y eliminación a sus semejantes, y todo ello recurriendo a la mentira, al engaño, a la astucia y a la hipocresía, ingredientes estos que no aparecen en ningún otro animal a los que nos referimos como "menos evolucionados".
Para que no terminemos en “un
mar ahíto de basura que está dispuesto a ahogar a la humanidad en su propia
mierda”, necesitamos una Greta Thunberg que no vea la filosofía como algo
inútil o, lo que es peor, como un
obstáculo al progreso y al utópico “desarrollo ilimitado”, y que con los pies
en la tierra nos ayude a conjugar y acoplar el aserto del filósofo John Rawls:
“La justicia es la primera virtud de las instituciones sociales, como la verdad lo es de los sistemas de pensamiento”.
La estrategia del avestruz para solucionar un problema no lleva, casi nunca, a la solución del mismo.
Entre el payaso y la muñeca, hay un ser racional y emocional que recurriendo a la coalición formada por el pensamiento crítico más el optimismo funcional, nos permita un desarrollo sostenible.
LA GRAN
COALICIÓN:
PENSAMIENTO
CRÍTICO Y OPTIMISMO FUNCIONAL (1)
Practicando el optimismo funcional y, por lo tanto, rehuyendo del
optimismo bobalicón y sin sentido que tanto se está utilizando como una
herramienta más de manipulación, llegaremos más lejos y en mejores condiciones. El optimismo funcional va de posición. Es aquel que te hace colocarte
ante las situaciones, en una posición de
proactividad y creyendo que con tu esfuerzo y recursos la sacarás adelante. El
optimismo bobalicón va de ingenuidad, de creer que basta solo con tener fe para
que la cosa se arregle por sí mismas. El optimismo bobalicón va de humor; el
optimismo funcional va de voluntad. Al Bienestar Individual Subjetivo se llega
con voluntad y gobierno; jamás se llega con anestesia mental y consumo
irracional.
También poniendo en marcha el pensamiento crítico, considerándolo como la mejor forma de posicionarse ante la sociedad para que esta prospere desde
todos los puntos de vista, y rehuyendo, en consecuencia del pensamiento egocéntrico.
En el caso de estar dando u observando un pensamiento
egocéntrico, se parte de la premisa de
que lo que se cree es cierto, sin haber
cuestionado jamás las bases de nuestras creencias, podemos sintetizar la forma de argumentarlo así: “Yo lo creo, luego es cierto”.
Además de lo anterior, que podríamos llamarle
egocentrismo personal, hay que añadirle
el grupo al que pertenecemos. Desde esta
perspectiva, partimos de la premisa de que
las creencias más relevantes del grupo son ciertas; tampoco las hemos cuestionado nunca. La síntesis argumental sería así: “Nosotros lo
creemos, luego es cierto”. Si el
anterior era un egocentrismo personal, esto es un socio centrismo radical.
Conviene preguntarse lo siguiente:
¿Reconoces tus tendencias egocéntricas?
¿Tratas de analizar tus posibles creencias
irracionales?
¿Reconocemos
el poder y el daño potencial del pensamiento egocéntrico en
nosotros mismos y en los demás?
¿Ponemos todas
nuestras alertas en marcha para ser conscientes de cuando estamos funcionando a
nivel egocéntrico y tratamos de controlarlo o minimizarlo?
Para solucionar problemas y aceptar soluciones que beneficien a todos, hay que dejar de lado el pensamiento egocéntrico el cual se mueve por estándares psicológicos y se limita a reaccionar: saltar a dar una solución centrada exclusivamente en uno mismo. En su lugar, utilizar el pensamiento crítico analítico que se mueve por estándares intelectuales y no reacciona, sino que responde a través de aportar una solución centrada en el problema real y en posiciones e intereses de todos. Para ello hay que ser conscientes de que nos movemos hoy en día en el paradigma sistémico:
yo dependo de ti y tú dependes de mí
Ante este problema, en concreto, del que nos estamos ocupando, aquello de que “el tiempo lo arregla todo” tenemos que darle la vuelta y sostener que el tiempo lo empeora día a día de forma alarmante. No podemos esperar y arriesgarnos a pensar que es la historia la que debe juzgar la razón, sino al contrario: es la razón la que debe juzgar a la historia y para ello, es obvio que se requiere que el homo sapiens, pensante y razonante, no se extinga. Los algoritmos de la inteligencia artificial actual aún están en pañales para entender que las ideas abstractas se dotan de significado cada vez que se traducen en acciones.
¿Qué piensas tú sobre
este tema?
¿Qué piensas sobre tu
propio pensar?
¿Crees que podemos mejorar nuestro pensar?
¿Qué ganaríamos con ello?
¿Nos ayudaría a mejorar nuestra vida, la empresa en la que
trabajamos, y la sociedad en la que vivimos?