EL LABERINTO DE
LAS IZQUIERDAS
A LA IZQUIERDA DEL PSOE (socialdemocracia)
“En política, las normas de reparto de escaños de la ley electoral no se pueden ignorar. Porque hacerlo tiene las mismas consecuencias que olvidar la ley de la gravedad: que te estrellas”. Ignacio Escolar
https://www.eldiario.es/escolar/unidad-izquierda-no-habra-gobierno-coalicion_132_10254203.html
Votar con la cabeza o con el corazón
He decidido el título entendiendo el nombre
de laberinto como cualquiera de las tres primeras acepciones que nos da la RAE:
1. m. Lugar formado artificiosamente por
calles y encrucijadas, para confundir a quien se adentre en él, de modo que no
pueda acertar con la salida.
2. m. Cosa confusa y enredada.
3. m. Composición poética hecha de manera que los versos puedan leerse al derecho y al revés y de otras maneras sin que dejen de formar cadencia y sentido.
Esta tercera habría que modificarla, cambiando el "sin que dejen de formar cadencia y sentido" por 'conformando algo estridente y sin sentido'.
Incluso nos podría valer la cuarta y
última:
4. m. Anat. Parte del oído interno.
Con ella, Manuel Vicent nos crearía una
excelente metáfora haciendo referencia, por supuesto, al oído izquierdo:
Con relativa frecuencia escribo
comentarios, de los artículos que me interesan, en los periódicos
digitales EL PAÍS y elDiario.es. Anteayer escribí el que aparece a continuación (puede leerse en
el enlace de arriba) y dice así:
Excelente artículo de
Ignacio. A la hora de votar y de tomar decisiones, hay que priorizar la
racionalidad por encima de la emocionalidad. En situaciones como esta, hay que
dejar de lado el 'onanismo mental' y recurrir al pragmatismo. Gracias, Ignacio,
por aportarnos a todos la tan necesaria claridad mental.
La cuestión clave es que llevar esto a la práctica no es nada fácil. Podíamos esgrimir muchos argumentos para justificarlo, pero no es el momento. Aun así, no me resisto a dejar de aportar dos: el primero, que los humanos somos de una racionalidad muy limitada. El segundo, que lo que nos nueve en la vida y nos lleva a actuar, no son las razones sino las emociones.
La estrategia de Ayuso
Ejemplo paradigmático de esto son los resultados que se han dado en Madrid: ligar Ayudo y razón no puede dar otro resultado que un oxímoron. Puede sorprender a muchos que a pesar de la absoluta carencia de empatía de la señora Ayuso, sea capaz de movilizar a sus votantes a través de las emociones. No hay sorpresa. Sí es cierto que las neuronas pensantes de Ayuso a juzgar por sus intervenciones, da la impresión de que escasean, pero no ocurre lo mismo con sus neuronas espejo. No utiliza estas últimas para captar y sintonizar con emociones que identifican estados anímicos que necesitan ayuda y que requieren que alguien les eche una mano y que le brinde apoyo.
La receta de la señora Ayuso está en que utiliza sus neuronas espejo para crear un enemigo concreto (Pedro Sánchez), despertando en las masas hacia él emociones del tipo de las llamadas emociones básicas o primarias, que aunque ya sabemos de ellas desde hace muchos años (ya Darwin las mencionó) desde entonces se han realizado un sinfín de investigaciones, entre ellas la de Paúl Herman: la tesis que afirma la existencia de un número determinado de emociones básicas o primarias gira, en cierto modo, en torno al descubrimiento realizado por Paúl Herman (de la Universidad de California en San Francisco) de seis expresiones faciales concretas (el miedo, la ira, la tristeza , la felicidad, la repugnancia y la sorpresa) que son reconocidas por personas de culturas diversas procedentes de todo el mundo (incluyendo a los pueblos supuestamente no contaminados por el cine y la televisión), un hecho que parece sugerir su universalidad. La idea es que diversos observadores en diversas culturas le asignen una emoción a una misma expresión facial. Si las coincidencias son suficientes se considera esa expresión y esa emoción universales. Las funciones de las emociones primarias para lograr la adaptación al medio, son las siguientes:
Miedo: tendemos a la protección; Sorpresa: nos ayuda a orientarnos frente a una nueva situación; Repugnancia: nos produce rechazo hacia aquello que tenemos delante; Ira: nos induce a la destrucción; Tristeza: nos motiva hacia una nueva reintegración personal; Felicidad: nos induce a la reproducción, deseando repetir aquel suceso que nos hizo sentir bien. (Para esta última se inventó lo de las cañas, no encontrarse con la pareja, etc. como componentes imprescindibles del recorrido vital de los madrileños.)
Las emociones se contagian.
El coctel de la ira, el miedo, la repugnancia, la tristeza, el resentimiento, la envidia, etc. tiene una potencia destructiva de envergadura. Esperemos que Manuel Vicent tenga razón y que lo reflejan nuestros políticos no se meta en las casas de los ciudadanos honrados que se levantan cada mañana y ponen el mundo a funcionar:
“Llevados por un pesimismo antropológico se podría pensar que no hemos aprendido nada y que las dos Españas siguen enfrentadas a cara de perro bajo el signo de Caín. No es cierto. El odio que exudan algunos políticos no está en la calle”.Manual Vicent
Leer:
CAMBIO
DE PREGUNTAS 4- ¿INDIGNADOS O RESENTIDOS? (2)
https://neuroforma.blogspot.com/2017/06/cambio-depreguntas-4-cambiar-de.html
Henri
Bergson sostuvo en su obra escrita en 1896, “Ensayo sobre los datos
inmediatos de la conciencia”, que los actos libres de los humanos se basan en una naturaleza
oscura y compleja y que antes de ser contemplados como un simple
cálculo de intereses y llegar a una elección racional, son
elaborados en nuestra conciencia oscura y compleja. La escuela
asociacionista británica, echando mano de la teoría del libre arbitrio (de la
elección racional), nos decía que las personas elegimos en función
de un simple cálculo de intereses, pero ello requería de una condición previa:
Tener en nuestra conciencia de
forma constante y clara cuales son nuestros intereses.
Si
esto se cumple, entonces, las personas llegaríamos a todo un conjunto de pactos
y decisiones libres con las que votaríamos a un partido político
determinado y articularíamos un tipo u otro de
sociedad.
“Tener
conciencia, antes de haber elegido, de poder elegir de otro modo”.
John Stuart Mill
El laberinto de las izquierdas
En mi opinión, es necesario recordarle a alguno/as de los líderes actuales que la libertad, en un
contexto bergsoniano consiste en
“estar inclinado sin estar necesitado”
Leer:
LO ELEMENTAL SE COMPLICA EN LA POLÍTICA
https://neuroforma.blogspot.com/2019/06/loelemental-se-complica-en-la-politica.html
La calidad de nuestro voto.
Hace muy pocos días votamos y dentro de otros pocos días lo haremos de nuevo. En artículos anteriores decíamos que en el caso concreto del voto, lo más práctico es utilizar la
CABEZA-RAZÓN en mayor medida que el
CORAZÓN-EMOCIÓN. Ser más ANALÍTICOS y menos EMOCIONALES
Un ejemplo para entender la decisión racional
¿Qué opción elegirías
de las dos apuestas siguientes?:
1. 20% de probabilidades de ganar 25€, o nada.
2. 40% de probabilidad de ganar 10€, o nada
Para que cada cual
pueda ubicarlo en su propio contexto:
¿Qué partido, a partir de lo que afirmaron en la
campaña, crees que tiene más probabilidades de ayudarte a satisfacer
tus necesidades?
¿Qué tipo de decisiones tomas, racionales o emocionales?
Racionalmente te convendría maximizar tu utilidad
esperada, eligiendo la respuesta 1:
Utilidad = Probabilidad x Valor
1. 25 x 0,2 = 5 €
2. 10 x 0,4 = 4 €
Leer:
¿VOTO
RACIONAL O VOTO EMOCIONAL?
https://neuroforma.blogspot.com/2019/05/voto-racional-o-voto-emocional-nuestro.html
La importancia de “saber estar”
A lo largo de toda la
evolución los animales sociales vivieron en grupo, en rebaños y en
manadas. Ninguno fue capaz de organizarse en ultra
grupos, es decir, vivir en grupos grandes con una estructura interna la
cual proporciona muchas ventajas.
Tampoco ningún tipo de animales sociales
fueron capaces de adquirir una intencionalidad compartida:
compartir una idea común de cómo debían funcionar las cosas. Llegamos así
evolutivamente a la mentalidad de grupo:
"capacidad de aprender y ajustarse a
las normas sociales, sentir y compartir emociones relacionadas con el grupo y,
en última instancia, crear y obedecer a instituciones sociales” Michael Tomasello
Leer:
https://neuroforma.blogspot.com/2020/05/involucion.html
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Como siempre, a continuación,
copio y pego la columna de Manuel Vicent para que la puedan leer los no
abonados a El País, por no abrirle el enlace.
En mi opinión (respeto al que piense justamente lo contrario) lo que escribe Manuel Vicent es auténtica sabiduría, que debería llegar a todo el mundo. Yo con ello pretendo cumplir lo que digo en mi blog. “Actualmente, mi motivación básica es la trascendente (" Me gusta lo que hago porque beneficia a muchas personas"): Hacer de forma altruista mi pequeña aportación al desarrollo personal y profesional de las personas y a crear una sociedad más justa.”
Sigo siempre el mismo proceso:
Como todos los lectores suscritos a El País,leo la columna de Vicent el domingo
a la mañana cuando me despierto. La reflexiono, e inspirado en ella, escribo mi comentario y, dos horas después, lo publico en mi blog. Posteriormente, si
tengo tiempo, le doy otra vuelta y añado
cosas que se me ocurren hasta dejarlo ya definitivamente terminado en mi blog.
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Bajo el fuego
Llevados por un pesimismo antropológico se podría
pensar que no hemos aprendido nada y que las dos Españas siguen enfrentadas a
cara de perro bajo el signo de Caín. No es cierto
La constelación del can o del perro
aparece en el firmamento nocturno de España entre el 15 de julio y el 15 de
agosto. Es la llamada canícula en la que el calor del verano se impone de forma
inexorable. Bajo el sol abrasivo suena la freiduría de chicharras; en los
barrancos descarnados los alacranes ponen su veneno a la sombra y en las
tierras deslumbradas por la sequía las serpientes jadean con la boca abierta.
Este verano en mitad de la canícula a los incendios de los bosques podría
sumarse el odio que usan como moneda de cambio los políticos radicales, a
derecha e izquierda, y que se va a poner a prueba una vez más en las elecciones generales del 23 de
julio. Hace 87 años, por estas fechas, recién segado el trigo,
nuestros antepasados comenzaron a segarse unos a otros en una guerra
fratricida. Llevados por un pesimismo antropológico se podría pensar que no hemos
aprendido nada y que las dos Españas siguen enfrentadas a cara de perro bajo el
signo de Caín. No es cierto. El odio que exudan algunos políticos no está en la
calle. Este es un pueblo solidario, con la inmensa mayoría de gente que lucha
por ser feliz contra toda adversidad. Hoy el verano está lleno de fiestas,
suena la música por todas partes y en las playas rebosantes de cuerpos con el
ombligo al aire el grito de guerra es: ¡una cerveza y otra de calamares! Ese
pequeño estado de felicidad a la que tiene derecho inalienable cada ciudadano
está más allá de cualquier ideología. Si hay que votar el 23 de julio, se vota, pero sería
terrible que al calor africano de la canícula se añadiera el genuino odio
hispánico y al mismo tiempo en que el fuego bajo el siroco esté quemando
nuestros montes se produjera el incendio de la política por la crispación, los
insultos, la agresividad de unos políticos pirómanos. En este caso el fuego siempre
es provocado y se sabe quiénes van con el bidón de gasolina en la mano.
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