domingo, 22 de enero de 2023

LAS BORRASCAS DE LA VIDA

 PROVISIONAL


LAS BORRASCAS DE LA VIDA

 

"Está claro: cuando una tostada se cae, lo hace por el lado de la mantequilla. Se trata de un problema que está más allá de la física. Un amigo judío me confesó una vez que había preguntado por esta cuestión a su rabino. Después de meditar, este le contestó: 'Hijo mío, ¿estás seguro de que untas la mantequilla en el lado correcto?". Lucien Jerphagnon

 

Para cada uno de nosotros la vida tiene distintas interpretaciones, unas más optimistas y otras más pesimistas. 


Lo que sí nos sucede a todos, sin excepción,  es que a lo largo de nuestra trayectoria vital nos surgirán pequeñas borrascas y también grandes borrascas. Aunque la escala “pequeñas-grandes” semeja ser cuantitativa, su interpretación es puramente subjetiva, y por lo tanto no cuantitativa que se expresa en números,  sino cualitativa expresada en palabras, por lo que para unos una circunstancia que les haya sucedido puede ser juzgada por ellos como pequeña y la misma circunstancia que le ocurra a otras personas diferentes, puede ser interpretada por los mismos, como muy grande.

Nacemos con una serie de instintos que activan todo un conjunto de comportamientos.  Si le metemos un dedo a un bebe en la boca, este lo chupa: nacemos con el instinto de succión. Aparecemos en este mundo cada uno de nosotros como únicos e irrepetibles; somos  fruto, en primer lugar, de la tómbola genética (no elegimos a nuestros padres) y, en segundo lugar, del ambiente, todo aquello que no viene codificado en nuestro ADN (de la tómbola ambiental: podíamos haber nacido en Samoa, en lugar de haber nacido en España).  Nuestra irrepetibilidad viene dada por la interacción entre genes y ambiente.  Ver Esquema 1

Si estás interesado en el tema te invito a leer y reflexionar:

LOS RELATOS CREAN REALIDAD: La canción lógica

https://neuroforma.blogspot.com/2019/12/la-cancion-logica-nacemos-con-una-serie.html

 A lo hora de “capear el temporal" cada uno de nosotros interpreta su intensidad y se enfrenta al mismo con su propios recursos personales que si no es muy grave “va a medir tu carácter.” Ante circunstancias muy graves reaccionamos automáticamente cumpliendo al pie de la letra  el algoritmo biológico gravado en nuestros cerebro autónomo (simpático y parasimpático). 



Podemos decir que este representa no nuestro carácter sino nuestro temperamento, con el cual nacemos,  y que permanece toda la vida con nosotros debido a su componente  genético y constitución. El carácter se constituye a partir del temperamento más los hábitos que cada uno de nosotros haya desarrollado a lo largo de su vida.



Todo un conjunto de rasgos de nuestra personalidad determinan como nos enfrentamos a las borrascas que nos suceden a lo largo de la vida.

“Yo soy yo y mi

 circunstancia, 

y si no la salvo a ella, 

no me salvo yo".

Ortega y Gasset



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 Como siempre, a continuación, copio y pego la columna de Manuel Vicent para que la puedan leer los no abonados a El País, por no abrirle el enlace.

En mi opinión (respeto al que piense justamente lo contrario) lo que escribe Manuel Vicent es auténtica sabiduría, que debería llegar a todo el mundo. Yo con ello pretendo cumplir lo que digo en mi blog. “Actualmente, mi motivación básica es la trascendente (" Me gusta lo que hago porque beneficia a muchas personas"): Hacer de forma altruista mi pequeña aportación al desarrollo personal y profesional de las personas y a crear una sociedad más justa.”
Sigo siempre el mismo proceso: Como todos los lectores suscritos a El País,leo la columna de Vicent el domingo a la mañana cuando me despierto. La reflexiono, e inspirado en ella,  escribo mi comentario y, dos horas después,  lo publico en mi blog. Posteriormente, si tengo tiempo, le doy otra vuelta  y añado cosas que se me ocurren hasta dejarlo ya definitivamente terminado en mi blog.
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COLUMNA

Navegar

 

MANUEL VICENT

22 ENE 2023 - 05:00 CET

 

El viejo marinero que me enseñó a navegar, me decía: si un día te sorprende una gran borrasca en alta mar, prepárate para un largo desafío en el que se va a medir tu carácter. Se trata de capear el temporal. En ese caso no olvides que esa ola que crees que te va a ahogar es precisamente la que te tiene que salvar. Dispón el tormentín y la vela mayor con sus rizos necesarios a favor de la marea, de forma que unos segundos antes de que rompa violentamente contra el costado de tu barco sea esa misma ola la que lo acune y lo impulse siempre un poco más allá, donde ya no llega su zarpa. Tu deber consiste en aliarte con esa ola que amenaza con hacerte naufragar. Puede que el horizonte esté cerrado, que sople un viento huracanado, que todo el mar esté hirviendo “como cazuela en el horno” como escribe Ausias March en su poema Veles i ventsTu destino es sobrevivir. Colócate bien el arnés y piensa que el tiempo ya no existe. Como su propio nombre indica, el temporal siempre será pasajero. Pronto o tarde el viento amainará, el oleaje irá cayendo y el sol volverá a salir entre las nubes. Así acontece también en la vida. Al final de la tempestad te va a llegar el veredicto. Hasta ese momento no sabías si eras valiente o cobarde, débil o fuerte, pero el mar te habrá dado tu exacta medida, que va a depender de si supiste aprovechar la fuerza adversa para avanzar. Y aunque llegues a tierra sano y salvo no creas que has vencido. Sucede que por esta vez el mar te ha respetado y si lo celebras en el bar del puerto con una cerveza y dejes caer su espuma a lo largo de tu pecho intrépido, nunca presumas con los amigos de tu pericia. Después de salir victorioso de un duro temporal siempre serás un superviviente y deberás considerar que el hecho de seguir vivo con cierta dignidad es el único desafío. Esa es la lección que me dio el viejo marinero que me enseñó a navegar.

 https://elpais.com/opinion/2023-01-22/navegar.html

 















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