domingo, 18 de septiembre de 2022

TRAMPAS MENTALES 2

 


TRAMPAS MENTALES 2

 

“Somos una gota de razón en un mar de emociones” William James

 

La fuente de nuestra percepción son nuestros sentidos. Captamos el mundo exterior a través de ellos y cada uno de nosotros construye de esta forma “su propia y personal realidad”. El sentido de la vista tiene un absoluto predominio en los humanos,  de tal forma que proporciona un  80 % de la información que procesamos: de ahí el “poder sugestivo de la liturgia” y la  “pompa fantasmagórica que se ha montado” que menciona Manuel Vicent en su columna de hoy.

No solo tenemos ilusiones ópticas,  en nuestra mente se producen todo un cúmulo de otras muchas ilusiones: los sesgos, las falacias, las paradojas y otras muchas forman partes de las distorsiones  cognitivas a las que recurrimos los humanos para  construir nuestras propias y personal realidad. Estos son los componentes de las " hipnosis colectivas" actuales.

Es necesario recuperar a Schopenhauer como cura y antídoto frente al optimismo de pandereta y la superficialidad,  recuperando cierto escepticismo frente a todo clase de discursos e intentos de secuestrar la mente, sean estos de la índole que sean, sociales, políticos, etc. que buscan, sobre todo,  eliminar la conciencia de las personas tapándola con toneladas de basura mental. Ya nos advertía J.J. Rousseau: 

"Cuando finalmente entrechocan todos los intereses particulares, cuando el amor de sí puesto a fermentar deviene amor propio y nadie encuentra su bien sino en el mal ajeno, entonces la conciencia, más débil que las pasiones, se ve asfisiadas por ellas"

  Leer:

BASURA MENTAL

https://neuroforma.blogspot.com/2019/09/basura-mental.html



La interpretación que hacemos de la realidad del día a día configura nuestra forma de pensar.La cuestión clave es que nuestra interpretación de la realidad no es neutra, tiene consecuencias. En función de ella generamos nuestras emociones, nuestros estados de ánimo, tomamos nuestras decisiones y nos comportamos de una manera determinada. Es la forma de pensar la que determina lo que hacemos (no hacemos)  y, por tanto,  lo que conseguimos (no conseguimos). Más concretamente, de ella depende los resultados que obtenemos a lo largo de nuestra vida en los diversos aspectos de la misma.

“Ninguna mente puede tener bastante poder sin el poder de pensarse a sí misma” Marvin Minsky

 Marvin Minsky, investigador relevante de la Inteligencia artificial tal vez manifieste con ellas su frustración al entender que por mucho que avance (que ya lo ha hecho mucho), la inteligencia artificial nunca tendrá acceso a la metacognición exclusiva de los humanos que nos permite pensar sobre cómo pensamos, la cual nos impediría caer en muchas trampas mentales en las que caemos con mucha  frecuencia.

Leer:

TRAMPAS MENTALES 1

https://neuroforma.blogspot.com/2021/05/trampasmentales-ningunamente-puede.html

 Es cierto que las ilusiones y sesgos cognitivos, propios de los sapiens, son un serio obstáculo para poder hacernos una idea clara y objetiva de la realidad. Y no solo eso: lo que es más preocupante, también, para la toma de decisiones racionales, dado que toda decisión llevada a la práctica genera unos resultados que pueden ser buenos o malos.

La manipulación es la herramienta más utilizada hoy en día,  para que dejemos las riendas de nuestra vida en manos de otros y nos convirtamos en meros títeres, movidos por hilos invisibles de los que no somos conscientes.

                                                                     Leer: 

Cardar para saber mirar: La ATENCIÓN

https://julioiglesiasforma.blogspot.com/2020/11/

 

 Lo grave de la cuestión,  es que nos seguimos considerando eminentemente  racionales.




¿Fundamentas tus conclusiones en evidencias nítidas  y en pruebas empíricas?


¿Desde que estado de ánimo decides y haces?


Como siempre, a continuación, copio y pego la columna de Manuel Vicent para que la puedan leer los no abonados a El País, por no abrirle el enlace.
En mi opinión (respeto al que piense justamente lo contrario) lo que escribe Manuel Vicent es auténtica sabiduría, que debería llegar a todo el mundo. Yo con ello pretendo cumplir lo que digo en mi blog. “Actualmente, mi motivación básica es la trascendente (" Me gusta lo que hago porque beneficia a muchas personas"): Hacer de forma altruista mi pequeña aportación al desarrollo personal y profesional de las personas y a crear una sociedad más justa.”
Sigo siempre el mismo proceso: Como todos los lectores suscritos a El País,leo la columna de Vicent el domingo a la mañana cuando me despierto. La reflexiono, e inspirado en ella,  escribo mi comentario y, dos horas después,  lo publico en mi blog. Posteriormente, si tengo tiempo, le doy otra vuelta  y añado cosas que se me ocurren hasta dejarlo ya definitivamente terminado en mi blog.

Solo pompas


Conscientes del poder sugestivo que ejerce la liturgia sobre los súbditos y los fieles, el Vaticano y la Corona Británica la han conservado intacta con el mismo rigor protocolario desde hace siglos, puesto que son dos iglesias, la católica y la anglicana, cada una con su respectiva cabeza coronada. Cuando uno contempla la pompa fantasmagórica que se ha montado con la muerte de Isabel II de Inglaterra o asiste a una ceremonia del Papa rodeado de obispos y cardenales, envuelto en incienso entre los fastuosos mármoles de San Pedro de Roma puede que ignore que está siendo sometido a una ilusión óptica, a una trampa. Esas imágenes obedecen todavía a un imperio que ya no existe y a la representación en la tierra de un Dios omnipotente que también se ha esfumado. La Historia los ha barrido, pero la liturgia como expresión de su antiguo poder permanece inalterable hasta el último detalle, aunque debajo solo quedan sombras, nada más. El poder de un Papa se asienta en las pantuflas bordadas, en las sagradas vestiduras enhebradas en oro que cubren las pasiones y las miserias del cuerpo hasta llegar a la cabeza rematada con una mitra faraónica. Del mismo modo, el rey Carlos III de Inglaterra no sería nada sin el trono del que sus posaderas van a absorber una misteriosa corriente magnética. Todos sus instintos, incluidos los más vulgares, se moverán bajo los distintos uniformes. De hecho, su verdadero trabajo va a consistir en cambiarse diariamente 30 veces de ropaje, sin que nadie, salvo algún niño inocente, descubra que va desnudo. Unas nupcias, una coronación, un funeral son momentos estelares que someten con estas pompas a la gente todavía hoy a una hipnosis colectiva. Pero se trata de una magnífica cáscara vacía en cuyo interior se mueven personajes que solo son reales porque tienen la necesidad perentoria de ir al cuarto de baño varias veces al día.

https://elpais.com/autor/manuel-vicent/

domingo, 11 de septiembre de 2022

LOS MAYORES 10: Recuerdos lejanos

 


RECUERDOS LEJANOS

 

 “Archivo de lo pasado, lucimiento del presente y único consuelo de la vejez, la memoria es el don más preciado y maravilloso de la vida. Por algo los griegos la divinizaron con el nombre de Mnemosina, madre de las musas”

Santiago Ramón y Cajal

 

 

Fui por primera vez consciente de la permanente belleza de  la vegetación   de mi Galicia natal, cuando el azar del sorteo me envió a hacer la mili en el Sahara. Desde un destartalado y sucio cuartel madrileño, de madrugada nos subieron a un avión militar y nos condujeron hasta el Aaiún y de allí, en camiones,  a la Playa de Aaiún para hacer el campamento. Todo era arena, no se veía vegetación alguna. El contraste entre el paisaje de Galicia y la desolación de las arenas del desierto, unido al desafío que suponía hacer la mili,  hizo aflorar en mí el primer episodio de morriña.

Pasado el periodo de 14 meses me licenciaron. Viajé  desde el Aiún a Madrid en un avión comercial con uniforme del ejército. Una azafata  nos asignó a los  cinco militares un asiento  tocándome a mí, por azar,  uno en la clase business, en el que pude disfrutar, a medias,  de un maravilloso y distinguido menú, después de un sofisticado aperitivo. Mis expectativas se centraban en llegar pronto a Galicia para contemplar su verdor.

De Madrid a Orense en tren. Recuerdo la ansiedad que sentí porque este entrara en Galicia para empezar a contemplar su vegetación.

Nunca pensé que el paisaje de  Galicia, algún día,  pudiera, convertirse en negras cenizas. 

Recurriré, buscando consuelo,  al poema de William Wordsworth tratando de recordar el esplendor de la hierba."Aunque nada puede hacer volver la hora / del esplendor en la hierba, de la gloria en flor."   https://es.wikipedia.org/wiki/William_Wordsworth

Conservamos nuestra personalidad a través del recuerdo (pasado)  haciendo que lo vivido permanezca y una el pasado con el presente. No sólo eso, también  engrandece nuestra percepción actual asociando lecciones aprendidas del pasado con  la percepción actual, enriqueciéndola. Sobre la importancia de conocer el pasado, que no es lo que  ya pasó, sino lo que quedó conformando el presente actual, podemos dar muchas razones, pero para mí, la principal,  es la de que no se puede entender el presente si no se conoce y asume el pasado: el tiempo que pasó y las cosas que en el sucedieron, ayudan a comprender y vivir, de forma más plena y equilibrada,  en el presente. Y no olvidemos que el futuro se construye desde  el presente.

 "Lo que está oculto antes de que sea visible tangible, permitiéndonos adaptar las reacciones a todo lo alejado en el tiempo y el espacio, y usar, por tanto, en la lucha contra las cosas de precaución y previsión" Hermann Ebbinghaus

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 Como siempre, a continuación, copio y pego la columna de Manuel Vicent para que la puedan leer los no abonados a El País, por no abrirle el enlace.

En mi opinión (respeto al que piense justamente lo contrario) lo que escribe Manuel Vicent es auténtica sabiduría, que debería llegar a todo el mundo. Yo con ello pretendo cumplir lo que digo en mi blog. “Actualmente, mi motivación básica es la trascendente (" Me gusta lo que hago porque beneficia a muchas personas")

 'Hacer de forma altruista mi pequeña aportación al desarrollo personal y profesional de las personas y a crear una sociedad más justa'.

Sigo siempre el mismo proceso: Como todos los lectores suscritos a El País,leo la columna de Vicent el domingo a la mañana cuando me despierto. La reflexiono, e inspirado en ella,  escribo mi comentario y, dos horas después,  lo publico en mi blog. Posteriormente, si tengo tiempo, le doy otra vuelta  y añado cosas que se me ocurren hasta dejarlo ya definitivamente terminado en mi blog.

COLUMNA

OPINIÓN

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Cenizas

Un día volveremos a ver la gloria entre las flores del valle de la Marina, aunque ahora apenas se pueda distinguir bajo el resplandor del fuego

 

 

MANUEL VICENT

11 SEPT 2022 - 05:00 CEST

En ese valle los almendros florecían ya con el sol de enero; a continuación, llegaba la helada y a veces su arriesgada gloria quedaba en nada. La cosecha se perdía. Durante muchos años los amigos subíamos al valle de Ebo de la Marina para contemplar aquella proeza suicida. Una compañera de excursión, la más sabia, que ya pervive en el estanque dorado de la memoria, iba dando nombre autóctono a cada planta silvestre que encontrábamos en el camino; añadía las propiedades benéficas de cada una y también nos alertaba si alguna era venenosa, que solía ser la que echaba las flores más bonitas. Luego entre marzo y abril en ese valle florecían los cerezos y algunos de nosotros, sin ser japoneses, también celebrábamos el milagro de su frágil belleza tan fugaz. Ahora en la terraza del bareto junto al mar caían algunas cenizas de un incendio que estaba convirtiendo en una inmensa carbonera toda la gloria de ese valle en el que durante tantos años nuestra juventud se midió frente a sus tortuosos y perfumados senderos. En alguno de sus barrancos y acantilados habrían quedado los ecos de nuestras voces, que también se estarían quemando. Desde la orilla del mar de Denia se veía el cordón de fuego que siluetea el perfil de varias montañas cuyo resplandor no era muy distinto del de tantos crepúsculos que había contemplado desde este mismo lugar. De regreso a la ciudad, después del verano, pienso en el poema de William Wordsworth en que recomienda no afligirse por la belleza perdida porque los tiempos de esplendor en la hierba siempre quedarán en el recuerdo. En la terraza del bar, un niño sentado a mi lado lloraba al ver aquel incendio. No llores —le dije— porque un día volverás a ver de nuevo la gloria entre las flores del valle de la Marina, aunque ahora apenas se pueda distinguir el resplandor de esta hermosa puesta de sol del que procede del fuego de ese infierno.

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ODA: INSINUACIONES DE INMORTALIDAD DE TEMPRANA INFANCIA

IX

¡Júbilo! ¡En tus rescoldos

todavía hay algo que vide,

y la naturaleza aún recuerda

aquello que fue tan fugitivo!

Pensar en nuestros años pasados despierta en mí

una bendición perpetua: que no se dirige

hacia lo más digno de veneración:

el regocijo y la libertad, el credo simple

de la infancia, cuando se mueve o descansa,

con la esperanza recién desplegada todavía agitándose en su pecho:

no es por todo esto que yo elevo

mi canto de agradecimiento y alabanza;

sino por esas obstinadas interrogaciones

sobre el sentido y las cosas fuera de nuestro alcance,

porque lo que se desprende de nosotros, se desvanece;

por los miedos confusos de una criatura

que se desplaza por mundos que todavía no se han realizado,

instintos elevados ante los cuales

temblaba nuestra naturaleza mortal

culpable, sorprendida;

por esos primeros efectos,

esos recuerdos imprecisos

que, fuesen lo que fuesen,

no han dejado de ser la fuente de luz de nuestros días,

la luz maestra de cuanto alcanzamos a ver;

que nos sostiene y acoge, y tiene poder suficiente para

convertir nuestros ruidosos años en instantes del ser

del silencio eterno; verdades que despiertan

para no morir nunca;

¡que ni la apatía, ni los esfuerzos excesivos,

ni el hombre ni el muchacho,

ni todo cuanto está enemistado con la alegría

puedan suprimirlo ni destruirlo por completo!

Que durante las estaciones de clima más sosegado

aunque estemos alejados, tierra adentro

tengan nuestras almas una visión de ese mar inmortal

que nos trajo hasta aquí,

puedan en un instante viajar allá,

y ver a los niños jugar cerca de la orilla,

y oír a las poderosas aguas correr eternamente.

* William Wordsworth (1770-1850). Poema recogido en el libro La abadía de Tintern (editorial Lumen), que recoge una selección de algunos de los mejores poemas breves y menos difundidos, y ahora editados por Lumen en una nueva traducción a cargo de Gonzalo Torné.




 

 

sábado, 3 de septiembre de 2022

LOS MAYORES 9: el colectivo más discriminado

 




LOS MAYORES 9: el colectivo más discriminado


Entendiendo el contexto

El hecho de pertenecer a un grupo da lugar a que los demás nos perciban de una manera determinada y a un trato diferenciado por parte de estos. La percepción que tenemos de los grupos a los que no pertenecemos, y que es la que origina este trato diferenciado, la sustentamos, en muchas ocasiones,  en prejuicios y estereotipos que nos llevan a tratarlos de forma discriminatoria. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el edadismo se refiere a la forma de pensar -estereotipos-, sentir -prejuicios- y actuar -discriminación- con respecto a los demás o a nosotros mismos por razón de la edad. El edadismo  está muy extendido en toda la población del planeta tierra, pues se aplica tanto a las mujeres como a los hombres si bien es verdad que con mucha  más intensidad a las mujeres.

Hay toda una retahíla de -¿insultos?- añadidos que componen el estereotipo con que muchas personas perciben a los pertenecientes a la población de los mayores: carcamal, añejo,  senil, caduco, decrépito, vejestorio, carroza, nonagenario, octogenario, ochentón, chocho, matusalén, añoso, arcaico, asilado,  caduco, veterano, vetusto, envejecido, longevo, senil, setentón, vejestorio… 

Es la forma más sibilina de condicionar  e impedir a las personas que llegan a ella, el disfrutar de una vejez activa y gratificante que es el objetivo que me guía a la hora de escribir esta segunda tanda de artículos sobre los mayores.

 

La utilización de las palabras tiene connotaciones. El lenguaje tiene un significado que sobrepasa al significado literal de las palabras. Con la connotación añadimos, a la palabra o a la frase, un significado diferente al suyo propio. Así, por ejemplo, muchas personas hacen un uso extenso de las connotaciones peyorativas. Valga como ejemplo, ajustado a lo que estamos tratando hoy,   el siguiente: “A la vejez, se acorta el dormir y se alarga el gruñir”.

 

Lo grave de todo esto, es que en contra de lo que pensábamos antes,  de que los humanos como seres lingüísticos utilizábamos el lenguaje de forma pasiva para describir la realidad, para hablar sobre las cosas, para describir el mundo exterior que percibimos y expresar lo que pensamos y sentimos en nuestro mundo interior, hoy en día al lenguaje se le atribuye una función generativa, es decir, el lenguaje hace que sucedan cosas.

 

"El lenguaje, por lo tanto, no solo nos permite describir la realidad, el lenguaje crea realidades. La realidad no siempre precede al lenguaje, éste también precede a la realidad. El lenguaje, postulamos, genera ser”. [1]

 La cosa no acaba aquí. Debemos tener en cuenta que “lo social”, lo construimos los humanos a través del lenguaje, que todo hecho social es un fenómeno lingüístico.La manipulación mediática del lenguaje no solo se manifiesta en el neo lenguaje orwelliano.[2]

Si quieres profundizar en este tema te invito a leer y reflexionar:

 LA CORROSIÓN  DEL LENGUAJE

https://neuroforma.blogspot.com/2017/01/la-corrosion-lenguaje-sinconciencia.html


Desarrollo del artículo

“En la naturaleza no hay ni vejez ni decrepitud: solo hay plenitud o muerte. Una gacela que no sea capaz de correr a 95 Km por hora, si solo es capaz de ir a 90, su primer depredador del que escape le produce la muerte. Nadie llega a viejo salvo las especies domesticadas, entre ellas los humanos”. [2]

 La afirmación de arriba la hace, en el libro que menciono abajo en las referencias bibliográficas, Juan Luis Arsuaga, catedrático de Paleontología. El otro autor del libro, Juan José Millás,  le pregunta:                                                                                                              - ¿La decrepitud asociada a la vejez es un producto de la cultura?                                            - Tú verás, le responde Arsuaga

La gacela de la que nos habla Arsuaga se juega la vida. El constructo social y cultural que las personas de nuestra época actual  se han formado sobre la vejez, considerándola como decadencia,  decrepitud y humanos inservibles, es la forma más sibilina de condicionar  e impedir a las personas que llegan a ella, el disfrutar de una vejez activa y gratificante que es el objetivo que me guía a la hora de escribir esta segunda tanda de artículos sobre los mayores. Los epítetos que menciono más arriba, en el apartado de entendiendo el contexto, son potentes fuerzas que derriban la autoestima que cualquier persona. La percepción social de los viejos como seres debilitados cognitivamente – yo-  y físicamente – cuerpo- es un atentado a  su  autoestima,  la cual opera directamente sobre un potente término de la Psicología – “Indefensión aprendida”- y a su vez sobre otro dramático término de la sociología  -“Anticipación social de la muerte”-. Hacer una idea falsa de la vejez compuesta a través de prejuicios y estereotipos es una agresión a la identidad social de los viejos. No todos los viejos son vulnerables, dependientes, inútiles, etc. Todo ello conduce a que muchos que aún no llegaron a la vejez ya empiecen e tenerle miedo a esta. La gerontofobia  está más extendida de lo que creemos.

“La gerontofobia puede llegar a ser un mal de nuestra sociedad. El notable aumento de expectativa de vida no ha eliminado el miedo a envejecer. El rechazo a los ancianos y que no se implementen políticas específicas para ellos, no contribuye a la normalización de un hecho inevitable como es el de hacerse viejo. El miedo a envejecer uno mismo puede llevar al rechazo de los que ya son viejos. La gerontofobia es una reacción irracional que puede llevar a  actitudes poco éticas con las personas mayores, al desprecio e incluso al maltrato o agresión”. [4]



 Un  dramático  caso de Discriminación de los mayores   

 “A mediados de marzo de 2020, los mayores quedaron atrapados en las residencias. El coronavirus comienza a aniquilarlos por miles, pero no hay espacio para ellos en los hospitales de Madrid porque las autoridades han recomendado a los médicos reservar las camas para el resto de la población. En una pequeña sala de un hospital a las afueras un grupo de médicos piensa que esta decisión es horrible y prepara una respuesta. Este relato periodístico indaga en el dolor de los afectados y muestra, con material inédito, la actuación de los políticos que estaban al mando durante aquellos días”

https://elpais.com/especiales/2021/covid-19-en-las-residencias-de-ancianos/

Puedes escucharlo  también en tu móvil aquí: Podium Podcast - Apple Podcast - Google Podcast - Spotify - Youtube - RSS

 Sin la  ética del cuidado volvemos a las cavernas

La ética del cuidado, del cuidado de uno mismo, autocuidado, y del cuidado de los demás,  se fundamenta en la responsabilidad. La  responsabilidad se fundamenta en el concepto de libertad, la cual nos proporciona  la posibilidad de elegir hacerse cargo del resultado de nuestras decisiones tomadas, acciones llevadas a cabo y de las consecuencias que se derivan de las mismas.

 Vivimos en una sociedad en la que somos interdependientes:                                          yo dependo de ti y tú dependes de mí.

La ética del cuidado va más allá del “toma y daca” en el que tenemos basado,  por ejemplo,  el pilar de la Equidad: “tanto me más,  tanto de doy”; el intercambio no está determinado por lo que alguien dio, sino por lo que alguien necesita en una situación determinada y en el  deber  universal.

“Hace unos días escuché, en un podcast, lo siguiente: “Limpiar un culo es la actividad más ingrata del mundo”. Y lo peor no es de quien venía semejante afirmación (y el hecho de que tenga miles de seguidores), sino el contenido de la misma.

Lo que para algunos es “limpiar un culo”, para otros es una tarea más de nuestro trabajo. Y esto no lo escribo porque sea enfermera. Lo escribo porque no se trata de “limpiar un culo”, señores. Es tener un poco de humanidad. Se trata de cuidar, de dar confort al otro, de ser las manos y los ojos del que no puede. Porque a todos nos gustaría que cuidasen de nosotros. ¿O no es así? ¿Qué valores estamos dejando? Mis abuelos cuidaron de sus padres, hasta el final. He visto a mis padres cuidar de los suyos, también hasta el final. Y me asusta pensar que el “cuidar” esté pasando de moda. Sólo espero que a aquellos que opinan que “limpiar un culo” es ingrato, nunca se lo tengan que limpiar.”

Judit Caballero Linares [5]




Para cumplir con el objetivo que me he marcado en  esta segunda tanda de artículos sobre los mayores voy acabar con lo siguiente:

Un gratificante  ejemplo de optimismo funcional:

 


Tenemos  magníficos  ejemplos en el día a día, debido a la pandemia del coronavirus. Ejemplos de cómo nos cuidamos de nosotros mismos respetando las normas de confinamiento que los profesionales de la salud nos marcan. Ejemplos de cómo cuidamos de los demás respetando las distancias, etc., para no infectarlos. Ejemplo paradigmático de cuidado de los demás que nos han  dado todos los profesionales de la salud haciendo durante días y noches  un sobreesfuerzo con total entrega y dedicación.


Si quieres profundizar en este tema te invito a leer y, sobre todo, reflexionar:

El pilar del  CUIDADO

https://draft.blogger.com/blog/post/edit/8615013334320974582/3037712878605047999

“La visión del mundo en 2022, proceda de un nonagenario o de un veinteañero , es en cualquier caso una información fugaz puesto que en muy poco tiempo se han de ver las cosas de otra manera. Pero eso no tiene importancia porque aquí no se quiere describir el mundo “como es” sino dar cuenta de “como es visto” y esto es un dato histórico que identifica a una generación”[6]


HERRAMIENTAS PARA EL DESARROLLO DEL OPTIMISMO FUNCIONAL: 



1. Mirando hacia atrás: Sitúate en una edad de 90 años. Mira hacia atrás 

¿Qué cambiarías?

 ¿Qué harías que no hiciste?

 ¿Qué no harías que hiciste?

¿Cómo entenderías a esa edad lo que es vivir? 

¿Le encuentras sentido  a tu vida?



Tal vez eches de menos no haber puesto más en juego tus recursos personales y haberte arriesgado más.

2. Mirando hacia delante: 

Después del ejercicio anterior, piensa en lo que vas a hacer para que cuando llegues a los 90 años, no te arrepientas.


  

 

 

Referencias Bibliográficas

[1Echeverría, Rafael.: Ontología del lenguaje. Buenos Aires, Granice, 2006

[2] (Toledano Buendía, S. (2006). La neo lengua de Orwell en la prensa actual. La literatura profetiza la manipulación mediática del lenguaje. Revista Latina de Comunicación Social, 62. http://www.ull.es/publicaciones/latina/200601toledano.htm

[3] Millás, JJ y Arsuaga.: “La muerte contada por un sapiens  a un neandertal”, Penguín Random House Grupo Editorial., 2022, p. 47

[4] https://www.inforesidencias.com/contenidos/noticias/nacional/la-gerontofobia-puede-llegar-a-ser-un-mal-de-nuestra-sociedad#:~:text=El%20miedo%20a%20envejecer%20uno,incluso%20al%20maltrato%20o%20agresi%C3%B3n.

[5]https://elpais.com/opinion/2022-08-29/tener-un-poco-de-humanidad.html?fbclid=IwAR1Sn4pLWW9U4T1IULGKb87omzbgBG6GshALICj64Nw5OCdIS44tKbaWJDU

[6] Nieto, A.: “El mundo visto a los 90 años”, Editorial Comares., 2022