sábado, 12 de julio de 2025

EL CÓMO LO DICES ES MÁS QUE LO QUE DICES


 EL CÓMO LO DICES ES MÁS 

QUE LO QUE DICES


Imagen1: Elaboración propia


Contenidos   

-        Resumen

-        Un poco de reflexión

-        La amígdala también habla.

-        Emociones y relaciones como multiplicadores

-        Recibes lo que emites.

-        Un poco de práctica

 

Resumen

Como muy bien saben los buenos líderes (personas que logran resultados a través de otros) en cuestiones humanas “lo efectivo suele ser  lo afectivo”.

Nos movemos en un entorno psicoafectivo que creamos entre todos,  a través de nuestros estilos de sentir, de nuestra identidad emocional y de su manifestación en las interacciones que establecemos con los demás.  

Un entorno en el que interaccionamos unos con otros y en el que nos mandamos  constantemente mensajes emocionales,  positivos o negativos,  siendo el ratio entre ambos los que dan como producto final un balance emocional que determina que nos sintamos a gusto o no, con energía o desvalidos, alegres o tristes, en calma o agitados.

En las relaciones mandan las emociones y viceversa, de tal forma que podemos sostener que las relaciones multiplican lo bueno y lo malo que nos sucede. Cuando estas relaciones son positivas, sinérgicas, se multiplica el número y la intensidad de las cosas buenas que nos suceden. Cuando estas relaciones son negativas, destructivas, se multiplican en número y en intensidad las cosas malas que nos suceden.


Palabras clave

Las emociones comunican, intercambio emocional, interdependencia, estabilidad emocional, medio psicoafectivo.

 

Imagen2: Elaboración propia

 Desarrollo de contenidos

1.- Un poco de reflexión


                                                                 Imagen3: Elaboración propia

¿Encuentras muchas dificultades al relacionarte con los demás?

¿Cómo reaccionas ante un conflicto interpersonal?

¿Hasta que punto conoces lo que los demás piensan de ti?

¿Cómo respondes ante alguien enfadado u hostil?

¿Tienes la sensación de que te es difícil entender a los demás?

¿Estás seguro de que los demás te entiendan?

¿Eres sensible a los sentimientos de los demás?

¿Puedes anticipar que respuesta te dará tu compañero de trabajo si le pides que te eche una mano en una tarea urgente?


                                                                            Imagen 4: Elaboración propia

 Todas estas preguntas tienen que ver con tu capacidad de construir relaciones.

En este learning coffee aprenderemos:

-        A valorar  la importancia que tienen las emociones en la construcción de las relaciones y viceversa,  la importancia que las relaciones tienen en como te sientas.

-        Tomar conciencia de si muestras emociones nos facilitan o boicotean el construir con los demás unas relaciones de calidad.



 Imagen 5: Elaboración propia

2.- La amígdala también habla

Las emociones son las respuestas que damos a lo que nos sucede. Damos dichas respuestas en función, sobre todo, de nuestra identidad emocional, de nuestro estilo de sentir. Este estilo determina la reactividad emocional que manifestamos al entorno en el que interactuamos con los demás construyendo nuestras relaciones.

 

Son nuestro medio de actuación. Antonio Damasio demostró que no hay conexión directa entre la razón y la acción.  El área límbica, alojamiento de nuestro mundo emocional, tiene potentes líneas directas con la corteza cerebral, donde se asienta la lógica, la razón; más concretamente, con los lóbulos frontales que son los centros directivos y decisionales.

 Si la línea directa se interrumpe por efecto de un accidente o de una intervención quirúrgica necesaria ante un tumor, la persona sigue razonando perfectamente, pero, es incapaz de tomar decisiones, incluso las más simples. Steven Pinker, psicólogo experimental americano, cuenta el caso de un joven que se pasaba horas y más horas en la ducha dilucidando si se había aclarado lo suficiente o no.

En las relaciones mandan  las emociones. Es por ello que en cuestiones humanas, como muy bien saben los líderes eficaces, lo “efectivo suele ser lo afectivo”: no movilizas a nadie a través de la pura razón. Lo que convence no son las ideas, sino las ideas que despiertan emociones.


Imagen6: Elaboración propia


 

Las emociones comunican. Esto es lo que ponemos de manifiesto cuando decimos que “la cara es el espejo del alma”. La cara de enfado de nuestro jefe  cuando llegamos tarde a la reunión, comunica más que todo un discurso. El gesto de sorpresa de nuestra pareja ante un regalo que no esperaba es de una elocuencia pura. Además, en estos dos casos hablamos de un lenguaje universal, entendible por todos aunque no hablemos el mismo idioma. Recuerda que la ira o enfado y la sorpresa son dos de las emociones básicas.

 

La amígdala habla de forma más clara que la boca. Esto es lo que demostró Ralph Adolphs, investigador de la neurobiología de las emociones poniendo de manifiesto que las personas con lesiones en la amígdala tienen alterada tanto la expresividad de las emociones como su reconocimiento. Esto les lleva a tener graves lagunas y deficiencias en sus relaciones sociales como por ejemplo no ser capaces de diferenciar entre personas poco o muy fiables.

 

3.- Emociones y relaciones cómo multiplicadores

 

Somos seres sociales. La vida siempre es colectiva, nunca individual. Como dice José Antonio Marina, “la felicidad es un proyecto colectivo”. 

Nadie puede sentirse feliz si está rodeado de personas infelices, desgraciadas.
 

Desde la ecología emocional se sostiene algo que es evidente en la naturaleza: todas las formas de vida dependen entre sí. En el caso que nos ocupa, intercambiamos con los demás emociones. Nos hacemos a fuerza de relacionarnos con los otros. La interrelación con los demás y con nuestro entorno es algo que está ahí, presente en la vida de todos y cada uno.

 

En esta interrelación estamos constantemente mandando y recibiendo mensajes emocionales: de atracción, de repulsa, de ayuda, de angustia, de alejamiento, de cercanía.

Las preguntas a hacernos serían: 

¿Somos lo suficientemente sensibles para captar estos mensajes que nos mandan los demás? 
¿Encontramos en nuestro entorno la receptividad y sensibilidad suficiente para que nos capten los que nosotros enviamos? 

No hay nadie que sea autosuficiente en el terreno emocional. Somos interdependiente: yo dependo de los otros y los otros dependen de mí. La dependencia emocional es un lastre. La independencia emocional es una patología. La interdependencia emocional  es cuestión de madurez y sabiduría.

 

En otra píldora desarrollamos más a fondo la noción de  contagio emocional: las emociones y sentimientos se contagian. Aquí queremos  reseñar que debido a este contagio emocional nuestra estabilidad emocional depende, en buena parte, de las relaciones que tenemos con los demás.

Las relaciones multiplican lo bueno y lo malo que nos  sucede. Cuando son positivas, multiplican lo bueno. Cuando son  negativas, multiplican lo malo. Por eso tenemos la responsabilidad de crear un medio psicoafectivo adecuado. Si el ratio Emociones positivas / Emociones negativas es muy favorable a las negativas, sin duda es necesario hacer algo si no queremos acabar contagiados.

 

Son tan importantes las emociones en la construcción de nuestras relaciones que llevan a Antonio Damasio a sostener en su obra En busca de Spinoza (Pg. 51) que “una de las muchas razones por las que algunas personas se convierten en  líderes y otras en seguidores, por que unas imponen respeto y otras  se encogen, tiene poco que ver con el saber o las habilidades, y mucho con la forma en que determinados rasgos físicos y el porte del individuo concreto promueve en otros determinadas respuestas emocionales”.

 Recibes lo que emites

 

 Desde el punto de vista somático lo normal es que tengamos una temperatura de 36,5 grados. Desde el punto de vista emocional, lo normal es que las personas se encuentren a gusto, tranquilas, optimistas e ilusionadas. Si las emociones que sientes son otras,  distintas y negativas, es señal de que tienes un problema que resolver. Un problema que puede estar localizado dentro  o fuera de uno mismo, o incluso en los dos sitios a la vez. La fiebre cumple a nivel somático la misma función que las emociones negativas y desagradables a nivel emocional: no solo nos indican que tenemos un problema, sino que nos invitan a tomar medidas para volver a la temperatura normal: estar sereno y satisfecho.

 Pensar mejor para sentirte bien. 

Esta es la gran receta para la gestión emocional relacional. Si pienso mal de todos y de todo iré  desprendiendo alrededor partículas tóxicas y contaminantes: mal humor, rencor, resentimiento, envidias, victimismo, quejas permanentes y un largo etcétera de basura emocional. Te convertirás en un títere de tus circunstancias.

Si piensas en positivo irás transmitiendo entusiasmo, confianza, seguridad, etc. Entonces crearás tus circunstancias.

Habrás cambiado la frase, que seguro escuchaste muchas veces, de “yo soy yo y mis circunstancias” (pasividad) por la que originalmente nos dijo Ortega y Gasset: “yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo”. (pro actividad)

 


 Imagen7: Elaboración propia


Un padre y su hijo pasean por un sendero de montaña. El niño tropieza, resbala y cae, se hiere en una rodilla y grita: “¡Aaaaayyyyyy!”

Con sorpresa escucha una voz que viene de algún lugar de la montaña:“¡Aaaaayyyyyy!”.

Curioso, grita de nuevo: “¿Quién eres?”. Y recibe como respuesta: “¿Quién eres?”.

El niño grita de nuevo: “¡Lo he preguntado yo primero¡”. La voz responde: “¡Lo he preguntado yo primero¡”.

Enfadado por la respuesta, el niño grita más fuerte: “¡Estúpido!”. Y recibe la respuesta: “¡Estúpido!”.

El niño mira a su padre y le pregunta: “Papá, ¿qué es lo que está pasando?”.

El padre sonríe y le dice: “Presta atención, hijo mío!”. Y el hombre comienza a gritar: “!Eres un campeón¡”. Y la voz responde: “!Eres un campeón¡”.

El niño vuelve a sorprenderse pero sigue sin comprender, el padre le explica: “La gente lo llama eco, pero en realidad esto es la vida, te devuelve cualquier cosa que dices o haces. Nuestra vida es un reflejo de nuestras acciones.

 

En definitiva, la vida es como un eco, si no te gusta lo que recibes presta atención a lo que emites.

  

 Referencias bibliográficas

 MARINA, José Antonio. La inetligencia fracasada. Anagrama, 2004

 SOLER, Jaume y CONANGLA, M. Mercé. La ecología emocional, Amant, 2004.

...............................................................................................................................................

La suerte está echada

Los dados han cambiado y en la lucha intestina con la oposición los traidores Ábalos y Cerdán, en el papel de Bruto y Casio, han llevado a Sánchez contra las cuerdas

Manuel Vicent

13 JUL 2025 - 05:30 CEST

 Julio César fue un general que realizó sus grandes gestas lejos de Roma, entre ellas, la más sonada, su triunfo en la guerra de las Galias. Como a todo general victorioso se le había prohibido volver a Roma al frente de sus tropas por el peligro de que acumulara excesivo poder y se convirtiera en un dictador. Julio César quebrantó esa prohibición. Decidido a entrar en Roma con sus legiones, antes de traspasar la línea divisoria marcada por el hipotético río Rubicón, dijo a sus hombres: “Ahora todavía podemos retroceder, pero si atravesamos este pequeño puente, todo tendrá que resolverse con las armas”. A continuación, echó los dados de la suerte y siguió adelante. Pero en Roma tuvo que enfrentarse a una guerra civil contra Pompeyo en medio de una brutal tensión política con el Senado cuya refriega duró varios años, hasta que llegó el idus de marzo del 44 a. C. y sus aliados, Bruto y Casio, a los que Julio César había ayudado, le traicionaron y César fue apuñalado hasta la muerte. Sus últimas palabras fueron:”¡Y tú también, Bruto!, hijo mío”. Tal vez resulte excesivo comparar al presidente del Gobierno Pedro Sánchez con Julio César. Hasta ahora parecía más bien un vaquero del Oeste que había logrado salir indemne del tiroteo por tierra, mar y aire orquestado para tumbarle desde el día en que tomó el cargo. Lo cierto es que el presidente Sánchez, como César, ha obtenido fuera de España sus mayores éxitos; de hecho, Bruselas ha sido su territorio de las Galias. Lo veías muy seguro de si mismo entre los altos dignatarios de otras naciones, y te decías, puede que vaya de farol, pero este tipo es un ganador. De pronto, los dados han cambiado y en la lucha intestina con la oposición los traidores José Luis Ábalos y Santos Cerdán, en el papel de Bruto y Casio, lo han llevado contra las cuerdas. Son ellos y algunos más de su propia camarilla quienes han preparado los cuchillos con los que podría ser apuñalado en otro idus de marzo, salvo que la suerte acuda una vez más en su rescate.





 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

 

 



No hay comentarios:

Publicar un comentario