Imagen 1: Elaboración propia
Imagen 2: Elaboración propia
CARDAR PARA SABER MIRAR
CARdar como COMPETENCIA
Si te interesa el tema, y quieres profundizar, te invito a ver el siguiente video:
Decálogo de Autogestión. Cardar para saber mirar: Parte 1
https://tv.uvigo.es/video/5b5b62fe8f420804526d0554
Entendiendo el contexto
Hace 2 millones de años Homo Habilis se dedicaba a cazar. Actualmente Homo sapiens, aparecido hace 50.000 años, se dedica a pensar.
Homo sapiens -hombre sabio, capaz de conocer- se desarrolló y evolucionó por la era agrícola y la industrial, utilizando, como factores productivos o recursos para producir los bienes y servicios que consumía y disfrutaba, la tierra, el capital, el trabajo y el conocimiento, en distintas cantidades e intensidades, en función de cada una de las eras según se ve en el gráfico que aparece más abajo. Así, en la era agrícola, la tierra y el trabajo eran los factores prioritarios y más utilizados ; el capital y el conocimiento quedaban relegados a un segundo plano.
Imagen 3: Elaboración propia
En 1969 aparece en la obra The Age of Discontinuit de Peter Drucker, La sociedad del conocimiento en la cual, según Drucker, el factor productivo por excelencia pasa a ser el conocimiento, hasta el punto de que hacia el año 1971 el 50% del PIB sería generado, según Drucker, por medio de las nuevas tecnologías, aparecidas en la Sociedad de la Información, a través del conocimiento.
En la era agrícola, una de las competencias que era necesario desarrollar, era la competencia de cardar lino, -"Preparar con la carda una materia textil para el hilado". RAE-. Teniendo esta competencia, a partir de una planta de lino, que sembraban y recogían, la sometían a un proceso de cardar consistente en separar el lino de la estopa, lo útil de los desechos. Fabricaban, de esta forma, toda una variedad de productos textiles tales como vestidos, paños, etc., muy útiles y prácticos que utilizaban en sus hogares.
En la era del Conocimiento, el factor productivo por excelencia es el conocimiento, le sigue el capital, y el trabajo y la tierra quedan relegados a un segundo plano. El saber desbanca al capital como recurso preferente para generar riqueza. Emerge el trabajador del conocimiento.
En esta era, las nuevas tecnologías, y sobre todo la expansión de Internet, generaron la cibercultura. El filósofo Pierre Levy la aborda en su libro “La cibercultura: ¿el segundo diluvio?”
Todo parece indicar que nos están ahogando con un exceso de información, y que la nueva y sofisticada arma de manipulación, ya no sigue la estrategia de ocultar la información y el conocimiento manteniendo a la gente en la ignorancia sino todo lo contrario: proporcionando tal exceso de información que ya no sepamos diferenciar la buena de la mala, la verdadera de la falsa, el grano de la paja.
Escribe cualquier término en tu buscador y verás gráficamente esto que estamos hablando. Acabo de meter en Google el término "conciencia" y aparecen del orden de 81.00.000 de resultados - 29-01-2021: 9 h.-. Repito la operación el 23-09-2021 9:57 horas y aparecen 101.000.000 resultados.
La constante interacción entre personas, que nos permite a todos y cada uno exponer nuestra opinión abiertamente en foros masivos de redes sociales, profesionales y demás, hace que sea imprescindible utilizar la competencia de cardar, ya no lino, en este caso, sino información, con el objetivo de diferenciar la buena de la mala, el grano de la paja, lo aplicable de lo utópico, lo práctico de lo teórico, lo que aporta resultados de lo que nos hace perder el tiempo, o peor todavía, nos lleva a tomar decisiones equivocadas a partir de información falsa y manipulada.[1]
Ya no se trata de mantener a las personas ignorantes ocultándole información y conocimientos- estrategia muy utilizada en el mundo laboral de antes que se sintetiza muy bien con una frase que algunos jefes decían a sus subordinados: "tú a trabajar que para pensar ya estoy yo". Se trata de seguir manteniéndolas ignorantes pero con una estrategia distinta y contraria a la anterior: darle un exceso de ambos de tal forma que no sepa procesarlos adecuadamente y acabe confundiendo – permítaseme el término coloquial- el tocino con la velocidad.
Imagen 4: Elaboración propia
La vacuna: práctica de la AUTOGESTIÓN
Decíamos en el artículo anterior, que el desarrollo de este Decálogo nació englobado en lo que llamamos Competencias Horizontales – también denominadas Competencia Transversales- , y de forma más amplia dentro de la Inteligencia Emocional- CE-.
Podemos entender la Autogestión como la Meta competencia Transversal por excelencia, que se manifiesta en todos los órdenes de nuestra actuación en las diversas facetas de la vida. “Una meta competencia es una competencia que es tan poderosa que influye sobre la capacidad de la persona para adquirir otras competencias” [2]
Ya podemos haber alcanzado un gran desarrollo de las “competencias duras”, aquellas que desarrollamos en la carrera - que correlacionan con la inteligencia psicométrica, CI- y que ponemos de manifiesto en el puesto de trabajo. Si careces por completo de la Meta competencia de Autogestión, no te servirán de mucho, para lograr una vida satisfactoria con un elevado BIS: Bienestar Individual Subjetivo. Voy a poner un ejemplo, un tanto exagerado, en el sentido de que sobrepasa los límites de lo normal, de lo justo y de lo conveniente, pero muy claro e inteligible en el contexto actual: si te has esforzado para sacar adelante una ingeniería con un buen expediente –competencias duras- , pero luego te pasas la vida como “proletariado del teclado”, tu desarrollo de la Autogestión – competencias blandas que correlacionan, no con el CI, pero sí con el CE, y con las “disposiciones mentales” – fue deficiente.
Entiéndase lo del “proletariado del teclado” dentro del siguiente contexto- voy a repetir parte de lo dicho en el artículo anterior- : Si te incorporas al mercado laboral con un buen expediente, lo normal, a mi juicio, es que tengas en cuenta la siguiente fracción para ver lo que te ofrecen: Arriba, en el numerador, aparecen tres conceptos: Dinero + Tareas + Proyecto de empresa. Abajo, en el denominador, aparecen dos: Incomodidades e Incertidumbre.
En función de donde pongas el foco- saber mirar- , de cómo priorices cada término del numerador, podrás calcular las probabilidades de caer en un trabajo con un elevado grado de precarización o, por lo contrario, un trabajo que te permita lograr un alto desarrollo personal y profesional.
Si tan solo tienes en cuenta el dinero del numerador y las incomodidades del denominador, corres un gran riesgo de que termines haciendo el resto de tu vida un trabajo precario y poco estimulante - "Ganarás el pan con el sudor de tu frente"-.
Si pones el foco - saber mirar- en las tareas del numerador y priorizan su contenido de tal forma que te permitan formarte, desarrollarte, retarte estás consiguiendo el desarrollo de dos variables que van a tener en tu vida una incidencia decisiva: La variable TALENTO y la variable RETO.
Para optar por esta opción es necesario tener la suficiente claridad mental y desarrollar la "Escala del Saber" - datos, información, conocimientos, sabiduría [3]- hasta el último escalón.
Imagen 5: Elaboración propia
Si además también llama tu atención en el numerador el Proyecto de empresa al que te sumas, y este te convence, - "Me gusta lo que hago por que beneficia a mucha gente"- acabarás creando en esa empresa unos anclajes emocionales que desarrollarán tu motivación y entusiasmo en tu trabajo y te llevarán a conseguir un elevado BIS – Bienestar Individual Subjetivo – en la vida además de un -BO: Bienestar Objetivo, medido por variables cuantitativas- . La calidad de vida que logres así disipará las Incomodidades y la Incertidumbre del denominador.
Imagen 6: Elaboración propia
Imagen 7: Elaboración propia
Personas que mantienen como fuente de energía un vital optimismo funcional a través del cual se marcan objetivos realistas que cumplan los parámetros propios de todo objetivo, y añadiéndole dos parámetros más que no suelen aparecer en los objetivos organizacionales: que estén bajo su propio control personal, es decir, que pueda sacarlos adelante por sí mismas; segundo, que sean ecológicos, es decir, evaluando el impacto que van a tener en su vida futura una vez que los consigan.
Nicolás Maxwell, que propone una revolución cultural que evolucione desde el conocimiento a la sabiduría, define la libertad como “la capacidad de conseguir lo valioso en una amplia variedad de circunstancias”. Esto exige, empezar por diferenciar de forma nítida entre precio y valor.
¿Tienes claro que es para ti lo valioso?
"Decidí que mi deseo anterior de ser un gran físico teórico y dominar el universo, y mi deseo de ser un gran novelista y maestro de la vida humana, eran ambos, cuando se los llevaba al límite, aspectos del deseo de convertirme en Dios. Esto no solo era absurdo; era indeseable. Mucho más deseable era ser algo que, hasta entonces, me había parecido demasiado insignificante para merecer ninguna consideración: yo mismo.”- la negrita es mía." [5]
Imagen 8: Elaboración propia
No olvidemos que el éxito personal es la suma del éxito exterior- el que tenemos en el mundo- y el éxito interno - la satisfacción personal.
Imagen 9: Elaboración propia
En mi opinión, el rasgo más definitorio de la Autogestión, a mi juicio, es el de tener una firme y constante disposición mental a “crear opciones”, de tal forma que nunca se vea uno entre la “espada y la pared”, disponiendo habitualmente de un suficiente número de alternativas, desde el que pueda elegir lo que más le convenga, sin convertirse en rehén de nada ni de nadie.
Según Carol Dweck podemos ubicar a todas las personas a lo largo de un continuo que va desde Mentalidad Fija hasta Mentalidad de Crecimiento.
Los primeros creen que sus logros se deben a su capacidad innata; temen al fracaso ya que les pone en cuestión y les hace dudar de sus propias capacidades. No lo dice ella, pero yo creo que le baja su nivel de autoeficacia, que definimos en un video que aportamos en este decálogo, como las probabilidades subjetivas que calculamos, antes de empezar un proyecto, de conseguirlo a no. Si nos vemos ante el mismo con poca autoeficacia, lo más probable es que no lo consigamos – explico en el video el por qué es así-. Bandura la define como “la creencia en la propia capacidad de organizar y ejecutar los cursos de acción necesarios para gestionar las situaciones posibles”
Los segundos, los de Mentalidad de Crecimiento, creen que todo puede mejorarse y es modificable con aprendizaje y esfuerzo. Para ellos el fracaso es una fuente de aprendizaje y por lo tanto ni les preocupa ni lo temen.
Para Carol Dweck, las Disposiciones Mentales tiene una mayor influencia en la vida de una persona que los recursos cognitivos que esta tenga y vaticina que las personas con mentalidad de crecimiento lograrán en su vida un mayor BIS: Bienestar Individual Subjetivo y un mayor éxito.
Imagen 10: Elaboración propia
Nos dice Carol: “Los estudiantes que tienen una mentalidad fija creen que sus habilidades básicas, su inteligencia, sus talentos, son solo rasgos fijos. Tienen una cierta cantidad y eso es todo, y luego su objetivo es lucir inteligentes todo el tiempo y nunca parecer tontos. Los estudiantes con mentalidad de crecimiento, entienden que sus talentos y habilidades pueden desarrollarse mediante el esfuerzo, la buena enseñanza y la perseverancia. No necesariamente piensan que todos son iguales o que cualquiera puede ser Einstein, pero creen que todos pueden volverse más inteligentes si se esfuerzan en ello”.
El resaltado en negrita es mío: me parece un perfecto ejemplo para diferenciar entre el “optimismo de pandereta”- hacernos creer que todos somos un Einstein- y el “optimismo funcional”- las habilidades pueden desarrollarse mediante el esfuerzo, la buena enseñanza y la perseverancia-.
Para alcanzar esta autogestión la competencia de cardar, en el sentido que aquí exponemos, es el primer e imprescindible requisito.
Aclarando conceptos
Me he inclinado por la palabra cardar, por la fuerza de la analogía de desechar la estopa del lino en la era agrícola, y la desinformación basada, no en la escasez, sino en la saturación de la información en los tiempos actuales, con la cual nos someten a un proceso de atiborrar nuestros sentidos perceptivos con ‘estopa’ ahogando nuestro cerebro y logrando como resultado final que nos alejemos de la Auto Gestión y nos convirtamos en meros comparsas de los demás y de las circunstancias.
Imagen 11: Elaboración propia
El primero de ellos “CARdar para saber mirar” en el cual se encierran los tres principios básicos de la autogestión: Conciencia, Autocreencia y Responsabilidad.
El segundo, “CarDAR para progresar”: Desarrollo personal y Profesional, Aportaciones que hacemos al entorno y Recompensas que recibimos de ese entorno.
Este segundo principio del Decálogo de Autogestión, sintetiza tres métricas, que no solo nos permitirán medir nuestro progreso, sino, además, entender la lógica de la vida.
¿Filtras lo esencial de todo el flujo de información que recibes y sabes diferenciar lo importante de lo accesorio?
Si te interesa el tema, y quieres profundizar, te invito a ver el siguiente video:
LA PRACTICA CONSCIENTE TE LLEVA A SER COMPETENTE
https://www.facebook.com/JulioIglesiasRo/videos/418444215550406
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DECÁLOGO DE AUTOGESTIÓN 3: EMPLEABILIDAD
LA PRÁCTICA CONSCIENTE TE LLEVA A SER COMPETENTE
https://neuroforma.blogspot.com/2019/06/decalogo-de-autogestion-3.html
Imagen 12: Elaboración propia
[3] LA FRAGILIDAD DEL TRABAJO 1: PERSPECTIVA Y CLARIDAD MENTAL
[4] ¿INDIGNADOS O RESENTIDOS? (2)
https://www.blogger.com/blog/post/edit/8615013334320974582/8250054928485987236
[5] Nicholas Maxwell. Sobre mí:https://www.ucl.ac.uk/from-knowledge-to-wisdom/aboutme
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20-07-2025
Columna: Manuel Vicent
He tenido un
sueño
He soñado con una izquierda propietaria de la fraternidad universal y una derecha culta, moderada, europeista
Hubo un tiempo en que en los pueblos de
la España profunda la derecha tenía tres vacas sagradas: el cura párroco, el
director de Banesto y el sargento de la comandancia de la Guardia Civil.
Entonces las cosas estaban en su sitio, Dios en las alturas y las escrituras de
propiedad bajo llave en el cajón de la cómoda. A la derecha ni siquiera se la
llamaba derecha sino gente de orden, conservadora, familiar; entre ellos se
saludaban levantado el sombrero al cruzarse después de misa mayor el domingo
camino de la pastelería. Tampoco a la izquierda se la llamaba izquierda. Eran
simplemente los rojos, cuya ideología se hallaba sumergida en el silencio. La
derecha burguesa estaba poblada de eruditos, sabios, historiadores y
bibliotecarios; en cambio la izquierda producía intelectuales, artistas,
soñadores e idealistas. Por supuesto, esto no son más que tópicos, pero daría
lo que fuera para que la derecha y la izquierda siguieran siendo como uno
imaginaba en aquel tiempo, la izquierda como propietaria de la fraternidad
universal y la derecha culta, moderada, europeísta, radicalmente honrada en los
tratos, porque a la hora de robar no tenían necesidad de meter mano en el
caudal. Para eso ya estaba el Código Civil, el Código Mercantil, las notarías y
los registros de la propiedad. Por eso es inexplicable que una derecha que
viene de una educación heredada, que sabe manejar los cubiertos del pescado, se
comporte en la política con un estilo tabernario, sin argumentos, solo con unos insultos de baja calaña cargados
de odio cainita. ¿De dónde ha salido esta gentuza tan maleducada? ¿De dónde han
salido, por otra parte, esos miserables robagallinas que han destrozado los
ideales del socialismo con esa forma tan zarrapastrosa de meter la mano en la caja que da vergüenza
ajena? Como decía aquel: yo he tenido un sueño, he soñado con una derecha culta
y moderada que se encontraba en el camino de la libertad y la democracia con
una izquierda limpia, inteligente y sosegada.
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