domingo, 9 de abril de 2023

VERDAD O MENTIRA



 VERDAD O MENTIRA

"Todos los hombres por naturaleza, desean saber. Así nos lo indica el amor a los sentidos; pues, al margen de su utilidad, son amados por sí mismos, y el más preciado , el de la vista. En efecto, no solo para la acción, sino también en los momentos de reposo, preferimos la vista, por decirlo así, al resto de los sentidos. Y la causa es que de los sentidos , este es el que nos hace conocer más, y nos muestra más diferencias." 

Aristóteles (Metafísica)

 

Cuando Aristóteles escribió esto aún no existía la ciencia como tal, aunque sus aportaciones y sus discrepancias con su maestro Platón, contribuyeron  en  cierta medida a poner su granito de arena.

 

Hoy Vicent, nos propone un regreso al empirismo, a la primacía de la experiencia, y al escepticismo de lo afirmado si este no es evidente a la  percepción  que nos ofrecen nuestros sentidos.  Fue precisamente el escepticismo de David Hume (1711-1776) el que contribuyó a enterrar la metafísica cuyos relatos eran muy  alejados de la experiencia. También, el escepticismo de  Tomás,  no aceptando lo que le contaban si antes no podía ver las heridas de las manos y meter  su dedo en el costado de Jesús.

LA GRAN COALICIÓN: PENSAMIENTO CRÍTICO + OPTIMISMO FUNCIONAL (1)

https://neuroforma.blogspot.com/2017/02/la-gran-coalicion-pensamientocritico-y.html



Tal vez para regresar al mundo idílico que nos propone Manuel Vicent: “las cosas simples, naturales y sencillas, el trato personal, una conversación agradable que no conduzca a nada con una botella de vino interpuesta” nos sería útil resucitar muchas de las viejas ideas de Aristóteles, entre ellas,  la lógica como método formal de analizar razonamientos, es decir, conectar de manera correcta las premisas y las conclusiones, para elaborar razonamientos lógicamente válidos (no olvidemos que la lógica aristotélica estuvo presente en el  pensamiento occidental durante muchos siglos, hasta muy avanzado el siglo XIX). 

También saber que debe haber una relación entre el lenguaje, el pensamiento y la realidad  (la de nuestro mundo, aquí y ahora, dejando de lado posibles mundos paralelos). Aunque las palabras que se utilizan para decir una cosa pueden ser distintas, para distintas personas y distintas comunidades lingüísticas,  los contenidos mentales expresados con las palabras no necesariamente son diferentes.

También nos puede ayudar lo que sostiene de que todo lo que decimos, sin ninguna conexión entre sí,  se puede clasificar en las siguientes 10 categorías: substancia, cantidad, cualidad, relación, lugar, tiempo, posición, posesión,  acción, pasión. La categoría primaria es la sustancia que Aristóteles la define como “aquello que es soporte de cualidades sin ser él mismo una cualidad”.


¿En qué categorías meteríamos los tomates, las frutas, las conversaciones interpersonales (cara a cara), el sol,  el mar, el aire de las montañas...


  Para conocer la verdad es necesario abandonar los mitos y recurrir a la ciencia, la cual no nos proporciona verdades absolutas,  sino verdades provisionales: con los conocimientos científicos que tenemos hoy podemos afirmar que...

  "Platón es mi amigo, pero más amiga es la verdad"

Aristóteles

 LA GRANDEZA DE LA CIENCIA Y SUS PARADIGMAS

https://neuroforma.blogspot.com/2018/08/la-grandeza-de-la-ciencia-y-sus.html

 


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  Como siempre, a continuación, copio y pego la columna de Manuel Vicent para que la puedan leer los no abonados a El País, por no abrirle el enlace.

 En mi opinión (respeto al que piense justamente lo contrario) lo que escribe Manuel Vicent es auténtica sabiduría, que debería llegar a todo el mundo. Yo con ello pretendo cumplir lo que digo en mi blog. “Actualmente, mi motivación básica es la trascendente (" Me gusta lo que hago porque beneficia a muchas personas"): Hacer de forma altruista mi pequeña aportación al desarrollo personal y profesional de las personas y a crear una sociedad más justa.”

 

Sigo siempre el mismo proceso: Como todos los lectores suscritos a El País,leo la columna de Vicent el domingo a la mañana cuando me despierto. La reflexiono, e inspirado en ella,  escribo mi comentario y, dos horas después,  lo publico en mi blog. Posteriormente, si tengo tiempo, le doy otra vuelta  y añado cosas que se me ocurren hasta dejarlo ya definitivamente terminado en mi blog.

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COLUMNA

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Vivo o muerto

Nada será real si no se puede ver, oír, oler, gustar y tocar. Para salir de dudas habrá que meter la mano en la propia herida que le haya inferido a cada uno la vida

 

MANUEL VICENT

09 ABR 2023 - 05:00 CEST

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Distinguir lo bueno de lo malo, lo verdadero de lo falso, lo real de lo ficticio empieza a ser una labor muy ardua. La confusión no ha hecho más que empezar. Cuando la inteligencia artificial instaure definitivamente un universo paralelo no vas a saber si ese primo tuyo al que le das la mano existe de verdad o es un replicante cuántico. Un día como hoy, Domingo de Resurrección, Cristo salió vivo del sepulcro después de pasar tres días en el infierno. El apóstol Tomás no estaba dispuesto a creer en semejante prodigio si no metía el dedo en la herida de su costado. La incredulidad empieza a ser creativa. Existen mentes privilegiadas que ya vislumbran la nueva realidad que en el futuro se va a establecer más allá de la inteligencia artificial. Para saber si estamos vivos o muertos habrá que usar de nuevo los sentidos corporales como fuentes del conocimiento. En el futuro volverán a oler las rosas, los tomates recuperarán el antiguo sabor, las frutas con su perfume intacto marcarán las estaciones del año y puede que la ciencia empiece de nuevo con los lápices Alpino para sumar, restar y multiplicar en un cuaderno de cuadrículas. Cobrarán un valor incalculable las cosas simples, naturales y sencillas, el trato personal, una conversación agradable que no conduzca a nada con una botella de vino interpuesta. Más allá de la inteligencia artificial seguirá estando el sol, el mar, el aire de las montañas a disposición de cualquiera que tenga el espíritu muy desarrollado para valorar esos dones de la naturaleza. Como Cristo recién resucitado fuera del sepulcro o como el gato de Schrödinger dentro de una caja hermética la inteligencia artificial hará muy difícil saber si estás vivo o muerto. Nada será real si no se puede ver, oír, oler, gustar y tocar. Para salir de dudas habrá que meter la mano en la propia herida que le haya inferido a cada uno la vida.

domingo, 2 de abril de 2023

TENER QUE DECIR ALGO

 



TENER QUE DECIR ALGO

 

“Los sabios hablan porque  tienen algo que decir.  Los necios hablan porque tienen que decir algo” Platón

 

Nada tienen que ver los  tuits humanos, que en muchos casos no cumple otra función que  hablar por hablar,  con los  de los sonidos tuit, tuit, tuit de los polluelos de los pájaros: comunicación pragmática y funcional.

 No voy a exponer nada más hoy sobre la, como siempre,  excelente columna que nos  escribe Vicent. Adjunto el enlace a un artículo que escribí hace tiempo,  para el que esté interesado en el tema,  quiera profundizar un poco sobre el crecimiento exponencial de personas  verborreicas. Pronunciar palabras (lenguaje verbal),  guardando entre ellas  los oportunos silencios (lenguaje no verbal),  son dos de los ingredientes fundamentales de la comunicación humana. El uso  excesivo de palabras al hablar  hace, a veces, que caigamos ,  unos con más y otros con menos frecuencia,   en la verborragia,  la cual define la  RAE  como “Locuacidad, verbosidad.  Palabrería excesiva, propia de un charlatán o de un demagogo”

Todo parece indicar que el número de personas verborrágicas está creciendo de forma exponencial, sobre todo en el mundo político, aunque no sólo.

Todo esto lo sintetiza, magistralmente Manuel Vicent en su columna: “No sucede lo mismo con los humanos que no cesan de hablar por hablar para nada.” Yo a veces me refiero a ello con el término de onanismo mental.

“El leve gorjeo de los polluelos recién nacidos en el nido del jardín se debe a su interés por llamar la atención de la madre o a la disputa por el gusano que ella trae en el pico para alimentarlos. Se trata de una comunicación pura, esencial y concreta. No sucede lo mismo con los humanos que no cesan de hablar por hablar para nada. Manuel Vicent (el resaltado es mío)

 El enlace artículo que aporto  es el siguiente:

La UTILIDAD del silencio 

https://neuroforma.blogspot.com/2021/07/la-utilidad-del-silencio.html

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 Como siempre, a continuación, copio y pego la columna de Manuel Vicent para que la puedan leer los no abonados a El País, por no abrirle el enlace.

 

En mi opinión (respeto al que piense justamente lo contrario) lo que escribe Manuel Vicent es auténtica sabiduría, que debería llegar a todo el mundo. Yo con ello pretendo cumplir lo que digo en mi blog. “Actualmente, mi motivación básica es la trascendente (" Me gusta lo que hago porque beneficia a muchas personas"): Hacer de forma altruista mi pequeña aportación al desarrollo personal y profesional de las personas y a crear una sociedad más justa.”

 

Sigo siempre el mismo proceso: Como todos los lectores suscritos a El País,leo la columna de Vicent el domingo a la mañana cuando me despierto. La reflexiono, e inspirado en ella,  escribo mi comentario y, dos horas después,  lo publico en mi blog. Posteriormente, si tengo tiempo, le doy otra vuelta  y añado cosas que se me ocurren hasta dejarlo ya definitivamente terminado en mi blog.

 

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COLUMNA

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Qué es un tuit

Puede ser un acorde de Bach si lo emite un jilguero o un rebuzno que ensucia el aire si lo lanza cualquier asno humano

 

MANUEL VICENT

02 ABR 2023 - 05:00 CEST

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Tal vez debido a esta locura de la naturaleza muchos pájaros han anidado antes de tiempo este año. En el interior de la espesa hiedra que cubre la verja del jardín se oye el gorjeo, tuit, tuit, tuit, de los polluelos de un nido de gorriones, tal vez de mirlos o de jilgueros. Los pájaros no cantan por cantar. En medio de su algarabía cada trino o tuit tiene una función y responde a una necesidad. Los pájaros cantan para marcar territorio, para alertar de la presencia de un depredador, para atraer a las hembras con la intención de celebrar unas nupcias arrebatadas, o simplemente para no perder el contacto con el grupo a la hora de emigrar. El leve gorjeo de los polluelos recién nacidos en el nido del jardín se debe a su interés por llamar la atención de la madre o a la disputa por el gusano que ella trae en el pico para alimentarlos. Se trata de una comunicación pura, esencial y concreta. No sucede lo mismo con los humanos que no cesan de hablar por hablar para nada. En medio del jolgorio que arman al amanecer cada especie de pájaro se expresa en su propio idioma. Ignoro si existe una traducción simultánea que les permita a las aves migratorias que llegan de países lejanos entenderse con las que habitan este territorio todo el año. Me gustaría saber si las golondrinas africanas conocen el lenguaje de los mirlos españoles, si el cántico del ruiseñor enamorado en las noches de mayo es capaz de atraer a hembras de otra especie. El aire es un pentagrama lleno de notas musicales, blancas, negras, corcheas, semicorcheas, fusas y semifusas y las aves, según cada clase, las interpretan como si se tratara de una partitura escrita por Pitágoras y extraen de ella las melodías necesarias para sobrevivir más allá de la belleza. ¿Qué es un tuit? Puede ser un acorde de Bach si lo emite un jilguero o un rebuzno que ensucia el aire si lo lanza cualquier asno humano.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

  

 

 

 

 

 

 

domingo, 26 de marzo de 2023

EL EGO INFLATIVO (1)

 


EL EGO INFLATIVO (1)

 

"La falta de ego impide avanzar y significa perder oportunidades de crecer, aprender o divertirse por temor a la crítica. Querer pasar desapercibido es una decisión infantil. No nos llevamos ninguna decepción, pero tampoco la satisfacción de haber llegado lejos".

Oliver Wolf Sacks


La semana que termina nos ofreció todo un espectáculo cuyo principal protagonista era una persona mayor con unas características muy peculiares. Como ya es habitual también se dieron suficientes exposiciones de egos como para que no los echáramos en falta. 

 Hoy, Manuel Vicent, centra  su columna en otra (o la misma) persona mayor de la que podemos deducir que su paso por la vida  se desenvolvió, fundamentalmente,  a través del personaje llamado ‘ego’, con escasa exposición de su persona llamada ‘yo’. (Me voy olvidar de Freud, del psicoanálisis, y el SUPERYÓ,del YO y del ELLO,  y abordar el fenómeno del EGO con un lenguaje entendible por todos). 

 Es importante no confundir persona con personaje. Aunque normalmente veo muy poca televisión ayer, sábado por la tarde,  me pasé 160 minutos viendo  en netflix, por tercera vez,   la película ‘Esencia de mujer’, en la que Frank Slade (Al Pacino) exhibió un gran número de comportamientos a través de  su personaje-ego y  Charlie Simms(Chris O'Donnell) muchos a través de su persona-yo (es muy poco probable que acabe en su vejez con algún tipo de demencia).

 Se han realizado muchos estudios sobre el grado de correlación que existía entre las distintas y variadas  demencias y determinadas variables: sedentarismo, alimentación, televisión, ejercicios físicos,  ejercicios cognitivos, horas ante el ordenador, etc. Sería muy interesante, a mi juicio, hacer alguno con la variable egocentrismo para llegar a saber en qué medida el causante de muchas demencias no es otro que el ego. Ya no hablaríamos aquí de correlación,  sino de algo más preciso y científico siguiendo el esquema de causa- efecto.

Todos sabemos que cuando viajamos en nuestro coche, sus neumáticos  deben tener un inflado correcto, el recomendado por el fabricante en cada caso. En general, se considera un rango normal de inflado una presión de entre 2 y 2,5 bares. Si las ruedas llevan poca presión de aire  esto genera, según los expertos, que disminuye nuestra seguridad, se produce un desgaste mayor de las ruedas que habrá que reponerlas antes y aumenta el consumo  de gasolina. Si las ruedas tienen una presión excesiva les ocurre, según los mismos expertos, que la superficie del neumático que está en contacto con la carretera se reduce y, por lo tanto, disminuye el agarre, los neumáticos se desgastan más y de manera irregular, con lo que se reduce la vida útil de los mismos. En definitiva, tanto el escaso como el exceso de presión es malo: lo óptimo es el aire justo.

El ego es patológico cuando los humanos imitan al pavo real (yo le llamo en mi blog Ego Inflativo). El neurólogo y escritor con el que inicio hoy este artículo tiene un asombroso libro sobre un hecho real, que titula ‘El hombre que confundió a su mujer con un sombrero’. El psiquismo de los humanos nunca deja de sorprendernos.

En general, cuando hablamos del ego,  solemos considerarlo como algo negativo, como algo que genera  múltiples y variables problemas,  pero lo cierto es que  le ocurre lo mismo que a los neumáticos: es negativo , cuando su medida es escasa o cuando sobrepasa el umbral adecuado.

Empezar por diferenciar entre el yo y el ego es un primer y necesario paso para gestionar adecuadamente el ego que cada uno de nosotros ha construido en base a las percepciones y el contexto en el que se fue desarrollando y que termina siendo un personaje fabricado, imaginario, artificial, vacío y falso.  

 El yo se desenvuelve a través del relativismo cultural y se centra en el ser.

El ego es una construcción imaginaria, la imagen idealizada de uno mismo. Una imagen interiorizada y con la que nos identificamos.

El ego se desenvuelve  a través del etnocentrismo y se centra en el tener. 

Se define el etnocentrismo como: “tendencia a considerar los rasgos, estilos, ideas y valores observados en otros grupos culturales como inferiores y menos naturales que los del grupo propio" y se centra en el tener. La antropología,  al etnocentrismo opone el concepto de relativismo  cultural: "principio que afirma que todos los sistemas culturales son intrínsecamente iguales en valor y que los rasgos característicos de cada uno tienen que ser evaluados y explicados dentro del contexto del sistema en el que aparece". (Las definiciones de etnocentrismo y de relativismo cultural las copié literalmente  de uno de los libros que me valieron para preparar la asignatura de antropología cuando estudiaba en la universidad. Todavía lo conservo con gran cariño en mi biblioteca y recurro a él con frecuencia deleitándome con sus ideas:HARRIS Marvin.: Introducción a la antropología general. Alianza Universidad Textos. Madrid 1987)

El ego es útil y necesario para nuestra marcha por la vida, cuando  está bien equilibrado.

 Un escaso ego nos lleva a ser ninguneados, a convertirnos en hombres masa indiferenciados, a adoptar  un estilo de comunicación sumiso e inhibido,  a que  nadie nos preste atención,  a una pérdida de autoestima, a que  los demás nos definan como inseguros e indecisos,  a ser un don nadie...

Cuando tenemos un exceso de ego nos lleva a querer ser siempre el protagonista, a querer ser el centro de todos, a adoptar un estilo de comunicación agresivo, a ser un estirado... Hay maneras poco inteligentes de llamar la atención:  ser despectivos, criticar a los demás, instrumentalizarlos, despreciarles, utilizarles...  Nos lo sintetiza muy bien, a mi juicio, Katherine Paterson:“Creo que la madurez real, que la mayoría de nosotros nunca alcanza, es cuando te das cuenta de que no eres el centro del universo.”

 Cuando tenemos un ego equilibrado  nos integramos saludablemente en los distintos contextos  con los que tenemos que lidiar en la vida, adoptamos un estilo de comunicación puramente asertivo, nos respetamos a nosotros mismos y a los demás... 

 Termino con Kant: “Pues los seres que razonan están todos sujetos a la ley según la cual cada uno de ellos nunca debe tratarse a sí mismo y a los demás simplemente como medios, sino siempre y al mismo tiempo como fines en sí”. 

 

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 Como siempre, a continuación, copio y pego la columna de Manuel Vicent para que la puedan leer los no abonados a El País, por no abrirle el enlace.


En mi opinión (respeto al que piense justamente lo contrario) lo que escribe Manuel Vicent es auténtica sabiduría, que debería llegar a todo el mundo. Yo con ello pretendo cumplir lo que digo en mi blog. “Actualmente, mi motivación básica es la trascendente (" Me gusta lo que hago porque beneficia a muchas personas"): Hacer de forma altruista mi pequeña aportación al desarrollo personal y profesional de las personas y a crear una sociedad más justa.”


Sigo siempre el mismo proceso: Como todos los lectores suscritos a El País,leo la columna de Vicent el domingo a la mañana cuando me despierto. La reflexiono, e inspirado en ella,  escribo mi comentario y, dos horas después,  lo publico en mi blog. Posteriormente, si tengo tiempo, le doy otra vuelta  y añado cosas que se me ocurren hasta dejarlo ya definitivamente terminado en mi blog.


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Demencia

En la cabeza perdida del anciano, sonaban discursos y aplausos, insultos y alabanzas. Se sentía muy feliz aunque no recordaba nada

MANUEL VICENT

26 MAR 2023 - 05:00 CEST

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El sillón en el que el abuelo permanecía sentado todo el día una buena mañana apareció vacío. Era la primera vez y, como es lógico, en la familia cundió la alarma.” ¿Dónde está el abuelo?”, se preguntaban con angustia unas a otras, su mujer y las hijas. En ese momento este viejo, que había comenzado a perder la cabeza, estaba cruzando con el semáforo en rojo el Paseo de Recoletos. Los coches frenaban en seco con grandes chirridos de neumáticos y desde algunas ventanillas los automovilistas le gritaban: “Abuelo, vuelve a casa, que te van a aplastar”. Ajeno al peligro, el viejo saludaba muy contento con la mano. Su confusión llegó a tal punto que a veces en una gasolinera pedía que le llenaran el depósito de su antigua Harley-Davidson que ya no existía. Caminaba sin destino adonde le llevaban sus zapatos. Entraba y salía de los bares y en las barras, en las terrazas y en los bancos del paseo contaba a la gente sus hazañas de antaño que le valieron algunos premios y medallas, pero no conseguía explicar a qué se debían. Al final de la tarde, cuando la policía ya había sido avisada, el abuelo cayó en un bar de copas cerca del Congreso donde se vio involucrado en una desmadrada despedida de soltero. Por la labia y fantasía que ponía al narrar las batallas de su glorioso pasado, aquel grupo de jóvenes lo declaró padrino de la falsa boda que se iba a celebrar en un elegante prostíbulo situado en una esquina de la plaza de Colón. La juerga duró toda la noche y parte del día siguiente en que al mediodía la policía lo encontró sentado junto al Museo de Cera. Hundido de nuevo en su sillón de orejas, la mujer y las hijas le preguntaban dónde había estado, con quién había pasado la noche. En la cabeza perdida de este anciano, por la parte de la nuca, le sonaban discursos y aplausos, insultos y alabanzas. Lo cierto es que sentía muy feliz. Aunque no recordaba nada.

domingo, 19 de marzo de 2023

AÑOS QUE PASAN VS. AÑOS QUE PESAN

 



AÑOS QUE PASAN VS. AÑOS QUE PESAN

 

“Hay que ser más valiente para ser viejo que para ir a la guerra. El que va a la guerra cree que puede sobrevivir, el viejo ve cómo su decrepitud avanza. Y esa es la verdadera guerra” Maruja Torres

 

Todo lo que ocurre en el universo tiene lugar dentro de un espacio temporal  definido por dos variables:  el espacio y el tiempo

Dentro de este universo, más concretamente, en el  planeta tierra, vivimos junto con otros muchos animales los humanos, los cuales hemos alcanzados   la cima de la escala evolutiva y nos nombramos, a nosotros mismos,  como Homo Sapiens, atribuyéndonos características como la sabiduría y la racionalidad; menos mal que también inventamos el vocablo “falacia” dentro del cual caben muchas excepciones.

Los humanos nos desenvolvemos dentro de nuestros contextos a través de 4 áreas: la física, la emocional, la espiritual y la mental. Cuidar cada una de ellas es algo básico y fundamental  para que la variable tiempo  retrase, lo más posible,  el momento en el  que los años empiecen a pesar y, sobre todo,  para poder sacar adelante algo que necesitamos para desenvolvernos en la vida: la energía;  existe en el universo  y es condición necesaria para realizar las actividades de nuestra vida:

 Estar en plena forma física, emocionalmente conectados con lo que hacemos, mentalmente concentrados y, por último, verle un sentido a todo ello.

Así, por ejemplo, la energía emocional se puede ejercitar y mejorar. Es ella la que nos permite poner en juego toda una gama de emociones positivas al servicio de nuestros objetivos y de nuestro bienestar. Unas emociones que proceden, fundamentalmente,  de ingredientes internos y que dan productos finales tales como auto confianza, autocontrol, optimismo funcional (contrario al ‘optimismo de pandereta’) esperanza,  etc. Las personas actuamos sin escatimar recursos cuando encontramos motivos (motivación) para hacerlo. Las emociones son un tipo de motivo especial que energizan y dirigen la conducta.Es especialmente difícil avanzar y mejorar cada día cuando nos falta la energía  necesaria para ello. 

Es de tal magnitud la importancia de la energía que podíamos decir que  la medida de la vida no son los años que vivimos sino la cantidad de energía que gastamos en esos años.

 Implícitamente nos lo está diciendo, a mi juicio, Manuel Vicent: 

"Un día se dio cuenta de que si en cualquier parte siempre era el más viejo se debía a que todavía cogía el avión, el metro, el autobús, iba al bar, al cine, al teatro y a los conciertos, en lugar de quedarse en casa amarrado al sofá ingiriendo mierda por televisión." 

No le falta la razón a Vicent al afirmar que la edad no existiría si el tiempo no estuviera dividido en años. Jean-Jacques Rousseau nos habla de las 4 edades: edad de la naturaleza, edad de la fuerza, edad de la razón y de las pasiones y, por último, edad de la sabiduría. Coincide, a mi juicio,  con esta clasificación la definición de vejez de Ingmar Bergman: 

“Envejecer es como escalar una montaña; mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre, y la vista más amplia y serena”.

Si estás interesado en el tema te invito a leer y reflexionar:

LOS MAYORES 1. LAS TRES EDADES

https://neuroforma.blogspot.com/2017/07/las-tres-edades-feliz-cumpleanos-mis.html

Conocer la edad nos lleva a muchas falsas creencias  y expectativas que nos formamos sobre las personas a partir de la edad que tengan y que, en general, en muchas culturas desarrollan estereotipos a partir de los cuales generan negatividad hacia las personas mayores y  positividad hacia las jóvenes.Evitaría que muchas personas se libraran de condicionamientos negativos  que le llevan a tener una percepción de ellos mismos un tanto apocalíptica.

 “Una segunda infancia viene en la vejez. El viejo, como el niño, ni decide ni hace nada por su cuenta. No percibe con precisión lo que está pasando ni previene lo que pueda pasar. Camina en una niebla espesa en la que todo es confuso. No entiende casi nada ni tiene ánimos para aclarar la situación en que se encuentra . Se deja llevar. Lo único que tiene claro es que padece dolores y lo único que desea es que se los quiten y no le molesten. Ha perdido  las riendas que su destino. Es un objeto incómodo que da trabajo a los demás”. Esta opinión es de     Alejandro  Nieto, nonagenario, Catedrático de Derecho Administrativo. Fue, también, presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Publicó en Editorial Comares,2022: ‘El mundo visto a los 90 años’ (p.94)

 No le falta la razón a Vicent: 

Si el tiempo no estuviera dividido en años, la edad no existiría, puesto que nadie podría saber la fecha en que uno había nacido. A cada persona la definiría su aspecto exterior, su salud, el timbre de su voz, su carácter e inteligencia”, a lo que yo añadiría, con el permiso de Vivent, y la observación, por los demás, de la energía diaria que gastamos... 

Es muy importante  una hábil gestión de la energía.

Dos preguntas nos ayudarán a concretizar el tema:

 


1. ¿De qué energía hablamos exactamente?

 

2. ¿Cómo saber si tengo suficiente energía, si mi depósito está lleno o funciono con la reserva?

 

Una cosa en esforzarse y otra, distinta, es motivarse. Por lo que hace referencia a la segunda pregunta todos conocemos a personas que claramente les cuesta mucho y se manifiestan incapaces de hacer frente a las dificultades de la vida y, también, conocemos a personas que las afrontan positivamente extrayendo de ellas fuerza, objetivos y metas para el futuro.

¿En dónde está la clave?Tenemos dos formas básicas de hacer las cosas: o por obligación o por motivación y ambas marcan una gran diferencia. Cuando no encontramos sentido a lo que hacemos, lo hacemos por obligación y ello supone un gran derroche de energía, nos cuesta mucho emplear energía en algo así. Hacemos las cosas por motivación cuando le  vemos un sentido a lo que hacemos y esto no sólo nos ahorra energía sino que incluso nos la crea. La cuestión pasa,  entonces,  por aprender a motivarse más que a esforzarse. La "parábola de los tres albañiles" que aparece en varios artículos de este blog, ayuda a entender lo anterior.

Al margen de los años que tengas,  ¿cómo responderías tú, como el primero, el segundo o como el tercero? Víktor Franklin puso de relieve la gran importancia de lo que él  llamó “la búsqueda de sentido”.

 Cuando ya tenemos muchos años nos bajan las obligaciones. No dejemos que nadie, ni nada,  nos baje la motivación.

Una forma que tengo yo de fomentarla y que me proporciona mucha energía mental, emocional y espiritual (a la física me dedico todas las mañanas, a primera hora,  haciendo todos los días marchas de dos horas a 130 pasos/ minuto) es pasándome las mañanas de los domingos escribiendo este artículo inspirándome en la columna de Manuel Vicent,  lo que nunca le podré agradecer lo suficiente. ¡Muchas gracias D.Manuel!

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 Como siempre, a continuación, copio y pego la columna de Manuel Vicent para que la puedan leer los no abonados a El País, por no abrirle el enlace.

 

En mi opinión (respeto al que piense justamente lo contrario) lo que escribe Manuel Vicent es auténtica sabiduría, que debería llegar a todo el mundo. Yo con ello pretendo cumplir lo que digo en mi blog. “Actualmente, mi motivación básica es la trascendente (" Me gusta lo que hago porque beneficia a muchas personas"): Hacer de forma altruista mi pequeña aportación al desarrollo personal y profesional de las personas y a crear una sociedad más justa.”

 

Sigo siempre el mismo proceso: Como todos los lectores suscritos a El País,leo la columna de Vicent el domingo a la mañana cuando me despierto. La reflexiono, e inspirado en ella,  escribo mi comentario y, dos horas después,  lo publico en mi blog. Posteriormente, si tengo tiempo, le doy otra vuelta  y añado cosas que se me ocurren hasta dejarlo ya definitivamente terminado en mi blog.

 

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COLUMNA

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El más viejo

Si el tiempo no estuviera dividido en años, la edad no existiría, puesto que nadie podría saber la fecha en que uno había nacido

MANUEL VICENT

19 MAR 2023 - 05:00 CET

Llegó un momento en que, en el avión, en el tren, en el metro y en el autobús, miraba alrededor y siempre era el pasajero más viejo. También en el restaurante y en el bar era el más viejo de los clientes, en el cine y en el teatro el más viejo de los espectadores, en los conciertos el más viejo de todo el público. Pensaba que la culpa la tenían los calendarios. Si el tiempo no estuviera dividido en años, la edad no existiría, puesto que nadie podría saber la fecha en que uno había nacido. A cada persona la definiría su aspecto exterior, su salud, el timbre de su voz, su carácter e inteligencia. En este caso, lo más importante en la vida sería venir bien de fábrica, como sucede con los coches, que se distinguen por su estabilidad, velocidad, resistencia y comodidad, según cada marca. Un día se dio cuenta de que si en cualquier parte siempre era el más viejo se debía a que todavía cogía el avión, el metro, el autobús, iba al bar, al cine, al teatro y a los conciertos, en lugar de quedarse en casa amarrado al sofá ingiriendo mierda por televisión. No soportaba que le dijeran que se conservaba muy bien o que había hecho un pacto con el diablo. Creía que a una edad ya no se cumplen años, sólo se cumple salud o enfermedad y que no había nada mejor para el riego sanguíneo que la cólera bien administrada, como demostró en cierta ocasión. Una noche este viejo se encontró con la reyerta entre dos jóvenes en la puerta de una discoteca. Era una de esas peleas que podía terminar con el arbitrio de la navaja. El viejo intervino para tratar de separarlos, pero uno de ellos no solo despreció su ayuda, sino que encima lo llamó puto abuelo. Lleno de ira, el viejo le pegó un rodillazo en la entrepierna y el joven cayó al suelo retorciéndose con las manos en los genitales. La desgracia de cumplir años la tienen los sumerios que inventaron el calendario hace 5.000 años.