LA ÉTICA EMPRESARIAL
"Resulta fácilmente concebible que la época Moderna -que comenzó con una explosión de la actividad humana tan prometedora y sin precedentes- acabe en la pasividad más mortal y estéril de todas las conocidas por la historia."
Arendt, 'La condición humana'
La Ética Empresarial se
ocupa de la moralidad de las conductas de los seres humanos en un entorno
laboral. Para ello se basa en un patrón o referente moral, previamente
establecido y convenido. Se llega así, a establecer lo que está bien y lo que está mal, lo que es
correcto y lo que es incorrecto, lo que se puede hacer y lo que no se puede
hacer.
Como en todas las
profesiones ocurre que hay quién la cumple a rajatabla y hay, también, quien se
la salta a la torera. La diferencia está en que por las repercusiones que tiene
la actividad empresarial, el coste social
es muy alto y los “efectos colaterales” muy dañinos cuando nos encontramos con empresarios que no
cumplan con lo establecido.
Una sociedad con
empresarios éticos es lo mejor a lo que podemos aspirar, por las grandes
consecuencias y repercusiones que generan. Una sociedad con empresarios no
éticos, es una auténtica desgracia, por lo mismo, por las grandes
consecuencias y repercusiones negativas que generan.
Ver: http://prevention-world.com/actualidad/noticias/detenido-empresario-negarse-inspeccion-trabajo/
Un empresario con ética genera lo que se entiende
como “libertad como independencia”: aquella que permite a las personas tener su
propia vida (un hogar, una familia, atender a sus necesidades, etc.). Darles a
las personas la posibilidad de plantear y planificar una vida deseada, con
proyectos y expectativas a la medida de cada uno. Es esta la mejor forma de
vertebrar una sociedad sana, productiva y solidaria.
Un empresario sin ética genera auténticos rehenes (por no decir
esclavos) que no tienen ni libertad ni independencia. Es esta la mejor
forma de destruir la sociedad anterior y
regresar a las cavernas.
En mi opinión, sin ética nada bueno perdura y se mantiene en el tiempo.
Es más, yo diría que tampoco nada malo. Al final, deberíamos tener, en primer
lugar, la capacidad de revelarnos contra la injusticia, y posteriormente, en
segundo lugar, si no se arregla, tener la capacidad de rebelarnos hasta
arreglarla.
Me explico. En primer lugar es necesario empezar a revelar verdades
olvidadas. Tomar conciencia (darse cuenta) de que no son normales muchas de las
cosas que nos están sucediendo. Por hacer una síntesis y aún a riesgo de simplificarlo mucho: revelar
de nuevo un viejo principio ya casi olvidado: “el derecho a tener derechos”. Luego vendría, en segundo lugar, la capacidad de rebelarnos (con b), oponernos a todo aquello que no respeta nuestros derechos.