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sábado, 3 de diciembre de 2016

LA ÉTICA EMPRESARIAL

LA ÉTICA EMPRESARIAL


"Resulta fácilmente concebible que la época Moderna -que comenzó con una explosión de la actividad humana tan prometedora y sin precedentes- acabe en la pasividad más mortal y estéril de todas las conocidas por la historia."
           Arendt, 'La condición humana' 

La Ética Empresarial se ocupa de la moralidad de las conductas de los seres humanos en un entorno laboral. Para ello se basa en un patrón o referente moral, previamente establecido y convenido. Se llega así, a establecer  lo que está bien y lo que está mal, lo que es correcto y lo que es incorrecto, lo que se puede hacer y lo que no se puede hacer.

Como en todas las profesiones ocurre que hay quién la cumple a rajatabla y hay, también, quien se la salta a la torera. La diferencia está en que por las repercusiones que tiene la actividad empresarial, el coste social  es muy alto y los “efectos colaterales” muy dañinos  cuando nos encontramos con empresarios que no cumplan con lo establecido.

Una sociedad con empresarios éticos es lo mejor a lo que podemos aspirar, por las grandes consecuencias y repercusiones que generan. Una sociedad con empresarios no éticos, es una auténtica desgracia, por lo mismo, por las grandes consecuencias y repercusiones negativas que generan. 



Un empresario con ética genera lo que se entiende como “libertad como independencia”: aquella que permite a las personas tener su propia vida (un hogar, una familia, atender a sus necesidades, etc.). Darles a las personas la posibilidad de plantear y planificar una vida deseada, con proyectos y expectativas a la medida de cada uno. Es esta la mejor forma de vertebrar una sociedad sana, productiva y solidaria.



Un empresario sin ética genera auténticos rehenes (por no decir esclavos) que no tienen ni libertad ni independencia. Es esta la mejor forma de destruir la sociedad anterior y  regresar a las cavernas.


En mi opinión, sin ética nada bueno perdura y se mantiene en el tiempo. Es más, yo diría que tampoco nada malo. Al final, deberíamos tener, en primer lugar, la capacidad de revelarnos contra la injusticia, y posteriormente, en segundo lugar,  si no se arregla,  tener la capacidad de rebelarnos hasta arreglarla.

Me explico. En primer lugar es necesario empezar a revelar verdades olvidadas. Tomar conciencia (darse cuenta) de que no son normales muchas de las cosas que nos están sucediendo. Por hacer una síntesis  y aún a riesgo de simplificarlo mucho: revelar de nuevo un viejo principio ya casi olvidado: “el derecho a tener derechos”.Luego vendría, en segundo lugar, la capacidad de rebelarnos (con b), oponernos  a todo aquello que no respeta nuestros derechos.

La libertad y la arbitrariedad legal no son compatibles.