sábado, 6 de septiembre de 2025

EL RUMOR


LA FÓRMULA DEL RUMOR= 

(R) Intensidad del Rumor=(I) importancia que tiene el rumor para el grupo de lo difunde x (A) Ambigüedad del mensaje y de los hechos que se relatan.
Posteriormente se le añadió la inversa de la capacidad crítica de las personas

 1/CAPACIDAD CRÍTICA: Las personas con una alta capacidad crítica detectaban que se trataba de un rumor y no se añadían a la cadena de la difusión.


A mayor ambigüedad del mensaje menor divulgación del  mismo.
A mayor capacidad crítica mayor probabilidad de ignorar  del rumor.


 A medida que el rumor crecía y se concretaba, salieron a la luz detalles singulares. 

Primero: las tiendas de modas sobre las que se centraban las sospechas vendían el nuevo modelo femenino de la minifalda y aparecían, por consiguiente, ante la mentalidad provinciana, bajo la incierta luz de algo singularmente erótico. 

Segundo: los rumores estaban adquiriendo un acusado matiz antisemita.Surgió y comenzó a extenderse el antiquísimo tema de las muertes rituales. El 30 de mayo la preocupación de la comunidad judía ante la evolución de los hechos alcanzó tal nivel de alarma que juzgaron necesario recabar la protección de las autoridades. La policía estaba, por supuesto, al tanto del amenazador rumbo que tomaban los acontecimientos. Pero hasta el momento se había limitado a analizar la situación desde la perspectiva de los hechos objetivos que pudieran acarrear una amenaza para el orden público , y no había podido descubrir ni el menor punto de partida en que apoyar sus pesquisas. Se comprobó, por ejemplo, que en Orleans no había desaparecido ni una sola joven (no digamos ya 28). Pero, al limitarse a los hechos objetivos, la policía olvidaba que el problema consistía en la existencia misma del rumor, no en la verdad que el rumor pudiera contener. Se trataba de una de las situaciones típicamente  humanas en las que la verdad depende de lo que se cree.

Paul Watzlawick

Un ejemplo claro que sirve en situaciones cotidianas que van más allá de los rumores o las leyendas. En ocasiones no debemos hacer caso del contenido de la comunicación que alguien emite. Es mucho más importante los motivos por los cuales así hace, por qué se originan y qué fin pretenden.


Desde la sociología, el rumor se entiende como un fenómeno psicosocial que se difunde de manera informal en un grupo o sociedad, transmitiendo información no verificada. No es solo un chisme sin importancia, sino que cumple funciones sociales y psicológicas clave.

El rumor tiene dos elementos fundamentales para su existencia, según los sociólogos Gordon Allport y Leo Postman:

 * Importancia: El rumor debe ser relevante para las personas implicadas. Cuanto más importante sea el tema, más probable es que se difunda.

 * Ambigüedad: La información disponible sobre el tema debe ser incompleta, incierta o confusa. Un vacío de información propicia la aparición y propagación del rumor.

La fórmula clásica

Y como todo abuso, el rumor pasa a tóxico y rector de nuestras vidas temerosas si no somos capaces de descubrir el caparazón que lo contiene. Hay que vacunarse contra los chismes:vivimos tiempos convulsos: crisis, cambios, inestabilidad laboral… El caldo de cultivo ideal para uno de los virus más peligrosos para la confianza en una organización: los rumores. 

Imagen 1: Elaboración Propia

¿Podemos evitar el contagio?




 VERDAD O MENTIRA

"Todos los hombres por naturaleza, desean saber. Así nos lo indica el amor a los sentidos; pues, al margen de su utilidad, son amados por sí mismos, y el más preciado , el de la vista. En efecto, no solo para la acción, sino también en los momentos de reposo, preferimos la vista, por decirlo así, al resto de los sentidos. Y la causa es que de los sentidos , este es el que nos hace conocer más, y nos muestra más diferencias." 

Aristóteles (Metafísica)

 

Cuando Aristóteles escribió esto aún no existía la ciencia como tal, aunque sus aportaciones y sus discrepancias con su maestro Platón, contribuyeron  en  cierta medida a poner su granito de arena.

 

Hoy Vicent, nos propone un regreso al empirismo, a la primacía de la experiencia, y al escepticismo de lo afirmado si este no es evidente a la  percepción  que nos ofrecen nuestros sentidos.  Fue precisamente el escepticismo de David Hume (1711-1776) el que contribuyó a enterrar la metafísica cuyos relatos eran muy  alejados de la experiencia. También, el escepticismo de  Tomás,  no aceptando lo que le contaban si antes no podía ver las heridas de las manos y meter  su dedo en el costado de Jesús.

LA GRAN COALICIÓN: PENSAMIENTO CRÍTICO + OPTIMISMO FUNCIONAL (1)

https://neuroforma.blogspot.com/2017/02/la-gran-coalicion-pensamientocritico-y.html


"Cualquier persona que tenga un móvil y acceso a un ordenador tiene el poder de desestabilizar una empresa, una institución o incluso un gobierno". Warren Bennis

Un rumor es una información falsa o tendenciosa, aparentemente inocente, pero hábilmente manipulada, que intoxica y entorpece la comunicación entre la gente, destruyendo la confianza y enrareciendo el ambiente. Un potente virus que es capaz de provocar una verdadera epidemia que desestabilice una organización. Suele empezar con un simple comentario, que se transmite de persona a persona con pequeñas alteraciones que van cambiando su significado y magnificando su virulencia y su potencial destructor.

Como en las epidemias médicas, los rumores se propagan por contagio.Le contamos un rumor a una persona, que a su vez lo cuenta a 10 personas más, creando una cadena de transmisiones que crece exponencialmente. Y a este proceso contribuyen de forma decisiva las nuevas tecnologías. Con Internet, el correo electrónico y los móviles, la información llega de forma casi instantánea a todos los rincones de cualquier organización.

¿Los rumores son siempre intencionados? Para contestar conviene distinguir entre dos tipos de rumores: los personales y los profesionales. Los primeros sí suelen ser intencionados: alguien lanza un comentario malicioso sobre un tercero, con la intención de producirle algún daño, y este comentario se propaga incontroladamente en forma de rumor hasta conseguir en poco tiempo su malicioso objetivo. Los segundos, en cambio, la mayoría de las veces no lo son. Los podemos crear accidentalmente por el desnivel de información entre nosotros y nuestro interlocutor, o los podemos provocar por el miedo.

En el primer caso, cuando tenemos información que nuestro interlocutor no tiene, decimos cosas que él no puede comprender y que provocarán una especulación que acabará en rumor. Imaginemos que yo, como gerente, estoy barajando la posibilidad de cambiar de oficinas (cosa que no quiero que nadie sepa hasta que sea una opción real), y usted, como directivo, me pide remodelar su despacho. Yo le contesto que no es el momento, y usted, que no sabe nada del posible traslado, empezará a especular sobre el sentido de mis palabras. Muy probablemente acabará diciéndole a su compañero algo como "estamos fatal, no tenemos dinero ni para arreglar mi despacho." El rumor está servido.

En el caso del miedo, el mecanismo es distinto. Lo que ocurre es pura y simplemente que lo proyectamos en forma de rumor, anticipando el peor de los escenarios. Y lo hacemos porque en el fondo estamos buscando combatir nuestros temores con un desmentido. Así, si temo perder mi trabajo, lanzaré un rumor: "Creo que nos echan a unos cuantos". Estaré esperando a que me digan que no, que es imposible, y que en todo caso no soy yo quien está en la lista. Pero acabo de lanzar un rumor letal que hará su camino infeccioso por toda la organización.

Además de las diferencias de información y del miedo, también tenemos en todas las organizaciones los "oportunistas del rumor": gente que utiliza los rumores como medio de captar la atención en sus círculos sociales y generar así camaradería con los demás. Lamentablemente, ignoran que hablando de los demás a sus espaldas, lo único que crean es recelo y desconfianza.

Hay situaciones en que las organizaciones van a sufrir inevitablemente constantes infecciones de rumores: nuevos fichajes, despidos, reorganizaciones, traslados o cualquier otra situación que implique un cambio. Y hay una situación en particular que las engloba todas ellas y que estamos viviendo actualmente de forma especialmente virulenta: una crisis. En una situación de crisis como la actual, los rumores se generan a diario como proyección del miedo, y se necesita un constante sobreesfuerzo para detectarlos y combatirlos para no poner en riesgo la organización.

¿Cómo combatir un rumor?

"En todas las relaciones, lo que hagas tendrá un impacto mucho mayor que lo que digas".

Stephen M. R. Covey


Si te interesa el tema y quieres profundizar, puedes leer el siguiente artículo:

INVENTANDO RELATOS

 

 

https://draft.blogger.com/blog/post/edit/8615013334320974582/1641839597171305420

 




 


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