La INUTILIDAD del silencio
“Allí donde habla el corazón es de mala educación que la
razón lo contradiga”.
Introducción
La frase con la que inicio
hoy este artículo, aparece en la novela de Milán Kundera titulada ‘La insoportable levedad del ser’.
La novela se publicó en el año 1984, y se desarrolla en Praga en el año 1968, año en el que yo estaba en mi adolescencia en un contexto de dictadura política en España, durante la cual todos guardábamos un silencio impuesto como norma de supervivencia. La lucecita del Pardo que alumbraba toda la noche, sin apagarse nunca, ya que el dictador estaba en vela preocupándose y resolviendo los problemas de todos los españoles (según nos decían sus forofos de entonces), no nos permitió enterarnos de las reformas hechas en la ‘Primavera de Praga’ ni de la posterior invasión de Checoslovaquia por la Unión Soviética.
En La Primavera de Praga, mucha gente decide romper con su mutismo (“silencio voluntario o impuesto” según nos dice la RAE) y expresar de forma masiva y clara sus protestas, siendo capaces de vencer su miedo y simulada prudencia, rompiendo la “lógica” impuesta y verbalizando aquello que le dictaba su corazón, es un buen ejemplo de la inutilidad del silencio. Optar por el silencio ante la injusticia, nos convierte en cómplices.
La invasión de Checoslovaquia por el Pacto de Varsovia liderados por la Unión Soviética, invadieron la República Socialista de Checoslovaquia. Estos días estamos asistiendo a otra invasión por parte de Rusia en donde manda el autócrata Putin, el nuevo zar dueño de todo el poder político y económico. Lo triste y dramático del asunto es, a mi juicio, que la vía diplomática no fuese capaz de conseguir otra opción diferente a la guerra. La involución y la merma del capital político y social de la humanidad es evidente. ¡ Hasta donde llegaremos!
Leer:
INVOLUCIÓN
https://neuroforma.blogspot.com/2020/05/involucion.html
Nos decía Manuel Vicent en una de sus columna de El País que titulaba ‘Punto azul’ ( 3-05-2020 ) que:
"Cualquier
tipo desesperado tiene a su disposición armas de destrucción masiva conectadas
a su odio, a su venganza o simplemente a su dolor de estómago". (la
negrita es mía).
Los analistas políticos que estos días salen en TV
explicándonos el fregado en el que estamos metidos hablan de Putin cada uno a
su manera, pero hay algo que la mayoría le atribuyen: que sorprende su
irracionalidad. Lo confirma el hecho de alguien
que toma la opción de la guerra, en estos tiempos, algo en su mente está estropeado, no funciona bien.
Será por eso que ahora hace tantos esfuerzos por racionalizar su decisión,
explicándola a través de gigantes
falacias sin sentido y que al parecer el trata de venderlas como “argumentos de
peso”.
Leer:
https://neuroforma.blogspot.com/2022/03/putin-el-guerrero.html
Ya nos decía Rousseau en su ‘La nueva Eloísa’:
“La razón hace al hombre, pero es el sentimiento quién lo dirige.”
Europa y EEUU hablan, tal vez en exceso. Cayendo en la verborrea, la cual define la RAE
como “Locuacidad, verbosidad.
Palabrería excesiva, propia de un charlatán o de un demagogo”. Sus palabras
no se acompañan de los hechos correspondientes y tan solo son un simulacro para
que no se haga tan evidente que realmente “miran para otro lado”. Tal vez fuese
mejor que siguieran las pautas de un artículo que publiqué es este mismo blog:
Leer:
La UTILIDAD del silencio
https://neuroforma.blogspot.com/2021/07/la-utilidad-del-silencio.html
Metáfora del Jinete y el Elefante
Ayuda a entender, tanto la utilidad como la inutilidad del silencio,
ya sea este por obligación o voluntario, por aceptación propia, la metáfora del
jinete y el elefante desarrollada por el psicólogo Jonathan Haidty. La expuso,
primero en su libro titulado ‘La hipótesis de la felicidad’ (Gedisa, Barcelona,2006)
y la utiliza de nuevo, en su libro titulado ‘La mente de los justos’ (Deusto, Barcelona,2018,
p.17), en la cual la sintetiza a través
de su primer principio de psicología
moral:
“La intuición viene primero, el razonamiento estratégico después”.
Nos permite entender la visceralidad, el diálogo de besugos,
la verborragia, el monólogo, el diálogo, la escucha, la claridad mental, el ciclo ERA: Estímulo- Reflexión- Actuación,
y demás conceptos que he descrito en el artículo de ‘La utilidad del silencio’.
También nos ayuda a entender la autocensura, la espiral del silencio, el miedo
a la marginación, lo políticamente correctos, la pos verdad y otros
elementos que me propongo abordar en otros artículos que seguirán a este. Haidt
nos la describe así:
“La mente está dividida como un jinete que guía a un elefante, y el trabajo del jinete es servir al elefante”.
El jinete es nuestro razonamiento consciente (los procesos
conscientes, controlados, la vía lenta) que nos permitan razonar “por qué”). Suponen
el 1% de los procesos mentales. El elefante es nuestra intuición (procesos inconscientes,
automáticos, la vía rápida) formada por nuestras
emociones y demás procesos que nos permiten “ver qué”). Supone el 99% de
nuestros procesos mentales, y tienen lugar fuera de nuestro consciente.
“El jinete y el elefante trabajan juntos, y a veces mal,
mientras damos tumbos por la vida en busca de significado y cohesión", nos
dice Haidt y también nos anticipa que “usaré esta metáfora para resolver el
enigma de por qué parece que todos los demás son unos hipócritas; para explicar por qué los militantes de un
partido están dispuestos a creerse mentiras escandalosas y teorías de la
conspiración”.
El elefante toma intuitivamente nuestras decisiones, después
el jinete se encarga de racionalizarlas, de encontrar razones y explicaciones
para justificar lo que el elefante decidió y hará a continuación. La razón no
es más que un sirviente de la intuición. No razonamos para encontrar la verdad;
buscamos razones para justificar nuestras
reacciones emocionales y darles un sentido de racionalidad. Nuestras pasiones
eligen los fines, y luego nuestra razón encuentra los medios para lograrlos.
El
razonamiento motivado nos lleva directamente al sesgo de confirmación,
"tragando" todo aquello que confirma nuestras creencias y rechazando
cualquier argumento de peso que las contradiga.
La psicología social entiende por “sesgo de confirmación” o
“sesgo confirmatorio” nuestra actitud que nos impulsa a buscar, favorecer su
procesamiento e interpretar la
información que confirman nuestras propias creencias, ignorando toda aquella que las contradicen y
las posibles alternativas que pudiera solucionar la cuestión (lo que en el
anterior artículo de “La utilidad del silencio llamábamos “ver con orejetas”.
Esto explica el diálogo de besugos al
que nos tienen acostumbrados nuestros parlamentarios.
Invito a leer de nuevo el artículo ‘La utilidad del
silencio’, teniendo en cuenta la metáfora de ‘El Jinete y el elefante’. Tal vez
lleguemos a conclusiones diferentes a la que llegamos con la primera lectura.
“La razón es esclava de las pasiones “
Adam Smith
¿Desde que estado de ánimo decidió Putin
iniciar la invasión de Ucrania?
Bibliografía:
[1] ‘La mente de los justos’ (Deusto, Barcelona,2018, p17)