LAS INTELIGENCIAS
“Es
fácil conseguir que las computadoras muestren capacidades similares a las de un
humano adulto en test de inteligencia, pero difícil o imposible lograr que
posean las habilidades perceptivas y motrices de un bebé de un año“. Hans
Moravec.
Podemos definir la inteligencia, en general, cómo la
capacidad que tiene una persona de resolver los problemas que se le presentan
en el día a día. Lógicamente, los problemas que se le presentan son múltiples y
de variada naturaleza. Dependen, sobre todo, del contexto y entorno en el que cada
persona se mueva. Así, por ejemplo, si una persona vive en plena naturaleza,
los problemas que en mayor cuantía se le presentarán serán aquellos referidos a
la misma. Le sería muy práctico, por lo tanto, tener muy desarrollada su
inteligencia medio ambiental o natural: aquella que se
utiliza cuando observamos y estudiamos la naturaleza y que nos dota de la
habilidad de reconocer y comprender el entorno natural permitiéndole al hombre
sobrevivir y dominar el entorno. Si tu pretensión es dedicarte a la danza o ser
un buen tenista, ajustador o cirujano, te vendría muy bien tener
desarrollada tu inteligencia corporal cinestésica o física: capacidad de
utilizar el propio cuerpo para resolver problemas y hacer actividades.
En esta píldora estamos dando por supuesto que ya te has leído y comprendido una anterior y que titulamos “La Inteligencia Emocional: comprensión conceptual”, y que por lo tanto ya sabemos que hay más inteligencias que la que demostramos en el colegio, es decir, que la cognitiva, la clásica, el CI: cociente intelectual. Lo más común es que se hable de las 9 inteligencias , a las que hay que sumar a las que aparecen en la imagen las siguientes: Inteligencia espiritual o existenciaL y la Inteligencia Pictórica.
Dado que los atributos deben guardar una alta y positiva correlación, estadísticamente significativa, con los resultados, las preguntas que me surgen, así de repente, son las siguientes:
¿No deberíamos tener construido un mundo mucho más adaptado a todas las características humanas?
¿Somos lo suficientemente
inteligentes, para dejar de aplicar la tan repetitiva máxima de que “hay que adaptarse a las
circunstancias" y predicar con más énfasis y mayor frecuencia, que hay que empezar por adaptar el mundo a los humanos.
Hace ya tiempo que ha aparecido otra inteligencia
más: La Inteligencia Artificial. He sido un seguidor de Ray Kurzweil y de otros
promotores de la inteligencia artificial, en la cual se da, sin duda, la paradoja de Moravec: lo que es difícil para
nosotros es fácil para las máquinas; lo que es fácil para nosotros es difícil o
imposible para ellas. Después de leer la columna de Manuel Vicent, no me atrevo a
exponer absolutamente nada más. La
sintetiza a través de sus metáforas y
sus argumentos narrativos y descriptivos,
magistralmente.
Tan solo añadir en sintonía con lo que implícitamente me parece que sugiere Vivent, que lo que nunca tendrá la Inteligencia Artificial será algo que también escasea en los tiempos actuales en los humanos:
el
sentido común, que trágicamente se está convirtiendo, a pasos agigantados, en el menos común de los
sentidos.
Leer, si estás interesado:
INTELIGENCIA
EMOCIONAL: Comprensión conceptual
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Como siempre, a continuación, copio y pego la columna de Manuel Vicent para que la puedan leer los no abonados a El País, por no abrirle el enlace.
En mi opinión (respeto al que piense justamente lo contrario) lo que escribe Manuel Vicent es auténtica sabiduría, que debería llegar a todo el mundo. Yo con ello pretendo cumplir lo que digo en mi blog. “Actualmente, mi motivación básica es la trascendente (" Me gusta lo que hago porque beneficia a muchas personas"): Hacer de forma altruista mi pequeña aportación al desarrollo personal y profesional de las personas y a crear una sociedad más justa.”
Sigo siempre el mismo proceso: Como todos los lectores suscritos a El País,leo la columna de Vicent el domingo a la mañana cuando me despierto. La reflexiono, e inspirado en ella, escribo mi comentario y, dos horas después, lo publico en mi blog. Posteriormente, si tengo tiempo, le doy otra vuelta y añado cosas que se me ocurren hasta dejarlo ya definitivamente terminado en mi blog.
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Migas de pan
Podría sucederle a la ciencia lo mismo que a
Pulgarcito si el ciego azar la llevara a adentrarse en el bosque de la
inteligencia artificial
Hace 5.500 años en Mesopotamia el pensamiento fue inscrito por
primera vez con los dedos en tablillas de barro. Desde entonces, a
lo largo de la historia, los dedos nunca han dejado de participar en el
desarrollo de la inteligencia humana. Hoy los niños golpean con sus yemas
sonrosadas el teclado del iPhone, un nuevo cerebro que los adolescentes llevan
con orgullo en el bolsillo trasero del pantalón. La cultura informática nos ha
dejado en la entrada de un bosque animado donde se dice que está poblado
de máquinas que piensan por sí solas y
ya no necesitan aprender nada de los humanos. La inteligencia artificial no
está muy lejos de ser una versión digital del cuento de Pulgarcito. Todo
el mundo sabe qué le pasó a ese niño. Sus padres eran unos leñadores muy pobres
y decidieron abandonar a sus siete hijos en el bosque porque no los podían
alimentar. Así lo hicieron, pero Pulgarcito en el bosque les dijo a sus
hermanos que no temieran nada porque había dejado migas de pan por el camino,
de modo que siempre podrían regresar a casa si así lo deseaban. Al cabo de un
tiempo de vagar por el bosque se sintieron perdidos y al intentar volver sobre
sus pasos se encontraron con que las migas de pan se las habían comido los
pájaros. Pulgarcito y sus hermanos quedaron en poder de un ogro, que los quiso
devorar. Lo mismo podría sucederle a la ciencia si el ciego azar la llevara
a adentrarse en el bosque de la
inteligencia artificial. Si los pájaros se comieran las migas de pan
que deberían devolverla a la realidad, podría quedar para siempre atrapada en
un bosque virtual donde todo sería real y ficticio, verdadero y falso, bueno y
malo a la vez, un juego divertido y diabólico, ejecutado con los dedos, pero
sin ninguna posibilidad de retorno a la vida real. En este caso habría que
pedirle a Pulgarcito que inventara algún plan para salvarnos del ogro y volver
a casa.
https://elpais.com/autor/manuel-vicent/
Gracias Julio. Excelente post y reseña del estimado Manuel Vicent. Agregar que comparto y suscribo como propio tanto el post como el comentario. Ciertamente estoy de acuerdo con la esencia del artículo y del post y comentario. Puedo decir que como pionero en el mundo de Internet en España, me considero suficiente conocedor de cuanto llevamos entre manos como persona y a nivel técnico como puede ver por encima en mi blog de entrada a otros blogs https://quisiera-montejb.blogspot.com/ que lamentablemente tengo en stand by por motivos de salud, aunque en los demás aspectos sigo activo casi al día, incluso en una pequeña y diversa comunidad de buenos amigos en WhatsApp. Si lo considera oportuno y dispone de un hueco, me agradaría invitarle a contactarme en la seguridad que sabrá cómo hacerlo. Reciba un cordial saludo. Juan Bernardo alias montejb
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