viernes, 14 de octubre de 2016

LA CADENA PSA como fuente de nuestros RECURSOS 2


LA CADENA PSA como fuente de nuestros RECURSOS 3


Primero pensamos, después sentimos algo como resultado de ese pensamiento, y después actuamos sobre la base de ese sentimiento.


Herramienta  práctica:

A partir de lo dicho anteriormente en “La Cadena PSA como fuente de nuestros recursos 2”, exponemos, a continuación,  una herramienta que si la utilizamos a la hora de abordar un problema o dificultad, nos llevará a un abordaje del mismo con un estado de ánimo que nos potencie y nos facilite el encontrar la solución.  
Para familiarizarte en su uso te pedimos que realices el siguiente ejercicio:

1. Piensa en algo que, en estos momentos, represente un problema para ti.
Responde por escrito, escribiendo cada respuesta antes de pasar a la siguiente, a estas cuestiones:

1.     ¿Qué es lo que va mal?
2.      ¿Por qué tengo este problema?
3.     ¿Cuánto tiempo hace que lo tengo?
4.     ¿En qué aspectos me está limitando?
5.     ¿Qué es lo que me está impidiendo hacer lo que quería lograr?
6.     ¿Quién tiene la culpa de que yo tenga este problema?
7.     ¿Cuándo fue la ocasión en la que lo experimenté con mayor intensidad?

Reflexiona un momento y anota tus propios sentimientos.



2. A continuación, pensando de nuevo en el problema o dificultad anterior,
responde por escrito, escribiendo cada respuesta antes de pasar a la siguiente, es estas cuestiones:


1.     ¿Qué es lo que quiero lograr?
2.     ¿Cuándo deseo tenerlo?
3.     ¿Cómo sabré que lo he conseguido?
4.     Cuando lo haya conseguido, ¿qué otras cosas mejorarán en mi vida?
5.     ¿De qué recursos dispongo para ayudarme a conseguirlo?
6.     ¿Cuál es la mejor manera de utilizar los recursos que tengo?
7.     ¿Qué voy a empezar a hacer ahora para conseguir conseguir lo que quiero?


 Reflexiona un momento y anota tus propios sentimientos.


Como observamos, hay una diferencia importante en plantearse los temas de una forma u otra. El primer tipo de preguntas nos lleva a vernos en un pozo sin encontrar la salida, generando un estodo de ánimo de culpabilización que nos debilita o imposibilita que actuemos. El segundo tipo de preguntas nos lleva a un estado de ánimo de proactividad, potenciándonos en las acciones que realicemos. De ahí la importancia que tiene el formularlos  de forma adecuada. Ante un mismo problema, en función del enfoque que le demos, cambia nuestra actitud y nuestros sentimientos, cambia nuestro estado de ánimo para abordarlo. . El que se consiga o no un objetivo, depende de cómo nos lo planteemos. Por todo ello es muy importante hacer un buen planteamiento situándonos en un MARCO DE META (el segundo tipo de preguntas) y no en un marco de CULPABILIZACION (el primer tipo de preguntas). 

Nuestro cerebro no es capaz de reconocer la diferencia entre lo real y lo que nos imaginamos vívidamente. Las vías neuronales que empleamos cuando imaginamos algo, son las mismas que empleamos en la realidad. Piensa  intensamente en un limón, en que lo comes. ¿Se te hace agua en la boca, igual que si lo comiese?
Es importante imaginarse el resultado que deseamos y no el que no deseamos. Es importante conseguir mentalmente lo que se quiere (imaginarlo) antes de poder conseguirlo materialmente.
Los Psicólogos deportivos recurren a métodos de visualización. ¿Por qué?; porque los pensamientos visualizados son absorbidos por nuestro cerebro y este emite el mensaje con total claridad. Los musculatura, y todos los actos, reaccionan adecuadamente ante las instrucciones precisas que ha ordenado la visualización.
¿Conoce a alguien que haya triunfado en algo? Pregúntele cuantas veces “soñó” con el triunfo y se imaginó la situación antes de lograrlo.

No se puede conseguir nada en lo material sin haberlo conseguido antes en lo mental.

 “La mente domina la materia”, nos dice la filosofía oriental.
Una forma inteligente y eficaz de abordar nuestras metas u objetivos, es fomentar en nosotros pensamientos, ideas y sentimientos conforme a aquellas acciones que nos conviene llevar a la práctica, y nunca fomentar pensamientos, ideas o sentimientos conformes a las acciones que es necesario evitar. Al que constantemente piensa que le duele la cabeza, acaba doliéndole. Otra cuestión relacionada con esto es la autoestima (confianza en mí mismo, firme convicción de que somos competentes para lograr los objetivos que nos marquemos). Detrás del éxito o el fracaso está siempre la autoestima. ¿Por qué? Porque la forma que tenemos de pensar, sentir y actuar, la forma en que reaccionamos ante las distintas situaciones, depende mucho de lo que pensemos que somos y de cómo nos sentimos. Por eso la autoestima es tan importante.

Cualquier transformación que emprendamos empieza, y probablemente acaba, en un cambio de nuestra forma de pensar.



                                                                                  







_ _       ____ ____       ________        ______
_ _____           _____  __________    _____  __
_ _____ ______         ________ _______    __
_ ___ ____      __________ ________          _
_______          ___________  ______
_ ____________________________            _______
_______          _____

No hay comentarios:

Publicar un comentario