Si has leído la primera entrada de este
blog: Leer:
https://neuroforma.blogspot.com/2016/10/comienzohoy-este-blog.html
y si has entrado en la dirección de
la web que aparece al final, te habrás
percatado que es la misma entrada que aparece allí en Inicio de Neuroforma.
Me pareció relevante
comenzar así este nuevo blog, dado que va a ser una continuación del otro,
pero, con algunas diferencias esenciales. Las circunstancias cambian, y con
ellas nosotros, y es debido a esto que no se ajusta exactamente, lo que
escribía en el año 2011, a lo que ahora pretendo.
Ya es un tópico aquello de que es
necesario reinventarse. Entiéndase en este caso, no como “cambiar la
forma de ser”, sino en el sentido de “cambiar la forma de estar en el
mundo”. Con respecto al inicio de 2011, ha cambiado sustancialmente mi
forma de estar en el mundo.
Es por ello, que me vi en la obligación de aportar
este nuevo post – Sobre mí-, para aclarar algunas cuestiones, que
faciliten a los lectores del mismo entender lo que escribiré aquí y saber
qué es lo que pueden esperar encontrar en este blog. Si en el anterior desarrollaba, fundamentalmente, temas técnicos sobre Desarrollo Personal y Profesional, en el de ahora pretendo, dar de forma general, Opiniones sobre la vida.
Hay tres cosas que me acompañaron, y lo siguen haciendo, de
forma estable en mi trayectoria vital: el entusiasmo, la motivación y el
optimismo funcional. Lo que ha cambiado actualmente es mi
motivación e intereses.
Lo que trato de explicar aquí, es lo que me motiva a iniciar hoy este blog, y dar a conocer lo que los lectores pueden esperar encontrar en el mismo. Sorprenderá a muchos que me conocen, pero no en esta faceta, y espero que si defraudo a alguien sea al menor número posible de personas. Contentar y gustar a todos ya sabemos que es misión imposible.
Si en la primera de las entradas, mi presentación giraba en torno a una
metáfora "Agricultor de Ideas". Leer: https://neuroforma.blogspot.com/2016/10/comienzohoy-este-blog.html) , en esta va a girar en torno a una parábola. Es la “parábola de los
tres albañiles”, que con diferentes títulos y contenidos ha sido contada
infinidad de veces en cursos de management.
“Un turista que visita una ciudad, observa a tres albañiles que
trabajan con gran ahínco en una obra. El turista pregunta a uno de ellos: “¿Qué
está haciendo?”, y este le mira con cierta incredulidad y responde: “Me estoy
ganando el sustento”. Luego se acerca al segundo albañil y le hace la misma
pregunta. Este, de forma rápida y con cierto énfasis, le responde: “Soy el
mejor albañil de toda la ciudad”. De nuevo el turista hace la misma pregunta al
tercer albañil y este, después de pensar un poco, le responde: “Estoy ayudando
a construir una gran catedral…”
Di multitud de cursos sobre motivación en los más diversos foros. En el Master de Gestión de Empresas de Automoción de la Universidad de Vigo, mientras existió, fui profesor del módulo “La motivación de los Recursos Humanos". La profundización en el conocimiento y en la teoría de la motivación, contribuyeron en mí, sin duda, a incorporarla desde un punto de vista práctico en mi vida a lo largo de la cual me acompañó y me sigue acompañando. Vista la motivación desde lo que me gusta llamar “Visión de helicóptero”,
desde muy arriba, con perspectiva, podemos decir que hay dos tipos de personas
con respecto a la misma: un tipo, cuya motivación básica es ir por la
vida escapando de lo que no les gusta -evitadores del fracaso- y, un segundo
tipo, cuya motivación básica es ir caminando hacia lo que le gusta -
buscadores del éxito-. Siempre me ha movido esta última.
Un poco más abajo de esta forma de verla, pero seguimos arriba, podemos
hablar de tres tipos de motivación: extrínseca, intrínseca y trascendente. En
la parábola de los albañiles quedan muy bien reflejadas las tres.
En mis comienzos, predominó en mí la motivación extrínseca: la necesidad de
ganarse los garbanzos. Años después, predominó la intrínseca (me gusta lo que hago, me enriquece como persona y profesional, y disfruto con ello"), hasta tal punto
que declaré muchas veces que llevaba 20 años sin trabajar, siendo mi jornada
habitual muchos días de 12 horas. Conseguí aquello que se atribuye a
Confucio: "Encuentra un trabajo que te guste, y no volverás a trabajar ni un sólo día de tu vida".
Actualmente, mi motivación básica es la
trascendente (" Me gusta lo que hago porque beneficia a muchas personas"): Hacer de forma altruista mi pequeña aportación al desarrollo personal y profesional de las personas y a crear una sociedad más justa.
Sigo, por supuesto, disfrutando con la
intrínseca, pero lo que me mueve a iniciar este blog es, sobre todo, la
trascendente. A las personas movidas por esta motivación, ya no le van las "milongas", se encuentran libre de muchos condicionamientos sociales manipulativos que llevan a renunciar a la individualidad y convertirse en hombre masa,indiferenciado. Han aprendido a dirigir su propia evolución.
La motivación trascendente lleva a la
persona a ser ella misma y expresarse desde un alto índice de autenticidad -
correlación entre lo que se piensa, siente y dice-. Se pronuncia con respuestas
propias, no estereotipadas, buscando su encuadre no dentro de lo “políticamente
correcto”, sino expresando lo que realmente siente y piensa y buscando,
como objetivo, la madurez intelectual, la cual se refleja, sobre
todo, en saber separar el grano de la paja, lo importante de lo que no lo es,
la anécdota de los contenidos. Procuraré, por todos los medios, acercarme a esta declaración
que hoy hago, y si algunas personas se sienten defraudadas por no haber satisfecho sus expectativas, si me lo hacen saber, sin duda, me serán de gran ayuda. Sigo desde hace tiempo aquel consejo que nos daba Peter F. Drucher: "La comparación de los resultados con las expectativas indica también lo que no se debe hacer."
Espero haber clarificado, lo que los lectores podrán
esperar de mí.
Abordaré
y clasificaré todas las entradas en cuatro grandes temas, -(colecciones según
google +):
Si has leído la primera entrada de este
blog:
Leer:
https://neuroforma.blogspot.com/2016/10/comienzohoy-este-blog.html
y si has entrado en la dirección de
la web que aparece al final, te habrás
percatado que es la misma entrada que aparece allí en Inicio de Neuroforma.
Me pareció relevante
comenzar así este nuevo blog, dado que va a ser una continuación del otro,
pero, con algunas diferencias esenciales. Las circunstancias cambian, y con
ellas nosotros, y es debido a esto que no se ajusta exactamente, lo que
escribía en el año 2011, a lo que ahora pretendo.
Ya es un tópico aquello de que es
necesario reinventarse. Entiéndase en este caso, no como “cambiar la
forma de ser”, sino en el sentido de “cambiar la forma de estar en el
mundo”. Con respecto al inicio de 2011, ha cambiado sustancialmente mi
forma de estar en el mundo.
Es por ello, que me vi en la obligación de aportar
este nuevo post – Sobre mí-, para aclarar algunas cuestiones, que
faciliten a los lectores del mismo entender lo que escribiré aquí y saber
qué es lo que pueden esperar encontrar en este blog. Si en el anterior desarrollaba, fundamentalmente, temas técnicos sobre Desarrollo Personal y Profesional, en el de ahora pretendo, dar de forma general, Opiniones sobre la vida.
Hay tres cosas que me acompañaron, y lo siguen haciendo, de
forma estable en mi trayectoria vital: el entusiasmo, la motivación y el
optimismo funcional. Lo que ha cambiado actualmente es mi
motivación e intereses.
Lo que trato de explicar aquí, es lo que me motiva a iniciar hoy este blog, y dar a conocer lo que los lectores pueden esperar encontrar en el mismo. Sorprenderá a muchos que me conocen, pero no en esta faceta, y espero que si defraudo a alguien sea al menor número posible de personas. Contentar y gustar a todos ya sabemos que es misión imposible.
Si en la primera de las entradas, mi presentación giraba en torno a una
metáfora "Agricultor de Ideas". Leer: https://neuroforma.blogspot.com/2016/10/comienzohoy-este-blog.html) , en esta va a girar en torno a una parábola. Es la “parábola de los
tres albañiles”, que con diferentes títulos y contenidos ha sido contada
infinidad de veces en cursos de management.
“Un turista que visita una ciudad, observa a tres albañiles que
trabajan con gran ahínco en una obra. El turista pregunta a uno de ellos: “¿Qué
está haciendo?”, y este le mira con cierta incredulidad y responde: “Me estoy
ganando el sustento”. Luego se acerca al segundo albañil y le hace la misma
pregunta. Este, de forma rápida y con cierto énfasis, le responde: “Soy el
mejor albañil de toda la ciudad”. De nuevo el turista hace la misma pregunta al
tercer albañil y este, después de pensar un poco, le responde: “Estoy ayudando
a construir una gran catedral…”
Di multitud de cursos sobre motivación en los más diversos foros. En el Master de Gestión de Empresas de Automoción de la Universidad de Vigo, mientras existió, fui profesor del módulo “La motivación de los Recursos Humanos". La profundización en el conocimiento y en la teoría de la motivación, contribuyeron en mí, sin duda, a incorporarla desde un punto de vista práctico en mi vida a lo largo de la cual me acompañó y me sigue acompañando.
Vista la motivación desde lo que me gusta llamar “Visión de helicóptero”,
desde muy arriba, con perspectiva, podemos decir que hay dos tipos de personas
con respecto a la misma: un tipo, cuya motivación básica es ir por la
vida escapando de lo que no les gusta -evitadores del fracaso- y, un segundo
tipo, cuya motivación básica es ir caminando hacia lo que le gusta -
buscadores del éxito-. Siempre me ha movido esta última.
Un poco más abajo de esta forma de verla, pero seguimos arriba, podemos
hablar de tres tipos de motivación: extrínseca, intrínseca y trascendente. En
la parábola de los albañiles quedan muy bien reflejadas las tres.
En mis comienzos, predominó en mí la motivación extrínseca: la necesidad de
ganarse los garbanzos. Años después, predominó la intrínseca (me gusta lo que hago, me enriquece como persona y profesional, y disfruto con ello"), hasta tal punto
que declaré muchas veces que llevaba 20 años sin trabajar, siendo mi jornada
habitual muchos días de 12 horas. Conseguí aquello que se atribuye a
Confucio: "Encuentra un trabajo que te guste, y no volverás a trabajar ni un sólo día de tu vida".
Actualmente, mi motivación básica es la
trascendente (" Me gusta lo que hago porque beneficia a muchas personas"): Hacer de forma altruista mi pequeña aportación al desarrollo personal y profesional de las personas y a crear una sociedad más justa.
Sigo, por supuesto, disfrutando con la
intrínseca, pero lo que me mueve a iniciar este blog es, sobre todo, la
trascendente. A las personas movidas por esta motivación, ya no le van las "milongas", se encuentran libre de muchos condicionamientos sociales manipulativos que llevan a renunciar a la individualidad y convertirse en hombre masa,indiferenciado. Han aprendido a dirigir su propia evolución.
Espero haber clarificado, lo que los lectores podrán
esperar de mí.
Abordaré
y clasificaré todas las entradas en cuatro grandes temas, -(colecciones según
google +):
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