Imagen 1: Elaboración propia
TIEMPOS CONVULSOS
“Nunca se debe destruir algo, cambiar una regla o alterar una tradición si no se comprende porqué se creó en primer lugar.”
Chesterton
En una entrevista que le hacen a Juan José Millás y Juan Luis Arsuaga sobre su penúltimo libro escrito por los dos, en equipo, titulado 'La muerte contada por un sapiens a un neandertal', dice Millás:
“Desde niño he creído que el neandertal era el bueno y que se extinguió por
eso. Porque llegó el sapiens, que era un hijo de puta, y no pudo contra tanta
hijoputez. Cuando pienso en mí y en mis desencuentros con el mundo y con la
realidad, me siento como el último neandertal en una tribu de sapiens. Este
seguramente viviría sorprendido y tendría que fingir para no ser calificado de
raro”. (El subrayado es mío)
No hay solución posible, a ningún tipo de problema, conflicto, guerra..., si antes no se llega a la causa raíz.
¿Lo han tenido en cuenta los personajes que pretenden dirigir el mundo?:
¡Sin duda,
salvar el pellejo!
Bolsa, mercados y cotizaciones
El aviso de un gigante de Wall Street a Tesla: "Nunca antes una marca de coches había quemado su reputación tan rápido"
Parece que no, que lo único que buscan y declaran abiertamente es que la función de los pobres no es otra que la de contribuir a hacerlos, a ellos, cada día más ricos, sin disimulos ni fingimientos. Ya no tratan como antaño de preservar el statu quo (estado de las cosas en un momento dado considerado como un equilibrio o una armonía que, si se rompe, aparece la agitación o conmoción.
Ya nos ponía en
guardia el sociólogo Norbert Elías
cuando sostenía que:
"La civilización no es un estado permanente, sino
un proceso precario
que puede revertirse por completo"
Entendía
como civilización “un proceso permanente que hunde sus raíces en las
estructuras más profundas de la psicología y las estructuras de organización
social de los occidentales.”
¿ Cuál es, a tu juicio, la táctica más utilizada por Trump?
El miedo, al igual que el placer provoca radicales cambios de personalidad con respecto a la toma de decisiones de los humanos. Un claro ejemplo de ello nos lo está ofreciendo Feijóo y Mazón en Valencia.
Chesterton frente a los anhelos del populismo sostenía que
«para corromper a un individuo basta con enseñarle
a llamar derechos a sus anhelos personales».
Estos amargos tragos no los pasan los ricos ricos,
lo cual no quiere decir que los miedos de los ricos y poderosos no sean iguales a los
miedos de los no poderosos, pero todos tenemos claro que su reacción al mismo
es totalmente diferente: ellos tienen medios y recursos de todo tipo suficientes para arremeter contra
lo que les provoca el miedo sea cual sea la causa del mismo que, en muchos casos, pueden llegar a ser eficazmente
destructivos sea cual sea el contexto en el que operan (ejemplos paradigmáticos: Trump, Putin, Elon Musk, y un largo etcétera que
podríamos añadir a la lista.
¿Podríamos vivir si no tuviéramos la capacidad de auto engañarnos?
Mi
respuesta es que no. El mundo que tenemos construido, en el que se dan
tragedias de todo tipo que la mayoría de las personas psíquicamente sanas no
serían capaz de soportar, no funcionaría sin mentiras y sin auto engañarnos a
través de lo cual creamos y sostenemos percepciones distorsionadas que nos
evitan enfrentarnos a la cruda realidad y tener que manejar determinado tipo de
emociones que nos hacen muy vulnerables.
¿Habría arrasado (55% de los votos) en las elecciones de EE.UU. Donald Trump
sin recurrir a las tecnologías actuales para implantar en el cerebro de miles
de americanos relatos que estos acabaron creyéndolos y votándolos?
“Las redes basadas en relatos hicieron
de Homo sapiens el animal más poderoso del planeta, al conferirle una ventaja
decisiva no solo sobre leones y mamuts, sino también sobre otras especies
humanas remotas como los neandertales”
Yuval Noah Harari
Tal vez sea necesario, hoy en día, que se crean relatos de lo más estrambóticos, aplicar aquello de que “el dato anula el relato” y siguiendo a Albert Camus que ya no se trata de “revolución” sino de rebelión constante que promueve el hombre crítico, humanista, que no se dejan engañar por tiranos demagogos/as que dicen hablar en nombre de la libertad. Para él rebelde es que se revuelve contra algo. La rebelión la entiende como un acto interior de aceptación: es una especie de conversión en virtud de la cual busca el hombre una coherencia entre lo que hace, lo que siente y lo que cree. Muy parecido a lo que hace años empecé a llamar y explicar cómo
ÍNDICE DE AUTENTICIDAD.
Si no se cree en nada, ni nada tiene sentido, nada tiene importancia y cualquier conducta humana, haga lo que haga, sea justa o egoísta está en sí misma justificada:
De aquí se deduce la importancia de entender el CONTEXTO
Termino con la gran pregunta de Hume:
¿Por qué tantos se
someten a tan pocos?
.................
i
Para salvar el
pellejo
Si hoy se repitiera 1936, ¿quién haría el papel de
Unamuno, que primero fue franquista y luego antifranquista?
Dada la confrontación social y el
grado de odio que existe en la política española, a veces
durante los insomnios me entretengo imaginando qué bando elegirían los
políticos, los intelectuales, los escritores y líderes de opinión, que hoy
acaparan la actualidad, si se repitiera un 18 de julio de 1936, tal como
sucedió entonces. En este juego, que no deja de ser una macabra pesadilla, doy
por supuesto que habría muchas sorpresas en una España en guerra, partida en
dos, rojos y azules, con una victoria incierta. Muchos cambiarían de ideología
a la fuerza según el bando geográfico que les hubiera tocado en suerte, pero,
sin duda, a alguna gente que hoy es muy de derechas la verías puño en alto y
otros de izquierdas te saludarían con el brazo extendido a la manera fascista;
ese que parece un santo varón tal vez te mandaría fusilar y ese otro tan
siniestro te refugiaría en su casa.
Así es el alma humana cuando se pone en
ebullición. ¿Quién haría el papel de Unamuno? Al
principio fue socialista y se enfrentó a los nacionalistas; después la tomó
contra el rey Alfonso XIII y el dictador Primo de Rivera, como
un Quijote lanza en ristre. Exiliado en Fuerteventura y luego en París y
Hendaya, de regreso a España tuvo un voto para ser presidente de la República,
pero su odio visceral a Azaña, que le había arrebatado alguna prebenda
académica, lo vertió contra el Frente Popular; saludó al Alzamiento Nacional
como la salvación de España; se deshizo elogiando la limpia espada de Franco
hasta armarse una empanada mental en el famoso acto de la Universidad de
Salamanca aquel Día de la Raza para acabar cazando moscas sin
saber en qué bando estaba. Y todo porque le dolía España.
Hoy se habla con toda naturalidad de drones, tanques,
misiles con cabeza nuclear, aviones de combate, armamento de defensa o
ataque como si una próxima guerra que se avecina fuera una
fiesta a la que todos estamos invitados. En vista del caso, ¿qué le gustaría
salvar primero, el pellejo o la patria?