Manuel Castells: un ministro VISIONARIO
Utilizo el término visionario en
la siguiente acepción:
“Visionario es un adjetivo que
suele emplearse para calificar a la persona que, gracias a su creatividad, su
imaginación o sus conocimientos, logra prever qué ocurrirá en el futuro. El concepto,
de este modo, se asocia a una cierta visión de los acontecimientos que están
por venir.”
En este caso concreto, a mi
juicio creatividad, imaginación y conocimiento se dan juntos.
Contexto
El 19 de febrero del año 2002,
hace casi 18 años, el que al parecer va a ser ministro de universidades del
gobierno que se está formando estos días, dio una conferencia en Vigo, en el llamado, en
aquellos momentos, Teatro García Borbón,
hoy llamado Teatro Afundación. La dio en una sala anexa en la cual yo había
dado muchos cursos a los mandos y directivos de la empresa en la que trabajé.
La dio para la Delegación de la Confederación de Empresarios de Pontevedra, presidida, en aquel momento por José Manuel Fernández Alvariño, el cual un
año después se convertiría en Presidente de la Delegación de la Confederación de
empresarios de Pontevedra. Fui a la
conferencia y elaboré el siguiente informe-resumen que pasé a varias personas
que no pudieron asistir a la misma, y que es exactamente el mismo que hoy
publico aquí en este blog, tal cual lo hice en aquel momento: me limito
a copiar y pegar, ("copy
paste")
Informe -Resumen
Título de
la conferencia:
INNOVACIÓN TECNOLÓGICA Y DESARROLLO TERRITORIAL
Ponente: MANUEL CASTELLS
Fecha: 19 febrero, 2002
Comenzó definiendo el “nuevo paradigma tecnológico” en
el cual riqueza es igual a competitividad de las empresas. Esta
competitividad puede conseguirse por dos vías:
1. -
Abaratamiento de costes.
2. -
Incrementando la productividad.
La segunda vía, la del incremento de la productividad,
se consigue a través de la innovación y manteniendo una calidad de vida
aceptable de las personas.
La innovación debe referirse a la tecnología, a los sistemas organizativos y a los productos, diciendo, con énfasis, lo siguiente:
“De nada vale la innovación tecnológica si no va acompañada de una innovación organizativa”
Señaló, también, que la innovación procede de la
cultura de empresa, de la información (más exactamente, de la información
convertida en conocimiento), y del talento. Un talento que a veces no se
fomenta en un territorio concreto y entonces, en aquellos sitios punteros,
procede de la inmigración. Así, por ejemplo, en Silicón Valley un 40 % del
talento procede de la inmigración, fundamentalmente indios y chinos.
Se refirió luego a la globalización,
sosteniendo que la génesis de la misma es la globalización financiera, el
mercado financiero global, es decir, los ahorros de un pequeño ahorrador de
Vigo entran en el mercado financiero global. Sostuvo que la creación de empresas
con capacidad de innovar pasa por la inversión, condición “sine qua non” y esta
es igual a confianza más expectativa. El inversionista debe tener una confianza
en el sistema financiero y las expectativas de una alta ganancia, es decir, no
vale cualquier inversión sino inversión a través del capital-riesgo. Aquí
puso un ejemplo muy bueno comparando la inversión en productos para el ejército
y productos fruto de la inversión riesgo con destino al mercado.
Desarrolló luego, el tema TERRITORIALIDAD E INNOVACIÓN.
Los medios de innovación se localizan en las “tecnópolis
del mundo”, sitios territoriales en los que cuentan con medios de
innovación. Ejemplos de estos son Silicón Valley (San Francisco), Londres,
París, Finlandia... En estas “Tecnópolis” siempre se dan las siguientes
condiciones:
1. -
Materia prima: la información como materia prima del conocimiento.
2. -
Universidades que forman a la gente y crean mano de obra cualificada.
3. -
Infraestructuras de telecomunicaciones (redes
de tecnópolis)
4.-
Calidad de vida, entendiendo por tal el tener buenas escuelas para los hijos.
Aquí disertó extensamente exponiendo muchos datos
empíricos e información, comparando dos modelos diferentes de Paradigma de
Desarrollo y mantenimiento del Estado del Bienestar:
-El modelo
americano de Silicon Valley
-El modelo
europeo de Finlandia, cuna del Estado del Bienestar.
Aun cuando Castells huyó de juicios de valor y de
cuestiones ideológicas, limitándose a la descripción y a la aportación de
datos, implícitamente yo creo que sostiene la idea de que es posible conjugar
desarrollo, competitividad y productividad con Estado de Bienestar descartando
un neoliberalismo puro y duro. Eso sí, una versión actualizada de Estado de
Bienestar.
La combinación de materia prima (cerebros que puedan innovar), con fuerza de trabajo de alta calificación, con capital financiero proveniente del capital-riesgo, es, según su opinión, la fórmula del crecimiento:
“la innovación surge de combinar cultura emprendedora que pone en relación una materia prima que es el conocimiento con el trabajo”.
Abordó luego un tema muy interesante que en parte
podemos meter dentro de la Gestión del Conocimiento. Habló de redes sociales de
innovación, y de redes globales de innovación.
De las redes sociales de innovación un dato
curioso es el de que a un ingeniero que se va de una empresa innovadora, le
exigen guardar el secreto profesional durante 6 meses. En ese plazo de tiempo,
ya la empresa innovó sobre la innovación. Este ingeniero que se va, funda su
propia empresa o se va a su país de origen y forma otro nodo de conocimiento.
La conexión de nodos de conocimiento, da lugar a las redes globales de
innovación por las que circula la innovación creando islas tecnológicas. El
desarrollo se mantiene dándose una competencia entre nodos y cooperación entre
redes.
Seguidamente planteó la cuestión de ¿cómo estar en las redes? Deben darse, según
su opinión, tres condiciones:
1. Capacidad tecnológica de conectividad: Condición necesaria aunque no suficiente para crear riqueza.
2. Recursos Humanos capaces de gestionar la innovación.
3. Capacidad de aportar algo para que a los otros nodos le interese entrar en contacto con nosotros.
Sostuvo que su funcionamiento sigue la lógica
biológica poniendo una metáfora basada en la conectividad de las células.
Dejó luego la descripción, la información y los datos
empíricos para hablar de Galicia bajo la óptica de “opinión”.
Se acerca –dijo- la hora de la verdad:
-
Fin de la economía subsidiada.
-
Reducción de impuestos.
-
Control del déficit público.
-
Es decir, reducción del gasto público.
- Fin de
la agricultura subsidiada. (Es posible que los agricultores se conviertan en una nueva profesión: “cuidadores del medio ambiente”.
Enumeró cinco puntos clave para el desarrollo de
Galicia:
1. -
Constitución de una macro-región metropolitana que se constituya en un nodo significativo. (Tal vez el eje sur Galicia norte de Portugal)
2. -
Capacidad de dar prioridad a los Recursos Humanos. Mejora de la educación a todos los niveles, empezando por los propios enseñantes. Sostiene que hay que potenciar las siguientes profesiones: ingenieros de telecomunicaciones, biólogos en todas las ramas, desarrollo de la bio-medicina, escuelas de administración de empresas (creo que esto lo dijo para hacerle la pelota a Gayoso.
El punto más interesante fue lo que él
llamó cambio de método pedagógico en el sentido de que lo importante no es
aprender, sino aprender a aprender:
“no se aprende, se aprende a aprender”
Los conocimientos cambian muy rápidamente y la idea de formación continua debe
estar en la mente de todos.
(Sería
bueno hacer un seminario de “aprender a aprender”, tal y como dijimos hace
tiempo).
Habló de
una herramienta interesante que están aplicando en Cataluña: Enseñanza
Universitaria Virtual. También de la necesidad de generalizar internet para lo
cual propone la alfabetización de los abuelos y los padres por parte de los
niños.
3.-
Apostar por la investigación universitaria “en serio”. Aquí sostuvo la
necesidad de la relación universidad-empresa y de la capacidad de promover
centros de excelencia.
4.-
Desarrollo de tecnologías e innovación en nichos de mercado que se conviertan
en nodos de influencia situados en las redes.
5.-
Sistemas de financiación a través de capital-riesgo inteligente.
Vigo, 19
febrero, 2002
Julio
Iglesias Rodríguez