domingo, 6 de octubre de 2019

LA ESTRATEGIA DEL AVESTRUZ




LA ESTRATEGIA DEL  AVESTRUZ

"El terror del cambio climático no es por lo que vemos sino por lo que presentimos en un futuro que se debate entre una muñeca de porcelana que llora y un payaso que ríe.” Manuel Vicent
La muñeca
Presentimos la venganza de un mar ahíto de basura que está dispuesto a ahogar a la humanidad en su propia mierda.Manuel Vicent


En los  tiempos actuales, son muchos los que imaginan el futuro inspirados en  un “payaso que ríe” (optimismo de pandereta) mientras otros se inclinan más por la “muñeca de porcelana que llora” (pesimismo metafísico de Schopenhaur).

 Los primeros, tal vez  sin saberlo, son seguidores de Richard Rorty, filósofo norteamericano (neo-pragmatismo) que sostenía en su ensayo ‘La prioridad de la democracia sobre la filosofía’:
 “Históricamente la voluntad de no tomarse las cosas  seriamente ha sido un importante instrumento de progreso. La ligereza no ha sido necesariamente enemiga de la moral. Una sociedad tolerante es, de algún modo, una sociedad que también ha aprendido a tomarse las cosas con menos espíritu de seriedad”.  
Los segundos, más maduros y realistas, conciben al hombre como un esclavo de la voluntad,  lo que le lleva a actuar de forma exageradamente sanguinaria, superando a cualquier otro animal en depredación y destrucción del medio natural, sometimiento y eliminación a sus semejantes, y todo ello recurriendo a la mentira, al engaño, a la astucia y a la hipocresía, ingredientes estos que no aparecen en ningún otro animal a los que nos referimos como "menos evolucionados".

Para que no terminemos en “un mar ahíto de basura que está dispuesto a ahogar a la humanidad en su propia mierda”, necesitamos una Greta Thunberg que no vea la filosofía como algo inútil o,  lo que es peor, como un obstáculo al progreso y al utópico “desarrollo ilimitado”, y que con los pies en la tierra nos ayude a conjugar y acoplar el aserto del filósofo John Rawls: 
“La justicia es la primera virtud de las instituciones sociales, como la verdad lo es de los sistemas de pensamiento”.

La estrategia del avestruz para solucionar un problema no lleva, casi nunca,  a la solución del mismo. 


Entre el payaso y la muñeca, hay un ser racional  y emocional que recurriendo a la coalición formada por el pensamiento crítico más el optimismo funcional, nos permita un desarrollo sostenible. 


 LA GRAN COALICIÓN: 
PENSAMIENTO CRÍTICO Y OPTIMISMO FUNCIONAL  (1)


Practicando el optimismo funcional y, por lo tanto, rehuyendo del optimismo bobalicón y sin sentido que tanto se está utilizando como una herramienta más de manipulación, llegaremos más lejos y en mejores condiciones. El optimismo funcional  va de posición. Es aquel que te hace colocarte ante las situaciones,  en una posición de proactividad y creyendo que con tu esfuerzo y recursos la sacarás adelante. El optimismo bobalicón va de ingenuidad, de creer que basta solo con tener fe para que la cosa se arregle por sí mismas. El optimismo bobalicón va de humor; el optimismo funcional va de voluntad. Al Bienestar Individual Subjetivo se llega con voluntad y gobierno; jamás se llega con anestesia mental y consumo irracional.

















También poniendo en marcha el  pensamiento crítico, considerándolo como la mejor forma  de posicionarse  ante la sociedad para que esta prospere desde todos los puntos de vista, y rehuyendo, en consecuencia del pensamiento egocéntrico.


En el caso de estar dando u observando un pensamiento egocéntrico, se parte  de la premisa de que lo que se cree es cierto,  sin haber cuestionado jamás las bases de nuestras creencias, podemos sintetizar la forma de argumentarlo   así: “Yo lo creo,  luego es cierto”.

Además de lo anterior, que podríamos llamarle egocentrismo personal,  hay que añadirle el  grupo al que pertenecemos. Desde esta perspectiva,  partimos  de la premisa de que las creencias más relevantes del grupo son ciertas; tampoco  las hemos  cuestionado nunca. La síntesis argumental  sería así: “Nosotros lo creemos,  luego es cierto”. Si el anterior era un egocentrismo personal, esto es un socio centrismo  radical.

  
















Conviene preguntarse  lo siguiente:

¿Reconoces tus tendencias egocéntricas?

¿Tratas de analizar tus posibles creencias irracionales?


¿Reconocemos  el poder y el daño potencial del pensamiento egocéntrico en nosotros  mismos y en los demás?

¿Ponemos  todas nuestras alertas en marcha para ser conscientes de cuando estamos funcionando a nivel egocéntrico y tratamos de controlarlo o minimizarlo?

Para solucionar problemas y aceptar soluciones que beneficien a todos, hay que dejar de lado el pensamiento egocéntrico el cual se mueve por estándares psicológicos y se limita a reaccionar: saltar a dar una solución centrada exclusivamente en uno mismo. En su lugar, utilizar el pensamiento crítico analítico que se mueve por estándares intelectuales y no reacciona, sino que responde a través de aportar una solución centrada en el problema real y en posiciones e intereses de todos. Para ello hay que ser conscientes de que nos movemos hoy en día en el paradigma sistémico:

yo dependo de ti y tú dependes de mí



Ante este problema, en concreto, del que nos estamos ocupando,  aquello de que “el tiempo lo arregla todo” tenemos que darle la vuelta y sostener que el tiempo lo empeora día a día de forma alarmante. No podemos esperar y  arriesgarnos a pensar que es la historia la que debe juzgar la razón, sino al contrario: es la razón la que debe juzgar a la historia y  para ello, es obvio que  se requiere que el homo sapiens, pensante y razonante, no se extinga. Los algoritmos  de la inteligencia artificial actual aún están en pañales para entender que las ideas abstractas se dotan de significado  cada vez que se traducen en acciones.





¿Qué piensas tú sobre este tema?

¿Qué piensas sobre tu propio pensar?

¿Crees que podemos mejorar nuestro pensar?

¿Qué ganaríamos con ello?

¿Nos ayudaría a mejorar nuestra vida, la empresa en la que trabajamos,  y la sociedad en la que vivimos?