domingo, 17 de marzo de 2019

¿EN DONDE ESTÁN LAS IDEAS DE LOS POLÍTICOS?


¿En dónde están las ideas de los políticos?

“El medio es el mensaje”  McLuhan

La columna de  Manuel Vicent en el País  nos refleja las tres fases de la comunicación de los políticos. Primero fue la palabra, sustituida posteriormente por la imagen. Ahora son los tuits.  Se puede constatar un hecho muy preocupante:

a mayor evolución de los medios, más intensa y progresiva  involución de las ideas, hasta tal punto, que estas se encuentran en grave riesgo de extinción.

La tecnología es una extensión del hombre,  influye de forma decisiva en los aspectos sociales del ser humano, hasta tal punto que acaba configurándolo  y determinando la manera en cómo estamos y  habitamos el mundo.

Dentro de poco vamos a votar:


¿Cuántos lo harán en base a las ideas que nos expondrán los políticos en sus discursos?

¿Podremos analizar lo que digan en base a tratar de descubrir la idea principal, los párrafos en los que esta se estructura y las ideas secundarias que la apoyan?

¿Podremos, antes de votar, utilizar los dos grandes recursos (conocimientos e inteligencia)  que utiliza el pensamiento crítico en su proceso de elaboración de posturas lógicas, razonadas y justificadas?

¿Cuántos lo harán en base a las ideas que nos expondrán los políticos en sus discursos?

¿Podremos analizar lo que digan en base a tratar de descubrir la idea principal, los párrafos en los que esta se estructura y las ideas secundarias que la apoyan?

¿Podremos, antes de votar, utilizar los dos grandes recursos (conocimientos e inteligencia)  que utiliza el pensamiento crítico en su proceso de elaboración de posturas lógicas, razonadas y justificadas?

Me temo que no. Pretender  esto de nuestros políticos actuales es una gran utopía. Tendremos que  contentarnos con el  panorama que nos describe Vicent:

“Tres décadas después, el poder de la imagen ha sido suplantado por la fuerza de Internet, que ha introducido la política en una charca llena de infinitas ranas, que se dedican a llenar las redes de impulsos irracionales, tóxicos sin control. Los discursos de Churchill y de De Gaulle han sido reducidos a simples y frenéticos tuits salidos de los dedos de Donald Trump, y en esa fétida charca chapotean los políticos todavía en chancletas sin saber el peligro que corren. Este es el panorama”.   https://elpais.com/elpais/2019/03/16/opinion/1552749168_781507.html

Desolador, realmente desolador.

¿Cómo minimizar los riesgos a los que nos aboca este tóxico contexto? 

Siendo plenamente conscientes,  que las decisiones que tomamos y ejecutamos, condicionan, para bien o para mal,  nuestra vida. 

               ¿Qué método sigues tú?

 En este caso concreto del voto, lo más práctico es utilizar la CABEZA-RAZÓN en mayor medida que el  CORAZÓN-EMOCIÓN.

Te invito a leer:
Decálogo de  AUTOGESTIÓN: Tú conduces tu vida, tú DECIDES




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Tres fases

Los discursos de Churchill y de De Gaulle han sido reducidos a simples y frenéticos tuits salidos de los dedos de Donald Trump

 

MANUEL VICENT

17 MAR 2019 - 00:00 CET

La voz, la imagen, la Red. La radio era la voz. En los años treinta del siglo pasado con la radio ascendió Hitler al poder, y en manos de su ministro de propaganda, Joseph Goebbels, se convirtió en una formidable arma política. Durante la guerra, a través de ese aparato, los ladridos del führer fueron neutralizados en el espacio con las arengas de Churchill y De Gaulle. En la contienda civil española la radio propició la ardiente voz de Pasionaria llamando al combate y las insidias usadas por Queipo de Llano para desmoralizar al enemigo. Después, en la posguerra había que tapar el aparato con dos mantas para que los vecinos no se enteraran de que se estaba sintonizando la Pirenaica. El control de la radio por el poder fue constante hasta que 30 años después la voz fue sustituida por la imagen. Este cambio se produjo en el debate cara a cara en televisión entre Richard Nixon y John F. Kennedy el 26 de septiembre de 1960. Era la primera vez que la política hubo de someterse al lenguaje y a los códigos de la pantalla. En ese encuentro no fueron lo más importante las ideas, sino la telegenia de los candidatos. Nixon fue derrotado porque apareció con el rostro sudoroso lleno de sombras frente a Kennedy, recién afeitado y con un bronceado de yate. A partir de entonces, los asesores de imagen elevaron la corbata del candidato al mismo nivel de su inteligencia. Tres décadas después, el poder de la imagen ha sido suplantado por la fuerza de Internet, que ha introducido la política en una charca llena de infinitas ranas, que se dedican a llenar las redes de impulsos irracionales, tóxicos sin control. Los discursos de Churchill y de De Gaulle han sido reducidos a simples y frenéticos tuits salidos de los dedos de Donald Trump, y en esa fétida charca chapotean los políticos todavía en chancletas sin saber el peligro que corren. Este es el panorama.





























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