LLAMAR LA ATENCIÓN
“La verdad
generalmente se ve, rara vez se escucha”
Baltasar
Gracián.
La berrea
Un insulto torpe que no da en la diana humilla más a quién lo emite que al
propio destinatario
Leer: https://elpais.com/elpais/2019/02/15/opinion/1550234466_244807.html
En las 'Las
48 leyes del poder' (bestseller internacional),
Robert Greene anuncia la ley 6
así:
"LLAMAR LA ATENCIÓN A TODA COSTA: Todo se juzga por la apariencia; lo que no se ve no tiene valor. Por lo tanto, no es bueno perderse entre la muchedumbre ni quedar en el olvido. Hay que destacar. Llamar la atención a toda costa. Hay que convertirse en un imán que atrae la atención porque parece más grande, más colorido, más misterioso que las masas tímidas y blandas.
Cuando se está en una mala situación, con pocas posibilidades de llamar la atención, un truco muy eficaz es atacar a la persona más visible, más famosa y con más poder que se pueda encontrar".
Alguien tendría que decirles a los políticos en general, y al Sr. Casado, en particular, que la variable Visibilidad si no va acompañada de la variable Aportación de Valor, el resultado es convertirse en un “vendedor de humo” al que termina viéndosele el plumero.
En la
berrea, para demostrar su poder los
machos no solo emiten sonidos, sino que también utilizan los cuernos
demostrando a las hembras como vencen al contrincante. Sólo así tienen acceso al
coito aportando como valor un semen seleccionado que garantiza una descendencia
sana y fuerte.
"Los
anglosajones suelen dotar de la máxima intensidad a los insultos bajando la voz
y con la mirada puesta en el suelo; en cambio los españoles solemos insultar
gritando muy engallados y en este caso no hay peor cosa para un político que
mezclar la ignorancia con el mal gusto", nos dice Vicent en su columna.
“Autoridad: Saber lucirse. Pronto la luz fue el lucimiento de la creación. Lucirse satisface mucho, remedia mucho; da a todo una segunda naturaleza, especialmente cuando la realidad lo refuerza”.
Baltasar Gracián
La “berrea”
del Sr. Casado sin duda le hace parecer más alto, guapo y elevado ante parte de sus seguidores, los cuales le
elevan por encima de la mediocridad reinante.