EL AHORA:
QUE PODEMOS HACER, para que lo que puede acabar pasando, no pase.
“Ser es hacer”
En el artículo anterior hemos pasado por los tres tiempos: El Antes, El Ahora y El Mañana.
Por el pasado, sin el cual no se puede entender el presente; por el presente,
sin el cual no se puede construir el futuro; por el futuro, que da sentido a
los otros dos y motivación (energía) al presente.
Volvemos de nuevo al Ahora, al presente, para desde aquí
y ahora, ver qué podemos hacer para
construir un futuro diferente al que muchos expertos nos alertan que llegará con
muchas deficiencias de gran calado.
La gran pregunta es:
Desde el punto de vista práctico, ¿Qué debemos y podemos hacer ahora?
Me atrevo a exponer mi opinión, dando por hecho que puede
haber quién no coincida para nada con ella. Perfecto. Siempre es bueno y
productivo tener opiniones distintas, siempre, claro está, que estén respaldadas por los argumentos
oportunos, es decir, por razonamientos que demuestran, refutan o justifican algo.
Mis opiniones pueden ser más o menos atinadas, pero, lo que sí es seguro, es que tienen el valor de basarse en respuestas
propias que expresan lo que realmente siento y pienso. Estoy convencido que hoy en día, esto
de expresar lo que uno piensa realmente, cuando la mayoría de la población
tiene miedo a manifestar su opinión sobre determinados temas, aporta por sí
mismo un valor añadido importante.
¿Tienes miedo a hablar, a manifestar abiertamente tu opinión?
No me refiero al miedo escénico derivado de hablar en público, sino a hablar en contextos interpersonales o intergrupales.
¿Eres consciente de que la palabra, es la
herramienta que utilizamos para la manifestación de uno mismo?
Parto de la premisa de
que todos entendemos que para cuestiones complejas no existen soluciones
simples, así como tampoco hay soluciones que contenten a todos. Aun cuando en
general no rehúyo el “mojarme”, y suelo
manifestar mi juicio con pasión y convicción, dada la naturaleza del tema lo
desarrollaré buscando el objetivo de que cumpla la función de “no satisface
plenamente a nadie y no insatisface, tampoco, plenamente a nadie".
Cumpliría así con el aristotélico “justo término medio”, entre dos actitudes extremas y, por lo
tanto, con la virtud. Los debates
actuales defendiendo posturas que o bien se ubican en el exceso o bien en el
defecto; que más que razonar y argumentar se defienden con exabruptos, es un vicio que deberíamos desterrar. En
este artículo abordaremos la cuestión desde un punto de vista muy general. En
otros, posteriores, entraremos ya en cuestiones concretas y precisas.
¿Qué opinas de la libertad de
expresión? ¿Crees que la mejor forma de garantizarla es practicándola?
¿Ante un tema determinado, sueles tener una opinión propia formada y la capacidad de exponerla con asertividad?
Que
hacer
Creo que debemos recuperar una gran parte de todas aquellas “cosas
buenas” que los humanos nos hemos dado a nosotros mismos a lo largo de la
historia (que fueron muchas) y que no deberían caducar, que deberían tener un
alcance y vigencia mayor que cualquier software ya caduco por haber aparecido
otro mucho más eficiente. Así, por ejemplo, hay cuestiones de ética y de moral
que deberían seguir de plena actualidad. ¿Alguien entiende que la Declaración Universal
de los Derechos Humanos, una de las mejores cosas que el ser humano se ha dado
a sí mismo, debería anularse por caduca?
Recuperar aquello que nos fue útil y eficaz para construir lo
más significativo y bueno de la sociedad
que tenemos, y persistir, hasta que desaparezca lo más significativo y malo, sin falsos
prejuicios y no cayendo en lecturas facilonas, demagógicas e interesadas.
¿A qué me refiero con el término de “cosas buenas?
En general, a las ideas emanadas desde diferentes contextos que dieron lugar a proyectos y realidades concretas con las cuales construimos la sociedad. Esas ideas las generaron muchas personas normales, entendiendo por “normales” la normalidad estadística, y grandes personajes que hoy tenemos olvidados.
En general, a las ideas emanadas desde diferentes contextos que dieron lugar a proyectos y realidades concretas con las cuales construimos la sociedad. Esas ideas las generaron muchas personas normales, entendiendo por “normales” la normalidad estadística, y grandes personajes que hoy tenemos olvidados.
En consecuencia con lo
anterior, se hace necesario incrementar nuestra conciencia social: conocimiento
que se tiene de lo que ocurre después de haberlo reflexionado. Supone, entre
otras muchas cosas, ser conscientes de como un entorno (natural, social,
sociocultural, escolar, empresarial, económico, etc.) determinado puede favorecer
o boicotear el desarrollo personal y social.
¿Te das cuenta de que el convencionalismo y lo políticamente correcto
se utiliza, ya no para el necesario regulamiento de una sociedad civilizada,
sino para amordazar y silenciar a los miembros de un grupo o sociedad?
Muchas de esas cosas buenas las encontraremos en las ideologías, los sistemas políticos, las religiones, la
filosofía, etc. Es cierto que en estas también encontramos cosas no tan buenas e incluso manifiestamente
malas. Quedarnos con las primeras y eliminar las segundas, nos debería conducir
a una “sociedad mejorada”, no solo tecnológicamente, sino humanamente,
éticamente, moralmente.
Figura 1: Fuente https://www.blogger.com
Con
lo anterior no estoy sacando el valor que tiene a la técnica, a la tecnología y
sus logros. Muchos le achacan una buena parte de los males que hoy nos asolan.
¿Qué nos proponen? ¿Tal vez frenar el desarrollo tecnológico? No. ¡Bendita
tecnología y todo lo que nos ha aportado! Me permite a mí escribir este
artículo hoy y dentro de unos días constatar, a través de las estadísticas que
la propia tecnología nos proporciona,
que lo han leído más de mil personas de muchos países, entre los que
destacan, los que se ven en la Figura1.
También,
una gran diversidad de profesionales de muy diversas empresas, entre ellos los
que aparecen en la figura 2, a los que habría que añadir periodistas, expertos en operaciones, conferenciantes, etc.
Sin ella no podría dar tanto alcance a mi motivación trascendente (me gusta lo que hago porque beneficia a mucha gente)
En consecuencia con lo
anterior, incrementar nuestra conciencia
de a qué y a quién prestamos nuestra atención. Aquellos profetas que anuncian su credo bajo
el presupuesto de “ya tengo la solución, ahora solo me falta encontrar el
problema”, tienen que perder influencia social (eco que provocan, multiplicado
por tiempo en el que son capaces de mantener ese eco). ¿Cómo
es posible que tenga más eco una tal Belén no sé qué, que por ejemplo, cualquiera
de las personas que en estos momentos están haciendo grandes aportaciones a la ciencia y a la
humanidad?
“El conocimiento nace y se transmite a través de grupos que comparten “espacios de atención”, es decir, colectividades de seguidores” [1]
Esto nos va a permitir separar el grano de la paja, lo
esencial de lo contingente, lo que es importante de lo que no lo es, en
definitiva, pasar por la vida quedándonos con los contenidos y no
distrayéndonos con la anécdota. Dicho de otra forma: no quedarnos mirando el
dedo cuando el sabio señala la luna.
Así, por ejemplo, refiriéndonos a la tecnología y su
desarrollo, lo esencial no está, a mi juicio, en los que nos dicen que en ella
se encierran todos los males, Eso sería la anécdota. Lo esencial sería, en mi
opinión, no tener miedo de la tecnología, pero sí tener miedo, entendido
este como una emoción básica que nos advierte de
los peligros que atentan contra nuestra supervivencia, a humanos sin ética
manejando la tecnología.
¿Sabes que
el miedo ha sido utilizado desde siempre como arma de control social
y como herramienta de dominación política y, también, dentro
(¿muchas?, ¿algunas?) de las empresas, como herramienta de gestión?
Figura 4: Elaboración propia a partir de Willis Harman [2]
Otro ejemplo, podíamos sacarlo de lo que hace referencia a
los sistemas políticos, en general, tan cuestionados, ¿qué debemos hacer?
¿Eliminarlos a todos e implantar uno totalmente nuevo? ¿Eliminar, por ejemplo la doctrina del liberalismo? No. ¡Hizo grandes
aportaciones a la humanidad! Las libertades civiles, la democracia
representativa, la defensa de las conductas privadas y del individuo, etc. Al
liberalismo político y el liberalismo social debemos muchas de las cosas buenas
que tenemos en estos momentos.
¿Y el tan denostado liberalismo económico? Al
liberalismo económico habría que equilibrarlo de tal forma que pusiese el mismo
énfasis en la igualdad, en la distribución de la renta, que en la libertad.
El “Laissez faire” que lleva a un mercado libre incontrolado es uno de
los culpables de la decadencia moral que nos asola y todo lo que de ello se
deriva. Ya no digamos el llamado neoliberalismo; a este sí que habría que
“barrerlo”. Al neoliberalismo que podríamos
sintetizar, forzando un poco el
estado de la cuestión, diciendo que está
convencido de que la única misión y obligación de los pobres es contribuir
exclusivamente a hacer más rico a los ya ricos, habría que, a mi juicio,
extinguirlo. Un credo que considera a
las personas humanas como meros “recursos”, como meros factores de producción,
como un input más de un proceso, tiene que encontrarse con que estos “recursos”
piensan y se rebelan contra las injusticias. Hay
que demostrarles que no pasamos por ahí.
Es esto una de las cosas persistir, hasta que
desaparezca. Es una de las cosas que representan lo más significativo
y malo que tenemos.
Es en un contexto neoliberal en donde tiene todo el sentido
lo que nos decía Yuval Noah Harari,
profesor de la Universidad Hebrea de Jerusalén, que el dilema más importante de la economía del siglo XXI será que hacer con
toda la gente superflua, prescindibles, no necesaria, sin valor alguno: ni
económico, ni militar ni tan siquiera con autoridad personal.
Tzvetan Todorov, el
gran pensador humanista, nos dice:
“La economía se ha hecho independiente e insumisa a todo poder político, y la libertad que adquieren los más poderosos se ha convertido en falta de libertad para los menos poderosos. El bien común ya no está defendido, ni protegido ni exigido al nivel mínimo indispensable para la comunidad. Y el zorro libre en el gallinero quita libertad a las gallinas”. [3]
Es esta la peor cara del capitalismo, el neoliberalismo, con su
naturaleza depredadora y amoral, el que
está eliminando lo mejor que los humanos nos habíamos dado a nosotros mismos.
Un capitalismo
financiero que sustituye al empresario
que se ganaba la vida produciendo con eficiencia bienes y servicios
útiles para todos, por el especulador que no aporta nada a la sociedad y acumula ingentes y astronómicas cantidades
de dinero y obtención de ganancias a
través del mercado financiero (acciones, productos financieros, valores,
derivados y mercado de divisas).
“Thomas Piketty concluye:
“La principal fuerza desestabilizadora se vincula al hecho de que la tasa de rendimiento privado del capital puede ser significativa y duraderamente más alta que la tasa de crecimiento del ingreso y la producción. […]Esta desigualdad expresa una contradicción lógica fundamental. El empresario tiende inevitablemente a transformarse en rentista y a dominar cada vez más a quienes sólo tienen su trabajo – la negrilla es mía-. Una vez constituido, el capital se reproduce solo, más rápidamente de lo que crece la producción: El pasado devora al porvenir”. [4]
Alguien puede preguntarse, cuando afirmo esto, en qué medida
estoy cumpliendo lo que dije anteriormente de que siempre es bueno y productivo
tener opiniones distintas, siempre que
estas estén respaldadas por los argumentos oportunos es decir, por razonamientos que
demuestran, refutan o justifica algo”.
“La asunción más extendida es que la verdad viene determinada por la realidad. Un enunciado es verdadero porque cumple con los criterios de verdad, no por ninguna otra razón. […] La verdad es una característica de los enunciados. La realidad es lo que hace a los enunciados verdaderos, pero la realidad en sí misma no es ni verdadera ni falsa: simplemente es". [5]
¿Te has convertido, acaso, en un neo conformista obsesionado
en exclusiva por tu seguridad y dispuesto a renunciar a tu libertad personal?
¿Cómo conjugas tu necesidad de seguridad con tu
necesidad de reto y variedad?
¿Cómo equilibras tu necesidad de integración y tu
necesidad de individualidad? [6]
Los argumentos
La desigualdad que se está dando en estos
momentos es un atentado contra la democracia en todos los sentidos. No
olvidemos que hay un amplio consenso en que la democracia es el “menos malo de
los sistemas políticos” y que no consiste, precisamente, en la dominación
de una minoría sobre una mayoría. ¿O sí?
Los humanos hemos creado diversas formas de resolver los conflictos:
evitación, negociación, mediación, arbitraje/tribunales, etc. Con cada una de
ellas se llega, previsiblemente, a
resultados distintos.
Figura 5: Elaboración propia
Voy a intentar explicar la desigualdad que nos
asola, a través de una de las fábulas de Esopo
La Fábula
El león, la zorra y el asno se asociaron
para ir de caza.
Cuando ya tuvieron bastante, dijo el león al asno que repartiera entre
los tres el botín.
Hizo el asno tres partes iguales y le pidió al león que escogiera la
suya.
Indignado por haber hecho las tres partes iguales, saltó sobre él y lo
devoró.
Entonces pidió a la zorra que fuera ella quien repartiera.
La zorra hizo un montón de casi todo, dejando en el otro grupo sólo unas
piltrafas.
Llamó al león para que escogiera
de nuevo.
Al ver aquello, le preguntó el león que quién le había enseñado a
repartir tan bien.
-¡Pues el asno, señor!
Las preguntas
1. ¿Cómo podríamos llamar a esta forma de
abordar los conflictos?
2. ¿La emplean solamente animales poco
evolucionados en la escala filogenética o por lo contrario la utiliza también
el homo sapiens?
3. En este supuesto, ¿lo hace solo en contextos
de guerra o la emplea también en contextos cotidianos de normalidad?
4. ¿La utiliza también en entornos laborales?
5. ¿Se emplea en situaciones interpersonales?
A la utilizada por el león se llama DOMINACION y tiene como características la imposición, de forma unilateral, del poder del más fuerte. Llega a una
solución basada en la violencia o en maniobras políticas, y da como resultado
final el Gano / Pierdes.
Las fábulas
de Esopo, se ubican entre los siglos
siglos VII y VI a. C.
En el siglo XXI, los sociólogos y los
economistas la ejemplifica a través de índices o coeficientes.
Así, por
ejemplo, el coeficiente Gini mide la desigualdad en todas las capas sociales.
Si toda la renta la acaparara una sola persona -desigualdad máxima- y el resto
no recibiera nada, el coeficiente Gini sería
igual a 1. Estaríamos ante el
caso de la fábula arriba expuesta: toda la caza se la llevó el león. Si la
renta se distribuyese entre todos de forma exactamente igual, el Gini sería
cero. Estaríamos ante el reparto que inicialmente hizo el asno pero que no fructificó.
DOMINACIÓN: Mejoran las explicaciones; no mejora lo explicado
La sociología explica las situaciones de
dominación de forma más sofisticada, pero, esta sigue existiendo, en una sociedad que se dice civilizada y
democrática. Cada vez tenemos mejores explicaciones, más datos objetivos, pero
¿qué hacemos ante ello aparte de explicarlo? Mejoran las explicaciones; no mejora lo explicado.
Un cerebro invadido por el miedo no entiende de
sueños (futuro): ¿Vivir o sobrevivir?
LOS DATOS: Ejemplos concretos de dominación
Reparto de la riqueza en los diferentes países.
Los valores más comunes del coeficiente Gini,
referidos al reparto de la riqueza en
los diferentes países están ubicados entre el 0,3 y el 0,5 según demuestra
Richard Wilkinson y Kate Pickett [7]. Es decir, una gran desigualdad.
En el
caso de la fábula, la zorra haría tres
partes: una con la mayor parte de la caza, otra con algunas piltrafas, y
otra parte más un poco más consistente
que la última, pero muy alejada de la primera. No sé si sería aceptada por el
león de la fábula, pero si es tolerada por el « león » contemporáneo. Con estos
índices Gini podemos intuir que, muchas
situaciones actuales, disfrazadas de
negociación, realmente son una pura dominación en la que está presente y
manifiestamente visible “la parte del león” de la fábula de Esopo.
Hay que recuperar viejas palabras y sus contenidos: reciprocidad,
equidad, justicia... Una forma práctica de aplicarlas puede ser a través
del “Índice de Robín Hood” que algunos
proponen y en el que otros ven graves consecuencias.
Cuanto mayor es la desigualdad, mayor es la puntuación del
Índice de Problemas Sociales y de Salud, según los autores citados
anteriormente. También hay una alta correlación entre desigualdad e
infelicidad.
Referido a España ver:
Bruselas alerta a España del alza de la desigualdad y la
exclusión social https://economia.elpais.com/economia/2017/02/21/actualidad/1487707618_196831.html
Thomas Piketty concluye lo siguiente:
“La lección general de mi investigación es que la evolución dinámica de una economía de mercado y propiedad privada que es abandonada a sí misma contiene en su seno fuerzas convergentes […], pero también poderosas fuerzas de divergencia, potencialmente amenazadoras para nuestras sociedades democráticas y para los valores de justicia social en que están basadas”. [8]
¿Llegará a cumplirse la nefasta profecía de Marx y
materializarse el « principio de acumulación infinita »? : Tendencia del
capital a acumularse y a concentrarse en proporciones infinitas, sin límite
natural.
¿Se cumplirán las diversas hipótesis sobre la autodestrucción
del capitalismo?
“Ahí se origina lo que Albert Hirschman llama “tesis de la autodestrucción”, según la cual la dinámica propia del capitalismo lleva a agotar y socavar el funcionamiento moral necesario para el cabal funcionamiento de la sociedad de mercado” [9]
Contextos laborales
En el ámbito empresarial, con el índice Gini se
puede ver, entre otras cosas, la distribución de los salarios en las empresas.
Se puede obtener información de la desigualdad salarial entre los distintos
sectores productivos e incluso dentro de las empresas del mismo sector.
También, se ven las diferencias existentes
entre los distintos cargos en una empresa, cual es el grado de desigualdad
entre los sueldos más altos y los más bajos de una empresa.
Un caso concreto
El salario del pasado ejercicio del consejero
delegado y director creativo de Burberry, Christopher Bailey, se ha visto
reducido un 75%, según ha publicado The Wall Street Journal. Esta reducción ha
sido consecuencia de los desastrosos resultados de la lujosa firma, con los que
les ha sido imposible alcanzar los objetivos de beneficio.
En consecuencia Bailey recibirá alrededor de
2,41 millones de euros, en vez de los 6,6 millones del año anterior, de acuerdo
con los resultados publicados anuales de Burberry publicados hoy.
¿Cuál será el “Abanico Salarial” de esta
empresa? (Diferencia entre el salario más alto y el más bajo) Vamos a suponer que el sueldo más bajo que
paga sea “mileurista” y no “nimileurista”que es el que se ha puesto de “moda”
en los últimos tiempos. Supongamos que la persona que menos cobra sean 1.500 €.
Si dividimos 2,41 millones entre 1.500 € el resultado es de 1.606,66.
Si dividimos
6,6 millones entre 1.500 € el resultado es 4.400. El Sr. Bailey cobra,
el sólo, anualmente, una cantidad igual a la que cobran
anualmente, el conjunto de 4.400 personas de su misma empresa. ¿Aporta
él por sí solo, lo que aportan en conjunto esas 4.4000 personas?
Qué nos diría hoy Henry Ford (empresario industrial, no financiero, que aportó mucho a la sociedad y no “vendió humo”, sino productos tangibles, prácticos). Acabó legando gran parte de su fortuna a la Fundación Ford.
Sin duda se inspiró en aquella máxima religiosa de “devolver
a lo sociedad lo que la sociedad me ha dado” y la concretizó en la búsqueda del
equilibrio del siguiente ratio:
Cuanto me ha dado la sociedad / Cuanto le he devuelto
También sostuvo lo siguiente:
“Hay una regla para el empresario y es: hacer los productos con la mayor calidad posible al menor coste y pagando unos sueldos lo más altos posibles”
Al Sr. Bailey es muy posible que le estimule y se
guíe por la siguiente fórmula: Autoestima = Realidad /
Expectativas.
De la misma se deduce que cualquier aumento de nuestras
pretensiones o expectativas lleva implícito un aumento del riesgo de fracaso y
humillación. Para no frustrarse, es
fundamental saber establecer que es lo que consideramos unas pretensiones
normales. Si nos referimos a los salarios más altos y al abanico salarial que
predomina hoy en las empresas la pregunta es ¿podemos considerarlos normales?
Richard Wilkinson y Kate Pickett en el libro
anteriormente mencionado sostienen:
[…] “la
crisis económica de finales de 2008 y la recesión resultante nos ha demostrado
cuán peligrosos pueden ser los salarios desproporcionados y las primas
exageradas ». Además de poner en peligro el bienestar de poblaciones enteras
con su actividad financiera”
Ya William James, el de la fórmula de
autoestima anterior, en su día abordó el problema creado por las sociedades que
generan expectativas ilimitadas entre sus miembros.
¿Aplicas en tu vida el “optimismo de pandereta” o
por lo contrario recurres al optimismo funcional?
¿Alcanzas el
“justo término medio” aristotélico,
entre vivir según tus miedos y vivir según tus sueños?
Contextos interpersonales
Hace un rato que finalizó mi sesión de
senderismo diaria: iba pensando en este artículo que me disponía a escribir al
llegar a casa y, en un momento dado, me
crucé con un grupo de cuatro personas.
Hablaban acaloradamente – creo que criticando a un ausente- , y uno de ellos lo
definió así: « De donde hay que pagar me voy, en donde recibo estoy »
Mientras los humanos no aprendamos a
desenvolvernos de forma más frecuente y efectiva en el principio de «
Yo Gano / Tú Ganas », no será posible
desterrar los MIS: Malestares Individuales Subjetivos y no se incrementará el BIS:
Bienestar Individual Subjetivo, eso
que llamamos felicidad y que o hacemos de ello un proyecto colectivo, o reinará la infelicidad individual, en los
pobre y en los ricos.
«Como ha quedado demostrado en los capítulos I y II, las mejoras en la calidad de vida actual no dependen ya del crecimiento económico: ahora la clave está en la comunidad y en cómo nos relacionamos unos con otros ». [10]
Aquella fórmula que ya utilizamos en otros artículos de R x R = R, Recursos por Relaciones igual a Resultados, también funciona aquí. Si buscamos como resultado la felicidad, no hay que poner tanto el foco en los recursos y sí hay que ponerlo en las relaciones. Estas no se fomentan con la dominación sino con estrategias de interdependencia y cooperación, concretizadas a través de la reciprocidad y de la capacidad de empatía lo cual permite establecer vínculos emocionales. Los robots, la inteligencia artificial y el ‘big data’, que eliminarán muchos puestos de trabajo, tardarán en llegar, si es que llegan algún día, a entender esto de las emociones y de la empatía.
Y tú ¿qué medidas propones?
Y lo que es aún más importante: ¿Qué te propones hacer tú?
No domina y
compite el competente;
domina y compite el incompetente.
El competente coopera.
Próximo artículo:
LA FRAGILIDAD DEL TRABAJO 3
EL AHORA: De lo general a lo concreto.
QUE MÁS
PODEMOS HACER,
Para
que lo que puede acabar pasando, no pase.
“Ser es hacer”
Referencias Bibliográficas
[1] Collins,
Randall.: “Sociología de las filosofías.
Una teoría global del cambio intelectual”. Editorial Hacer, S.L., 2005
[2]Harman,
Willis.: “El cambio de MENTALIDAD. La promesa
del siglo XXI”: Editorial Centro de Estudios Ramón Areces, S.A. 2001
[3] Todorov T. (15 de diciembre de 2014). “La
resistencia es fundamental en democracia” El País.
https://elpais.com/cultura/2014/12/14/actualidad/1418573544_527562.html
[4] Piketty Thomas.: “El capital en el
siglo XXI”, Fondo de Cultura Económica de España, S.L., 2014, p. 643
[5]
Collins, Randall.: “Sociología de las filosofías. Una teoría global del cambio
intelectual”. Editorial Hacer, S.L., 2005, p.881
[6]
Video: “El cómo satisfagas tus necesidades SIDIDA, marca el camino que te
llevará a la CIMA” https://tv.uvigo.es/video/93279.html
[7] Wilkinson, R. y K. Pichett.: “Desigualdad. Un análisis de la
(in)felicidad colectiva”, Turner Publicaciones S.L., 2009
[8] Piketty Thomas.: “El capital en el siglo
XXI”, Fondo de Cultura Económica de España, S.L., 2014, p. 643
[9] Arias X.C. y Costas A. “La nueva piel del
capitalismo”, Galaxia Gutenberg, S.L., 2016, p. 243
[10] Wilkinson, R. y K. Pichett.: “Desigualdad. Un análisis de la
(in)felicidad colectiva”, Turner Publicaciones S.L., 2009, p.272