DECÁLOGO DE AUTOGESTIÓN 4:
NECESIDADES EMOCIONALES
“Somos una gota de razón en un mar de emociones”
William James
VÍDEO
Necesidades emocionales y conducta
Precisiones previas:
La importancia del cómo satisfagas algunas necesidades
Pretendemos que puedas saber con claridad si estas gestionando tus necesidades emocionales de forma eficaz y con vitaminas que robustecen y hacen crecer, o por lo contrario lo haces utilizando sucedáneos y medicamentos que te engañan pero no te desarrollan.
¿En que piso vives?
- Desarrollo: Necesitamos ver que crecemos, si un grupo nos facilita el crecimiento desde el punto de vista profesional, está contribuyendo a mejorar la calidad de nuestras emociones.
- Aportaciones: Queremos dejar huella, ser relevantes. Dejar obras consolidadas, influir en el contexto y modificarlo. Que las cosas sean distintas después de haber pasado nosotros por allí
El ciclo DAR (Desarrollo personal y profesional que hemos alcanzado, Aportaciones que hacemos al entorno y Recompensas que
recibimos de ese entorno), encierra, en
sí mismo, la lógica de la vida a la vez
que pueden funcionar y sirven para operacionalizar la vida funcionando como auténticas
métricas de la vida: Las aportaciones que tú hagas tendrán una alta correlación
positiva con el desarrollo que hayas alcanzado. Las recompensas que recibas,
correlacionarán positivamente con las aportaciones que tú hagas...
Como síntesis, una de las consecuencias que al
menos a mí la vida me demostró, y que he procurado seguir es la siguiente:
si das más de lo que recibes, tu capacidad de influencia está garantizada
Decálogo de Autogestión 2 en este mismo blog
Video CARDAR para progresar:
https://tv.uvigo.es/video/5b5b62ff8f420804526d055e
“Los seres humanos somos animales reciprocadores. Estamos dispuestos a DAR con tal de recibir, por eso la raíz de nuestra sociedad es el contratualismo: dar y recibir, intercambio, pacto contrato…”Adela Cortina
¿Cuál crees que es la necesidad emocional predominante en ti en estos momentos?
En la noche de
San Juan
Cuando oigas muy cerca risas orgiásticas alrededor de
una hoguera piensa que esa alegría, que nadie sabe de dónde viene, es realmente
el trébol de cuatro hojas que ibas buscando desde niño
A la caída de la tarde te preparas una copa, pones la música que te gusta, la que te recuerda los momentos más felices, y si desde el fondo de la memoria llegan las lágrimas, te dices, no pasa nada, ya verás, todo irá bien, todo va a ser como antes. Suena Chet Baker, canta Ray Charles. La pena es azul. Eso es el blues. Puede que alguna lágrima baje a diluirse con la ginebra que te moja los labios, una fusión que te lleva a lejanos besos con sabor a vainilla. Pese a todo no hay por qué estar triste. Ha llegado el verano y cuando vuelvas al mar nada habrá cambiado, ese mar sabe tu nombre, ya verás, todo va a ser como antes y aunque ya no puedas bañarte en las aguas azules, otros lo harán por ti y desde cubierta podrás contemplar con el mismo placer sus cuerpos explosivos saltando desde la borda. Si esta noche de San Juan te tumbas en la playa debes saber que la arena que sirve de lecho a tu cuerpo contiene en cada grano el universo entero; cierra los ojos si quieres ver por dentro todo el cielo estrellado. Cuando oigas muy cerca risas orgiásticas alrededor de una hoguera piensa que esa alegría, que nadie sabe de dónde viene, es realmente el trébol de cuatro hojas que ibas buscando desde niño. La brisa cargada de sal llegará de muy lejos, resbalará sobre tu piel gastada por el tiempo para traerte el recuerdo de todos los que se fueron. La noche de San Juan es la más breve del año. Pronto verás que la línea del horizonte se inflama, que el mar toma una tonalidad de plata para volverse lentamente del color de un vino homérico. Enseguida con la majestad consabida saldrá el sol. No te equivoques. Ese es el sol que sale para todo el mundo. Se trata de una bomba de hidrógeno. El tuyo, ese sol que está hecho a tu medida es el mismo del de Pitágoras cuya luz te hará ver la armonía de todas las cosas, pero solo saldrá si lo mereces y lo llamas para llevarlo siempre en el cerebro bajo el sombrero de paja. Suena Chet Baker. Ya verás, todo irá bien, todo será como antes.