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lunes, 1 de junio de 2020

LA ACTUALIDAD DE LA BANALIDAD DEL MAL



LA ACTUALIDAD DE LA BANALIDAD DEL MAL

El asombro

Cuando uno pasa por la vida con ciertas inquietudes y alguna sensibilidad, nunca llega a colmar su asombro,   pues, justamente eso es la vida : la capacidad de asombrarse. Quedar maravillados ante una flor que se abre, un gato que te mira y parece entenderte, el sosiego, calma y tranquilidad alcanzado con el ronroneo de un gato en tu regazo y el embrujo de una chimenea encendida...

Pero (el pero funciona a nivel cerebral como una goma de borrar, eliminando todo lo dicho anteriormente) una cosa es el asombro positivo que se manifiestas ante multitud de hechos de la naturaleza, y otra muy distinta, el asombro negativo que experimentamos ante ciertas acciones humanas?. Al igual que con el colesterol también aquí nos encontramos con asombro bueno y asombro malo. 


La realidad

Diariamente los medios de comunicación nos asombran  (del malo)contándonos lo que pesa con nuestros políticos , en el ámbito social, en las estrecheces que nos esperan, la evolución a peor a la que se aboca nuestra existencia, hasta tal punto que probablemente lo que sentimos ante todo ello no pueda ya ni llamarse asombro negativo y sea necesario utilizar otro término: frustración. 

En el  INDEPENDIENTE se publica  el siguiente artículo,  que invito a leer y reflexionar

"Caos, horror y muerte en la residencia 

Nuestra Señora del Carmen de Madrid"

 "Residentes en camisón y con números rotulados para identificarlos en un centro público en el que durante semanas gobernó el coronavirus." Publicado el 31/05/2020

 https://www.elindependiente.com/vida-sana/salud/2020/05/31/caos-horror-y-muerte-en-la-residencia-nuestra-senora-del-carmen-de-madrid/?utm_source=share_buttons&utm_mediu.m=facebook&utm_campaign=social_share&fbclid=IwAR1K_PNjDAXUgDUMIGr8STrZsmxLDUdRT5ajamSC2PhijkmPCLvS0cMu9Q4#entry-footer



¿Qué conclusiones has sacado de la reflexión? 

Leer:LOS seis PILARES de la MORAL -2: El PILAR DEL  CUIDADO   https://neuroforma.blogspot.com/2020/03/los-seis-pilares-de-la-moral-2.html

Si algún día fue válido que el saber asombrase de lo cotidiano constituye el rasgo más alto que podemos alcanzar los humanos. Que la admiración transforma lo corriente y banal en extraordinario y sublime. Que es  el comienzo de todo conocimiento, urge, entonces, recuperar el asombro, del bueno para volver a la "nueva normalidad". 


Sería interesante hacer un debate público sobre esta cuestión y proponer los planes de acción pertinentes para que no volviera a ocurrir. 

¡Y nos preguntábamos insistentemente cómo fue posible el holocausto!

Mirar para otro lado, cuando la situación requiere dar un paso al frente  y… hacer algo.











Dar un paso atrás y huir de las dificultades,  cuando lo propio sería dar un paso al frente y…hacer algo.

Leer: NECESIDADES SIDIDA

La inhibición moral frente al sufrimiento ajeno sigue presente en nuestra sociedad.

“(…) les dieron a todos camisones y cada abuelo llevaba el número de residente en la mano escrito con rotulador permanente. Todos hacían el mismo comentario. Esto es el Holocausto. Los abuelos estaban desubicados, se miraban unos a otros, calladitos, con la misma ropa y con números en la mano”.

¿Quién nos diría que en las democracias occidentales no tendría cabida  la persona moral; que  eliminaría  la conciencia como  baremo de medición de  nuestras propias actuaciones?

“Yo no sabía de ese episodio, cuando lo vi me espanté. Tuve la sensación de que estaban marcados como ganado”

Arent nos habló de cómo llevar la carga de “el pasado no digerido”.  También, de cómo la acción política, como actividad humana,  tenía todo el sentido. Hoy se sentiría totalmente decepcionada.

¿Qué dirá dentro de 50 años la memoria colectiva que tendrán entonces nuestros actuales nietos, sobre lo ocurrido actualmente?  

Nos seguiremos preguntando sobre el holocausto, pero ya no tan insistentemente, ni tampoco con tanto asombro…

Nos asombra (del malo) El País: 

Los mayores con seguro privado sí fueron trasladados de residencias a hospitales en Madrid.

La Comunidad no impuso el triaje de ancianos a los hospitales privados, reconociendo a sus 

asegurados un derecho a la atención médica que negó al resto


Ya sabemos que el dinero es la mejor vacuna para mitigar la banalización del mal.

¿Condición humana o naturaleza humana?

Paul Sartre y  Simone de Beauvoir diferencian entre lo esencial (grano)  y lo contingente (paja). Cuando Simone tuvo un romance con un escritor americano, Sartre resolvió la cuestión diciéndole al Castor (así llamaba a Simone. Allá por la década de los 80 y muchos, esperé impaciente a que saliera el libro, dos volúmenes,  titulado Cartas al Castor el cual conservo como una reliquia en mi biblioteca): “lo esencial es al amor que nos tenemos, lo contingente todo lo demás”


Para Hannah Arendt, lo esencial es la condición humana:

“La política tienen poco que ver  con la naturaleza humana, acerca de la cual no se pueden realizar afirmaciones válidas […] y tiene mucho que ver con la condición humana, a saber, con el hecho de que no importa cómo o qué deba ser la naturaleza humana, sino con que muchos hombres viven juntos y habitan la tierra. Sin la pluralidad humana no habría política; y esa pluralidad no es una cualidad de su “naturaleza”, sino la auténtica quintaesencia de su condición terrena” 

Las paradojas a las que nos lleva nuestra condición humana, oscilan al igual que el péndulo. Fuimos capaces de construir ideas y cosas grandiosas, pero, también, caímos en las barbaries más desoladoras. No hace falta poner ejemplos. Basta conocer un poco la historia para que nos vengan a la memoria de golpe un motón de ambas.

La degradación de la política

Últimamente, cuando observo, leo o escucho a muchos los políticos, me viene a mi memoria Hannah Arendt y, concretamente, su concepto de “La banalización del mal”. Merece la pena conocerlo y reflexionarlo. Nos dice Arendt que "la banalización consiste en convertir al ser humano en algo superfluo, es decir, como mero engranaje de una maquinaria impersonal; y ello no es consecuencia de un déficit de conocimientos, sino de un déficit de pensamiento y compasión”.

 Con todo lo que nos está cayendo; con todo lo que está sucediendo; con las nefastas consecuencias que vamos a sufrir todo la población excepto, claro está, los políticos,  y ellos mostrándonos que son incapaces de dedicar un mínimo de su pensamiento y compasión canalizada a entender el mundo y al ser humano y dar una respuesta humana a los conflictos morales que surgen. Para ellos somos meros instrumentos, necesarios para que sigan conservando sus privilegios y descarado nivel de vida, a costa del que sea: robar a los pensionistas, dejar que muchas personas no tengan cubiertas sus necesidades más básicas, etc. etc. Sus prioridades son, exclusivamente,   seguir garantizando sus particulares  intereses y mejorar, nunca retroceder, en su elevado  nivel de vida actual.

 La característica más propia del capitalismo, las llamada “movilidad social” (él ascensor social) hace ya tiempo que está averiado, para todos, excepto, una vez,  más para ellos. Ya no podrá desecharse la afirmación de que vamos a una sociedad de castas en la que un joven que nazca en una familia de clase obrera, está condenado a pasar su vida en un oficio de clase obrera al igual que su padre. A esto se le podrá también añadir una coletilla: "en un trabajo precarizado que tan solo le garantice el primer escalón de la pirámide de Maslow. Excepto el de los políticos,  la mayoría de los puestos de trabajo acabaran por precarizarse. Un ejemplo que ya empieza a ser abundante es el de hacer de los ingenieros "proletarios del teclado". Otro ejemplo es el creciente número de personas convertidas en Lumpemproletariado. Ante tal panorama, seguimos con la nefasta estrategia de la avestruz: 

Dar un paso atrás y huir de las dificultades,  cuando lo propio sería dar un paso al frente y…hacer algo.

Sostuvieron hasta el día de hoy los sociólogos,  de que no hay ninguna sociedad en la que nadie pase jamás de un rol a otro superior o inferior y en la que ningún rol cambie su situación respetos a otros en el espacio social, dejará de ser cierto y por lo tanto ya no podrán decirla,  al igual que ya no se puede decir que la generación de los jóvenes actuales vivirán mejor que sus padres. Claro que a ambas cuestiones se les podrá añadir la coletilla “excepto en el rol de político".

El retrato que nos expone Vicent  (https://elpais.com/opinion/2020-05-30/zafarrancho.html?ssm=FB_CC&fbclid=IwAR17KUB99JmW8-KZB72HmCgQdyaaYB0f8HEV7jGUd4WE40XJxQfdV-sobre los políticos deberían leerlo todos ellos y reflexionar. ¿O es demasiado pedirle que reflexionen?

"En mi caso, siendo por edad una persona vulnerable, la única forma de salvarme, si no del virus, al menos de la asfixia de tanta basura política, consiste en cerrar con llave esta caja de Pandora llena de serpientes y colocar en la tapa una bailarina de Degas, que dé vueltas mientras suena la Barcarola."

Los forofos de los políticos actuales ya no fingen sus sentimientos (al parecer Degas fingió estar ciego,  ya no como motivo para dejar de pintar bailarinas y pasar a esculpirlas, sino, según las malas lenguas, para dejar de saludar a los personajes que le caían mal). Se enfrentan unos a otros esgrimiendo sus odios, rencores y resentimientos,  en una burda imitación  de lo que observan en sus ídolos políticos.Se alían el aprendizaje observacional, (también llamado vicario, imitación o aprendizaje social), el troquelado y la estrategia,  con el fin último y definitivo de seccionar la yugular del rival (entiéndase esto último metafóricamente).

Hay seguidores que observan la conducta de su político favorito (modelo)  y las consecuencias que obtiene a través de la misma,   y el seguidor (observador)  imita, de la forma más precisa posible,  al modelo político.

Hay otros seguidores  en los que se da ya,  no el aprendizaje observacional, sino que  recurren al troquelado. Todos hemos observado en alguna ocasión a algún patito recién nacido, siguiendo y  caminando detrás de cualquier otro animal, incluido humanos, que nada tienen que ver con la especie del pato. El troquelado es una tendencia  que manifiestan determinadas especies  animales a seguir a algo que se mueve. El primer estímulo que recibe el recién nacido, ver algo que se mueve,  despierta en él el instinto de seguirlo. 

 La  banalización de los políticos, consiste en cumplir rigurosamente las órdenes de sus amos, sin cuestionarse qué tipo de consecuencias generan. Eichmann no era el «monstruo», el «pozo de maldad», ni un tipo cruel según nos dice Arendt. Tan solo era un fiel burócrata cumplidor de las órdenes de sus amos.

Por si a alguien le preocupa el posible contagio del virus de la banalización del mal, nos dicen los psicólogos  que las variables claves para que el aprendizaje observacional sea efectivo,  son las siguientes:   características del modelo,características del observador y  condiciones estimulares o ambientales.Para que se dé un aprendizaje efectivo es necesario que  el modelo sea del mismo sexo que el  observador  y de una edad semejante. También es importante el prestigio, estado y poder social del modelo, su competencia y experiencia en la conducta que realiza y por último, el trato efectivo que el modelo establece con el observador. 

El contenido de la acción


¿Puede aprenderse por aprendizaje observacional la banalización del mal?

¿Puede adquirirse a través del troquelado?

¿Podemos hacer algo ante este panorama que nos aguarda?

No olvidemos que somos en la medida que hacemos. La acción con propósito y planificada, lleva a la obtención de resultados y a mejorar la situación. La inacción lleva a empeorar y degradar las situaciones. “Mediante la acción y el discurso, los hombres muestran quienes son, revelan activamente su única y personal identidad y hacen su aparición en el mundo humano” según nos decía Arendt. El contenido de la acción son las palabras, pero, sobre todo los HECHOS.

El comportamiento social es enteramente explicable por el entorno social en el que son educadas las personas. Necesitamos una educación y formación integral.