La edad de la invisibilidad
"El arte de envejecer es el arte de conservar alguna esperanza."
Al redactor
del mensaje que aparece en la imagen,
puede que su subconsciente le hubiese traicionado y conducido a escribir, literalmente,
lo que pensaba en el fondo,
aunque él mismo no fuese consciente de este pensamiento tan dramático y
que solo puede mitigarse apelando al humor. Reaccionar al mismo con una
carcajada, es la mejor terapia que se puede aplicar.
El mercado
laboral expulsa a los mayores a la vez que se pretende prolongar la edad para
poder jubilarse. Salta por los aires el “principio de no contradicción”: “Nadie puede creer que lo
mismo puede, al mismo tiempo, ser y no
ser".
Ejemplo paradigmático del primer caso lo están
dando los bancos, que quieren deshacerse de los mayores de 50 años y
proponen un plan que nada tiene que ver con las condiciones que se daban antes,
hace algunos años. Pretenden deshacerse de ellos con el menor coste posible
para el banco, aunque la vida de los empleados quede llena de incertidumbres y
económicamente en el aire.
Ejemplo
delirante de lo segundo, nos lo está
dando, todos los días, el voluble y
mudable ministro José Luis Escrivá Belmonte, con sus contradicciones constantes
y sus cambios de opiniones, ejemplo, también, paradigmático de lo que entendemos como un “veleta”.
Si ante el
primer mensaje cabía la carcajada, ante el segundo y tercero, proceden otro
tipo de estrategias, ninguna de ellas basada en ni en el humor ni en la pasividad :todas ellas
basadas en la proactividad.
La guerra
generacional a la que estamos asistiendo, se olvida de que los jóvenes y los
mayores no tienen las mismas competencias y habilidades, y que si se combinan
ambos, los jóvenes y los mayores pueden
complementarse en lugar de eliminarse.
"Como los antiguos exploradores ahora nos abrimos paso a ciegas hacia el territorio desconocido del verano marcado por una línea azul en el horizonte. En la taberna del holandés se dice que cuando lleguemos allí todo será como antes. De noche la brisa traerá risas y canciones de los felices tiempos del pasado, se encenderán hogueras en la playa y todo el paraíso olerá a sardinas asadas. Si eres joven conocerás el amor sobre la arena dorada; si eres viejo verás pasar la vida por encima del sombrero de paja. Pero, tal vez, esa línea azul del verano solo sea un espejismo, porque en medio de la fiesta oirás el clamor de un llanto inagotable que traen las olas desde el fondo del mar hasta la orilla."
Y sin olvidarse, según nos dice Pascal Bruckner, que
“la vida es una incertidumbre que perdura y que, mientras dure, nos garantiza que estamos vivos”