EL APOCALIPSIS DE LAS PENSIONES
Sobre el tema “Pensiones” el
número de relatos que nos cuentan es realmente asombroso: El relato de la
insostenibilidad, el relato de la necesidad de ajustes, el relato de la
inviabilidad de las mismas… Hasta algunos lo intentan con el relato de que "vivimos muchos años", que hay que morirse antes, generando entre los
pensionistas incertidumbre e incluso culpabilidad.
Leer: MAYORES 5: MORIR SIN QUE
NADIE EMPUJE
Lo que necesitan los mayores
es tranquilidad. Lo más contrario a la tranquilidad es generar incertidumbre.
Esta incertidumbre ayuda a “empujar”.
“Los cartujos no hablan. Su regla es el silencio. Solo cuando se cruzan por el claustro encapuchados hasta las cejas, con las manos metidas en la manga contraria del hábito se les está permitido saludarse con estas palabras mirándose de soslayo. Uno dice: “Hermano, morir tenemos”. Otro contesta: “Ya lo sabemos”. Manuel Vicent
Tal vez acabarán añadiendo: “Hermano,
morir tenemos, pero ¡sin que nadie empuje!
El concepto de la psicología
de “indefensión aprendida” y el concepto de la sociología de “Anticipación
social de la muerte” nos ayudan a entender el “empuje”
Leer: LOS MAYORES 2. LA
PESADILLA DE LAS PENSIONES
Ya sabemos que el poder de los relatos no está
en si son mera ficción o reales. Está en que alguien le otorgue poder, creyendo en ellos. El artículo que adjunto va en esta línea.
Los políticos y algunos
periodistas están convencidos de que los ciudadanos no han desarrollado la
independencia intelectual y emocional que les permita poner en cuestión lo que
dicen y verificarlo. En
consecuencia, recurren con profusión al
relato ficticio, no real para explicarnos las cosas.
Con las pensiones se fue paulatinamente
aumentando el alarmismo hasta llegar en lo que estamos ahora: en la moda de las
VERSIONES APOCALIPTICAS.
Una nueva versión del Apocalipsis de san Juan (20, 1-7) ya no diría aquello de
“Vi un ángel que descendía del cielo, trayendo la llave del abismo y una gran cadena en su mano. Tomó al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo o Satanás y le encadenó por mil años. Le arrojó al abismo y cerró, y encima de él puso un sello, para que no extraviase más a las naciones hasta terminados los mil años, después de los cuales será soltado por poco tiempo”.
La versión moderna sería algo así:
Vi a los poderosos ordenando
de forma estricta a los políticos que
aplicasen las nuevas leyes que les entregaban. Se centraron en los pensionistas, especialmente en los baby boomers,
y les arrebató las pensiones que estos habían sudado durante largos
años, ¡Más de 40 años en muchos casos! Las redujo a la expresión mínima,
rompiendo la seguridad jurídica y saltándose
el derecho adquirido a través de sus costosas
cotizaciones y privatizó las pensiones futuras de sus hijos y nietos,
para que ellos, los poderosos pudieran reinar sin restricciones durante mil
años.
Llegamos así de nuevo al viejo
orden que la Ilustración logró romper y en el cual el nacimiento determinaba el
puesto de los hombres y las mujeres en la sociedad. Ahora ya no se trata de que el concepto de “movilidad
social” (el ascensor social) esté averiado. Se trata de extinguirlo definitivamente. (¿Durante
mil años?)
¿Que fue de la transformación solidaria del mundo con la que la generación de los boby boomers construyeron el estado del bienestar, lo mejor que el hombre se ha dado a sí mismo?
¿En donde quedó la solidaridad
que une a los iguales frente a quienes
los tratan como desiguales?
¿Hasta donde el nuevo dragón vestido de neoliberalismo seguirá aniquilando todo lo bueno que como sociedad teníamos?
"Por un lado, el imperium, que es el mundo de la
soberanía de los Estados por cuyo conducto ejerce el poder sobre la población.
Por otro, el dominium, que es el mundo de la propiedad. Según
Schmitt, el sueño de los liberales es que la propiedad debiera ser absoluta (dominium),
incluso eclipsando la soberanía (imperium). Pero para Schmitt, esta
visión del mundo es inaceptable porque el hecho de que el mundo del dominium tenga
un poder de veto sobre el mundo del imperium desacredita a la
democracia y la soberanía".