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domingo, 24 de abril de 2022

EL VALOR DEL CONOCIMIENTO

 


EL VALOR DEL CONOCIMIENTO


“A medida que más sabemos menos sabemos

Cristina Peri Rossi

  Me pasé parte de la mañana ante la TV 24 horas, viendo la entrega del premio Cervantes otorgado  a Cristina Peri Rossi. Discursos del Ministro de Cultura y Deporte, de la premiada y, por último, del Rey.

El  valiente discurso de Cristina Peri Rossi,  escrito por ella misma y leído por la actriz Cecilia Roth, ya que ella no ha podido asistir a la entrega por estar enferma, encaja con la descripción que el Rey,  en su discurso,  ha hecho  de ella: 

"Se ha considerado a sí misma «una trapecista que salta sin red». Comprometida con su obra, con la condición de la mujer, ha sido –y sigue siendo– una voz en defensa de los vulnerables y a favor de la igualdad, la justicia, la libertad y la democracia." (Casi nada, dería yo.)) 

 Me da la impresión de que Cristina Peri es de  las que aborda su comunicación con los demás de forma directa y espontánea, sin falsedades ni disimulos. No trata de echar balones fuera y se implica y compromete con su entorno: en definitiva,  desarrolla un índice de autenticidad superior a la media de los demás mortales. Todo esto hace de ella una buena comunicadora.  En el mismo discurso también afirmó que:  

 “Leyendo libros, ya sean de Luis Cernuda o de César Vallejo, confirmé lo que me decía mi madre: a medida que más sabemos menos sabemos, por eso la virtud cardinal es la humildad." (El resaltado en negrita es mío)

Discurso de Cristina Peri Rossi, premio Cervantes 2021

https://www.rtve.es/noticias/20220422/discurso-cristina-peri-rossi-premio-cervantes-2021/2336800.shtml

 

Esta frase, a mi juicio, refleja la valentía, los profundos conocimientos y la intensa vida de Cristina Peri Rossi. Es otra forma de decir, aquello tan famoso de Sócrates, considerado el hombre más sabio de la Grecia de entonces: “solo sé que no sé nada”.  Hay que saber mucho para ser conscientes de lo mucho que ignoramos, de nuestras limitaciones y puntos débiles,  y de ser capaces de reconocerlo ante los demás. Sin duda la humildad es la mejor actitud que podemos adoptar para la adquisición de nuevos conocimientos, en mi opinión,  lo más valioso que un ser humano  pueda  adquirir en la vida.

Imaginemos que pudiéramos poner en el  platillo de una balanza el conocimiento de todos y cada uno los humanos del planeta tierra,  y, en el otro platillo,  todo lo que ignoramos todos y cada uno de los mismos habitantes; con un análisis, medianamente objetivo,  se nos podía aplicar  a todos y a cada uno de nosotros, el siguiente enunciado: 'tiene una gota de conocimiento en un mar de ignorancia'.

Tiene toda la razón Cristina Peri cuando dice que  “por eso la virtud cardinal es la humildad”. Sin duda la humildad, el ser conscientes de lo mucho que ignoramos por mucho que sepamos, es la levadura en la que fermenta y crece el conocimiento, el cual huye, espantado,  del “sabelotodo” que desprecia y no es receptivo a todo aquello que no coincide con sus propios criterios. Con actitudes como estas la atrofia neuronal está garantizada. Por lo contrario, el conocimiento de nuestras limitaciones y debilidades,  y la capacidad de reconocerlas; el conocimiento, también,  de nuestras fortalezas y cualidades compartiéndolas con los demás, nos lleva directamente a crecimiento personal.  

El conocimiento ha estado limitado durante mucho tiempo a determinados círculos sociales. Afortunadamente hoy está al acceso de la mayoría de las personas. Digamos que  se ha democratizado, si bien es cierto,  que sigue habiendo espacios a los que no todo el mundo puede acceder.

“A nuestro tiempo ha llegado en forma escrita o grabada solo una ínfima parte de la sabiduría y de la belleza que el ser humano ha desarrollado a lo largo de la historia. Todo ese acervo de cultura, que se ha perdido, constituye un gran libro cuyas páginas las pasa la brisa o el viento. Su lectura solo está al alcance de algunos seres privilegiados.”

Libro de aire

MANUEL VICENT

24 ABRIL 2022

https://elpais.com/opinion/2022-04-24/libro-de-aire.html

 

Nunca, en la historia de la humanidad,  ha habido tantas oportunidades de acceder al saber; nunca ha habido tantas personas en las escuelas, institutos y universidades.

A “Libro de aire” del que nos habla Manuel Vicent en su columna del País de hoy, pretendemos  acceder a través del teclado de nuestro ordenador o  dándole una orden verbal a nuestro teléfono para que busque en Google la respuesta a la pregunta que le hacemos. ¿Pueden estas formas de llegar al conocimiento , suplir al acumulado en el intangible "Libro de aire" del que nos habla Vicent?

"A nuestro tiempo ha llegado en forma escrita o grabada solo una ínfima parte de la sabiduría y de la belleza que el ser humano ha desarrollado a lo largo de la historia. Todo ese acervo de cultura, que se ha perdido, constituye un gran libro cuyas páginas las pasa la brisa o el viento." Manuel Vicent

Entre la correspondencia mantenida entre Alejandro Magno y Aristóteles,  en una de las cartas,  Alejandro Magno le reprocha a Aristóteles el haber publicado sus escritos esotéricos:

 “¿En qué nos vamos a diferenciar de los demás si cada uno de los libros de los que hemos aprendido van a ser públicos para todos? Yo, en verdad, preferiría sobresalir por el conocimiento y la práctica de las cosas excelentes a sobresalir por mi poder.”

Le contesta Aristóteles:

 “Me has escrito a propósito de los libros acromáticos, en la creencia de que es necesario que los guardemos en secreto. Pues bien, has de saber que estos están publicados como no lo están, pues solo son inteligibles para aquellos que nos han escuchado.”

Una prueba palpable de que Aristóteles tenía razón se muestra cada día en las  redes sociales actuales y, sobre todo, en   los comentarios  de los lectores en los  periódicos digitales. La mayoría de participantes, esconden su verdadero nombre bajo un seudónimo que   no permite al lector saber  quién es el autor del comentario.  Hay para todos los gustos pero  abundan, a mi juicio, muy poco las opiniones argumentadas, signo inequívoco del   conocimiento que tiene alguien  sobre el tema del que esta hablando. Sí proliferan  otras formas de expresarse, destacando entre ellas los chismes y los cotilleos.  Con menor frecuencia, a veces también aparece  la ironía. En general,  los chismes van directamente a atacar la reputación de alguien; el cotilleo sirve para coaccionar (lo que Marcuse llamaba la “Tolerancia represiva”) al que se desvía de la norma grupal o convencional y que puede terminar,  dentro de los esquemas actuales de lo “políticamente correcto”,   en  “cancelación” . La ironía, ya es otro nivel: pretender decir lo contrario de lo que se quiere que los demás entiendan, ya requiera de unos recursos cognitivos elevados que no están a la altura de cualquiera. 

Ante el desolador panorama actual,  cabe plantearse la siguientes cuestiones: 

La primera hace referencia a la actitud  que debemos mantener ante los abundantes chismes y  'cotilleos'. que no solamente no aportan absolutamente nada positivo, sino que se centran en la anécdota obviando los contenidos y haciendo el papel de la 'tinta de calamar' que oscurece el entorno para camuflar lo realmente esencial. 

“El gran enemigo del lenguaje es la falta de sinceridad. Cuando hay una brecha entre los objetivos reales y los declarados, se emplean casi instintivamente palabras largas y modismos desgastados, como un calamar que suelta tinta para ocultarse”. George Orwell

El lenguaje siempre es un acto intencional, nos comunicamos con una intención previa. Cuando dicha intención consiste en poner de relieve, lo más fidelignamente posible, la realidad objetiva y verídica,  nos lleva a unos resultados. Cuando dicha intención consiste en  camuflar la verdad, mentir, engañar, los resultados son otros y muy distintos de los primeros. En el primer caso hablaríamos de algo noble, objetivo y congruente. Despierta en nosotros interés y respeto.  En el segundo caso nos referiríamos a algo indigno, deshonroso e ignominioso. Despierta en nosotros rechazo y desconfianza.

LA CORROSIÓN  DEL LENGUAJE

https://neuroforma.blogspot.com/2017/01/la-corrosion-lenguaje-sinconciencia.html


¿En qué medida debemos ser tolerantes? 

La primera cuestión a abordar tal vez pasaría por afirmar que practicar la tolerancia ante situaciones como la descrita, fabricadas muchas veces con  mentiras, engaños y  exabruptos, con el fin de camuflar la verdad,solo puede conducir a incrementar el ritmo de denigración de la sociedad. Según nos decía Marcuse, la tolerancia deja se ser tal 

 “cuando su doctrina racional ya no prevalece, cuando se administra la tolerancia a individuos controlados y adoctrinados que a la manera de papagayos repiten, como si fueran propias, las opiniones de sus amos, para los cuales la heteronomía se convirtió en autonomía”.

Tolerancia represiva”, en R. P. Wolff, H. Marcuse y B. Moore, Crítica de la tolerancia pura, Madrid, Editora Nacional, 1977.p 84

 A mi juicio, nunca como en la actualidad estuvo tan extendida la 'pedagogía del loro de repetición'. Aplicar aquí un programa de  intolerancia preventiva, podría ser un primer paso.

 CARROÑA INFORMATIVA

https://neuroforma.blogspot.com/2020/06/carrona-informativa.html


Segunda cuestión a plantearse: 

en el supuesto de que pudiéramos hacer hoy tangible y  pasar página a página, con el dedo, del  “Libro de aire”, 

¿Sabríamos interpretar y  valorar la información contenida en el mismo?

Ante el reproche que le hace Alejandro Magno a Aristóteles, este último le recuerda que la información no vale para nada bueno (sí para algo muy malo) si no se sabe interpretarla. Yo creo que también Aristóteles le manda otro mensaje,  en el sentido de que no es suficiente leer si no se sabe interpretar correctamente lo que se lee; que es necesario “haber escuchado” y no a cualquiera, sino a alguien sabio como el mismo Aristóteles.


El ansia de un saber profundo, es la característica más relevante de todas las sociedades prósperas. Juanjo Lamelas nos dice en su libro de divulgación científica titulado ¿Por qué caen las manzanas?, publicado por Ediciones Atlantis, que en la Biblioteca de Alejandría, en sus mejores momentos, pudo llegar a haber más de un millón de papiros: “Emisarios reales viajaban a los confines del mundo para copiar o comprar bibliotecas enteras. Incluso barcos que llegaban a puerto eran registrados meticulosamente no en busca de oro, sino de libros, los cuales, después de ser copiados y clasificados eran devueltos a sus dueños”.

Alejandro Magno priorizaba el conocimiento sobre el poder. 

El priorizar algo  es darle más importancia que a otras actividades.  Por eso  buscaba el saber y era receptivo, abierto y absorbente de todo conocimiento. Otra de la variables en la priorizacion, además de la importancia,  es la urgencia. Nunca, una tarea importante,  debemos dejar que alcance el grado de urgencia pues en este caso no la abordaríamos con la rigurosidad suficiente.

El panorama antes descrito de los comentarios de la mayoría de los periódicos digitales, nos indican que se hace urgente incrementar nuestros conocimientos. Por otro lado,  este tipo de tarea debe realizarse sin las prisas que generan un dañino estrés que no permitiría abordarla con la suficiente rigurosidad.

 ¿Cómo podemos resolver tal dilema? 

El primer paso, a la hora de tratar de resolver un problema, es el "darse cuenta" tomar conciencia y ser conscientes, de nuestra SITUACIÓN ACTUAL. 

El segundo paso, es el clarificar y objetivar la SITUACIÓN DESEADA,  a la que  queremos llegar. 

 

“Inteligente es aquel que cada vez que desea aprender toma una intensa conciencia de su ignorancia.”  Joaquín Lorente




¿Qué grado de urgencia y que grado de importancia tiene para ti adquirir CONOCIMIENTOS?

El CONOCIMIENTO  se ha convertido en el principal recurso generador de PROGRESO  SOCIAL Y PERSONAL