domingo, 27 de julio de 2025

CONSTRUYENDO LÍDERES 6

 

Jorge

 

A Juan se le incorporó un nuevo colaborador directo como Jefe de Sección para sustituir a Antonio Ferro al que apenas le quedaba un mes escaso para jubilarse.

El nuevo colaborador, Jorge Monte, tenía 25 años de edad, era Ingeniero Técnico y su experiencia laboral se limitaba a haber trabajado 2 años en una empresa auxiliar del automóvil como técnico en el departamento de Métodos.

 Se había presentado como candidato a este puesto y había pasado el proceso de selección porque, según su opinión, le atraía mucho más el trabajo de liderar personas que el de hacer de técnico. Estaba muy ilusionado y motivado en conocer y practicar todo aquello que fuese necesario para convertirse en un buen líder.

 Después de haber superado las distintas fases del proceso de selección, en una entrevista que tuvo con el que iba a ser su jefe directo, con Juan Duque, le manifestó que fue el capitán del   equipo de fútbol de su barrio durante 5 años y que fue allí en donde se sintió atraído por el liderazgo.  También pudo saber Juan Duque, que en el Cuestionario PAPI-I de Max Kostick, que le habían pasado los de selección  a Jorge Monte, éste puntuó alto en el factor liderazgo y en las necesidades y roles asociados a este factor. Si a lo anterior añadimos que el “wi-fi emocional” de Juan captaba buenas vibraciones  de Jorge, no era extraño el entusiasmo que Juan sentía y su interés en ayudar a Jorge a convertirse en un líder.

 Recurrió de nuevo a Jaime Jate, el cual, después de escuchar lo que Juan le comentaba, él dijo sin más:

-        Juan, estás en el camino de convertirte en un líder, asumiendo, con la ilusión que lo haces, una de tus principales responsabilidades: el desarrollo individual de los colaboradores.

-        Asumo esta función con sumo gusto y creo que, entre otras cosas, dicho desarrollo pasa por plantearles a los colaboradores,  objetivos ambiciosos y mensurables, a la vez que creamos entornos de gran confianza y expectativas claras- respondió Juan.

Jaime Jate sacó  lo que él llamó “primera hoja de ruta del liderazgo” y se la entregó a Juan, a la vez que le comentaba:

-        Me alegra que tengas claro lo de los objetivos ambiciosos y mensurables. Fíjate que  esta primera hoja de ruta, empieza con lo de las métricas personales. “Lo que se mide, se gestiona”.

-        Me parece muy interesante este programa, pero, ¿cómo desarrollarlo?- contestó Juan.

 Jaime Jate se comprometió a ir enviando a Juan, periódicamente, las distintas partes del desarrollo del programa que se exponía en la “Primera Hoja de Ruta del Liderazgo”. Le dijo que la base de un líder de cualquier tipo es el liderazgo personal: ¿Cómo puedes dirigir a otras personas si no te diriges a ti mismo? El liderazgo personal pasa por la madurez de la persona. A mí me gusta definir la madurez como la capacidad de pasar la mayor parte del día haciendo acciones que me gustan y me convienen. Está relacionado, como veremos más adelante, con el cerebro emocional y con el cerebro cognitivo. Al final del curso te daré – le dijo Jaime a Juan- una herramienta que integra estas cuestiones y que, sin duda,  te será muy útil en tu vida.

 

- Por lo que hace referencia a crear entornos de gran confianza y expectativas claras a los que haces referencia – dijo Jaime – los veremos cuando hablemos del desarrollo del liderazgo organizacional. No debes olvidar que las expectativas es una de las herramientas de influencia que tiene el líder. La confianza está basada en que la gente se cree lo que dices porque es eso lo que haces.

  Lo cierto – prosiguió Jaime – es que todos aspiramos a sentirnos bien, con nosotros mismos y con el  mundo que nos rodea. Este “sentirnos bien” pasa, entre otras cosas, por alcanzar los diferentes objetivos que nos marcamos en el ámbito personal y profesional, es decir, en rentabilizar la energía mental y física que ponemos en juego.  Luego resulta que, en el día a día, hacemos algunas o muchas cosas que van en la dirección contraria a esta aspiración y sobreviene, inevitablemente, la desilusión y la frustración. No es más que una de las múltiples paradojas humanas: una cosa es lo que nos gusta y otra, que a veces coincide y a veces no, lo que nos conviene.

 Para llegar a la madurez hace falta recurrir a la voluntad. Entendemos por voluntad, que es un término muy resbaladizo, la capacidad de posponer gratificaciones inmediatas (lo que me gusta), para la obtención de gratificaciones futuras de mayor valor (lo que me conviene). La gratificación futura de mayor valor, es la situación deseada que tú te marques. Las gratificaciones inmediatas, son aquellas cosas que te impiden acercarte a esta meta, lo que te gusta pero no te conviene.

 Es por esto que nos hacen falta  herramientas que nos permitirán que la razón, el neo córtex, el cerebro cognitivo (lo que me conviene), trabaje en equipo con la emoción, el cerebro emocional (lo que me gusta).  Sólo así progresamos con consistencia.

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27-07-2025

COLUMNA: MANUEL VICENT

 El humo del verano

Un libro, una hamaca, una buena sombra, una brisa agradable, los amigos y el mar

amanecer

LUIS ALMODÓVAR

Manuel Vicent

Después de un curso político tan bronco hay que dejar que agosto discurra suavemente sobre el sombrero de paja. Un libro, una hamaca, una buena sombra, una brisa agradable, los amigos y el mar. Podría añadir una limonada natural con hielo y hierbabuena con solo alargar la mano. ¿Para qué más? La vida es bella y atroz. En el charco que ha dejado un reciente aguacero beben en vuelo rasante unas golondrinas y luego suben hasta el nido y dan de comer a los polluelos. Eran cinco esta primavera. Quedan tres. Los otros dos murieron después de haber sido desahuciados y esto ha sucedido mientras a su alrededor florecían las tupidas madreselvas de las rimas de Bécquer. Me ha llamado un amigo para decirme si me apetecía salir mañana temprano a pescar. Pero desde casa he visto que el oleaje rompía muy duro contra la escollera y le he dicho que ya no salgo a la mar, salvo que las olas me deparen placeres lo más alejados posible de los de un navegante intrépido. Me gusta tumbarme en la bañera de popa con el sedal del curricán entre los dedos. Lo de pescar es un decir, puesto que muchas veces lo único que pescamos siempre es el amanecer con el sol naciente. Cuando apuntan en el horizonte los primeros rayos del sol me cubro la cara con el sombrero y observo cómo la luz se filtra entre la trama de sus fibras y a medias ofuscado y deslumbrado imagino que navego todos los mares del sur mientras el velero va ganando altura y al sonido del viento en las velas se une alguna melodía de George Moustaki que me recuerda veranos muy felices. Tal vez los poetas podrían dividirse en dos: los que aman el amanecer y los que prefieren la puesta de sol. Realmente ambos crepúsculos tienen la misma luz. En el amanecer hay golondrinas y vencejos; en la puesta de sol se quiebran en el aire los murciélagos. Unos y otros salen a la caza de mosquitos, pero dejan que los poetas, en lugar de mosquitos y otros insectos, se alimenten con toda clase de sueños, lo que viene a ser lo mismo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 




viernes, 18 de julio de 2025

CARDAR PARA SABER MIRAR

 

 Imagen 1: Elaboración propia





Imagen 2: Elaboración propia

CARDAR PARA SABER MIRAR

CARdar como COMPETENCIA

Si te interesa el tema, y quieres profundizar,  te invito a ver el siguiente video:

Decálogo de Autogestión. Cardar para saber mirar: Parte 1

https://tv.uvigo.es/video/5b5b62fe8f420804526d0554

Entendiendo el contexto 

Hace 2 millones de años Homo Habilis  se dedicaba a cazar. Actualmente Homo sapiens, aparecido hace 50.000 años, se dedica a pensar.

 Homo sapiens -hombre sabio, capaz de conocer- se desarrolló y evolucionó por  la era agrícola y la industrial, utilizando, como factores productivos o recursos para producir los bienes y servicios que consumía y disfrutaba, la tierra, el capital, el trabajo y el conocimiento,  en distintas cantidades e intensidades,  en función de cada una de las eras según se ve en el gráfico que aparece más abajo. Así, en la era agrícola, la tierra y el trabajo eran los factores prioritarios y más utilizados ; el capital y el conocimiento quedaban relegados a un segundo plano.

Imagen 3: Elaboración propia


  En 1969 aparece en la obra The Age of Discontinuit de Peter Drucker,   La sociedad del conocimiento   en la cual, según Drucker, el factor productivo por excelencia pasa a ser el conocimiento, hasta el punto de que hacia el año 1971 el 50% del PIB sería generado, según Drucker,  por medio de las nuevas tecnologías,  aparecidas en la  Sociedad de la Información,    a través del conocimiento. 

                          

 En la era agrícola, una de las competencias que era necesario desarrollar, era la competencia de cardar lino, -"Preparar con la carda una materia textil para el hilado". RAE-. Teniendo esta competencia, a partir de una planta de lino, que sembraban y recogían, la sometían a un proceso de cardar consistente en separar el lino de la estopa, lo útil de los desechos. Fabricaban, de esta forma,  toda una variedad de productos textiles tales como vestidos, paños, etc., muy útiles y prácticos  que  utilizaban en sus hogares.

 En la era del Conocimiento, el factor productivo por excelencia es el conocimiento, le sigue el capital, y el trabajo y la tierra quedan relegados a un segundo plano. El saber desbanca al capital como recurso preferente para generar riqueza. Emerge el trabajador del conocimiento.

En esta era, las nuevas tecnologías, y sobre todo la expansión de Internet,  generaron la cibercultura. El filósofo   Pierre Levy    la aborda en su libro “La cibercultura: ¿el segundo diluvio?”

 Todo parece indicar que nos están ahogando con un exceso de información,  y que la nueva y sofisticada arma de manipulación,  ya no sigue la estrategia de  ocultar la información y el conocimiento manteniendo a la gente en la ignorancia  sino todo lo contrario: proporcionando tal exceso de información que ya no sepamos diferenciar la buena de la mala, la verdadera de la falsa, el grano de la paja. 

Escribe cualquier término en tu buscador y verás gráficamente esto que estamos hablando. Acabo de meter en Google el término "conciencia"  y aparecen del orden de 81.00.000 de resultados - 29-01-2021: 9 h.-. Repito la operación el 23-09-2021 9:57 horas y aparecen    101.000.000 resultados. 

La constante interacción entre personas,  que nos permite a todos y cada uno exponer nuestra opinión abiertamente en foros  masivos de redes sociales, profesionales y demás,  hace que sea imprescindible utilizar la competencia de cardar, ya no lino, en este caso,  sino información, con el objetivo de   diferenciar la buena de la malael grano de la paja, lo aplicable de lo utópico, lo práctico de lo teórico, lo que aporta resultados de lo que nos hace perder el tiempo, o peor todavía, nos lleva a tomar decisiones equivocadas a partir de información falsa y manipulada.[1] 

Ya no se trata de mantener a las personas ignorantes ocultándole información y conocimientos- estrategia muy utilizada en el mundo laboral de antes que se sintetiza muy bien con una frase que algunos jefes decían a sus subordinados: "tú a trabajar que para pensar ya estoy yo". Se trata de seguir manteniéndolas ignorantes pero con una estrategia distinta y contraria a la anterior: darle un exceso de ambos de tal forma que no sepa procesarlos adecuadamente y acabe confundiendo – permítaseme el término  coloquial-  el tocino con la velocidad. 

  La manipulación es la herramienta más utilizada hoy en día,  para que dejemos las riendas de nuestra vida en manos de otros y nos convirtamos en meros títeres, movidos por hilos invisibles de los que no somos conscientes. 

Imagen 4: Elaboración propia

             

 La vacuna: práctica de la AUTOGESTIÓN 

Decíamos en el artículo anterior, que el desarrollo de este Decálogo nació  englobado en lo que llamamos Competencias Horizontales – también denominadas Competencia Transversales- , y de forma más amplia dentro de la Inteligencia Emocional- CE-.

Podemos entender la Autogestión como la  Meta competencia Transversal por excelencia,  que se manifiesta en todos los órdenes de nuestra actuación en las diversas facetas de la vida. “Una meta competencia es una competencia que es tan poderosa que influye sobre la capacidad de la persona para adquirir otras competencias” [2]

 Ya podemos haber alcanzado un gran desarrollo de las “competencias duras”, aquellas que desarrollamos en la carrera -  que correlacionan con la inteligencia psicométrica, CI- y que ponemos de manifiesto en el puesto de trabajo. Si careces por completo de la Meta competencia de Autogestión,  no te servirán de mucho,  para lograr una vida satisfactoria con  un elevado BIS: Bienestar Individual Subjetivo.  Voy a poner un ejemplo, un tanto exagerado, en el sentido de que sobrepasa los límites de lo normal, de lo justo y de lo conveniente, pero muy claro e inteligible en el contexto actual: si te has esforzado para sacar adelante una ingeniería con un buen expediente –competencias duras- , pero luego te pasas la vida como “proletariado del teclado”,  tu desarrollo de la Autogestión – competencias blandas que correlacionan, no con el CI,  pero sí con el CE, y con las “disposiciones mentales” – fue deficiente. 

 

Entiéndase lo del  “proletariado del teclado” dentro del siguiente contexto- voy a repetir parte de lo dicho en el artículo anterior- : Si te incorporas al mercado laboral con un buen expediente,  lo normal, a mi juicio, es que tengas en cuenta la siguiente fracción para ver lo que te ofrecen: Arriba, en el numerador,  aparecen tres conceptos: Dinero + Tareas + Proyecto de empresa. Abajo, en el denominador, aparecen dos: Incomodidades e Incertidumbre. 

En función de donde pongas el foco- saber mirar- , de cómo priorices cada término del numerador, podrás calcular las probabilidades de caer en un trabajo con un elevado grado de precarización o, por lo contrario, un trabajo que te permita lograr un alto desarrollo personal y profesional.

Si tan solo tienes en cuenta el dinero del numerador y las incomodidades del denominador, corres un gran riesgo de que termines haciendo el resto de tu vida un trabajo precario y poco estimulante - "Ganarás el pan con el sudor de tu frente"-.

Si pones el foco - saber mirar-  en las tareas del numerador y priorizan su contenido de tal forma que te permitan formarte, desarrollarte, retarte estás consiguiendo el desarrollo de dos variables que van a tener en tu vida una incidencia decisiva: La variable TALENTO y la variable RETO. 

Para optar por esta opción es necesario tener la suficiente claridad mental y  desarrollar la "Escala del Saber" - datos, información, conocimientos, sabiduría [3]- hasta el último escalón.

Imagen 5: Elaboración propia

 

Si además también  llama tu atención en el numerador el  Proyecto de empresa  al que te sumas, y este te convence, - "Me gusta lo que hago por que beneficia a mucha gente"-  acabarás creando en esa empresa unos anclajes emocionales que desarrollarán tu motivación y entusiasmo en tu trabajo y te llevarán a conseguir un elevado  BIS – Bienestar Individual Subjetivo – en la vida además de un -BO: Bienestar Objetivo, medido por variables cuantitativas- . La calidad de vida que logres así disipará las Incomodidades y la Incertidumbre del denominador.

 Con el término de autogestión hablamos de la capacidad de  una persona para realizar acciones por si misma sin la necesidad de recibir atención por parte de otras personas. Hablamos de proactividad, de autonomía, de escapar de donde quieran llevarte de la mano como a un niño, de automatizarte como a un robot, al que no se le da la oportunidad de madurar y crecer.  Hablamos de personas dispuestas a dirigir su propia vida. Hablamos de personas que tienen muy claro lo que quieren y planifican su vida dispuestos a mantener lo que  quieren y ya tienen,  y a conseguir lo que quieren pero que aún no tienen. 

Imagen 6: Elaboración propia


  Personas que no caen en el virus del “optimismo de pandereta” – destacada “filosofía” especializada en manipular ocultando y deformando la realidad a las personas y generando expectativas irreales, llegando , en un plazo más o menos amplio,  a la frustración, al resentimiento y al victimismo-.[4]

Imagen 7: Elaboración propia



 Personas que mantienen  como fuente de energía un vital optimismo funcional  a través del cual se marcan objetivos realistas que cumplan los parámetros propios de todo objetivo, y añadiéndole dos parámetros más que no suelen aparecer en los objetivos organizacionales: que estén bajo su propio control personal, es decir,   que pueda sacarlos adelante por sí mismas; segundo, que sean ecológicos, es decir, evaluando el impacto que van a tener en su vida futura una vez que los consigan.

Nicolás Maxwell que propone una revolución cultural que evolucione desde el conocimiento a la sabiduría, define la libertad como “la capacidad de conseguir lo valioso en una amplia variedad de circunstancias”. Esto exige, empezar por diferenciar de forma nítida entre precio y valor. 


¿Tienes  claro que es para ti lo valioso?


   

"Decidí que mi deseo anterior de ser un gran físico teórico y dominar el universo, y mi deseo de ser un gran novelista y maestro de la vida humana, eran ambos, cuando se los llevaba al límite, aspectos del deseo de convertirme en Dios. Esto no solo era absurdo; era indeseable. Mucho más deseable era ser algo que, hasta entonces, me había parecido demasiado insignificante para merecer ninguna consideración: yo mismo.”- la negrita es mía." [5]


Imagen 8: Elaboración propia


No olvidemos que el éxito personal es la suma del éxito exterior- el que tenemos en el mundo- y el éxito interno - la satisfacción personal.



Imagen 9: Elaboración propia

En mi opinión, el rasgo más definitorio de la Autogestión, a mi juicio,  es el de tener una firme y constante disposición mental a “crear opciones”, de tal forma que nunca se vea uno entre la “espada y la pared”, disponiendo habitualmente de  un suficiente número de alternativas,  desde el que pueda elegir lo que más le convenga, sin convertirse en rehén de nada ni de nadie.



  Según Carol Dweck podemos ubicar a todas las personas a lo largo de un continuo que va desde Mentalidad Fija hasta Mentalidad de Crecimiento.

Los primeros creen que sus logros se deben a su capacidad innata; temen al fracaso ya que les pone en cuestión y les hace dudar de sus propias capacidades. No lo dice ella,  pero yo creo que le baja su nivel de autoeficacia, que definimos en un video que aportamos en este decálogo,  como las probabilidades subjetivas que calculamos, antes de empezar un proyecto,  de conseguirlo a no. Si nos vemos ante el mismo con poca autoeficacia,  lo más probable es que no lo consigamos – explico en el video el por qué es así-. Bandura la define como “la creencia en la propia capacidad de organizar y ejecutar los cursos de acción necesarios para gestionar las situaciones posibles”

Los segundos, los de Mentalidad de Crecimiento, creen que todo puede mejorarse y es modificable con aprendizaje y esfuerzo. Para ellos el fracaso es una fuente de aprendizaje y por lo tanto ni les preocupa ni lo temen.

Para Carol Dweck, las Disposiciones Mentales tiene una mayor influencia en la vida de una persona que los recursos cognitivos que esta tenga y vaticina que las personas con mentalidad de crecimiento lograrán en su vida un mayor BIS: Bienestar Individual Subjetivo y un mayor éxito. 

 La Autogestión, según lo que llevamos expuesto,  se relaciona más con una Mentalidad de Crecimiento que con una Mentalidad Fija.


Imagen 10: Elaboración propia


 

Nos dice Carol: “Los estudiantes que tienen una mentalidad fija  creen que sus habilidades básicas, su inteligencia, sus talentos, son solo rasgos fijos. Tienen una cierta cantidad y eso es todo, y luego su objetivo es lucir inteligentes todo el tiempo y nunca parecer tontos.  Los estudiantes con mentalidad de crecimiento,  entienden que sus talentos y habilidades pueden desarrollarse mediante el esfuerzo, la buena enseñanza y la perseverancia. No necesariamente piensan que todos son iguales o que cualquiera puede ser Einstein, pero creen que todos pueden volverse más inteligentes si se esfuerzan en ello”.

 El resaltado en negrita es mío: me parece un perfecto ejemplo para diferenciar entre el “optimismo de pandereta”- hacernos creer que todos somos un Einstein- y el “optimismo funcional”- las habilidades pueden desarrollarse mediante el esfuerzo, la buena enseñanza y la perseverancia-.

Para alcanzar esta autogestión la competencia de cardar,  en el sentido que aquí exponemos, es el primer e imprescindible requisito. 


 Aclarando conceptos

 Me he inclinado por la palabra cardar,  por la fuerza de la  analogía de desechar la estopa del lino en la era agrícola,  y la desinformación basada, no en la escasez,  sino en la saturación  de la información en los tiempos actuales,  con la cual nos someten a un proceso de atiborrar nuestros sentidos perceptivos con ‘estopa’ ahogando nuestro cerebro y logrando como resultado final que nos alejemos de la Auto Gestión y nos convirtamos en meros comparsas de los demás y de las circunstancias.  



 Pero no  elegí cardar tan solo por eso, sino que su potencia como regla mnemotécnica  para recordar tres principios (CAR)  y tres métricas (DAR) fundamentales en la vida de toda persona que quiera practicar la Auto Gestión  y conducir su vida. Cardar nos permite memorizar y recordar los dos primeros principios de este Decálogo de Autogestión:



Imagen 11: Elaboración propia




El primero de ellos “CARdar para saber mirar” en el cual se encierran los tres principios básicos de la autogestión: Conciencia, Autocreencia y Responsabilidad.

 El segundo, “CarDAR para progresar”Desarrollo personal y Profesional, Aportaciones que hacemos al entorno y Recompensas que recibimos de ese entorno. 

Este segundo principio del Decálogo de Autogestión,  sintetiza tres métricas, que no solo nos permitirán medir nuestro progreso,  sino, además, entender la lógica de la vida.

 ¿Filtras lo esencial de todo el flujo de información que recibes y sabes diferenciar lo importante de lo accesorio?

Si te interesa el tema, y quieres profundizar,  te invito a ver el siguiente video:

Video: La práctica consciente te lleva a ser competente:

Sobre desarrollo de las competencias en las empresas invito a ver el siguiente video:


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Imagen 12: Elaboración propia



Imagen 13: Elaboración propia

Referencias bibliográficas:

 COLLINS, Randall: SOCIOLOGÍA DE LAS FILOSOFÍAS. Una teoría global del cambio intelectual. Editorial Hacer, S.L. 2005

 [1]  CARROÑA INFORMATIVA   https://neuroforma.blogspot.com/2020/06/carrona-informativa.html

 [2]  Briscoe & Hall (1999)

[3] LA FRAGILIDAD DEL TRABAJO 1: PERSPECTIVA Y CLARIDAD MENTAL

 https://www.blogger.com/blog/post/edit/8615013334320974582/596982680448187975 

[4]  ¿INDIGNADOS O RESENTIDOS? (2)

https://www.blogger.com/blog/post/edit/8615013334320974582/8250054928485987236

[5]  Nicholas Maxwell. Sobre mí:https://www.ucl.ac.uk/from-knowledge-to-wisdom/aboutme

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20-07-2025

Columna: Manuel Vicent

 

He tenido un sueño

He soñado con una izquierda propietaria de la fraternidad universal y una derecha culta, moderada, europeista

Manuel Vicent

20 JUL 2025 - 05:30 CEST

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Hubo un tiempo en que en los pueblos de la España profunda la derecha tenía tres vacas sagradas: el cura párroco, el director de Banesto y el sargento de la comandancia de la Guardia Civil. Entonces las cosas estaban en su sitio, Dios en las alturas y las escrituras de propiedad bajo llave en el cajón de la cómoda. A la derecha ni siquiera se la llamaba derecha sino gente de orden, conservadora, familiar; entre ellos se saludaban levantado el sombrero al cruzarse después de misa mayor el domingo camino de la pastelería. Tampoco a la izquierda se la llamaba izquierda. Eran simplemente los rojos, cuya ideología se hallaba sumergida en el silencio. La derecha burguesa estaba poblada de eruditos, sabios, historiadores y bibliotecarios; en cambio la izquierda producía intelectuales, artistas, soñadores e idealistas. Por supuesto, esto no son más que tópicos, pero daría lo que fuera para que la derecha y la izquierda siguieran siendo como uno imaginaba en aquel tiempo, la izquierda como propietaria de la fraternidad universal y la derecha culta, moderada, europeísta, radicalmente honrada en los tratos, porque a la hora de robar no tenían necesidad de meter mano en el caudal. Para eso ya estaba el Código Civil, el Código Mercantil, las notarías y los registros de la propiedad. Por eso es inexplicable que una derecha que viene de una educación heredada, que sabe manejar los cubiertos del pescado, se comporte en la política con un estilo tabernario, sin argumentos, solo con unos insultos de baja calaña cargados de odio cainita. ¿De dónde ha salido esta gentuza tan maleducada? ¿De dónde han salido, por otra parte, esos miserables robagallinas que han destrozado los ideales del socialismo con esa forma tan zarrapastrosa de meter la mano en la caja que da vergüenza ajena? Como decía aquel: yo he tenido un sueño, he soñado con una derecha culta y moderada que se encontraba en el camino de la libertad y la democracia con una izquierda limpia, inteligente y sosegada.


 

 

 

 



sábado, 12 de julio de 2025

EL CÓMO LO DICES ES MÁS QUE LO QUE DICES


 EL CÓMO LO DICES ES MÁS 

QUE LO QUE DICES


Imagen1: Elaboración propia


Contenidos   

-        Resumen

-        Un poco de reflexión

-        La amígdala también habla.

-        Emociones y relaciones como multiplicadores

-        Recibes lo que emites.

-        Un poco de práctica

 

Resumen

Como muy bien saben los buenos líderes (personas que logran resultados a través de otros) en cuestiones humanas “lo efectivo suele ser  lo afectivo”.

Nos movemos en un entorno psicoafectivo que creamos entre todos,  a través de nuestros estilos de sentir, de nuestra identidad emocional y de su manifestación en las interacciones que establecemos con los demás.  

Un entorno en el que interaccionamos unos con otros y en el que nos mandamos  constantemente mensajes emocionales,  positivos o negativos,  siendo el ratio entre ambos los que dan como producto final un balance emocional que determina que nos sintamos a gusto o no, con energía o desvalidos, alegres o tristes, en calma o agitados.

En las relaciones mandan las emociones y viceversa, de tal forma que podemos sostener que las relaciones multiplican lo bueno y lo malo que nos sucede. Cuando estas relaciones son positivas, sinérgicas, se multiplica el número y la intensidad de las cosas buenas que nos suceden. Cuando estas relaciones son negativas, destructivas, se multiplican en número y en intensidad las cosas malas que nos suceden.


Palabras clave

Las emociones comunican, intercambio emocional, interdependencia, estabilidad emocional, medio psicoafectivo.

 

Imagen2: Elaboración propia

 Desarrollo de contenidos

1.- Un poco de reflexión


                                                                 Imagen3: Elaboración propia

¿Encuentras muchas dificultades al relacionarte con los demás?

¿Cómo reaccionas ante un conflicto interpersonal?

¿Hasta que punto conoces lo que los demás piensan de ti?

¿Cómo respondes ante alguien enfadado u hostil?

¿Tienes la sensación de que te es difícil entender a los demás?

¿Estás seguro de que los demás te entiendan?

¿Eres sensible a los sentimientos de los demás?

¿Puedes anticipar que respuesta te dará tu compañero de trabajo si le pides que te eche una mano en una tarea urgente?


                                                                            Imagen 4: Elaboración propia

 Todas estas preguntas tienen que ver con tu capacidad de construir relaciones.

En este learning coffee aprenderemos:

-        A valorar  la importancia que tienen las emociones en la construcción de las relaciones y viceversa,  la importancia que las relaciones tienen en como te sientas.

-        Tomar conciencia de si muestras emociones nos facilitan o boicotean el construir con los demás unas relaciones de calidad.



 Imagen 5: Elaboración propia

2.- La amígdala también habla

Las emociones son las respuestas que damos a lo que nos sucede. Damos dichas respuestas en función, sobre todo, de nuestra identidad emocional, de nuestro estilo de sentir. Este estilo determina la reactividad emocional que manifestamos al entorno en el que interactuamos con los demás construyendo nuestras relaciones.

 

Son nuestro medio de actuación. Antonio Damasio demostró que no hay conexión directa entre la razón y la acción.  El área límbica, alojamiento de nuestro mundo emocional, tiene potentes líneas directas con la corteza cerebral, donde se asienta la lógica, la razón; más concretamente, con los lóbulos frontales que son los centros directivos y decisionales.

 Si la línea directa se interrumpe por efecto de un accidente o de una intervención quirúrgica necesaria ante un tumor, la persona sigue razonando perfectamente, pero, es incapaz de tomar decisiones, incluso las más simples. Steven Pinker, psicólogo experimental americano, cuenta el caso de un joven que se pasaba horas y más horas en la ducha dilucidando si se había aclarado lo suficiente o no.

En las relaciones mandan  las emociones. Es por ello que en cuestiones humanas, como muy bien saben los líderes eficaces, lo “efectivo suele ser lo afectivo”: no movilizas a nadie a través de la pura razón. Lo que convence no son las ideas, sino las ideas que despiertan emociones.


Imagen6: Elaboración propia


 

Las emociones comunican. Esto es lo que ponemos de manifiesto cuando decimos que “la cara es el espejo del alma”. La cara de enfado de nuestro jefe  cuando llegamos tarde a la reunión, comunica más que todo un discurso. El gesto de sorpresa de nuestra pareja ante un regalo que no esperaba es de una elocuencia pura. Además, en estos dos casos hablamos de un lenguaje universal, entendible por todos aunque no hablemos el mismo idioma. Recuerda que la ira o enfado y la sorpresa son dos de las emociones básicas.

 

La amígdala habla de forma más clara que la boca. Esto es lo que demostró Ralph Adolphs, investigador de la neurobiología de las emociones poniendo de manifiesto que las personas con lesiones en la amígdala tienen alterada tanto la expresividad de las emociones como su reconocimiento. Esto les lleva a tener graves lagunas y deficiencias en sus relaciones sociales como por ejemplo no ser capaces de diferenciar entre personas poco o muy fiables.

 

3.- Emociones y relaciones cómo multiplicadores

 

Somos seres sociales. La vida siempre es colectiva, nunca individual. Como dice José Antonio Marina, “la felicidad es un proyecto colectivo”. 

Nadie puede sentirse feliz si está rodeado de personas infelices, desgraciadas.
 

Desde la ecología emocional se sostiene algo que es evidente en la naturaleza: todas las formas de vida dependen entre sí. En el caso que nos ocupa, intercambiamos con los demás emociones. Nos hacemos a fuerza de relacionarnos con los otros. La interrelación con los demás y con nuestro entorno es algo que está ahí, presente en la vida de todos y cada uno.

 

En esta interrelación estamos constantemente mandando y recibiendo mensajes emocionales: de atracción, de repulsa, de ayuda, de angustia, de alejamiento, de cercanía.

Las preguntas a hacernos serían: 

¿Somos lo suficientemente sensibles para captar estos mensajes que nos mandan los demás? 
¿Encontramos en nuestro entorno la receptividad y sensibilidad suficiente para que nos capten los que nosotros enviamos? 

No hay nadie que sea autosuficiente en el terreno emocional. Somos interdependiente: yo dependo de los otros y los otros dependen de mí. La dependencia emocional es un lastre. La independencia emocional es una patología. La interdependencia emocional  es cuestión de madurez y sabiduría.

 

En otra píldora desarrollamos más a fondo la noción de  contagio emocional: las emociones y sentimientos se contagian. Aquí queremos  reseñar que debido a este contagio emocional nuestra estabilidad emocional depende, en buena parte, de las relaciones que tenemos con los demás.

Las relaciones multiplican lo bueno y lo malo que nos  sucede. Cuando son positivas, multiplican lo bueno. Cuando son  negativas, multiplican lo malo. Por eso tenemos la responsabilidad de crear un medio psicoafectivo adecuado. Si el ratio Emociones positivas / Emociones negativas es muy favorable a las negativas, sin duda es necesario hacer algo si no queremos acabar contagiados.

 

Son tan importantes las emociones en la construcción de nuestras relaciones que llevan a Antonio Damasio a sostener en su obra En busca de Spinoza (Pg. 51) que “una de las muchas razones por las que algunas personas se convierten en  líderes y otras en seguidores, por que unas imponen respeto y otras  se encogen, tiene poco que ver con el saber o las habilidades, y mucho con la forma en que determinados rasgos físicos y el porte del individuo concreto promueve en otros determinadas respuestas emocionales”.

 Recibes lo que emites

 

 Desde el punto de vista somático lo normal es que tengamos una temperatura de 36,5 grados. Desde el punto de vista emocional, lo normal es que las personas se encuentren a gusto, tranquilas, optimistas e ilusionadas. Si las emociones que sientes son otras,  distintas y negativas, es señal de que tienes un problema que resolver. Un problema que puede estar localizado dentro  o fuera de uno mismo, o incluso en los dos sitios a la vez. La fiebre cumple a nivel somático la misma función que las emociones negativas y desagradables a nivel emocional: no solo nos indican que tenemos un problema, sino que nos invitan a tomar medidas para volver a la temperatura normal: estar sereno y satisfecho.

 Pensar mejor para sentirte bien. 

Esta es la gran receta para la gestión emocional relacional. Si pienso mal de todos y de todo iré  desprendiendo alrededor partículas tóxicas y contaminantes: mal humor, rencor, resentimiento, envidias, victimismo, quejas permanentes y un largo etcétera de basura emocional. Te convertirás en un títere de tus circunstancias.

Si piensas en positivo irás transmitiendo entusiasmo, confianza, seguridad, etc. Entonces crearás tus circunstancias.

Habrás cambiado la frase, que seguro escuchaste muchas veces, de “yo soy yo y mis circunstancias” (pasividad) por la que originalmente nos dijo Ortega y Gasset: “yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo”. (pro actividad)

 


 Imagen7: Elaboración propia


Un padre y su hijo pasean por un sendero de montaña. El niño tropieza, resbala y cae, se hiere en una rodilla y grita: “¡Aaaaayyyyyy!”

Con sorpresa escucha una voz que viene de algún lugar de la montaña:“¡Aaaaayyyyyy!”.

Curioso, grita de nuevo: “¿Quién eres?”. Y recibe como respuesta: “¿Quién eres?”.

El niño grita de nuevo: “¡Lo he preguntado yo primero¡”. La voz responde: “¡Lo he preguntado yo primero¡”.

Enfadado por la respuesta, el niño grita más fuerte: “¡Estúpido!”. Y recibe la respuesta: “¡Estúpido!”.

El niño mira a su padre y le pregunta: “Papá, ¿qué es lo que está pasando?”.

El padre sonríe y le dice: “Presta atención, hijo mío!”. Y el hombre comienza a gritar: “!Eres un campeón¡”. Y la voz responde: “!Eres un campeón¡”.

El niño vuelve a sorprenderse pero sigue sin comprender, el padre le explica: “La gente lo llama eco, pero en realidad esto es la vida, te devuelve cualquier cosa que dices o haces. Nuestra vida es un reflejo de nuestras acciones.

 

En definitiva, la vida es como un eco, si no te gusta lo que recibes presta atención a lo que emites.

  

 Referencias bibliográficas

 MARINA, José Antonio. La inetligencia fracasada. Anagrama, 2004

 SOLER, Jaume y CONANGLA, M. Mercé. La ecología emocional, Amant, 2004.

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La suerte está echada

Los dados han cambiado y en la lucha intestina con la oposición los traidores Ábalos y Cerdán, en el papel de Bruto y Casio, han llevado a Sánchez contra las cuerdas

Manuel Vicent

13 JUL 2025 - 05:30 CEST

 Julio César fue un general que realizó sus grandes gestas lejos de Roma, entre ellas, la más sonada, su triunfo en la guerra de las Galias. Como a todo general victorioso se le había prohibido volver a Roma al frente de sus tropas por el peligro de que acumulara excesivo poder y se convirtiera en un dictador. Julio César quebrantó esa prohibición. Decidido a entrar en Roma con sus legiones, antes de traspasar la línea divisoria marcada por el hipotético río Rubicón, dijo a sus hombres: “Ahora todavía podemos retroceder, pero si atravesamos este pequeño puente, todo tendrá que resolverse con las armas”. A continuación, echó los dados de la suerte y siguió adelante. Pero en Roma tuvo que enfrentarse a una guerra civil contra Pompeyo en medio de una brutal tensión política con el Senado cuya refriega duró varios años, hasta que llegó el idus de marzo del 44 a. C. y sus aliados, Bruto y Casio, a los que Julio César había ayudado, le traicionaron y César fue apuñalado hasta la muerte. Sus últimas palabras fueron:”¡Y tú también, Bruto!, hijo mío”. Tal vez resulte excesivo comparar al presidente del Gobierno Pedro Sánchez con Julio César. Hasta ahora parecía más bien un vaquero del Oeste que había logrado salir indemne del tiroteo por tierra, mar y aire orquestado para tumbarle desde el día en que tomó el cargo. Lo cierto es que el presidente Sánchez, como César, ha obtenido fuera de España sus mayores éxitos; de hecho, Bruselas ha sido su territorio de las Galias. Lo veías muy seguro de si mismo entre los altos dignatarios de otras naciones, y te decías, puede que vaya de farol, pero este tipo es un ganador. De pronto, los dados han cambiado y en la lucha intestina con la oposición los traidores José Luis Ábalos y Santos Cerdán, en el papel de Bruto y Casio, lo han llevado contra las cuerdas. Son ellos y algunos más de su propia camarilla quienes han preparado los cuchillos con los que podría ser apuñalado en otro idus de marzo, salvo que la suerte acuda una vez más en su rescate.