jueves, 25 de abril de 2019

¿CONFIAMOS EN LOS POLÍTICOS?




¿CONFIAMOS EN LOS POLÍTICOS?


 “Puedes engañar a todo el mundo una vez, puedes engañar a algunos muchas veces, pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo.Abraham Lincoln

Confianza versus Desconfianza


Necesitamos confiar en los demás. No podemos ir por la vida desconfiando de forma sistemática de todo el mundo: gastaríamos en ello tanta energía que no nos quedarías ninguna para utilizarla en algo constructivo.
Por otro lado, todos entendemos que tampoco podemos ir por la vida depositando, sin más,  una confianza ciega en todo el mundo. La ingenuidad acaba pasando costosas facturas.
Entonces, ¿en que punto está la virtud?  
Piensa en una persona en la que confíes. Lo más seguro es que esa persona tenga  las siguientes características:

1.     Su conducta esté marcada por la consistencia y la rectitud.
2.     Cree en lo que dice y actúa en consecuencia.
3.     No le gusta estar rodeados por intrigantes y aduladores, sino por personas que dicen asertivamente lo que tengan que decir.
4.     No depositan una confianza ciega en nada ni en nadie.
5.     Depositan una confianza justificada en personas que saben argumentar y obrar consecuentemente.
6.     Están atentos a las señales que pueden detectar si alguien abusa de su confianza. 

Todo lo anterior lo podemos sintetizar en la siguiente  máxima: 

“confía en todos tanto como puedas”.

 

Qué entendemos por confianza


Una forma muy fácil y práctica de definirla es “que te fíes que la otra parte no tomará una decisión en tu contra”.

 

¿Cómo construir una confianza sólida?


Los ingredientes de la confianza son los siguientes:

1. Tu credibilidad profesional.

 Que la gente entienda que de lo que hablas sabes. 

2. Tu credibilidad personal. 

Honestidad, no abusar, no engañar. 

3. La empatía.

 Habilidad de conectar con la otra parte, ser capaz de dar valor a los demás. Dar al otro la capacidad de expresarse.  

4. Discurso atractivo. 

Que lo que digas tenga fuerza y argumentes bien.



Genera desconfianza:
1. La falta de capacidad de reconocer los propios errores.
2. La estrategia de disimularlos, taparlos con agilidad y pasarle el muerto a otro.
3. El modificar constantemente las reglas buscando el beneficio propio.

 

CUENTA CORRIENTE DE LA CONFIANZA


 

¿Cuantos políticos tienen un saldo positivo?


Señores políticos, no olviden que para construir confianza no hay que representar ningún “papel” que no seamos capaces de mantener a la larga. Ser sinceros, no ocultar los problemas y desenvolverse según la propia personalidad. Lo que se interpreta sólo se interpreta, pero, no es verdad, y todos tenemos una sensibilidad especial para detectar la diferencia.

Tampoco olviden que con la confianza pasa como con la pasta de los dientes. Sale muy fácilmente pero es muy difícil de meter de nuevo en el tubo.

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