domingo, 10 de noviembre de 2024

INVENTANDO RELATOS

 

INVENTANDO RELATOS

“Ya sea mediante el implante de recuerdos falsos, la construcción de relaciones ficticias o la creación de realidades intersubjetivas, los relatos han producido redes humanas a gran escala. A su vez, dichas redes han cambiado por completo el equilibrio de  poder en el mundo”. Yuval Noah Harari

La herramienta mágica inventada por los políticos  actuales consiste en tener la capacidad de inventar relatos. En unos casos llegan a convencer a los votantes y hacer ganar las elecciones a unos determinados políticos: Ejemplo paradigmático actual es Donald Trump. En otros casos dan como resultados el repudio y tal vez la pérdida de las próximas elecciones: Ejemplo modélico, de lo que no se debe hacer, el de Valencia. De aquí podemos deducir, entre otras muchas razones de peso, que dada la gran importancia que adquieren los relatos como causa que produce el efecto de ganar o perder unas elecciones, razón más que suficiente para que los políticos sean más cuidadosos  cuando tratan de construir relatos.  

¿Estaría Carlos Mazón y otros políticos valencianos  en esta situación actual tan precaria  si hubiesen cuidado sus relatos?

 

 

“¿Quién creó a quién? Dios creó al hombre a su imagen y semejanza, se dice en el Génesis, aunque todo da a entender que fue al revés. Ha sido el hombre quien ha creado un Dios distinto a medida de sus sueños.” Manuel Vicent

Sin meternos en opiniones metafísicas, si podemos afirmar hoy que al hombre lo crea, en estos tiempos actuales,  el relato.

En Diciembre del año 2006 dio una conferencia, a la que asistí,  en el Club Faro de Vigo,    Fernando García de Haro, psiquiatra y Profesor de Psiquiatría de la Complutense. Recupero un cuaderno que siempre llevo en mi bolso desde hace muchos años, en el que anoté que ante el autoengaño  nos ofrecía dos medidas prácticas: La primera mantener un escepticismo sano sobre lo que pensamos y creemos. No nos olvidemos que los orígenes de la cultura europea hay que situarlos en los filósofos griegos cuando se dieron cuenta de que sus sentidos los engañaban y empezaron  a descifrar la realidad a través de la duda, es decir, renunciaron a interpretarla mediante el pensamiento mágico mezclando sentimientos con cogniciones. En su lugar se quedaron con el pensamiento racional que adopta una actitud escéptica,  basada en la lógica y buscando la objetividad a través de las técnicas científicas.

La política de hoy consiste, fundamentalmente, en tener la capacidad de inventar relatos que se ajusten a la mentalidad de las personas:

 

La segunda, saber diferenciar entre creencias y delirios. Según el profesor García de Haro, las dos, creencias y delirios,  comparten la propiedad de hacernos creer que lo que pensamos de la realidad es la realidad misma. El delirio, siguió diciendo según mis apuntes tomados entonces,  siempre tiene un origen patológico; las creencias cuando se viven fanáticamente o de forma excluyente, adquieren franca naturaleza enfermiza poniéndonos seguidamente dos ejemplos clarificadores:    

"Los ejecutores de los atentados de las Torres Gemelas, de los trenes de Madrid o de Londres los han llevado a cabo guiados por una creencia. Igual podemos decir de los nazis o del comunismo que creía que todo estaba justificado para imponer su ideología”.

En un momento de la conferencia se preguntó: ¿Son las creencias la salvación de la Humanidad o lo más peligroso que existe? y se respondiendo: "Aquí vamos a sostener que las creencias son el peligro más grave, sobre todo porque actualmente existen armas de destrucción masiva. La lucha entre creencias puede destruir la Humanidad".

Esta pregunta que se hizo en el año 2006, adquiere todo su sentido actualmente con lo que está pasando en el mundo. Lo que todos intuimos es que en nuestro tiempo actual, el autoengaño en el que vivimos nos está metiendo en una disyuntiva muy vulnerable y enfrentándonos a múltiples retos, entre el que figura el que nos menciona el profesor García de Haro: la destrucción de la humanidad. Podemos añadir otros muchos:  Guerra nuclear, agonía ecológica, cambio climático  y un largo etcétera que cualquier persona, consciente,  puede acabar de completar.

Jean M. Auel en su novela histórica 'El Clan del Oso Cavernario'  protagonizado por Ayla, una niña Cro-Magnon rescatada por un grupo de Neandertales, después de que un terremoto eliminara a los  los Cro-Magnon nos cuenta que “EL Clan dependía de la abundancia de sus recuerdos y de su capacidad para incrementarlos : casi no se les olvidaba nada.”

“La idea de la Realidad Imposible de Conocer es una tontería metafísica. La realidad es la realidad que descubre la ciencia y la verdad sobre la naturaleza es lo que la ciencia al límite de sus pesquisas dirá sobre la naturaleza”

Charles Sanders Pierce

 

Lo que podemos deducir de lo que nos dice Charles Sanders Pierce, al que se atribuye, entre otras muchas cosas, ser el fundador del pragmatismo, nuestra capacidad de auto engañarnos radica en que todo lo que la mente humana llega a conocer son sus propias percepciones.

Son las percepciones las que nos llevan a construir nuestra realidad subjetiva, personal, en la que vivimos, asomándonos de vez en cuando a la realidad objetiva que nos proporciona la ciencia. Esta reflexión me lleva a la siguiente pregunta:

¿Podríamos vivir si no tuviéramos la capacidad de auto engañarnos?

Mi respuesta es que no. El mundo que tenemos construido, en el que se dan tragedias de todo tipo que la mayoría de las personas psíquicamente sanas  no serían capaz de soportar, no funcionaría sin mentiras y sin auto engañarnos a través de lo cual creamos y sostenemos percepciones distorsionadas que nos evitan enfrentarnos a la cruda realidad y tener que manejar determinado tipo de emociones que nos hacen muy vulnerables.

¿Habría arrasado (55% de los votos) en las elecciones de EE.UU. Donald Trump sin recurrir a las tecnologías actuales para implantar en el cerebro de miles de americanos relatos que estos acabaron creyéndolos y votándolos?

“Las redes basadas en relatos hicieron de Homo sapiens el animal más poderoso del planeta, al conferirle una ventaja decisiva no solo sobre leones y mamuts, sino también sobre otras especies humanas remotas como los neandertales”

Así  explica en su reciente libro (p.63) titulado ‘NEXUS’ Yuval Noah Harari

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COLUMNA

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En la punta de los dedos

Los pobres han creado a un Dios misericordioso al que reclaman ayuda, si bien su omnipotencia apenas puede llenar el cazo con el que los más desesperados piden limosna

Adán y Jehová, en el fresco de Miguel Ángel de la Capilla Sixtina.

MANUEL VICENT

10 NOV 2024 - 05:00 CET

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La imagen que pintó Miguel Ángel en el techo de la Capilla Sixtina en que aparecen Jehová y Adán a punto de juntar las yemas de su dedo índice pasa por ser el símbolo fálico de la creación del hombre, pero me pregunto quién de los dos es el verdadero creador. ¿Quién creó a quién? Dios creó al hombre a su imagen y semejanza, se dice en el Génesis, aunque todo da a entender que fue al revés. Ha sido el hombre quien ha creado un Dios distinto a medida de sus sueños. Está el Dios airado que te expulsó del paraíso y te sigue vigilando con un solo ojo desde el interior de un triángulo isósceles. En estos momentos de la historia esta figura está en alza. Ese es el Dios que toma la forma de un político ahíto de testosterona, como Putin, que es a la vez patrón y policía con un revólver en la cadera, o puede tratarse de ese emperador tormentoso de color calabaza, Donald Trump, que acaba de ser elegido presidente de Estados Unidos. Ambos coinciden en que han sustituido el trono por el inodoro de oro macizo, solo que si tiran de la cadena podría llover plomo nuclear hasta acabar con la humanidad. Por otra parte, hay un Dios de clase media que si le rezas te permitirá ir al supermercado donde podrás llenar el carro de la compra sin que te falten nunca rollos de papel higiénico. Los pobres de la tierra han creado a un Dios misericordioso al que reclaman ayuda y remedio de todos sus males, si bien su omnipotencia apenas puede llenar el cazo de latón con el que los más desesperados piden limosna en las aceras. Hay un Dios acostumbrado a recibir unidas las blasfemias y plegarias que eleva desde la tierra el género humano. Pregúntate qué clase de Dios es el tuyo, porque, a fin de cuentas, cada uno es el Dios de sí mismo que se lleva dentro del propio cuerpo, unos en la sangre, otros en los huesos, otros en la punta de los dedos y desde allí se convierte en la medida de nuestros sueños. Es ese Dios que se afeita o se pinta los labios cada mañana ante el espejo en el cuarto de baño.