Imagen 1: Elaboración propia
Introducción al Auto Conocimiento
Invierte en ti.
Realizar una inversión de tiempo y demás recursos en conocerte, era muy rentable en el sentido de que se tenía acceso a puestos de categorías muy distintas de las que podía acceder alguien que no invirtiera en sí mismo. Decimos 'era' en pasado, dando a entender que desafortunadamente, ya no es...
Ya decíamos en el artículo anterior, ('Construyendo líderes 1') que teníamos que concentrarnos, en primer lugar, de las tres variables que proponíamos en el ciclo DAR, en el Desarrollo personal y profesional. Es esto lo que nos permite hacer aportaciones al entorno de calidad y recibir, del mismo entorno, recompensas en consecuencia.
El auto conocimiento pasa por la conexión con uno mismo y es un aspecto importante de quién aspira a liderar su propia vida. Esto te facilitará el camino para el conocimiento y conexión contigo mismo y con los que te rodean:
Recuerda las tres R:
Recursos x Relaciones =
Resultados que obtienes y das a tu entorno
Imagen 2: Elaboración propia
También decíamos, anteriormente, que una de las múltiples paradojas humanas era hacer, en el día a día, algunas o muchas cosas que van en contra de nuestros intereses, de nuestras metas, y, también que una cosa es lo que nos gusta y otra, que
"a veces ni siquiera" coincide con lo que nos conviene.
¿Y por qué sucede esto?
Las razones son muy diversas y variadas, pero, muchas de ellas tienen que ver con nuestra incapacidad de integrar la razón y la emoción, de forma que ambas trabajen en perfecto equipo. Es decir, no nos conocemos y, a veces, ni nos entendemos ni somos capaces de explicar nuestra propia reacciones.
Queremos promover en ti una reflexión personal que te lleve a entenderte mejor y a elaborar unas conclusiones propias. Por eso nuestro papel principal será el de ayudarte a esta reflexión, la cual se da, cuando consideras tu propia experiencia bajo el prisma de las ideas conceptuales que en el curso te exponemos. Además de ayudarte en esa reflexión que te ayudará a conocerte, a tomar consciencia de tu verdadero potencial y de tus poderosos recursos, te ofreceremos eficaces herramientas, sencillas y prácticas, que te ayudarán a realizar cualquier cambio, siempre, lógicamente, bajo la premisa de que quieras cambiar.
"El cambio es una puerta que solamente se abre desde el interior".
Si se da esta premisa, todos podemos convertirnos en
constructores de nosotros mismos.
Si te interesa el tema y quieres profundizar
te invito a leer:
LOS
MAYORES 10: Anticipación social de la muerte-1
https://draft.blogger.com/blog/post/edit/8615013334320974582/3294290786912104067
Por dónde empieza este auto conocimiento
En primer lugar por reservar cierto “Espacio de Atención” para ti mismo. Estamos tan enfocados en lo que ocurre fuera de nosotros, tan manipulados por sofisticados mecanismos de adhesión a modas y tendencias, que nunca hacemos uso de esa “mirada interna” que nos permite ir descubriéndonos a nosotros mismos. Un descubrimiento que nos permitirá nutrirnos de pensamientos positivos, deshacernos de creencias limitantes, tomar consciencia de nuestros puntos fuertes y débiles, saber cuánto nos sentimos a gusto con nosotros mismos y por qué; en definitiva, tomar conciencia de quienes somos en realidad y que hacemos aquí.
La introspección:
¿Qué grado de conocimiento tienes de ti mismo?
¿Qué es lo que te gusta?
¿Cuáles son tus intereses?
¿Cuáles son los valores que pones en juego en el día a día?
¿Hay coherencia entre los valores declarados y los valores prácticados?
¿Tiendes más al pensamiento o a la acción?
¿Crees más en la casualidad o en la causalidad?
¿Te gusta simplemente “hacer” o más bien “hacer lo correcto”?
¿Prefieres trabajar en equipo o sólo?
¿Eres consciente de cómo te sale el balance de un día típico, entre acciones que haces y que las puedes etiquetar de “no me gustan, me convienen” y las acciones que haces que “te gustan pero no te convienen”?
¿De qué tipo de acciones haces más al cabo de un día?
¿Eres más emocional o más racional?
¿Eres más intuitivo o más reflexivo?
Para tener estas cuestiones más claramente te invitamos a realizar en cuanto puedas un proceso de Coaching. Explico en el último apartado de 'Contruyendo Líderes' un resumen sobre el mismo.
La práctica del auto conocimiento
¿Cómo te sientes a gusto contigo mismo? Date una nota en una escala de cero a diez. De cero a tres si no te sientes bien, de tres a cinco si “ni fu ni fa”, de seis a ocho si te sientes bien y, finalmente, de ocho a diez si te sientes estupendamente bien. Para darte la nota no pienses en ahora mismo (¡espero que ahora mismo te sientas muy bien, entusiasmado con estas ideas que te estamos ofreciendo, en estado de flow de Csikszentmihalyi!); coge un periodo más amplio de tú vida, digamos todo un año, el último año.
¿Qué nota te has dado? Lo más relevante no es la nota sino lo que vas a hacer para sentirte mejor. La nota es importante; lógicamente, no es lo mismo que te hayas dado un tres que un ocho. Sin embargo, lo más importante, es saber que puedes hacer para si dentro de un año realizas de nuevo el ejercicio, puedas darte una nota mayor, un punto o medio punto más, dependiendo de tus pretensiones.
Nadie puede llegar más allá de dónde ponga sus aspiraciones.
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La cáscara de la
nuez
Con la Reforma, el catolicismo se quedó con la
liturgia, las ceremonias, las procesiones, las sagradas vestiduras bordadas, el
barroco de Bernini y la Capilla Sixtina
Un día le preguntaron a Salvador
Dalí: “¿es usted creyente?”. Dalí contestó: “no soy creyente, pero
soy practicante”. Tal vez el pintor no fue consciente de que con este desplante
tocaba una tecla muy sensible de la actitud ante la religión. De hecho, hay que
remontarse a 1517, año en que Lutero se enfrentó a Giovanni de Médici que
gobernaba la Iglesia con el nombre de León X, un Papa depravado, corrupto,
amante de los placeres, aficionado a impartir el sacramento del veneno a sus
enemigos. Frente a este estado de desenfreno, Lutero comenzó a elaborar las 95 tesis que fueron
la base del protestantismo. Con la Reforma los protestantes se
llevaron la fe, la interpretación personal de la Biblia, la austeridad del
culto en los templos desnudos, la comunicación directa entre el creyente y
Dios. Lutero se llevó el interior de la nuez y el catolicismo se quedó con la
cáscara que era la liturgia, las ceremonias, las procesiones, las sagradas
vestiduras bordadas, el barroco de Bernini, Miguel Ángel, la Capilla Sixtina,
Caravaggio, el esplendor del culto, la belleza de las imágenes y la
magnificencia de los mármoles. Con el pecado el protestante cargaba con la
culpa en la nuca y la ceniza en la frente hasta el último momento de su vida;
en cambio, el católico se podía permitir ser un asesino y bastaba con
arrepentirse y recibir la absolución para quedar perdonado. No es necesario ser
creyente para quedar fascinado por la estética de ese desfile de cardenales que
discurre con un ritmo muy medido bajo los frescos de Rafael. No crees en Dios,
pero te saltan las lágrimas cuando en la noche sevillana oyes una saeta y ves
pasar en medio del silencio al Cristo de los gitanos. No crees en Dios pero te
estremeces al oír el Aleluya de El Mesías de Händel en una
catedral encendida en oro por todas partes. No crees en Dios, pero guardas
cinco horas de cola por ver un Papa muerto en una caja. Si te dan a elegir ¿qué
prefieres, la fe desnuda o esta bellísima cáscara de la liturgia?