domingo, 28 de enero de 2024

LA CULTURA MÓVIL

 



LA CULTURA MÓVIL 

 

“Lo que un observador ve, esto es, la experiencia visual que tiene un observador cuando ve un objeto, depende en parte de su experiencia pasada, su conocimiento y sus expectativas”. 

CHALMERS, A.: 

¿Qué es esa cosa llamada ciencia? Madrid, Siglo XXI, 1982

 

No sé cuándo, ni a qué hora, a Manuel Vicent le surge su “momento estelar” para escribir su magnífica  columna  que luego, cuando sus lectores la reflexionamos cada mañana del domingo,  nos formemos una grata y a veces sublime  impresión de las ideas que expone generando en nosotros, sus lectores, sentimientos de admiración hacia su persona.Tal vez se inspiró en las reacciones que suscitó  en la redes sociales  el cartel de la Semana Santa de Sevilla  2024 manifestadas en opiniones de muchas personas,  algunas de ellas  ponderadas y  formadas a partir del sentido común y, otras muchas,  fabricadas a través de un  pensamiento inane, que, según lo define la RAE, es vano, fútil, inútil, insustancial, vacuo:“Su pensamiento singular se ha ahogado en el griterío de la barra de ese bar planetario donde si quiere ser visto u oído deberá gritar más alto que el de al lado o hacer el ganso como los demás.” Manuel Vicent

 Las diversas y variadas ideologías que tenemos en nuestro contexto actual han tomado  partido, hasta tal punto, que incluso  ha provocado críticas por parte de voces ultraconservadoras en las redes sociales.

No olvidemos que el  lenguaje siempre es un acto intencional, nos comunicamos con una intención previa. Cuando dicha intención consiste en poner de relieve lo más fidedignamente posible, la realidad objetiva y verídica,  nos lleva a unos resultados. Cuando dicha intención consiste en  camuflar la verdad, mentir, engañar, los resultados son otros y muy distintos de los primeros. En el primer caso hablaríamos de algo noble, objetivo y congruente. Despierta en nosotros interés y respeto.  En el segundo caso nos referiríamos a algo indigno, deshonroso e ignominioso. Despierta en nosotros rechazo y desconfianza.

El lenguaje como acto intencional nos lleva a que todos lo utilizamos en función de nuestra propia conveniencia. Los políticos son un ejemplo claro de esto que decimos. Pero, no solo ellos: los medios de comunicación, las religiones, los profesionales del derecho, de la economía, etc., todos caemos en lo mismo. Podemos decir que no vemos las cosas tal como son exactamente, sino, de algún modo, como queremos que sean.“No vemos las cosas como son, sino como somos”.Jiddu Krishnamurti

La objetividad de la que solemos presumir está reñida con lo humano. No somos objetos sino sujetos, y por lo tanto subjetivos. 

Ya no sólo a nivel individual, sino que incluso  ya es cuestionada hasta la  objetividad científica, y ya se habla, más que de objetividad de “intersubjetividad” (acuerdo entre la mayoría de los observadores).

Uno de los escritores que sigo desde hace años con la misma fidelidad que a Manuel Vicent,  es  Yuval Noah Harari, uno de los pensadores contemporáneos a los que más atención le presta el mundo de las ideas (tengo en mi biblioteca los tres libros que tiene editados  en español)  y en este mismo blog  algunos artículos sobre sus ideas. Se trata de alguien que está pensando el mundo en que vivimos mientras ese mundo no sólo transcurre sino que se transforma.

Sus seguidores esperamos su próximo libro que saldrá al mercado en el 25 de septiembre: NEXUS será, entonces, un nuevo episodio de estas reflexiones. Esta vez, la Inteligencia Artificial -tal vez el tema más complejo en términos técnicos y también filosóficos de la actualidad- estará en el centro de su análisis, aunque se remontará a miles de años atrás para revisar cómo fue que los hombres tejieron sus redes de información. Para ilustrar la tapa de NEXUS, una paloma -probablemente mensajera-.” https://www.infobae.com/leamos/2024/01/24/yuval-noah-harari-lanza-su-nuevo-libro-la-inteligencia-artificial-es-aliada-o-una-amenaza/

NEXUS “contempla a la humanidad desde la amplia perspectiva de la historia para analizar cómo los flujos de información han hecho y deshecho nuestro mundo”. Se trata de un análisis de parte del escritor que, en entrevista exclusiva con Infobae Leamos, había afirmado: “La Historia fue inventada para ganar poder, es peligrosa; entender cómo fue creada la debilita”.

“Estamos viviendo la revolución de la información más profunda de la historia de la humanidad, pero no podemos entenderla a menos que comprendamos lo que ha venido antes. Al fin y al cabo, la historia no es el estudio del pasado, sino del cambio. Nos enseña qué permanece igual, qué cambia y cómo cambian las cosas. Sin embargo, la historia no es determinista y en NEXUS no se defiende que comprender el pasado nos permita predecir el futuro. Mi objetivo es poner de manifiesto que, si tomamos decisiones con conocimiento de causa, podemos evitar los peores resultados. Porque si no podemos cambiar el futuro, ¿para qué perder el tiempo debatiendo sobre ello?”, sostiene Harari a través el comunicado editorial."

Los actuales intelectuales nada tienen que ver con la persona dedicada a las ciencias y las letras que invierten su tiempo en el estudio de la realidad y en la reflexión de los problemas sociales. Las redes sociales han transformado nuestra manera de comunicarnos y compartir información lo cual ha tenido un profundo impacto en la cultura y la diversidad, generado grandes ventajas e innumerables desafíos:

"Hoy el intelectual se ha transformado en miles de millones de seres anónimos con un iPhone en la mano. Su pensamiento singular se ha ahogado en el griterío de la barra de ese bar planetario donde si quiere ser visto u oído deberá gritar más alto que el de al lado o hacer el ganso como los demás.” Manuel Vicent

La cultura de la inmediatez actual, que nos permite comunicar y recibir retroalimentación al instante, ha generado muchos problemas: el énfasis en la velocidad y la eficiencia  nos ha llevado a una superficialidad en las relaciones y a una falta de profundidad y significado.Necesitamos muchas personas como Yuval Noah Harari, que  piensen  el mundo en que vivimos mientras ese mundo no sólo transcurre sino que se transforma.


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COLUMNA

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Ver y ser visto

Hoy la cultura la constituyen millones de seres anónimos cuyo iPhone les sirve para proyectar su pensamiento inane o su imagen de pelanas hasta más allá de las esferas celestes de Platón

 

MANUEL VICENT

28 ENE 2024 - 05:00 CET

Hoy la cultura consiste en ver y en ser visto; la constituyen miles de millones de seres anónimos cuyo iPhone insertado en el bolsillo de la nalga les sirve para proyectar su pensamiento inane o su imagen de pelanas hasta más allá de las esferas celestes de Platón. Estos seres anónimos están sentados en los taburetes de la barra de un bar lleno de furia y ruido que da la vuelta al planeta. Esa enloquecida barra de bar no respeta espacios. Atraviesa las universidades de La Sorbona, Oxford y Harvard, pasa por el interior de la Capilla Sixtina del Vaticano, emerge en todos los prostíbulos y garitos, se adentra en los ambientes políticos de izquierdas y derechas y acaba formando un inmenso corro de la patata. Hoy todo el mundo escribe, pinta, baila, canta, opina, a la espera de obtener un momento estelar. ¿Se acuerdan de cómo era antiguamente un escritor famoso, un intelectual de moda? Hubo un tiempo en que su teléfono no paraba de sonar. Lo llamaban de todas partes, para una entrevista, para una charla, para encabezar un manifiesto, para llevar una pancarta. Se pasaba el día con los cascos puestos en una emisora de radio o sentado ante una cámara de televisión, recién maquillado y alguien le pedía perdón mientras le metía el cable del micrófono por debajo de la camisa y a una señal del realizador comenzaba a opinar de cualquier tema, del que probablemente sabía poco o nada. Podía permitirse cualquier salida, que sin duda sería celebrada. Durante el entreacto acudía la maquilladora al plató para empolvarle de nuevo la nariz y quitarle unos brillos de la frente. Hoy ese intelectual se ha transformado en miles de millones de seres anónimos con un iPhone en la mano. Su pensamiento singular se ha ahogado en el griterío de la barra de ese bar planetario donde si quiere ser visto u oído deberá gritar más alto que el de al lado o hacer el ganso como los demás.

domingo, 21 de enero de 2024

LA PARTIDA DE LA VIDA

 


LA PARTIDA DE LA VIDA

“No tendría inconveniente en seguir el ‘carpe diem’ de Horacio siempre que ese día al que hay que agarrarse se me permitiera fabricarlo a mi gusto.”

Manuel Vicent

 

  

La locución latina “Carpe diem” es muy popular y utilizada muy frecuentemente en conversaciones ya sean estas informales o incluso formales. Aunque su significado más aproximado es el de “aprovecha el día” o “vive el momento”, cada cual la interpreta a su manera y justifica muchos comportamientos que más que aprovechar el día le lleva, a mi juicio,  a desgraciarlo y lo que es más penoso, a desgraciar su futuro.

“Vive el presente” sostienen muchas personas convencidas de que es lo mejor, aunque luego, en ese presente,   se  dediquen a llevar a cabo acciones que le gustan pero no le convienen.

Dado que sobre la oda de Horacio se ha teorizado mucho, hoy quiero abordarla desde un punto de vista práctico, que sea realista, que se pueda aplicar sea el contexto que sea en el que cada uno se mueva, que lo que hay que llevar a cabo esté bajo el  propio control personal de cada uno, que lo puedas llevar a cabo por sí mismo sin depender de nadie.

 

Hace muchos años  desarrollé una herramienta, que llamé ‘La partida de la vida’ que yo utilizo desde entonces,  y que me ha sido muy útil y me ha permitido “fabricarme” a mi medida. Aquí voy a hacer un breve resumen de la misma, invitándote a leer el siguiente artículo en este mismo blog, si estás interesado en ella y quieres aplicarla: Yo te garantizo que si la aplicas obtendrás grandes beneficios en tu vida. El enlace al artículo es el siguiente:

  

Decálogo de  AUTOGESTIÓN: Tú conduces tu vida, tú DECIDES

https://neuroforma.blogspot.com/2016/11/decalogo-de-autogestion-tu-conduces-tu.html

 

Imagínate que la vida es una partida de naipes, que se juega con solamente 4 cartas: 1.Me Conviene; 2.No me Conviene; 3.Me Apetece; 4.No me Apetece.




El cómo juegues estas cartas determinará, en mucha parte, el resultado final de la partida, el cómo te vaya la vida.

Dos de estas cartas las utiliza tu cabeza, tu razón: Me Conviene y No me Conviene. Las otras dos cartas las utiliza tu corazón, tu emoción: Me Apetece y No me  Apetece.

El cómo las juegues,  puede convertirte en una persona madura y con voluntad o,  también, en una persona voluble y rehén.

La forma y las decisiones que tomamos para  navegar entre las circunstancias que nos envuelven, llevan a la madurez o al infantilismo, a trabajar en el presente para crear el futuro,  o a vivir en la permanente inconsciencia,  convirtiéndote en un títere  y rehén de unas circunstancias que te manejan a su gusto.

Unos cuantos ejemplos nos ayudarán a comprender y ver el realismo de lo que exponemos.

Si tienes el colesterol alto y te gusta mucho el queso manchego, ante el mismo deberías tomar la decisión consciente, desde la  razón –cabeza-  y jugar las cartas ‘Me Apetece’ pero  ‘No me Conviene’,  que te llevaría a no comer el queso. Por lo contrario, si adoptas  la decisión inconsciente desde la emoción –corazón- y juegas, sin más,  la carta “Me apetece”, te llevará a comer el queso, con el riesgo de incrementar tu colesterol, posible angina de pecho, quién sabe si un infarto, etc.

Si mañana tienes a primera hora  un examen importante y hoy un colega te invita a ir de ‘botellón’ por la noche, dado que te gusta y apetece mucho,  tienes muchas probabilidades de jugar la carta “Me Apetece” e irte a la ‘movida’. Sin embargo, si te acostumbras a utilizar esta herramienta que hoy te propongo, le dirías a tu amigo: No voy contigo. ‘Me apetece mucho’, pero ‘No me conviene’: mañana tengo un examen importante y quiero estar en forma para sacarlo lo mejor posible.

Con esta decisión, jugando así las  cartas, estás creando tu futuro desde el  presente.

Tienes más probabilidades de aprobar el examen, terminar los estudios y tener una vida diferente en muchas  parcelas que no tendrás si no terminas los estudios.

Las personas jóvenes que frecuentemente toman decisiones de esta índole (‘Me apetece’ pero ‘No me conviene’), cuando llegan a una edad adulta alcanzan la madurez, la cual yo defino como la capacidad de realizar, en el día a día, la mayor parte de las acciones bajo la etiqueta de ‘Me Apetece’ y ‘Me conviene’.

La biografía de persona maduras nuestra que han sabido controlar el modo y manera de ir tomando las decisiones que creían convenientes para que su vida fuera la que ellos querían y, cuando el resultado de sus decisiones no era el que esperaban, han sabido aprender del fracaso asimilando lo ocurrido y saliendo fortalecidos de la experiencia. El proceso de madurez conduce a una vida más equilibrada y satisfactoria

 

 

Si te decides a leer el artículo cuyo enlace adjunto (es un poco largo pero, a mi juicio, merece mucho la pena). Ya no solamente para uno, tenga la edad que tenga,  pero, sobre todo,  para los más jóvenes, para aquellos que están construyendo su propia y futura vida, ¡Casi nada!

Si tienes 16 años no te sería válido construir todos tus días siguiendo la descripción que nos hace Manuel Vicent:

 “Por mi parte no tendría inconveniente en seguir el consejo del poeta latino siempre que ese día al que hay que agarrarse se me permitiera fabricarlo a mi gusto”. Sin duda a él le gusta y le conviene, (tiene 87 años). A mi juicio muy bien aprovechados;  para ti, a tu edad...

 

Cada uno debe tener en cuenta  los tres futuros que los humanos tenemos: futuro probable  o muy probable,  futuro menos probable pero posible y, finalmente, futuro imposible. 

Tú, debes de tener en cuenta los tuyos, diferente de todos los demás, en función de variables tales como las tres edades, salud, aptitudes, expectativas,  etc.




No te olvides que la gran coalición está formada por el pensamiento crítico más  el optimismo funcional, distinto del optimismo de pandereta, tan en boga, que sostiene que todo es posible. Un optimismo funcional diferencia claramente entre riesgo e incertidumbre. El riesgo puede  medirse a través  de las opciones disponibles y de las probabilidades que tienen cada una de las opciones. La incertidumbre no es medible, es todo azar.








 Si te decides leerás estos dos apartados que se inician así:

1.APLICACIÓN PRÁCTICA: EJEMPLOS DE LA VIDA MISMA

No me gusta hablar de mí en mis sesiones de formación, pero, no tengo inconveniente en poner algún ejemplo personal si mejoro con ello la pedagogía de la sesión.

2. LA UTILIDAD DE LAS HERRAMIENTAS

Esta herramienta para mí es tan importante y tan útil que me quedo con las ganas de seguir desarrollándola, pero no quiero que nadie deje de leer esto por parecerle muy extenso. La abordaremos de nuevo en otras ocasiones. Te invito ahora a reflexionarla y que veas sus múltiples aplicaciones prácticas que tienen en la vida; que sepas extrapolarla a situaciones concretas que se te den a ti y que la utilices para tomar decisiones.

Decálogo de  AUTOGESTIÓN: Tú conduces tu vida, tú DECIDES

https://neuroforma.blogspot.com/2016/11/decalogo-de-autogestion-tu-conduces-tu.html







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COLUMNA

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El tiempo huye

No tendría inconveniente en seguir el ‘carpe diem’ de Horacio siempre que ese día al que hay que agarrarse se me permitiera fabricarlo a mi gusto

MANUEL VICENT

21 ENE 2024 - 05:00 CET

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El tiempo huye y no hay forma de pararlo. Horacio en su famosa oda Carpe diem propone a su amante Leucónoe, como solución, que no piense en el futuro y que se agarre a los pequeños placeres que la vida le ofrece cada día. Esta oda ha sido muy manoseada por todos los vendedores de felicidad al por mayor con sus libros de autoayuda. Pero los verdaderos discípulos de Epicuro saben que no todos los días son buenos para agarrarse a ellos a modo de salvación, porque hoy el mundo está en poder de los criminales e idiotas, hasta el punto que hay días en que Horacio y su novia darían lo que fuera por quedarse en la cama. Por mi parte no tendría inconveniente en seguir el consejo del poeta latino siempre que ese día al que hay que agarrarse se me permitiera fabricarlo a mi gusto. Debería ser un día de abril, de junio o de septiembre con sus luces y sus frutos correspondientes. Me tendría que despertar el canto de los mirlos y durante una agradable somnolencia, después de estirarme como lo hace mi perra, mientras sonaba el concierto de Brandemburgo de Bach, comprobar con grata sorpresa que no me dolía nada del cuerpo ni del alma. Un sol amoroso de 25 grados me permitiría pasear junto al mar para sentarme luego a media mañana en una terraza a la sombra de los plátanos ante una cerveza fría y unas aceitunas amargas y leer el periódico en el que no habría noticias de niños destrozados por las bombas, ni políticos rebuznando. Luego tendría una comida divertida con amigos y precisamente ese día al caer la tarde se produciría esa llamada tan deseada. Una voz muy segura por teléfono me haría saber que el sueño que he acariciado durante tanto tiempo por fin se había cumplido. Nunca sabría quién me había llamado ni de qué sueño se trataba. Y de nuevo en la cama me gustaría quedar dormido con las gafas caídas en la punta de la nariz y unos poemas de Walt Whitman entre las piernas.

 

 



domingo, 14 de enero de 2024

Elogio al mundo animal

 





ELOGIO AL MUNDO ANIMAL

“El animalismo no trata de poner a los animales en el centro, 

ni de forzar a elegir entre estos o los humanos, 

sino de construir un mundo más ético" 

Rosa Montero

 

Tal vez Manuel Vicent, en su tiempo, utilizó en la escuela la Enciclopedia Álvarez: intuitiva, sintética y práctica. En ella en el apartado de ciencias naturales  se decía los seres que los humanos pertenecemos al reino animal.

Al margen de ideas religiosas, todas respetables, la ciencia nos dice que los humanos somos animales, más concretamente, somos mamíferos del orden de los primates. La separación entre humano y animal excluyendo al ser humano del grupo animal y, además, creyéndonos  seres superiores y con el derecho a marginar a los ‘otros animales’, es una idea errónea y basada  en la ingenuidad o la ignorancia. La idea de que el ser humano es superior a otras especies es una creencia antropocéntrica que no tiene ninguna fundamentación científica (como ya hemos dicho, para la ciencia el ser humano es un animal). Pero aun así, muchas personas se aferran a esa idea de superioridad diciendo que los humanos somos diferentes.

Es evidente que los humanos somos diferentes a otros animales, del mismo modo que las vacas  son diferentes a otros animales, que las hormigas también son diferentes y cualquier especie que nos imaginemos es diferente a otra especie.  Pero ello no quiere decir que no pertenecemos al reino animal ni que somos superiores a las demás animales ni que somos el centro del universo. En  la secuenciación genómica puede leerse  que compartimos el 99% de los genes con los chimpancés, el 90% con las ratas, el 50% con la mosca de la fruta e incluso un 20% con las plantas. Con  el plátano, por ejemplo, hasta el 50%. Un amante de los animales no suele caer en el antropomorfismo del que hablamos anteriormente. Y no suele caer por que respeta a los animales en función de sus características propias  lo que le permite comprenderlos y valorarlos. Según nos dice la ciencia actual, los mamíferos  comparten con nosotros necesidades y  emociones. También sostiene que es probable que también las tengan  las aves, los reptiles y los peces. Ver los experimentos de Harry Harlow  sobre la privación materna.   Yuval Noah Harari, profesor en la Universidad Hebrea de Jerusalén nos dice que “Pruebas convergentes indican que animales no humanos tienen los sustratos neuroanatómicos, neuroquímicos y neurofisiológicos de estados conscientes, junto con la capacidad de exhibir comportamientos intencionales […]”.Los mamíferos no viven solo de comida. También necesitan vínculos emocionales. Que se lo pregunten sino a la perrita que no pudo proteger a su cachorro (en un incendio en Vigo) pero luego lo buscó hasta encontrarlo y transportarlo.

Todos los animales merecen nuestra consideración moral y respeto. El filósofo inglés John Gray sostiene que lo único que nos diferencia de los animales es nuestro miedo a la muerte: ni el lenguaje ni los artefactos lo hacen. “Los castores se construyen sus propias casas, los cuervos utilizan herramientas para atrapar comida, los simios forman culturas valiéndose de conocimientos transmitidos de generaciones previas, los aullidos de los lobos y los cantos de las ballenas son sonidos que emiten al hablar entre sí”. El temor a la muerte sí nos pertenece en exclusiva, sin embargo.

Mejorar entre todos el bienestar animal es el objetivo del Día Mundial de los Animales que se celebra todos los años el 4 de octubre.



Mi gato

Piki Pikillas alias el Guliguillas



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COLUMNA

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Reino animal

Me gustan los peces voladores y aquellos delfines que salían a recibirte en la travesía a Ibiza. Odio los leones de los escudos y banderas y también los del circo


MANUEL VICENT

14 ENE 2024 - 05:00 CET

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Me gustan los grillos y el croar de las ranas en una charca en las noches de verano y también a la hora de la siesta el sonido frenético de las cigarras. Odio las cucarachas que al encender la luz de la cocina se esconden bajo el fregadero y los mosquitos aplastados en la pared de la habitación de un motel abandonado, pero no al escarabajo pelotero que se guía por la Vía Láctea al arrastrar su bola de estiércol. Me gusta el canto del cuco en los atardeceres de primavera y el grito de los vencejos recién llegados y el paso de un bando de torcaces que nadie sabe de dónde viene ni adónde va. Odio los pájaros enjaulados y los acuarios donde los tiburones dan vueltas y vueltas buscando la presa y al final se conforman con comer su propia harina de pescado. Me gustan los peces voladores y aquellos delfines que salían a flor de agua a recibirte en la travesía a Ibiza. Odio los leones de los escudos y banderas y también los que, en el circo, lejos de devorar al domador, después de tantos rugidos y zarpazos acaban por pasar por el aro y sentarse en un taburete y también al guepardo que al final de la belleza de su espléndida y elástica arrancada se come a la gacela que comparte con las hienas. Me gustan los toros en el campo, los caballos montados por jinetes elegantes, los perros que mueven el rabo con alegría aunque llegues derrotado a casa, los que acompañan a los mendigos que duermen en la calle, los que juegan con los niños y persiguen a las mariposas en el parque, los que tienen en brazos las ancianas como único consuelo de su soledad, los que descubren los muertos y heridos bajo los escombros, los que llevan a los ciegos a un concierto y conocen todos los movimientos de una sinfonía de Mozart, los que lo saben todo de tu vida con solo mirarte a los ojos. Hubo un tiempo en que los animales eran dioses. En esas estamos hoy, animal o dios, esa es la cuestión.

 


domingo, 7 de enero de 2024

Cuida tu AUTOESTIMA

      

 

AUTOESTIMA

Si estás atento,  es probable que a lo largo del día  escuches varias veces la palabra autoestima. Recurrimos a ella muy a menudo en nuestras conversaciones para referirnos a las más diversas cuestiones: desde justificar una actuación brillante de alguien  diciendo que tiene una alta autoestima, criticar el trato de un jefe diciendo que baja la autoestima de sus colaboradores, catalogar a alguien de presuntuoso y ególatra debido a su desmedida autoestima, hasta decir de otro alguien que está deprimido a causa de su baja autoestima.

 Nos interesa aquí el concepto por que a través del mismo podemos explicar y entender situaciones que nos ocurren en los ámbitos sociales, personales y profesionales  y que, ahora mismo, tal vez, no seamos capaces de encontrar una explicación sobre las mismas que nos satisfaga.

 La autoestima tiene que ver con como las personas se sienten a sí mismas. El como se sientan, bien o mal, condicionará en buena medida su comportamiento.

Si estás interesado en el tema te invito a leer:

Sentirse BIEN, sentirse MAL

https://neuroforma.blogspot.com/2022/02/sentirse-bien-sentirse-mal.html


 “El rostro que el agua nos devuelve no es el mismo para nuestros ojos que para los demás. Has de ver tu imagen con tus ojos y con los de ellos y usar la faz que más te convenga. Las personas se interpretan en tres estados: el estar, el ser y el permanecer. El ser se vincula a uno mismo y es la imagen que uno mismo percibe; el estar  es la imagen que a uno mismo le llega del entorno, es el reflejo visto por los demás; el permanecer es retrato de las obras que uno hace a lo largo de la vida y es la historia la que se encarga de juzgarlo en forma de recuerdo o de olvido. Cada quien ha de esforzarse para mejorar los tres iconos de la vida y a ti, mi buen discípulo, te falta el estar”. 

De esta forma le habló a Eratóstenes (Director  de la Biblioteca en la ciudad de Alejandría del faraón Ptolomeo III Evérgetes,  225 a.C.), su venerado maestro cuando Eratóstenes,  en tiempos pasados,  había decidido dejar Cirene y marchar a Alejandría. Así nos lo describe  Juanjo Lamelas en su novela La leyenda de las lágrimas doradas, Ediciones Atlantis, Madrid, 2010. 

Recojo la cita pues me parece interesante para empezar a situar la autoestima en un contexto entendible y práctico. Quedémonos, de momento, con estas tres palabras: ser, estar y permanecer.

 Cómo construimos la autoestima

 Los seres humanos a lo largo de toda nuestra existencia adquirimos conocimientos sobre el mundo que nos rodea y, también, sobre nosotros mismos. La autoestima tiene que ver con estos últimos, con la información que filtramos sobre nosotros mismos y la componen el equilibrio entre dos conceptos que vamos a desarrollar a continuación: el   autoconcepto y el autoideal.

  Autoconcepto

 Empezamos a tener conciencia de nosotros mismos a partir de los 20 meses.  Antes de esa edad no nos reconocemos a nosotros mismos y no somos conscientes, por lo tanto, de que las cosas que nos pasan,  nos pasan a nosotros mismos. A partir de esa edad empezamos a diferenciar entre sujeto y objeto, entre nuestro yo mismo y las cosas que sabemos sobre nosotros mismos. Empezamos entonces a recoger información en las distintas situaciones en las que nos movemos, sobre todo en situaciones sociales, referidas a como los demás reaccionan ante nosotros (el “estar” de la cita anterior), la imagen de nosotros mismos que vemos proyectada en los demás , acerca de que tipo de comparaciones establecen referidas, también, a los distintos papeles o roles que desempeñamos y con todo ello vamos construyendo el autoconcepto. Este autoconcepto es dinámico, va cambiando cada día, si bien hay que decir, que en lo sustancial no cambia,  pues,  sobre los 30 años terminamos de construir  un autoconcepto nuclear que tiende a  mantenerse inalterable, según sostienen distintos autores: McNulty y Swann, 1994,  y Malle y Horowitz,1995. 

El autoconcepto al que algunos autores se refieren como autoimagen o como Self, sería el “ser” de la cita anterior, y se refiere, como la misma cita sostiene, a la imagen que uno percibe de sí mismo: percepciones que tiene una persona de sí misma,  acerca de su trabajo, de su situación en la vida, de cómo le van las cosas, de su capacidad de sacar el día a día adelante (autoeficacia), del control que ejerce sobre su vida, etc.  Podemos decir que es la realidad subjetiva de una persona.

  Autoideal

(Self-Ser ideal: William James)

 Está compuesto por la información que una persona valida sobre su futuro. Características y deseos de cómo nos gustaría ser. Proyectos, objetivos, metas, futuro; aspiraciones y expectativas son los ingredientes clave. Sintetizando, las pretensiones que una persona tenga.

 Autoestima

 Como me siento (emociones)  conmigo mismo. Medida en que a uno mismo le agrada su propia persona, sensación que uno tiene de su propio valor, valor que cada uno se da a sí mismo.

La cuestión es que la autoestima se genera a partir de la correlación que existe entre los dos conceptos anteriores, entre el autoconcepto y el autoideal lo cual equivale a decir entre mi realidad, mi éxito o no éxito (autoconcepto) y mis expectativas o pretensiones (autoideal).

Llegamos así a la fórmula americana ( William James) de autoestima, la cual desde un enfoque pragmático queda así:

        Autoestima = Éxito / Pretensiones

 De aquí que muchas personas se concentren en aumentar el numerador  Éxito, para sentirse bien consigo mismos. Otras pocas personas se sienten bien consigo mismas centrándose en el denominador, es decir, en bajar  las pretensiones hasta alinearlas a su  realidad. No aceptan la fórmula y plantean la autoestima, el valor que cada uno se da a sí mismo,  de forma diferente, sosteniendo que lo importante no es el valor que cada uno se da,  sino en función de qué se da ese valor.  Aparece así otra fórmula de autoestima, digamos de corte europeo:


       Autoestima = Nº de Valores que has desarrollado x  Intensidad con la que aplicas, cada valor que has desarrollado, en el día a día.

La importancia de la autoestima en la vida de una persona es decisiva. En ella descansan las creencias, la actitud, la inteligencia emocional, la automotivación y otros conceptos tan relacionados con la eficacia personal y con el bienestar.

Una persona con baja autoestima se siente mal consigo misma, transmite su malestar a los demás y  limita la estima que puede dar y recibir. Por lo contrario, una persona con una sana autoestima, facilita la creación de emociones positivas a pesar de que las circunstancias no sean las idóneas.

Las personas que consiguen construir una buena autoestima son personas con inteligencia emocional y a través de ella filtran todo estímulo ya sea interno o externo que podría poner en peligro su autoestima.

 

La autoestima también está relacionada con la actitud entendida esta como la predisposición a ver las cosas de una forma determinada. Mejorando la autoestima mejoramos la actitud. Nos decía William James que “la actitud más importante que una persona puede adoptar es la actitud respecto así misma. Eso es lo que denominamos autoestima”. Conseguir ser uno mismo (autoestima) pertenece al mundo de la dignidad.  El autodesprecio te aniquila.

 Autoestima y motivación

 Por lo que hace referencia a la relación entre autoestima y motivación, decir que la autoestima es la productora de nuestras emociones y de nuestra motivación.

 


¿Cuál es tu autoconcepto profesional? 

¿Y tu autoideal profesional?

 ¿Qué quieres llegar a ser?


Aquí radica una de las fuentes más importantes de energía y motivación: el deseo de querer acercarse cada día al autoideal  profesional. En general, las personas estamos dispuestas a invertir lo que haga falta para aproximarnos al autoideal profesional.

 El como una persona se vea a sí misma en un futuro es uno de los mejores predictores de su comportamiento y trayectoria. Si además de tener claro a donde quiere llegar, tiene un intenso deseo, es constante y persistente y lo suficientemente flexible para moverse dentro de un amplio margen de reglas y valores, está predicción se convierte en profecía autocumplida.

 Una cuestión clave es la información que una persona empieza a procesar sobre sí misma en el entorno laboral y que la lleva, como hemos visto anteriormente, a la construcción de su autoconcepto laboral.

 Aquí es importante la inteligencia emocional que esta persona tenga para filtrar todo aquello que pueda dañar su autoestima. Tener las habilidad de procesar lo adecuado para que su autoestima no se dañe sean cuales sean las circunstancias, es vital. Sin esta inteligencia emocional, y con las características  de algunos de  los entornos laborales actuales  la construcción de un autoconcepto laboral sano se hace muy difícil.También es muy importante la cultura de empresa y el jefe que le toque a cada uno.  No es lo mismo un jefe que otorga confianza, que te ve como persona capaz, que tiene la habilidad de irte asignando tareas de dificultad y reto progresivo para ir aumentando tu autoeficacia ((probabilidades subjetivas con las que calculamos el éxito en una tarea antes de emprenderla), que tener un jefe desconfiado, controlador, que te ve como un niño al que hay que llevar de la mano y no te otorga ninguna autonomía.

El “Efecto Pigmalión” está suficientemente contrastado. Las expectativas de los demás influyen poderosamente en las expectativas que uno tiene sobre sí mismo. Ya no digamos nada si la persona que tiene esas expectativas sobre nosotros es nuestro propio jefe.

Por eso, y otras muchas razones,  es importante la Ética de todos los ciudadanos, pero muy especialmente la  empresarial.

Un empresario con ética genera lo que se entiende como “libertad como independencia”: aquella que permite a las personas tener su propia vida (un hogar, una familia, atender a sus necesidades, etc.). Darles a las personas la posibilidad de plantear y planificar una vida deseada, con proyectos y expectativas a la medida de cada uno. Es esta la mejor forma de vertebrar una sociedad sana, productiva y solidaria.

Si estás interesado en el tema te invito a leer:

LA ÉTICA EMPRESARIAL

https://neuroforma.blogspot.com/2016/12/la-etica-empresarial-resulta-facilmente.html

                                                                       


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 Viaje en tren

El niño recordaba la primera vez que vio los raíles que se perdían entre los árboles. Imaginaba que más allá de esa curva existía una ciudad maravillosa en la que vivían sus héroes de los tebeos

MANUEL VICENT

07 ENE 2024 - 05:00 CET

En las noches de verano, desde la cama con las ventanas abiertas oía a lo lejos el silbido desgarrado del tren que atravesaba toda la oscuridad. Nunca se preguntaba adónde iban aquellos trenes que oía pasar por la noche, pero sabía que un día a la semana dejaban en la estación un gran paquete con los tebeos que él leía con avidez. Su familia tenía un huerto que lindaba con la vía del tren. El niño recordaba la primera vez que vio los raíles brillando al sol y que al final se perdían en una curva entre los árboles. Imaginaba que más allá de esa curva existía una ciudad maravillosa en la que vivían Roberto Alcázar y Pedrín, el Guerrero del Antifaz, el Capitán Trueno, El Jabato, el Hombre Enmascarado y soñaba con viajar un día hasta allí para saber si esos héroes que leía en los tebeos eran de verdad. En medio del silencio de la naturaleza en algún momento comenzaba a temblar la tierra y de pronto por aquella curva procedente de esa ciudad maravillosa aparecía un monstruo echando humo. Con un estruendo espantoso pasaba el tren y desde la acequia en la que el niño se bañaba desnudo adivinaba fugazmente a través de las ventanillas los rostros de los pasajeros; algunos iban dormidos, otros miraban absortos el paisaje; eran fantasmas que se dirigían a un destino desconocido. El niño había colocado unos clavos sobre los raíles y cuando ya se alejaba el último vagón buscaba entre las traviesas aquellos clavos que las ruedas del tren habían aplastado hasta convertirlos en pequeñas espadas. Después de tantos años hoy es un ejecutivo que acaba de tomar un tren de medianoche. En la oscuridad de la ventanilla a veces descubre reflejado el rostro de aquel niño que le acompaña siempre. Piensa que en cualquier viaje existe un andén perdido por donde pasa el convoy que se dirige a aquella ciudad maravillosa que está más allá de la curva de los sueños.