domingo, 7 de mayo de 2023

MALTRATO ANIMAL

 


MALTRATO ANIMAL

“La muerte prematura, por accidente o asesinato, es (a veces) evitable, y por tanto lamentable. La muerte natural, por envejecimiento, es inevitable, y no hay razón para lamentarla. La producción de un dolor innecesario, la tortura, siempre es un mal moral”. Jesús Mosterín

  

En su columna de hoy Manuel Vicent se hace la siguiente pregunta:

¿En qué consiste una corrida? 

Es una pregunta abierta que deja al interlocutor que opine libremente según su propio entender. No es una pregunta cerrada a la que se contesta con un sí o un no, sin explayarse. Tampoco es una pregunta dirigida con la que se pretende orientar la respuesta del interlocutor: ¿Estarás de acuerdo conmigo que la corrida de toros es un hecho execrable? No olvidemos que en una conversación el que pregunta dirige la misma canalizando la atención del interlocutor a través de las preguntas que le formula. Valga toda esta introducción para dar valor a mi escueta, auténtica,  sincera, y que me sale del alma, respuesta:

Desde mi propio sentir y entender la defino como un puro y duro (que es solo y exclusivamente lo que se expresa) maltrato animal

Aristóteles nos hablaba de tres tipos de alma que otorgaba a los seres vivos. A las plantas les otorgaba un alma vegetativa que les permitía realizar las funciones vitales básicas: nutrición, crecimiento y reproducción; a los animales un alma sensitiva que no sólo permitía llevar a cabo las funciones anteriores, sino, además, les otorgaba la capacidad de percibir, sentir, desear y desplazarse. Por último,  los humanos eran poseedores de un alma intelectiva, a la que además de todo lo anterior nos proporciona la capacidad de utilizar la racionalidad para razonar y tomar decisiones racionales. Considerar que los humanos somos racionales es un creencia de gran tradición (también lo es, la tradición,  para los forofos de  las corridas de toros).

 ¿Somos los  humanos  seres racionales?

¿Nos engañaron filósofos como Platón y Aristóteles?

Como ocurre con otras muchas leyendas y creencias,   estamos ante una verdad a medias. Los humanos tenemos, sin duda,  un componente racional, pero,  gran parte de nuestra conducta es irracional, instintiva y automática. Y no es extraño, al fin y al cabo formamos parte del árbol de la vida, que tiene unos tres mil millones de años, y compartimos la mayoría de sus características.

En su  libro titulado "Pensar rápido, pensar despacio", el psicólogo y Premio Nobel de economía Daniel Kahneman, expone con brillantez los dos sistemas de funcionamiento de los humanos, el lento, analítico y racional, y el rápido, o instintivo e irracional. La mayoría de nuestras decisiones diarias las toma el sistema rápido, y sólo en algunos casos echamos mano del sistema racional para resolver algunas cuestiones que requieren un mayor análisis. Con mucha frecuencia decisiones que consideramos racionales son simples racionalizaciones, es decir, las vestimos de lógica después de tomadas, somos expertos en racionalizar. Somos de una racionalidad muy limitada. Nos decía William James, fundador de la psicología americana que

“somos una gota de razón en un mar de emociones”

 


¿Qué mueve  a algunos (parece que cada vez menos) humanos a ir a una corrida de toros?

Según nos dice en su Física Aristóteles,  si queremos conocer algo tenemos que establecer sus causas, más concretamente, la causa última, es decir, la causa de las causas.

No me voy  meter en este embolado. Nunca hago comentarios sobre nada que este planteado desde la estrategia del “y tú más” , tan utilizadas, sobre todo en el mundo político (aunque no solo) pues el resultado final siempre es el mismo: diálogo de besugos. La RAE define el diálogo de besugos como “Conversación sin coherencia lógica.”  También nos ofrece,  para el término  “besugo”,  varias acepciones entre las cuales aparece  la siguiente: “Persona torpe o necia.” Tal vez la RAE decidió no juntar ambas acepciones para no tener que definir el diálogo de besugos como "conversación sin coherencia lógica entre personas torpes y necias", protegiendo, de esta forma,  nuestra  autoestima y no activando nuestra  susceptibilidad, evitando provocar en nosotros  cambios de sentimientos que ponen  de manifiesto nuestra   fragilidad  emocional.

 Si quieres profundizar te invito a  ver y leer: 

Video:  https://www.facebook.com/watch/?v=452197862257656 

Artículo: La UTILIDAD del silencio

 https://neuroforma.blogspot.com/2021/07/la-utilidad-del-silencio.html


Además de la tradición, otro de los ¿argumentos?  (mejor falacia o exabrupto) que exponen los forofos del maltrato animal, llamado corrida de toros, es el estético.

Voy a terminar hoy, de forma magistral, gracias a    Manuel Vicent:

“Si las corridas de toros fueran arte , el canibalismo sería gastronomía”. Manuel Vicent

https://www.youtube.com/watch?v=ITOpfqDLEbw&ab_channel=LaVentana



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 Como siempre, a continuación, copio y pego la columna de Manuel Vicent para que la puedan leer los no abonados a El País, por no abrirle el enlace.

 

En mi opinión (respeto al que piense justamente lo contrario) lo que escribe Manuel Vicent es auténtica sabiduría, que debería llegar a todo el mundo. Yo con ello pretendo cumplir lo que digo en mi blog. “Actualmente, mi motivación básica es la trascendente (" Me gusta lo que hago porque beneficia a muchas personas"): Hacer de forma altruista mi pequeña aportación al desarrollo personal y profesional de las personas y a crear una sociedad más justa.”

 

Sigo siempre el mismo proceso: Como todos los lectores suscritos a El País,leo la columna de Vicent el domingo a la mañana cuando me despierto. La reflexiono, e inspirado en ella,  escribo mi comentario y, dos horas después,  lo publico en mi blog. Posteriormente, si tengo tiempo, le doy otra vuelta  y añado cosas que se me ocurren hasta dejarlo ya definitivamente terminado en mi blog.

 

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Degradación

MANUEL VICENT

07 MAY 2023 - 05:00 CEST

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Como quien después de un largo y sudoroso viaje uno llega a casa y se pega una ducha fría para quitarse la suciedad de encima, desde hace ya mucho tiempo, un día al año, por San Isidro, escribo un artículo contra la corrida de toros, por supuesto sin éxito alguno. Incluso entre los taurinos más acérrimos se admite que la fiesta nacional está llamada a desaparecer, más pronto que tarde, por ser económicamente inviable. El público ha dejado de acudir a las plazas. Puede que también se deba a que la sensibilidad de la gente, sobre todo entre los jóvenes, cada vez soporta peor que se le sirva la muerte de un animal como espectáculo. La violencia está en todas partes, pero es muy difícil hallar en este caso un punto de estética bajo tal cúmulo de sangre. Lo más repugnante de la corrida no es tanto la muerte como la previa y humillante degradación a la que se somete al animal más hermoso de la tierra cuya presencia en el campo es una de las imágenes más bellas que se puede contemplar. Las perrerías comienzan cuando lo meten en un cajón para llevarlo a la plaza. Sacudido por el traqueteo del camión durante varias horas el toro cruza en plena oscuridad media España hasta que es depositado en los toriles. ¿En qué consiste una corrida? No en verónicas de alhelí ni en magníficos pases de pecho sino en la forma con que la belleza de este animal, al que se le exige casta y nobleza, mediante la violencia, en solo 20 minutos se convierte en un agónico amasijo que sangre. Lo que queda de la fiesta nacional se lo ha apropiado la derecha castiza como bandera, hasta el punto de convertir la plaza de las Ventas en la feria de san Isidro en un espejo de la España soñada, pero que ya no existe. Lo mismo que sucede en la corrida, sucede en la política. Lo peor es la degradación en que la ha sumido el odio entre los políticos hasta convertirla en un humillante espectáculo.

 

 



 

 

 

lunes, 1 de mayo de 2023

EL EGO EQUILIBRADO (1)

 



EL EGO  EQUILIBRADO (1)

"Una vida bien vivida requiere ser presidida"

 


Recomiendo que antes de leer el artículo, para aclarar el contexto, visionar el video que adjunto


EL EGO  EQUILIBRADO (1)

http:tv.uvigo.es/es/serial/1436.html


Si hablamos de autogestión, de autodesarrollo, de proactividad, hablamos necesariamente de presidir nuestra propia vida.

Implícitamente se entiende que nunca vamos a renunciar a la capacidad que tenemos de conducir y dar sentido a  nuestra trayectoria vital. Esto, como es obvio,  ya se da por entendido y asumido, pero aquí vamos a ver que para presidir nuestra vida, en el sentido literal de la palabra, es necesario apoyarse en la inteligencia y en la voluntad para satisfacer, de forma  equilibrada,  una serie de necesidades que todos los humanos tenemos y compartimos y que recogemos aquí en lo que yo llamo el Modelo SIDIDA.  Nos va a permitir, este modelo, dar respuesta a las siguientes preguntas:

 Qué nos “mueve” en la vida

Por qué hacemos lo que hacemos

Cuál es la fuente de nuestra energía

Puede alguien actuando desde el Ego Inflativo presidir su vida.


Las tres primeras preguntas las abordaremos más abajo. Con respecto a la cuarta solo cabe afirmar, con rotundidad, que no. No se puede presidir la vida desde un ego escaso ni tampoco desde  un ego excesivo. Sí, se puede, desde un ego equilibrado (personaje subjetivamente  autoconstruído en función del contexto en el que nos movemos)  , el cual nos ayuda a armonizar la convivencia entre el personaje-ego que exhibimos  y la persona-yo que  somos. Máscara que nos ponemos todas las mañanas para salir de casa y dar actividad al personaje en función de como nos vean las otras personas. Hace de puente aéreo entre nuestro exterior y nuestro interior, entre lo que  somos para los demás, (medido por lo que tenemos),  y lo que somos para nosotros mismos, medido por el índice de autenticidad: El liderazgo personal, en el que sustenta el presidir nuestra vida,  viene marcado por el índice de autenticidad: grado de coherencia que existe entre lo que piensas, sientes y haces. Cuando este índice es alto, haces lo que dices y dices lo que haces.La coherencia personal, causa un gran impacto, tanto en uno mismo como en los demás. Ni que decir tiene que si “los demás” forman parte del equipo o grupo que nosotros lideramos, ese impacto se traducirá en  respeto y credibilidad. Después de un cierto tiempo de convivencia, las personas que nos rodean y trabajan con nosotros suelen terminar, tarde o temprano, descubriendo nuestro grado de coherencia y autenticidad. El respeto se lo otorgamos a aquellos que llevan la autenticidad hasta sus últimas consecuencias.  

 El personaje-ego equilibrado contribuye a poner, por decirlo que alguna manera,  en nuestra vida un orden externo, en sintonía con el contexto,  lo cual nos ayuda a lograr el orden interno, y, como consecuencia, proporcionarnos  un alto BIS: bienestar individual subjetivo (lo que solemos llamar felicidad).

El modelo sidida, también nos permitirá ser conscientes de que nos movemos en función de nuestras necesidades: sentimos carencia de algo (necesidad) y esto genera en nosotros impulsos, motivos (motivación) para ponernos en acción y satisfacerla. Ser consciente y saber identificar qué es lo que nos motiva, y conocer y analizar las variables que inician la conducta, es una fuente de energía que nos predispone a la acción: "ser es hacer" decían los existencialistas. 

El comportamiento de las personas depende de las necesidades que éstas tienen. Trabajamos para satisfacer necesidades. Cuanta mayor intensidad tenga la necesidad y cuanto más relevante sea esta para el individuo, mayor será la intensidad con la que se  trabaje. Una persona está satisfecha con su trabajo y su entorno,  en la medida en que contribuyan a satisfacer sus necesidades propias y las de los que lo rodean; sentirse bien es un proyecto colectivo, no puedes sentirte bien si los que te rodean se sienten mal.

Una vez satisfechas las necesidades primarias, básicas o de supervivencia, se complica el tema de la motivación. Sigue teniendo su peso el dinero, pero este, por si sólo, se queda corto a la hora de ponderar el ratio emocional: cómo te sale, un día típico de tu vida el ratio  de  emociones positivas  que sientes, dividido por el número de emociones negativas. 

Leer:

Sentirse BIEN, sentirse MAL

https://neuroforma.blogspot.com/2022/02/sentirse-bien-sentirse-mal.html


La falta de ego (escaso) y el ego inflativo (excesivo), generan un ratio emocional muy bajo. En cualquier tipo de entorno en el que las personas  se caractericen por el ego equilibrado, sin duda, generan muchas más emociones positivas que negativas (espero que hayas visto el video  y los ratios que le salen a Losada en sus observaciones sobre las interacciones de las personas pertenecientes a equipos de alto rendimiento.


 

Puedes ganar mucho dinero (motivación extrínsica)y vivir amargado. Por eso, es de gran importancia, el salario emocional, entre otras cosas para producir satisfacción. Un contenido de trabajo que nos permita poner en juego nuestra iniciativa, autonomía, creatividad, competencias, responsabilidad, aprendizaje y autodesarrollo es, sin duda, una gran fuente de motivación intrínseca.

Después de situar en un contexto entendible lo de 'presidir' la vida satisfaciendo las necesidades SIDIDA, y antes de especificar cada una de ellas, debemos también aclarar que entendemos por 'una vida bien vivida'. Podemos resumir diciendo que es la  que nos lleva a lograr aquello que todo humano persigue con ahínco, aunque muchas veces con una estrategia no adecuada y por un camino equivocado: ser felices. Sí es cierto que no aclaramos mucho con ello porque el término felicidad es muy subjetivo y es probable que cada uno entienda por ello cosas diferentes. Si has visto el video te aclarará mejor el contexto.

La satisfacción funcional de estas necesidades nos permite mejorar el Ratio Emocional eliminando muchas de las emociones negativas, generadas por nuestro ego inflativo y que nos crean todo tipo de problemas. El modelo sidida  nos permite presidir nuestra vida situando nuestro ego en un punto funcional y productivo. Nos proporciona un ego ni demasiado inflado ni  demasiada escaso. 

Lo propio del ser humano es demostrar su valía y competencia para de ese modo fortalecer su auto estima. Esto lo logra teniendo éxito en aquellas actividades que realiza.

 



Una teoría de la motivación que no considere las necesidades emocionales de las personas, es una teoría que no puede explicar el comportamiento humano. El salario monetario debe ir acompañado de un salario emocional digno que le permita a la persona la búsqueda de la satisfacción emocional e intelectual.

Cada día mayor número de personas son conscientes de que hay emociones, sentimientos y sensaciones de bienestar que proporcionan una calidad de vida superior a la que pueda proporcionar la mera acumulación salarial, siempre, lógicamente, que esta sea lo suficientemente digna. Personas que aspiran a cumplir aquella máxima de Confucio: “Busca el trabajo que te guste y no trabajarás ni un solo día”. 

Para entender mejor el contexto te invito a ver el siguiente video: 

https://www.youtube.com/watch?v=VPv65_0aUx0&t=2s&ab_channel=JulioIglesiasRodriguez

 

Hoy, 21-04-2024, cuando estoy reescribiendo este artículo, aparece en los medios de comunicación la siguiente noticia:

"El vice primer ministro del Reino Unido, Dominic Raab, dimite tras la investigación por acoso laboral a los funcionarios a su cargo"( https://elpais.com/internacional/2023-04-21/dimite-el-vice-primer-ministro-britanico-dominic-raab-investigado-por-acoso-laboral-a-sus-trabajadores.html). Un claro ejemplo de alguien que en lugar de canalizar su energía en  presidir su vida, la enfoca en amargar la de los demás.  

Un entorno de trabajo motivante ha de tener en cuenta las necesidades SIDIDA. Los humanos nos movemos hoy, fundamentalmente, por necesidades emocionales.  


Modelo SIDIDA.

  


Sin satisfacer adecuadamente las 4 primeras necesidades del modelo SIDIDA (Seguridad-Individualidad-Diversidad-Integración),  no es posible   progresar y presidir la propia vida, ya que  tampoco es posible desarrollar y satisfacer las dos siguientes necesidades, las cuales son las más genuinamente humanas  y las que garantizan el privilegio de dirigir la vida, cada uno la suya (Desarrollo personal y profesional-Aportaciones que hacemos al entorno). Estas dos últimas son las que nos proporcionan las Recompensas que recibimos del entorno (las desarrollamos y analizamos a fondo a través de una herramienta que denominamos el Ciclo DAR)

 

Te invito, para entender el contexto de la imagen de arriba,  ver en este mismo blog, el siguiente video, en cualquiera de los dos enlaces que aporto.  

 https://www.facebook.com/watch/?v=418444215550406

  
 Si quieres profundizar un poco más. puedes leer, en este mismo blog, el artículo siguiente:  
      
https://neuroforma.blogspot.com/2019/06/decalogo-de-autogestion-3.html 







 








domingo, 30 de abril de 2023

 


SABIDURÍA



Las sabiduría da respuesta a dos preguntas: ¿Por qué? y ¿Para qué?

Nos dice, de todo lo que podemos hacer,   si debemos o no hacerlo. Es la habilidad de encontrar significados

 

 Los dardos que lanza un buen escritor, en este caso nuestro admirado Manuel Vicent,  se clavan en la mente de los lectores de su columna, consagrada ya hace tiempo como obra de arte.

Su columna tiene múltiples virtudes, entre las que, en mi opinión, destacaría  la reflexión y la mejora del punto de vista actual. Todo aquello que nos lleve a reflexionarlo , sin duda,  nos mejora como personas y, a su vez,  nos debería llevar a la mejora del mundo si no fuese por  "toda la basura política y moral que existe a su alrededor”. Un componente esencial de la experiencia es la reflexión: solo tenemos experiencia sobre las cosas que hemos reflexionado.

 En cuanto a nuestro punto de vista actual,  sobre cualquier cosa, lo podemos tener muy elaborado, puede ser fruto de un análisis profundo y reflexionado pero, aun así,  siempre quedan resquicios que le impiden que se acerque al mejor punto de vista que podamos  llegar a tener sobre esa cuestión, sea esta la que sea. Para esto se hace necesario  que nos centramos, no en el punto de vista que tenemos nosotros, sino en el punto de vista que nos expone nuestro interlocutor. Si nuestro punto de vista sobre algo está elaborado a partir de la anécdota, la paja, lo contingente,  y hablamos o leemos  a  alguien que lo tiene más elaborado en base a lo esencial, el grano y un contenido profundo, estamos  perdiendo una oportunidad de oro de salir de allí con un punto de vista muy mejorado y más cerca del óptimo. 

 

 Las columnas de Manuel Vicent, mejoran nuestro punto de vista actual sobre lo que “elabora con ellas un artículo como el herrero templa un dardo en el yunque después de calentar el hierro en la fragua”  y nos acercan al mejor punto de vista que podamos llegar   tener.

Me  imagino a Vicent pensando, con cierta ansiedad,  sobre el tema que va abordar, lo cual se le hace muy difícil dado la cantidad de musas en las que podría inspirarse sobre cualquier género literario y  para lograr, como siempre, una  magnífica columna que esperan, también con cierta ansiedad,  sus lectores: según el psicólogo Barry Schwartz, caemos en la paradoja de la “parálisis de elección” cuando nos encontramos ante una situación para la cual disponemos de demasiadas  opciones.

Cualquiera pude hablar y manipular los datos; son muchos los que pueden aportar información sesgada; muchos menos los que pueden expresarse a través del conocimiento; pero,  solo un reducido grupo de homo sapiens poseen la suficiente cultura, las exigidas vivencias, conocimiento y experiencia, y,  los suficientes componentes reflexivos para poder expresarse a través de la sabiduría.  

Me imagino que lo primero que viene a la mente de Vicent y seguidamente    “Cada dedo es un pequeño martillo sobre el yunque del teclado”, es la  lírica que luego nos hace revivir a los lectores,  que ya tenemos los años suficientes como para considerarnos viejos,  una amplia gama de emociones y sentimientos  tales como la soledad, alegría, optimismo (funcional no de pandereta), entusiasmo, nostalgia... Sobre todo este último, la nostalgia en la que aparece la tristeza recordando momentos del pasado los cuales ya no forman parte de nuestra vida y, sobre todo, que es imposible que algún día puedan incorporarse a la misma: donde permanecen todavía intactos los nidos de pájaros, los tebeos amarillos en un armario, la caja de los gusanos de seda en el desván, los aromas de la despensa y las primeras lágrimas”.

Es curioso que en los comentarios de los lectores  que escribimos en El País, (una gran fuente de documentación para sacar interesantes conclusiones), en mi opinión, basada en mi observación empírica,  cuando la columna  trata de inspirar nostalgia lírica, suele haber, a mi juicio,  más comentarios de reproches al autor:  “El artículo envuelto en una nostalgia lírica se perderá en la nada”.

 A mi juicio, dada la ignominia que nos rodea,  cada vez nos resulta más difícil encontrar “cierto grado de belleza cruzando el espacio incontaminado”.

No me gusta ni el peloteo ni la adulación de la cual, soy un convencido,  que envilece a quién la da y a quién la recibe. Sí me gusta y admiro a las personas con un profundo conocimiento, la meta, a mi juicio,  más abalada e importante a la que podemos aspirar únicamente  los humanos. 




 

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 Como siempre, a continuación, copio y pego la columna de Manuel Vicent para que la puedan leer los no abonados a El País, por no abrirle el enlace.

 

En mi opinión (respeto al que piense justamente lo contrario) lo que escribe Manuel Vicent es auténtica sabiduría, que debería llegar a todo el mundo. Yo con ello pretendo cumplir lo que digo en mi blog. “Actualmente, mi motivación básica es la trascendente (" Me gusta lo que hago porque beneficia a muchas personas"): Hacer de forma altruista mi pequeña aportación al desarrollo personal y profesional de las personas y a crear una sociedad más justa.”

 

Sigo siempre el mismo proceso: Como todos los lectores suscritos a El País,leo la columna de Vicent el domingo a la mañana cuando me despierto. La reflexiono, e inspirado en ella,  escribo mi comentario y, dos horas después,  lo publico en mi blog. Posteriormente, si tengo tiempo, le doy otra vuelta  y añado cosas que se me ocurren hasta dejarlo ya definitivamente terminado en mi blog.

 

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COLUMNA

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Como un dardo

El escritor puede disparar contra la ignominia que le rodea o apuntar alto para que alcance solo cierto grado de belleza cruzando el espacio incontaminado

Legado del escritor Rafael Cadenas en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes, el pasado día 25 en Madrid.A, PÉREZ MECA. POOL (EUROPA PRESS)

 

MANUEL VICENT

30 ABR 2023 - 05:00 CEST

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Son aproximadamente 325 palabras, que equivalen a unos 1.880 caracteres con espacios. El escritor elabora con ellas un artículo como el herrero templa un dardo en el yunque después de calentar el hierro en la fragua. Cada dedo es un pequeño martillo sobre el yunque del teclado. Mientras golpea el hierro incandescente para darle una forma muy aguda, el escritor piensa que ese dardo hecho solo de palabras puede salir del arco disparado en varias direcciones. El escritor puede mandarlo hacia los dulces valles de la infancia donde permanecen todavía intactos los nidos de pájaros, los tebeos amarillos en un armario, la caja de los gusanos de seda en el desván, los aromas de la despensa y las primeras lágrimas. El artículo envuelto en una nostalgia lírica se perderá en la nada. El escritor martillea con los dedos otras palabras. En el yunque del teclado brotan ahora los nombres de Botticelli y Simonetta Vespucci, de Antonello de Mesina que pintó a una Virgen que se parecía a Pier Angeli o tal vez de Dante y Beatriz ya viejos paseando por la orilla del Arno. El escritor los lleva en su memoria desde aquella primavera cuando fue por primera vez a Florencia. Ahora trata de cargar el dardo con historias de navegaciones, de ciudades lejanas, de amores perdidos, de tantos libros leídos, de tantos viajes y regresos, de éxitos y fracasos. Mientras el escritor golpea las palabras sobre el yunque no olvida toda la basura política y moral que existe a su alrededor y por un momento se propone usar ese dardo como un arma ofensiva solo para salvarse. El trabajo ha terminado. El dardo está ya tenso en el arco. Esta vez son exactamente 324 palabras que, como siempre, sirven para luchar o soñar, la eterna cuestión. El escritor puede disparar el dardo contra la ignominia que le rodea o apuntar alto para que alcance solo cierto grado de belleza cruzando el espacio incontaminado.


domingo, 16 de abril de 2023

EL EGO INFLATIVO (2)

 



EL EGO INFLATIVO (2)


“El ego tiende a equiparar tener con Ser. Tengo, luego soy. Y cuanto más tengo, más soy. El ego vive a base de comparaciones. En la mayoría de los casos, el sentido de su propia valía que tiene el ego está ligado a lo que vales a los ojos de los demás.” Eckhart Tolle

 

Decíamos en el artículo anterior que escribimos sobre el ego y que titulamos ‘El  ego inflativo 1’ que, en general, cuando hablamos del ego,  solemos considerarlo como algo negativo, como algo que genera  múltiples y variables problemas,  pero, lo cierto, es que  le ocurre lo mismo que a los neumáticos del coche en el que viajamos: vamos inseguros cuando su presión no es la adecuada, cuando es escasa o cuando es excesiva. Lo mismo le pasa al ego:

Es necesario y útil, para nuestro viaje por la vida, cuando está bien regulado.

Empezar por diferenciar entre el yo (persona) y el ego (personaje)  es un primer y necesario paso para gestionar adecuadamente el ego que cada uno de nosotros ha construido en base a las percepciones y del contexto en el que nos fuimos  desarrollando. El producto final es un  personaje fabricado, imaginario, artificial, vacío y falso. (Me voy olvidar de Freud, del psicoanálisis, y el SUPERYÓ,del YO y del ELLO,  y abordar el fenómeno del EGO con un lenguaje entendible por todos).  

El ego es una construcción imaginaria, la imagen idealizada de nosotros mismos.

 El personaje- ego, que no es más que una ficción social, se centra  en el tener,  que a su vez determina la valía del  ser, "tanto tengo, tanto valgo". Se desenvuelve  dentro del etnocentrismo: "Tendencia emocional que hace de la cultura propia el criterio exclusivo para  interpretar los comportamientos de otros gruposrazas o sociedades". (RAE)  

El etnocentrismo  fomenta, entre otras, actitudes de racismo: "proceso de marginalizar, excluir y discriminar contra aquellos definidos como diferentes sobre la base de un color de piel o pertenencia grupal étnica" (Wetherell, 1996: 178). La antropología opone al etnocentrismo  el concepto de relativismo cultural. Una cosa era la visión que tenían de los indios las películas clásicas de indios y baqueros y otra, totalmente distinta,  la que se expresa  en la película titulada 'Bailando con lobos', con una mirada más aproximada a la antropología. El yo se desenvuelve a través del  relativismo cultural  y se centra en las personas.

"Lo que es bueno para el ego es malo para el ser" Ramiro Calle

En el artículo anterior poníamos de manifiesto lo que nos sucede cuando nuestro ego es escaso, cuando es excesivo y cuando está bien gestionado,  equilibrado y ajustado a las situaciones. Lo abordaremos en próximos artículos con el título de EL EGO EQUILIBRADO

Hoy nos vamos a ocupar de reflexionar sobre el ego inflativo,  aquel que se manifiesta habitualmente con un exceso de presión, no de aire, como los neumáticos del coche, sino de vanidad, la cual infla al personaje,  proporcionándole  energía y lo eleva por encima de sus semejantes. Lo exponía muy bien Pablo Iglesias en un corto video que ya no me acuerdo que que iba, pero si de la frase que entonces anoté: "El principal defecto de alguien que ha pasado por un liderazgo político, puede ser verse algo más grande de lo que en realidad es". Me quedé con las ganas de saber si se incluía a si mismo en este fenómeno que se me ocurre llamarle 'Efecto inflado'. No solamente se ven más importantes y marcando el  centro del universo: también terminan confundiendo y cambiando  los medios por los  fines. Estos son los síntomas del ego inflativo, es decir, la utilización del ego de  forma inapropiada y excesiva lo cual acaba por  desarrollar  una personalidad narcisista. 

El ego inflativo es una máscara que oculta lo más genuino del ser y que muestra  la falsa personalidad. Hace el papel de espejo deformante que nos aparta de los otros y, a la vez de nosotros mismos.

 Con estos rasgos tenemos altas probabilidades de dar comportamientos del tipo de querer siempre tener la razón; ser permanentemente el centro de atención; comunicarse con un estilo competitivo y agresivo; caer con frecuencia  en maneras  poco inteligentes de llamar la atención: ser despectivos, criticar a los demás, instrumentalizarlos, despreciarlos y utilizarlos. Todo ello va cristalizando en una personalidad narcisista, caracterizada por el egocentrismo: “qué hay de lo mío”; la auto importancia: percibiéndose como dotado de rasgos únicos y excepcionales; sentirse importantes y superiores a los demás; auto idealización; necesidad de admiración; necesidad de originalidad; afán de fascinación;  inestabilidad emocional; dificultad para la empatía y el contacto personal; falta de naturalidad y espontaneidad; exagerada tendencia a la fantasía; despreocupación por los intereses de los demás; férrea defensa de sus intereses propios.

  


¿Puede alguien así resolver problemas satisfaciendo a las diversas partes con intereses diferentes?

    

La respuesta no puede ser otra que no, no puede. Maneja estas situaciones a través de la ego-estima que centra su atención sólo en sí mismo, en lo que puede sacar de la situación para fortalecer  sus exclusivos intereses: su meta es incrementar el tener. Se aleja así de la auténtica autoestima que se centra en el ser y se sustenta en  crecer interiormente. 




Empezar por darse cuenta de que los  problemas se resuelven cuando las diversas partes son conscientes de que están operando desde un pensamiento egocéntrico, que solo mira lo suyo y lo evitan, es el primer paso para llegar a soluciones racionales y consensuadas.  El resultado del pensamiento selectivo o egocéntrico es un pensamiento cerrado, inflexible, que impide la aceptación de nuevas ideas o las de creencias más funcionales y adaptativas a la realidad. No nos “paramos a pensar”. En cualquier momento dado, nuestro pensamiento individual está enfocado hacia adentro de uno mismo, es decir, está en modo pensamiento selectivo, egocéntrico. Lo que hacemos en este estado es Reaccionar: saltar a dar una solución centrada en uno mismo. Una cosa es reaccionar  y otra, totalmente distinta,  es pensar. Se trata de evitar que nuestras emociones, por sí solas,  determinen nuestras  decisiones y acciones.

Desde el ego inflativo no es posible sustituir  el pensamiento egocéntrico por el pensamiento  crítico analítico y entonces ya no reaccionar, sino responder  centrándose en el problema o situación real.



 “Puede decirse que la educación, la moral y la cultura tienen como objeto producir personas. Años de estudio y ejercicio con severos maestros, escuelas, bibliotecas, teatros juegos, encuentros y viajes; el saber, el saber-hacer, el saber-decir, el saber-vivir, los dones, los medios, los encantos, las oportunidades, y toda la civilización que ello supone, son condiciones necesarias, pero no suficientes, para la formación de una persona. Nada es tan estimable, amable y envidiable a los ojos del mundo, como una Persona acabada." (el resaltado es mío)  

Giuseppe Lanza del Vasto.:Umbral de La Vida Interior. Editorial Sígueme Ediciones ,1980, p.33





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 Como siempre, a continuación, copio y pego la columna de Manuel Vicent para que la puedan leer los no abonados a El País, por no abrirle el enlace.

 

En mi opinión (respeto al que piense justamente lo contrario) lo que escribe Manuel Vicent es auténtica sabiduría, que debería llegar a todo el mundo. Yo con ello pretendo cumplir lo que digo en mi blog. “Actualmente, mi motivación básica es la trascendente (" Me gusta lo que hago porque beneficia a muchas personas"): Hacer de forma altruista mi pequeña aportación al desarrollo personal y profesional de las personas y a crear una sociedad más justa.”

 

Sigo siempre el mismo proceso: Como todos los lectores suscritos a El País,leo la columna de Vicent el domingo a la mañana cuando me despierto. La reflexiono, e inspirado en ella,  escribo mi comentario y, dos horas después,  lo publico en mi blog. Posteriormente, si tengo tiempo, le doy otra vuelta  y añado cosas que se me ocurren hasta dejarlo ya definitivamente terminado en mi blog.

 

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Hoy no hay relación entre el artículo del blog y lo que escribe Manuel Vicent.

Hoy no tengo comentarios. Hoy sobran las palabras. Hoy aplico ‘la utilidad del silencio’

Invito a ver el video.  No es fácil encontrar las palabras adecuados para transmitir lo que uno siente. No todos tenemos la sensibilidad y la profunda cultura de Manuel Vicent. La mayoría de las personas, sobre todo los hombres de mi generación,   tenemos un vocabulario emocional muy limitado lo cual nos limita mucho a la hora de expresar lo que sentimos. En un artículo de hace tiempo expuse las razones. 

 

 

https://www.youtube.com/watch?v=125_h34E414&t=34s&ab_channel=TodoCuadros

 

 

COLUMNA

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Darse un baño

Como el que va a la playa un día de verano, para asistir a la exposición de Sorolla es necesario llevar de casa la toalla y el bañador, una sombrilla de colores y una cesta de mimbre con las viandas

 

MANUEL VICENT

16 ABR 2023 - 05:00 CEST

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No creo que exista espectador frente al mar pintado por Sorolla quien no piense que sería maravilloso poder darse un chapuzón metiéndose en uno de sus cuadros. En este caso, como el que va a la playa un día de verano, para asistir a la exposición de Sorolla es necesario llevar de casa la toalla y el bañador, una sombrilla de colores y una cesta de mimbre con las viandas para tomarlas después del baño a la sombra de una barca varada en la arena. No creo que exista espectador que no sueñe que también podría ser ese niño desnudo con la luz iridiscente y resbaladiza sobre su cuerpo mojado que echa a navegar un balandro de papel entre el oleaje. Puedes asegurar que no ha existido barco más seguro que aquel que fabricaste con una hoja del cuaderno escolar. Después de doblarla varias veces de una forma determinada, abrías el pliegue y de pronto aparecía entre los dedos un maravilloso velero. Con un leve impulso lo botabas en una orilla del mar y comenzaba a navegar en busca de las islas de piratas que de niño imaginabas dentro de una dicha todavía incontaminada. Era un barco que nunca naufragaba a la hora de transportar todos tus sueños. No creo que exista espectador que no deseara ser ese chaval desnudo con la cabeza cubierta con un sombrero de paja que cruza llevando de las riendas un caballo blanco con todos los azules del mar disueltos entre las patas. O cualquiera de esas muchachas con la bata rosa pegada a la carne que acaban de salir del agua. Una de ellas se baja el tirante del hombro con una actitud en que el delicado erotismo es a la vez un paso de danza. Todo sucede en un instante de luz, mientras las pescaderas como heroínas arremangadas esperan que lleguen a tierra las barcas de los marineros que sin ellos saberlo todos se llaman Ulises. Se cumple este año el centenario de la muerte de Sorolla. Es todo un siglo iluminando con su paleta la España clara.