sábado, 10 de mayo de 2025

EL EGO EQUILIBRADO (4)

 

Imagen 1: Elaboración propia

EL EGO EQUILIBRADO (4)

Nos vamos Ocupar hoy de la necesidad de SEGURIDAD





Imagen 2: Elaboración propia

La principal ventaja de haber pasado del ego inflativo al ego equilibrado,  es que se minimiza el riesgo de dejar que los demás te vean tal como eres. 


 


Imagen 3: Elaboración propia

Recomiendo que antes de leer el artículo, para aclarar el contexto, visionar los  videos que adjunto en el enlace

http:tv.uvigo.es/es/serial/1436.html


Un entorno,  sea el que sea, familiar, laboral, social, etc.en el que nos sintamos bien, ha de tener en cuenta las siguientes necesidades emocionales que tenemos las personas:
 Seguridad
Individualidad
Diversidad
Integración. 

También,  es necesario que tenga ingredientes para que cada una de estas necesidades puedan ser satisfechas de forma funcional, sin suterfugios  ni dando gato por liebre.



   Imagen 4: Elaboración propia

 Una vez satisfechas adecuadamente estas necesidades estamos en condiciones de pasar a las siguientes, las más genuinamente humanas: 

Desarrollo

Aportaciones 

Recompensas

que nosotros las integramos en un artículo al que llamamos el ciclo DAR.

                                             

                                                                                          Imagen 5: Elaboración propia


                                                                Imagen 6: Elaboración propia

Todos tenemos una inseguridad latente y necesitamos lograr una seguridad personal. Vinculada a esta necesidad emocional está la emoción básica  del miedo entendido como la sensación de que el mundo está regido por leyes que se nos escapan.

La gente con miedo necesita líderes que los protejan, que les garanticen que otros no le atacarán. Buscan la protección de una persona con poder en la sociedad. Otra forma de reducir el miedo es siguiendo las normas. Las normas reducen el mundo a normas predictibles, reducen la incertidumbre y las reacciones de los demás. El seguimiento de las normas reduce la inseguridad. El miedo puede llevarnos a la confusión, a la duda, a la desconfianza y prevención, que puede acabar en la huida o en cerrar los ojos.

En cualquier tipo de entorno, sea el que sea,  se pueden hacer muchas cosas para desarrollar la seguridad personal sin que tenga efectos secundarios. Por ejemplo, con un estilo de liderazgo que ayude a progresar a los inseguros dándoles participación, lo que incrementaría su sensación de valía, siendo condescendientes y protegiendo y haciendo funcionar las ideas de los otros.

 Es importante transformar a estas personas para que se enfrenten a retos. Hacerles sentir emocionalmente tranquilas, seguras y racionales, pero intelectualmente inquietas de forma que entren en la tan pregonada mejora continua, cuestionándose constructivamente la forma en que trabajan y mejoren constantemente. Si no se las ayuda, estas personas se convierten en “evitadores del fracaso”, lo contrario de los “buscadores de éxito” que exponemos en la necesidad de crecimiento y que se dedican, especialmente, a desarrollar competencias:

Sobre desarrollo de las competencias en las empresas invito a ver el siguiente video al que podrás acceder pinchando en el siguiente enlace:




 A los evitadores del fracaso les motiva lo muy fácil o lo imposible, huyendo de lo difícil. Buscan tanto la autoprotección que se debilitan hasta convertirse en fracasados, expertos en la evitación y dilación y con una baja autoestima.

EL RETO Y EL TALENTO GENERAN TU SENTIMIENTO

 


   Imagen 7: Elaboración propia

Si te interesa el tema, y si quieres profundizar, te invito a ver el siguiente video el cual integra, en un contexto entendible, las ideas que desarrollamos en el artículo.

Una vida bien vivida, requiere ser presidida

https://tv.uvigo.es/video/5b5b63038f420804526d057d

.................................................................................................................

 MANUEL VICENT

Pantuflas bordadas

Los analistas han tratado de vaticinar el futuro del nuevo papa León XIV por los zapatos que utiliza

Por un lado, un ritual espléndido, fascinante, hipnótico y por otro un falso y vacuo trampantojo, así ha sido, según como se mire, el cónclave en el que se ha elegido a un nuevo papa. Nadie ha mencionado a Dios en este fastuoso espectáculo. El protagonismo se lo han llevado las sagradas vestiduras. Las sotanas rojas de los cardenales, las mismas que ocultan las pasiones latiendo en los cuerpos desnudos que hay debajo, se han apoderado de la mirada de millones de espectadores. En ese camino hacia la cumbre de Su Santidad el ornamento cubre los genitales, el vericueto de los intestinos, el hígado con toda clase de secreciones, la vesícula con la bilis, el corazón con los buenos sentimientos y el cerebro con los malos pensamientos recalentados bajo la mitra faraónica. La revelación del humo blanco ha sido precedida por procesiones entre pinturas de Miguel Ángel, una liturgia medida, las palabras solemnes pronunciadas con un tono melifluo lleno de superlativos para expresar los consabidos deseos de paz universal en un latín eclesiástico. Al final de ese proceso al cardenal elegido, Robert Francis Prevost, se le ha puesto súbitamente cara de papa León XIV, no por la acción de Espíritu Santo sino porque ha salido al balcón con la sotana blanca, la muceta, la cruz de oro en el pecho y la estola bordada. Imagino que durante el Renacimiento el papa, ya fuera Medici o Borgia, cada uno según su especialidad con el veneno o la daga, era una figura que iba creciendo a partir de unas pantuflas bordadas en oro y pedrería. Las sedas y armiños llegaban a tapar su chepa que contenía el poder como una caja negra y dentro de ella resonaban juntos el volteo general de campanas y el ladrido de los lobos. Los analistas han tratado de vaticinar el futuro del nuevo papa León XIV por los zapatos. Han considerado buena señal que no los calce rojos de Prada como Ratzinger con los que pisó el campo de exterminio de Auschwitz, sino negros, como los de Francisco, aptos para pisar charcos.

 

 











No hay comentarios:

Publicar un comentario