domingo, 28 de julio de 2024

 


Primero tú (1)





 “Yo llevaba una existencia anodina, llena de sueños imposibles de fuga, puesto que inevitablemente el tedio había hecho su aparición en la relación de pareja, hasta el punto de que no cesaba de rondarme por la cabeza la tentación de coger un día el coche, enfilar la autopista hacia el norte y no parar hasta que terminara el mapa."

  Manuel Vicent: 'Una historia particular' p.94

Todos aspiramos a sentirnos bien, con nosotros mismos y con el  mundo que nos rodea. Luego resulta que, en el día a día, hacemos algunas o muchas cosas que van en la dirección contraria a esta aspiración. No es más que una de las múltiples paradojas humanas. Una cosa es lo que nos gusta y otra, que a veces coincide y a veces no, lo que nos conviene.

Puedes profundizar en esta idea leyendo:

LA PARTIDA DE LA VIDA

https://neuroforma.blogspot.com/2024/01/la-partida-de-la-vida.html


Figura 1: Elaboración propia

¿Y por qué sucede esto? Las razones son tan amplias y variadas que no tiene objeto ponerse ahora a enumerarlas. Este no es el camino:

 La solución está, a nuestro entender, en la reflexión personal que nos lleve a entendernos mejor a nosotros mismos y a elaborar unas conclusiones propias.


Figura 2: Elaboración propia

 Por eso, es bueno pedir ayuda para  facilitar   esta reflexión, la cual se da cuando consideras tu propia experiencia bajo el prisma de las ideas conceptuales que  te exponen las personas que tratan de ayudarte.

 Primero tú, titulamos este artículo. Tal vez te suene a egoísmo, a poco evangélico, a narcisismo. No, todo lo contrario: “amarás al prójimo como a ti  mismo”. ¿Te suena? Para ello el primer paso es quererte  a ti mismo. En un plano más cotidiano ocurre lo mismo; primero tienes que sentirte bien contigo mismo para luego sentirte bien con los demás, primero tienes que cuidarte tú para poder cuidar a los demás, primero tienes que dar tú para luego recibir gratificaciones y recompensas de los otros, primero tienes que escuchar para luego ser escuchado, primero tienes que comprenderte a ti para poder comprender a los demás; también, primero tienes que comprender al otro para que el otro te comprenda a ti, primero tienes que... ¡Primero tú! Lo podemos resumir así: 

Primero comprender para luego proponer

 Por esta razón vamos a comenzar por ti. Luego, seguiremos con los otros. Con los que te rodean en círculos más o menos próximos y que determinan las relaciones que, con diferentes grados de profundidad, mantienes con ellos en los planos profesional, familiar, social, etc. Aquí lo importante, al margen del tipo de relación que mantenemos, es el respeto a los demás. La forma como vemos a la gente le afecta. Si tratas a la gente como flores, florecen. Cuando las tratas como yerbajos, se marchitan. Cuando ya no se respeta al otro, la convivencia se envenena dañando a los que participan en ella. 

Solo si respetas a los demás primero, tienes el derecho a ser tú mismo después. Uno tiene que ganarse el derecho a ser diferente.

¿Cómo te sientes a gusto contigo mismo? 

Date una nota en una escala de cero a diez. De cero a tres si no te sientes bien, de tres a cinco si “ni fu ni fa”, de seis a ocho si te sientes bien y, finalmente, de ocho a diez si te sientes estupendamente bien. Para darte la nota no pienses en ahora mismo; coge un periodo más amplio de tú vida, digamos todo un año, el último año.

¿Qué nota de has dado? Lo más relevante no es la nota sino lo que vas a hacer para sentirte mejor. La nota es importante: lógicamente no es lo mismo que te hayas dado un tres que un ocho. Sin embargo, lo más importante, es saber que puedes hacer para si dentro de un año haces de nuevo el ejercicio, puedas darte una nota mayor,  un punto  o medio punto más, dependiendo de tus aspiraciones:

Nadie puede llegar más allá de donde ponga sus aspiraciones.

Lo importante es avanzar, mejorar, no pararse. Solo la acción consigue resultados. Si sigues haciendo lo que estas haciendo seguirás consiguiendo lo que estás consiguiendo. La pregunta clave es ésta: 

¿Qué puedo hacer hoy para estar mañana en donde quiero? 

Para esto lo primero es saber en donde estás hoy; también es muy importante, saber donde quieres estar mañana.  A esto le llamamos, en nuestros cursos de desarrollo personal, situación actual y situación deseada o situación objetivo.

"Si no se sabe lo que se está buscando, si no se tiene idea de lo que es relevante, dispuestos a cuestionarse esta idea, si no se tiene eso, explorar en internet es sólo tomar al azar hechos no verificables que no significan nada."  Noam Chomsky

 Al margen de la nota que te hayas dado anteriormente, te proponemos la siguiente reflexión:

 ¿Hay algún aspecto  de ti que te gustaría mejorar? 

La mayoría de personas dicen  que sí, que les gustaría mejorar un número más o menos amplio de cosas, ya sea referidas a sí mismas, a algunas áreas de su vida, a algunos objetivos a alcanzar o a algunos aspectos que les gustaría modificar.

 “Si te sientes solo cuando estás solo, estas mal acompañado” 
Paul Sartre

 

El próximo artículo vamos a titularlo: 

Primero tú (2)

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 COLUMNA

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Las luces del verano

El primer sol de la mañana indica que la vida sigue, el último de la tarde significa un día menos

 

MANUEL VICENT

28 JUL 2024 - 05:00 CEST

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La aurora es el resplandor que precede a la salida del sol. El ocaso es el resplandor que queda después de la puesta de sol hasta que anochece. Ambos fenómenos atmosféricos tienen la misma luz, hasta el punto que una cámara es incapaz de distinguirla; de hecho, los cineastas acostumbran a rodar durante el amanecer escenas que en la película ocurren por la tarde y también al contrario, pero fuera de la pantalla en la realidad la luz de la mañana y luz de la tarde tienen cada una su propia degustación estética. Con la primera claridad del nuevo día, mientras los jóvenes bailan todavía en las discotecas, Drácula corre a meterse en el féretro en compañía de los murciélagos que buscan una cueva oscura donde colgarse boca abajo. El primer sol de la mañana indica que la vida sigue y su luz alcanza la máxima gloria cuando ilumina la cama revuelta que ha dejado la pasión de unos amantes de madrugada. Si eres un viejo ese primer sol en la ventana certifica que estás vivo y que aún puedes seguir tirando del carro. Ese primer sol huele a café y llega envuelto en las noticias de la radio cargadas de catástrofes atemperadas por las voces familiares que se oyen en la cocina. Es maravilloso salir a pescar al amanecer. La mejor captura siempre consiste en contemplar esa radiante bomba de hidrógeno que asoma por el horizonte e ilumina todas las almas. El primer sol en la ventana significa un día más. El último sol de la tarde significa un día menos. Pero esa luz postrera es como un licor muy dulce que se confunde con la memoria. Al final uno se convierte en un coleccionista de puestas de sol y sentado frente al mar espera cada tarde que la última luz le regale un rayo verde. Ignoro qué ha generado mejor literatura, si el amanecer o la puesta de sol, si el día o la noche. Puesto que la luz de la aurora y la del ocaso es la misma, tampoco habrá diferencia entre un joven que anochece y un viejo que amanece, ya que las dos luces forman el nudo de la vida.

 


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