miércoles, 11 de enero de 2017

LA CORROSIÓN DEL LENGUAJE


LA CORROSIÓN  DEL LENGUAJE







Sin conciencia (capacidad de darse cuenta) no hay comprensión.

Sin comprensión (entender) no hay motivación.

Sin motivación (energía) no hay acción.

Sin acción no hay evolución.

“Ser es hacer”


LAS PALABRAS TIENEN SIGNIFICADO

Cuando escuchamos una palabra o cuando la vemos,  captamos su significado. Lo que llamamos pensamiento (representación mental de un objeto), es justamente eso: el significado captado.

El pensamiento nos permite razonar. Todos conocemos personas que razonan bien y personas que razonan mal. Del razonamiento se ocupa la Lógica, la cual nos ofrece toda una serie de reglas prácticas para razonar correctamente. Facilita el raciocinio correcto y verdadero.

Cuando nosotros (sujetos) queremos conocer algo (objeto) , lo que sea, persona o cosa, ponemos en marcha todo un proceso psicológico que tiene como finalidad obtener una representación fidedigna de dicho objeto, ya sea este una persona, una cosa, una situación, un suceso, etc.  Con las palabras,  dado que expresan pensamientos y son los elementos fundamentales del lenguaje, construimos, cada uno de nosotros, nuestro modo de expresarnos y transmitir nuestros sentimientos y pensamientos.


LA UTILIZACIÓN DE LAS PALABRAS TIENE CONNOTACIONES

El lenguaje tiene un significado que sobrepasa al significado literal de las palabras. Con la connotación añadimos, a la palabra o a la frase, un significado diferente al suyo propio. Así, por ejemplo, muchas personas hacen un uso extenso de las connotaciones peyorativas. Valga como ejemplo “A la vejez, se acorta el dormir y se alarga el gruñir”.


El lenguaje siempre es un acto intencional, nos comunicamos con una intención previa. Cuando dicha intención consiste en poner de relieve, lo más fidedignamente posible, la realidad objetiva y verídica,  nos lleva a unos resultados. Cuando dicha intención consiste en  camuflar la verdad, mentir, engañar, los resultados son otros y muy distintos de los primeros. En el primer caso hablaríamos de algo noble, objetivo y congruente. Despierta en nosotros interés y respeto.  En el segundo caso nos referiríamos a algo indigno, deshonroso e ignominioso. Despierta en nosotros rechazo y desconfianza.

El lenguaje como acto intencional nos lleva a que todos lo utilizamos en función de nuestra propia conveniencia. Los políticos son un ejemplo claro de esto que decimos. Pero, no solo ellos. Los medios de comunicación, las religiones, los profesionales del derecho, de la economía, etc., todos caemos en lo mismo. Podemos decir que no vemos las cosas tal como son exactamente, sino, de algún modo, como queremos que sean.

“No vemos las cosas como son, sino como somos”. Jiddu Krishnamurti


La objetividad de la que solemos presumir está reñida con lo humano. No somos objetos sino sujetos, y por lo tanto subjetivos. Ya no sólo a nivel individual, sino que incluso  ya es cuestionada hasta la  objetividad científica, y ya se habla, más que de objetividad de “intersubjetividad” (acuerdo entre la mayoría de los observadores).

“Lo que un observador ve, esto es, la experiencia visual que tiene un observador cuando ve un objeto, depende en parte de su experiencia pasada, su conocimiento y sus expectativas”. [1]






No hay más que escuchar en los debates televisivos a los diversos economista y observar  como sus pensamientos, su razonamiento, no se rige por la lógica sino, fundamentalmente, por el paradigma económico en el que han sido formados y defienden. Lo mismo ocurre con los políticos y su ideología, conjunto de ideas fundamentales que caracterizan el pensamiento de una persona o una colectividad.
“Los hechos, la realidad, los interpretamos con relación a nuestros esquemas de pensamiento”.

NO TODO VALE


Esto que acabamos de exponer, no nos debe llevar a la conclusión de que es válida y lícita cualquier utilización del lenguaje. Como en  todo, también aquí aparecen las tan mencionadas líneas rojas. Cuando se traspasan, lo que ocurre cotidianamente en el lenguaje político, debe saltar la alarma.

Se traspasa la línea roja cuando se miente con tal descaro que hace sonrojar,  no al hablante (que a veces se pronuncia con tal descaro, cinismo y atrevimiento que parece que no tenga vergüenza), sino al oyente.Nos hacen sonrojar de vergüenza ajena. Cuando ya no es que haga gala de una extrema subjetividad,  sino que recurre a  la distorsión manifiesta de la realidad. Cuando de forma sistemática se dice una cosa y luego se hace justo la contraria. Cuando… Diariamente podemos encontrarnos con múltiples ejemplos de todo esto. 

Una manifestación clara de esta corrosión es el extendido  empleo de eufemismos en el lenguaje político.  Ya no se habla de subida de impuestos sino de “cambio de la ponderación de los impuestos”; ya no dicen robo sino “desvío irregular de fondos”; jamás dicen bajada de salarios sino “”devaluación competitiva de los salarios”; la guerra quedó en desuso y sustituida por la “intervención militar”. La subida de impuestos es sustituida por el “recargo temporal de solidaridad”; no hay recortes sino “ajustes”. A los inmuebles embargados se les denomina “activos adjudicados”; a la crisis “acumulación de desequilibrios económicos; a los recortes “ajustes”, a las pérdidas “incremento negativo”. Imponer el copago pasa a ser “introducir un tique moderador”; a la subida del IVA, “modificar la imposición al consumo. ¡Manda huevos!, que diría un personaje del que todos hablan estos últimos días y que es un prototipo del político depravado y prepotente que se considera impune e invulnerable.  Llegamos así, a una triple corrosión  del lenguaje: desde el punto de vista lingüístico, desde el punto de vista ético y desde el punto de vista social.

¿Estaremos ante la versión moderna de la Torre de Babel?
 ”Pues bien, descendamos y allí mismo confundamos su lenguaje de modo que no se entiendan los unos con los otros». Génesis 11:1-9
Ya no necesitamos a un Yahvé enfadado, sino que nosotros, por nuestra propia cuenta, estamos construyendo una sociedad incomunicada.




Los fines del eufemismo son cuatro [2]:

1. Disfrazar lo feo de bonito o neutro.
2. Disfrazar lo fácil de complicado.
3. Disfrazar la vacuidad de palabrería.
4. Disfrazar lo concreto de vaguedades.





Juan Antonio González Iglesias, profesor de Filología Latina en la Universidad de Salamanca, considera que el lenguaje es fundamental en la vida política y que por esa misma razón está “obligado a ser riguroso y respetuoso”. [3]
 Eugenio Trías, filósofo, ataca a los que utilizan una retórica llena de agravios, lo cual se debe, según él, a una  “falta de cultura y a una utilización banal de términos que tienen un sentido preciso en su contexto, pero que fuera de él lo único que denota son carencias culturales y de educación básicas”. [4]

Lo grave de todo esto, es que en contra de lo que pensábamos antes,  de que los humanos como seres lingüísticos utilizábamos el lenguaje de forma pasiva para describir la realidad, para hablar sobre las cosas, para describir el mundo exterior que percibimos y expresar lo que pensamos y sentimos en nuestro mundo interior, hoy en día al lenguaje se le atribuye una función generativa, es decir, el lenguaje hace que sucedan cosas.


"El lenguaje, por lo tanto, no solo nos permite describir la realidad, el lenguaje crea realidades. La realidad no siempre precede al lenguaje, éste también precede a la realidad. El lenguaje, postulamos, genera ser”. [5]

La cosa no acaba aquí. Debemos tener en cuenta que “lo social”, lo construimos los humanos a través del lenguaje, que todo hecho social es un fenómeno lingüístico.
La manipulación mediática del lenguaje no solo se manifiesta en el neolenguaje orwelliano. [6]

La utilización del  habla  para controlar y definir el pensamiento de la población, para distraer a la gente de lo importante y canalizar su atención hacia la anécdota, es un tema de actualidad candente.

Para terminar,  decir que  "La CORROSIÓN  del LENGUAJE lleva a los  COMPORTAMIENTOS de CORRUPCCIÓN".
 Así titularemos una de las próximas entradas en nuestro blog.



 BIBLIOGRAFÍA:


 [1]CHALMERS, A.: ¿Qué es esa cosa llamada ciencia? Madrid, Siglo XXI, 1982.

[2] http://www.fund-encuentro.org/informe_espana/indiceinforme.php?id=IE19


[3] Manrique, W., “La crispación destroza el lenguaje”, en El País, 27 de marzo de 2006.


[4] Ibíd.


[5]ECHEVERRÍA, Rafael.: Ontología del lenguaje. Buenos Aires, Granice, 2006


[6] (Toledano Buendía, S. (2006). La neolengua de Orwell en la prensa actual. La literatura profetiza la manipulación mediática del lenguaje. Revista Latina de Comunicación Social, 62. http://www.ull.es/publicaciones/latina/200601toledano.htm



viernes, 23 de diciembre de 2016

D.M.I.G.: EL DISCURSO MÍNIMO INTERPROFESIONAL GARANTIZADO


D.M.I.G.:
 EL DISCURSO MÍNIMO INTERPROFESIONAL GARANTIZADO

            El aspecto cuantitativo de la comunicación 

CUANTO COMUNICARSE

¿Sabes cuantas palabras de media dices cada día?

Todos sabemos que unas personas hablan más que otras. Unos llegan a tal extremo, al  hablar de forma constante, que hasta se les conoce en sus círculos de relación como “el habla mucho”. También ocurre lo contrario, que otros sean mencionados en sus círculos por “el habla poco”.Obviamente, todos somos distintos en diferentes rasgos y características, entre las  cuales se encuentra el hablar.

Hay diferentes estudios referidos sobre todo a la diferencia de géneros, que dan respuesta a la pregunta de cuanto hablamos de media cada día. Así, por ejemplo, la doctora Luan Brinzedine sostiene en su libro titulado “El cerebro femenino”,  que las mujeres dicen  una  media  de 20.000 palabras día, mientras que los hombres se limitan a 7.000 palabras día.

LA COMUNICACIÓN COMO NECESIDAD HUMANA

No vamos hablar aquí de la importancia de la comunicación. Ya lo desarrollamos en otra entrada, dentro de este mismo blog,  con el título de “LA COMUNICACIÓN: CONVENCER para VENCER CON los OTROS.
Recordar que allí sosteníamos que es tal la importancia de la comunicación,  que se constata que detrás de muchos problemas referidos al bienestar psicológico, la salud física y mental, el alcoholismo, la depresión, el descontento matrimonial, el divorcio, la falta de productividad laboral, el envejecimiento prematuro, etc., está siempre la falta de comunicación o una comunicación deficiente.

Simplemente concluir que es a través de la comunicación, del habla,  como expresamos nuestra condición de humanos, nuestra identidad personal y también, con ella, construimos nuestras relaciones con los demás. Podemos sintetizarlo así: Las relaciones, desde un punto de vistas general, ya sabemos que multiplican lo bueno y lo malo que nos sucede. Cuando son buenas magnifican lo bueno; cuando son malas incrementan y empeoran lo malo.



Desde el punto de vista laboral, además, son las que garantizan los resultados: los recursos que tu tengas, multiplicados por las relaciones que establezcas, son igual a los resultados que obtengas (R x R = R). Recuerda que somos interdependientes: yo dependo de ti y tú dependes de mí.

La herramienta fundamental para construir esas relaciones, sin las cuales por muchos recursos que tengas no logras nada, es la comunicación.
  




LA COMUNICACIÓN EN EL ENTORNO LABORAL: EL D.M.I.G

“No solo de pan viven los hombres, sino de las palabras que salen de sus bocas”

Fue noticia, hace unos días,  la subida  que tendrá lugar en el año 2017 del salario mínimo (un 8% que equivale a 52,4 € al mes). El actual “salario mínimo de crecimiento” sustituyó, en 1970,  al “Salario Mínimo Interprofesional  Garantizado” (S.M.I.G.),  que había sido creado en el año 1950,  para satisfacer las necesidades elementales del trabajador. Se entendía por necesidades el
“carácter de lo que es absolutamente indispensable”
Esto sin duda está muy bien. El salario es importante  pero,  no hay que olvidar, que los humanos tenemos otras necesidades, también importantes,  a las que a veces no le prestamos toda la atención que deberíamos prestarles.

Destaca, entre estas necesidades importantes, la comunicación.


 Hace ya muchos años, un amigo mío, después de haber asistido a un curso sobre comunicación interpersonal vino tan convencido de su importancia,  que se puso a elaborar un diseño experimental para determinar que mínimo de palabras debería darle  a su pareja todos los días,  para que las relaciones fueran armoniosas.
 No me voy a extender en la explicación del diseño que tenía una variable independiente (número de palabras día) y una variable dependiente (armonía pareja). La operacionalización  de esta segunda variable, solo es comunicable entre dos personas con un alto grado de afiliación y situándose en el nivel 3 referido al grado de profundidad de la comunicación, es decir, en el nivel íntimo que se refleja en la figura de arriba. Hasta  recurrió a la estadística inferencial y utilizó un ANOVA (análisis de varianza).
Concluyó,   que para llevar una vida familiar de armonía, tenía que decir al menos 3.000 palabras día a su esposa y recíprocamente.
Si dividimos las 3.000 palabras por 150 que es la media/minuto de emisión, sale 20 minutos día. Cuando en mis cursos pregunto a los asistentes si les parece mucho o poco, dicen, en general, que mucho.
Según decíamos más arriba, la  doctora Luan Brinzedine concluye que el discurso diario de las mujeres está en 20.000 y el de los hombres en  7.000 palabras día. Si hacemos la operación anterior nos queda en 133 minutos días para las mujeres y 46 minutos días para los hombres. Por eso ocurre, con frecuencia que cuando  una pareja  regresa a casa por la tarde, después de una jornada de trabajo, el hombre  ya viene con su discurso agotado, mientras que a la mujer aún le quedan palabras por decir, es decir aún no ha satisfecho su necesidad de comunicación. Ella quiera hablar y él quiere silencio, lo cual puede originar conflictos.  
Lo esencial de mi amigo, lo importante (lo anterior es la anécdota) es que  acuñó el término de D.M.I.G.  Razonó que si el S.M.I.G., marcaba un mínimo debajo del cual no se podía vivir,  (“carácter de lo que es absolutamente indispensable”), también había, en los entornos laborales, un mínimo de comunicación que cada jefe debería garantizar a cada uno de sus colaboradores. La cuantía de dicha comunicación varía para cada una de las personas, en función de muchas variables, pero, lo importante, es que tengamos conciencia, nos demos cuenta, de cuál es el necesario para cada uno de ellas y se lo garanticemos todos los días.

COMO IMPLANTARLO

La forma de implantarlo sería la siguiente: imagina tres círculos concéntricos para representar como sería implantado el DMIG. El centro de círculo pequeño representa a una persona, entorno a la cual hay una zona estrecha y próxima en donde los intercambios deben ser continuos y numerosos, una zona más amplia en la cual debe haber intercambios frecuentes, y finalmente, una zona lejana en la cual los intercambios pueden llegar a ser mucho más esporádicos.
Esto tiene su explicación. Imaginemos una empresa de 100 personas. Si pretendiéramos que el director de la misma interactuase cada día con todos, estaríamos estableciendo algo imposible. El número de interacciones a hacer por dicho director serían de 4.950: (N. N-1) /2

La organización de la empresa debe prever los lugares, los tiempos y los medios para esta comunicación, que debe estar compuesta de lo que es más cercano, de lo que interesa, de lo que preocupa. Puede incluso parecer sin importancia para los demás, pero de mucha para el interesado. Generalmente se trata de pequeñas cosas de carácter ordinario pero importante al nivel de la persona.
No se puede decir todo a todo el mundo y todo el mundo no puede estar informado de todo. Es necesario que cada uno pueda hablar de sí, ser escuchado y recíprocamente, es decir que cada uno pueda sentirse cómodo en el entorno en el que se mueve, en su nicho ecológico.

EL D.M.I.G. COMO INVERSIÓN

Puede que alguien con un sentido muy pragmático e instrumental se esté pregunte que gana él con esto.
No nos olvidemos de otra de las funciones importantes de la comunicación, de la función de control. Podemos anunciarla así: “Gracias a la comunicación que tú tengas con alguien, podrás inferir, con mucha precisión, el tipo de respuesta que te dará a una demanda tuya, antes de hacérsela”. Podía poner numerosos ejemplos prácticos de la importancia de esta función.  Dejo que cada uno los infiera por sí mismo.

UN EJEMPLO PRÁCTICO

Supongamos que Pedro y Juan trabajan juntos y se relacionan mal. De forma más concreta, en una escala de 1 a 10, en la que el 1 es extrema antipatía y el 10 amplia simpatía y entendimiento, ambos se sitúan en el 3. Estamos hablando de una de las funciones importantes de la comunicación, de la función de afiliación,  por la cual ubicamos a todos los demás en algún punto de la escala. A mayor puntuación mayor entendimiento y colaboración, mayor proximidad  física al hablar, hablamos de temas más personales, mayor número de miradas oculares a los ojos, etc. A menor puntuación, más conflictos, menos efectividad en nuestro trabajo, mayor distancia física al hablar, nos movemos a un nivel  comunicación meramente gestual e  instrumental,  sin ningún contenido personal, etc.


Sigamos suponiendo que tanto Pedro como Juan son dos personas maduras e inteligentes,  conscientes de que la relación que tienen expresada en el 3, no es la más adecuada  para ninguno de los dos y quieren mejorarla. Echan mano de la comunicación, empiezan a comunicarse más (aspecto cuantitativo) y mejor, es decir, pasan de los niveles gestual y circunstancial  al personal,  (aspecto cualitativo),  y dentro de un tiempo sitúan su afiliación en un 8. Las ventajas de situarse en esta punto de la escala, todos podemos ver que son considerables.
No nos olvidemos de la fórmula: Recursos por Relaciones igual a Resultados.

Tengamos en cuenta que no se puede conseguir nada, no se puede ejercer ningún papel social (jefe, padre, profesor, vecino, político, etc.) con eficacia, sin dominar la comunicación, tanto en un aspecto cuantitativo (cuánto comunicarse), como en un aspecto cualitativo (cómo comunicarse).
“Recordemos siempre que la buena comunicación es aquella que consigue armonizar el flujo de la información con el fortalecimiento de la relación. Mientras nos comunicamos establecemos una relación, y ese hecho resulta determinante como principio generador de toda la actividad comunicativa”. [1]

LAS PREGUNTAS

¿Estás satisfecho con el Discurso Mínimo Interprofesional Garantizado que te proporciona  tu jefe?

¿Crees que estás garantizando, a cada uno de tus colaboradores,  el  Discurso Mínimo Interprofesional Garantizado que satisface su necesidad de comunicación?

EL OBJETIVO 

Dado que acaba de comenzar el año, y casi todos lo iniciamos con una lista de objetivos a conseguir durante el mismo, no estaría nada mal que nos marcáramos, con carácter general,  el siguiente: 

     - Incrementar el D.M.I.G. a las personas que me rodean. 








BIBLIOGRAFÍA:

 [1]SERRANO,Sebastiá, El regalo de la comunicación.Anagrama, 2004, p.80.


martes, 13 de diciembre de 2016

EL REGRESO DE PEDRO SÁNCHEZ: EL VALOR DE LA PREDICCIÓN

EL REGRESO DE PEDRO SÁNCHEZ:

 EL VALOR DE LA PREDICCIÓN




Aclaración del contexto

Explicar las cosas, una vez que ya han sucedido, es relativamente fácil. Para ejemplo,  los diagnósticos de la mayoría de los economistas: explican muy bien lo que sucedió, pero, aciertan muy pocas de sus predicciones de lo que va a pasar.

El artículo que sigue a continuación, El Error de Pedro Sánchez, lo  publiqué hace ya tiempo, cuando aún Pedro Sánchez  no era Secretario General de PSOE; cuando aún no era Rajoy de nuevo Presidente del Gobierno, y cuando aún el PSOE, estaba ante muchos dilemas, pero todavía no, ante  el peor de todos ellos, que es en el que se encuentra en estos momentos: ante el dilema hamletiano de ser o no ser.

EL ERROR DE PEDRO SANCHEZ


El neurólogo e investigador Antonio R. Damasio sostiene, en su libro titulado “El error de Descartes”, una serie de argumentos,  para demostrar que dicho error,   consistió en establecer una separación radical entre cuerpo y mente, entre razón y emoción. Antonio Damasio deshace la dicotomía establecida entre razón y emoción y sostiene que la racionalidad proviene de las emociones y estas últimas de las sensaciones corporales (“la huella semántica”). Un ex colaborador, Antoine Bechara,  nos dice que “cualquier decisión que carezca del elemento emocional, podría implicar consecuencias negativas”.

Hoy la neurociencia nos anuncia   que tomamos decisiones emocionales y que, después de tomarlas,  las racionalizamos.















El error de Pedro Sánchez, hay que ubicarlo en su  primer intento de investidura cuando, dejándose llevar exclusivamente por sus conocimientos contextuales,  y por la racionalidad al uso, hizo caso a los barones y demás medios mediáticos e ignoró olímpicamente a Podemos, aliándose con Ciudadanos, sabiendo, como sabía, que estos eran incompatibles con los de Podemos. 

Su error consistió en ignorar sus sensaciones corporales que sin duda le transmitían una mala impresión, e integrar estas en su decisión lo cual le llevaría a tomar otra muy distinta. 

Es posible que haya adoptado este último esquema siendo el mismo el que le lleve a mantenerse firme y coherente con lo que dijo de no apoyar un gobierno de PP. También es posible que este mismo esquema de toma de decisiones le lleve a deshacerse de los barones (son ellos muy responsables y causantes de la pérdida de credibilidad del PSOE y de los correspondientes votos)

Si resiste las presiones, internas y externas,  comienza su camino hacia un liderazgo consistente, y si no lo defenestran, con su liderazgo el PSOE empezará la senda de ganarse la confianza de muchas personas, durante mucho tiempo.

 Éxito= 
Intensidad del eco que provocas 
 X
  Tiempo que eres capaz de mantenerlo


Claro que no hay que perder de vista,  que esto de la credibilidad y confianza es como la pasta de dientes: sale fácilmente del tubo, pero es muy difícil meterla de nuevo.

sábado, 3 de diciembre de 2016

LA ÉTICA EMPRESARIAL

LA ÉTICA EMPRESARIAL


"Resulta fácilmente concebible que la época Moderna -que comenzó con una explosión de la actividad humana tan prometedora y sin precedentes- acabe en la pasividad más mortal y estéril de todas las conocidas por la historia."
           Arendt, 'La condición humana' 

La Ética Empresarial se ocupa de la moralidad de las conductas de los seres humanos en un entorno laboral. Para ello se basa en un patrón o referente moral, previamente establecido y convenido. Se llega así, a establecer  lo que está bien y lo que está mal, lo que es correcto y lo que es incorrecto, lo que se puede hacer y lo que no se puede hacer.

Como en todas las profesiones ocurre que hay quién la cumple a rajatabla y hay, también, quien se la salta a la torera. La diferencia está en que por las repercusiones que tiene la actividad empresarial, el coste social  es muy alto y los “efectos colaterales” muy dañinos  cuando nos encontramos con empresarios que no cumplan con lo establecido.

Una sociedad con empresarios éticos es lo mejor a lo que podemos aspirar, por las grandes consecuencias y repercusiones que generan. Una sociedad con empresarios no éticos, es una auténtica desgracia, por lo mismo, por las grandes consecuencias y repercusiones negativas que generan. 



Un empresario con ética genera lo que se entiende como “libertad como independencia”: aquella que permite a las personas tener su propia vida (un hogar, una familia, atender a sus necesidades, etc.). Darles a las personas la posibilidad de plantear y planificar una vida deseada, con proyectos y expectativas a la medida de cada uno. Es esta la mejor forma de vertebrar una sociedad sana, productiva y solidaria.



Un empresario sin ética genera auténticos rehenes (por no decir esclavos) que no tienen ni libertad ni independencia. Es esta la mejor forma de destruir la sociedad anterior y  regresar a las cavernas.


En mi opinión, sin ética nada bueno perdura y se mantiene en el tiempo. Es más, yo diría que tampoco nada malo. Al final, deberíamos tener, en primer lugar, la capacidad de revelarnos contra la injusticia, y posteriormente, en segundo lugar,  si no se arregla,  tener la capacidad de rebelarnos hasta arreglarla.

Me explico. En primer lugar es necesario empezar a revelar verdades olvidadas. Tomar conciencia (darse cuenta) de que no son normales muchas de las cosas que nos están sucediendo. Por hacer una síntesis  y aún a riesgo de simplificarlo mucho: revelar de nuevo un viejo principio ya casi olvidado: “el derecho a tener derechos”.Luego vendría, en segundo lugar, la capacidad de rebelarnos (con b), oponernos  a todo aquello que no respeta nuestros derechos.

La libertad y la arbitrariedad legal no son compatibles.





domingo, 27 de noviembre de 2016

Decálogo de AUTOGESTIÓN: Tú conduces tu vida, tú DECIDES


Decálogo de  AUTOGESTIÓN: Tú conduces tu vida, tú DECIDES




 “La madurez se logra cuando una persona pospone placeres inmediatos por valores a largo plazo”.    Joshua L. Liebman.

En ‘Tú conduces tu vida: tú decides 1’, hacíamos toda una serie de  preguntas socráticas con el objeto de que descubrieras por ti mismo dos puntos esenciales:
                  1. Todos tomamos decisiones, todos los días.
                  2. Las decisiones que tomamos marcan nuestra vida.
Decíamos que existen hoy muchos métodos que nos ayudan a tomar decisiones acertadas ­­(Ver: http://www.neuroforma.es/blog/), y finalizamos con la siguiente pregunta: ¿Qué método sigues tú?
Hoy voy a desarrollar una herramienta que yo utilizo, desde hace mucho tiempo,  y que me ha sido muy útil y me  ha dado muy buenos resultados.

LA PARTIDA DE LA VIDA


Imagínate que la vida es una partida de naipes, que se juega con solamente 4 cartas: Me Conviene; No me Conviene; Me Apetece; No me Apetece.
El cómo juegues estas cartas determinará, en mucha parte, el resultado final de la partida, el cómo te vaya la vida.
Dos de estas cartas las utiliza tu cabeza, tu razón: Me Conviene y No me Conviene. Las otras dos cartas las utiliza tu corazón, tu emoción: Me Apetece y No me  Apetece.





El cómo las juegues,  puede convertirte en una persona madura y con voluntad o,  también, en una persona voluble y rehén.
La forma y las decisiones que tomamos para  navegar entre las circunstancias que nos envuelven, llevan a la madurez o al infantilismo, a trabajar en el presente para crear el futuro,  o a vivir en la permanente inconsciencia,  convirtiéndote en un títere  y rehén de unas circunstancias que te manejan a su gusto.
Unos cuantos ejemplos nos ayudarán a comprender y ver el realismo de lo que exponemos.
Si tienes el colesterol alto y te gusta mucho el queso manchego, ante el mismo deberías tomar la decisión consciente, desde la  razón –cabeza-  y jugar las cartas ‘Me Apetece’ pero  ‘No me Conviene’,  que te llevaría a no comer el queso. Por lo contrario, si adoptas  la decisión inconsciente desde la emoción –corazón- y juegas, sin más,  la carta “Me apetece”, te llevará a comer el queso, con el riesgo de incrementar tu colesterol, posible angina de pecho, quién sabe si un infarto, etc.
Si mañana tienes a primera hora  un examen importante y hoy un colega te invita a ir de ‘botellón’ por la noche, dado que te gusta y apetece mucho,  tienes muchas probabilidades de jugar la carta “Me Apetece” e irte a la “movida”. Sin embargo, si te acostumbras a utilizar esta herramienta que hoy te propongo, le dirías a tu amigo: No voy contigo. ‘Me apetece mucho’, pero ‘No me conviene’. Mañana tengo un examen importante y quiero estar en forma para sacarlo lo mejor posible.
Con esta decisión, jugando así las  cartas, estás creando tu futuro desde el  presente.
Tienes más probabilidades de aprobar el examen, terminar los estudios y tener una vida diferente en muchas  parcelas que no tendrás si no terminas la carrera. 

Las personas jóvenes que frecuentemente toman decisiones de esta índole (‘Me apetece’ pero ‘No me conviene’), cuando llegan a una edad adulta alcanzan la madurez, la cual yo defino como la capacidad de realizar, en el día a día, la mayor parte de las acciones bajo la etiqueta de ‘Me Apetece’ y ‘Me conviene’.





La biografía de persona maduras nuestra que han sabido controlar el modo y manera de ir tomando las decisiones que creían convenientes para que su vida fuera la que ellos querían y, cuando el resultado de sus decisiones no era el que esperaban, han sabido aprender del fracaso asimilando lo ocurrido y saliendo fortalecidos de la experiencia. El proceso de madurez conduce a una vida más equilibrada y satisfactoria


APLICACIÓN PRÁCTICA: EJEMPLOS DE LA VIDA MISMA


No me gusta hablar de mí en mis sesiones de formación, pero, no tengo inconveniente en poner algún ejemplo personal si mejoro con ello la pedagogía de la sesión.
Siempre me gustaron mucho los cruasanes a la plancha y durante años fue mi desayuno preferido (aún no había desarrollado y metido en mi vida  la herramienta que hoy te expongo). Con el tiempo mi colesterol subió en exceso y tomé la decisión de no volver a tomarlos (ya practicaba  la herramienta) y sustituirlos por los cereales. EL cruasán me gustaba y apetecían mucho, pero, no me convenía; los cereales no me gustaban ni me apetecían, pero,  me convenían. Hoy, ya me gustan y apetecen  los cereales y disfruto como nunca lo había hecho con mis desayunos, hasta tal punto que la acción de desayunar,  la catalogo como ‘Me apetece y  Me conviene’ (todas las noches hago un pequeño y rápido examen mental de cuál es el balance de acciones del día). Algo que en un principio no te gusta,  puede llegar a agradarte mucho. ¿Cómo? Lo expondré más adelante  en otro principio del Decálogo de Autogestión.

A una persona joven  puede predecirse, con altas probabilidades de acierto,  su futuro en muchos campos, en función del siguiente ratio referido a las acciones que realiza en el día a día: Número de acciones ‘No me apetecen’ ‘Me convienen’ / Número de acciones ‘Me apetecen’ ‘No me convienen’
Para que cuando seas mayor puedas tener un día a día plagado de acciones que te gustan y te convienen, es decir, para que llegues a alcanzar la madurez, la cual no es solamente cuestión de años (la edad es una condición necesaria pero no suficiente para llegar a ella), tendrás que realizar, mientras  eres joven,  un número significativo de acciones que no te apetecerá hacer pero que te conviene hacerlas. Y recuerda que no es más maduro el que tiene más años, sino el que ha aprendido más en sus años vividos.
En la Figura 1, el cuadro Voluntad propia de  la persona que utiliza más frecuentemente el ‘No me apetece’ pero  ‘Me conviene’, es el cuadro de trabajar en el presente para construir el futuro.

 Para conseguir esto es necesario recurrir a la voluntad. La voluntad no es algo mágico con lo que nacemos o no. Se construye y desarrolla a la medida que uno mismo quiera. Es, sobre todo, una cuestión de Razón, de Inteligencia. Es “la capacidad que alguien tiene de posponer una gratificación inmediata, algo que le apetece mucho (EJ: el ‘botellón’, hoy), para obtener una gratificación futura de mayor valor  (EJ: Aprobar el examen y terminar la carrera, dentro de dos años).






La madurez consiste en no culpar a nadie de tus propias decisiones. Ver los tres principios que desarrollamos en ‘Decálogo de Autogestión: Cardar para progresar: http://tv.uvigo.es/es/video/mm/15178.html y que decimos que son la base de toda vida lograda: CAR: Conciencia, Auto creencia y Responsabilidad – asumir las consecuencias que se derivan de las decisiones que tomamos.








LA UTILIDAD DE LAS HERRAMIENTAS


Esta herramienta para mí es tan importante y tan útil que me quedo con las ganas de seguir desarrollándola, pero no quiero que nadie deje de leer esto por parecerle muy extenso. La abordaremos de nuevo en otras ocasiones. Te invito ahora a reflexionarla y que veas sus múltiples aplicaciones prácticas que tienen en la vida; que sepas extrapolarla a situaciones concretas que se te den a ti y que la utilices para tomar decisiones.
Toda profesión tiene unos principios por los que se rigen los profesionales de la misma. También tiene unas tareas que le son propias y, finalmente, tiene una seria de herramientas que le ayudan a realizar esas tareas con la mayor calidad y eficiencia posible. Los principios no sólo hay que conocerlos sino deben guiar nuestra actuación como profesionales. Las herramientas debemos tener la capacidad de manejarlas con destreza y las tareas debemos llevarlas a cabo con una alta competencia. Esto vale para la profesión de fontanero, la de médico o para cualquier otra.
La profesión de vivir una vida plena, también requiera lo anterior. Si manejas con destreza esta herramienta que hoy expongo, te facilitará mucho el vivir con plenitud.
Cuando una persona está convencida de que sabe algo de gran valor, de gran utilidad, quiere compartirlo para que beneficie a otras muchas personas. Ver ‘Decálogo de Autogestión: Cardar para progresar: http://tv.uvigo.es/es/video/mm/15178.html el Ciclo DAR: Desarrollo Personal y Profesional, Aportaciones al entorno y Recompensas. Si alguien se desarrolló y  consiguió mucho luego necesita dar. Algunos multimillonarios dedican una gran parte de su fortuna a proyectos altruistas que benefician a la sociedad. Ejemplo claro de esto es Bill Gates  cuyo altruismo le llevó a que le otorgaran el  premio Príncipe de Asturias.

 El mi juventud, como en  otras muchas personas,  predominó en mi la motivación –aquello que nos mueve en la vida-  extrínseca. Podemos definirla así: no me gusta lo que hago pero me proporciona beneficios. No me gusta el trabajo que hago pero me pagan un salario con el que me gano los garbanzos. Pasados algunos años mi motivación fundamental fue la intrínseca: me gusta tanto lo que hago que no diferencio entre trabajo y ocio. Las tareas que desarrollo son tan apasionantes que disfruto mucho. Yo suelo decir que llevo muchos   años sin trabajar porque disfruto mucho con mi trabajo. Por eso siempre estaré agradecido a mi empresa y entorno  porque,  gracias a ellos,   soy lo que soy: alguien que declara que lleva 20 años sin trabajar porque consiguió alcanzar aquella máxima de Confucio: “busca el trabajo que te gusta y no trabajarás en tu vida”.
Sigo teniendo motivación intrínseca, pero,  la que predomina hoy en mí es la motivación trascendente: me gusta lo que hago porque beneficia a muchas  personas.
Si mis alumnos, si mi nieta, incorporaran esta herramienta en su vida, yo, aún muerto, viviré con ellos.



Si eliges un día típico de tu vida actual:

1. ¿Cuántas de las cosas que haces puedes catalogarlas de ‘No Me Apetecen – Me convienen?

2. ¿Cuántas de las cosas que haces puedes catalogarlas de ‘Me Apetecen – No Me convienen?



Recuerda:
el  objetivo debe ser que algún día puedas catalogar la mayoría de ellas como Me Apetecen – Me convienen

 En la Figura 3 aparecen reflejados los resultados, en el tiempo,  de cada una de las decisiones que tomes en cuanto al BIS: Bienestar Individual Subjetivo, lo que solemos llamar felicidad, que te puedan proporcionar.