domingo, 5 de mayo de 2019

¿VOTO RACIONAL O VOTO EMOCIONAL?




¿VOTO RACIONAL O VOTO EMOCIONAL?

¡Confía en Alá, pero antes ata tu camello!

Un maestro viajaba con uno de sus discípulos. El discípulo estaba a cargo del cuidado del camello. Llegaron de noche, cansados, a un oasis. Era responsabilidad del discípulo atar el camello; sin embargo, no lo hizo y lo dejó suelto. En su lugar, se limitó a rezar, le pidió a Dios: «Cuida del camello,» y se durmió.

Por la mañana el camello se había ido- lo habían robado o se había escapado, cualquier cosa podía haber pasado. El maestro preguntó: «¿Qué ha pasado con el camello? ¿Dónde está el camello?» El discípulo dijo: «No lo sé. Pregúntale a Dios, porque le pedí a Alá que cuidase del camello; yo estaba demasiado cansado, así que no sé. ¡Y no me hagas responsable, porque se lo pedí a Dios de manera muy clara! Ese no ha sido el problema. No se lo pedí sólo una vez; de hecho, se lo pedí tres veces. Usted me ha enseñado ‘Confía en Alá!’ y yo lo he hecho. Así que no me mire con esa cara de enfadado».

El maestro dijo, «Confía en Alá, pero antes ata el camello – porque Alá no tiene otras manos que las tuyas». Si Él quiere que aten el camello, Él tendrá que usar las manos de alguien; no tiene otras manos. ¡Y es tu camello! La mejor manera y la más fácil y el camino más corto es utilizar tus manos. Confía en Alá – no confíes sólo en tus manos, o te sentirás sólo. “Ata el camello y luego confía en Alá».01/11/2011 |http://carlosgoga.com/confia-en-alah-pero-antes-ata-tu-camello/


Nuestro estilo de tomar decisiones

El no tomar una decisión ante algo que te importa, es en sí mismo decidir.

Para votar hay que, previamente, tomar la decisión de a qué partido político dar nuestro voto. Esto es válido para todos. En lo que diferimos es en la aptitud para tomar la decisión. 

Hay personas que toman las decisiones de forma rápida y con entusiasmo. Por lo contrario, hay otras personas a las que les cuesta decidirse y detestan tomar decisiones precipitadas. Las primeras, las que las toman de forma rápida,  aceptan asumir riesgos y confían en su intuición a la hora de decidirse. Las segundas, las que detestan precipitarse,  son muy prudentes y rigurosas y antes de tomar la decisión analizan detenidamente la situación. 

Los puntos débiles de los primeros son que tienen tendencia a conceder más importancia a la rapidez que a la precisión (con todo lo que ello implica),  y que actúan impulsivamente lo cual les lleva a tomar decisiones irreflexivas. Dan más importancia a la rápidez que a la precisión

Los puntos débiles de los segundos son que titubean demasiado, temen comprometerse y tardan mucho de tomar la decisión pudiendo caer en lo que se llama "parálisis por análisis".Si de sus decisiones dependen que otros actúen,  se constituyen en auténticos cuellos de botella paralizando con su indecisión el flujo normal de las cosas. 


Un ejemplo claro del segundo tipo era, al parecer, el sobrino de Benjamín Franklin que no se daba decidido con quién casarse. Para ayudarle a decidirse su tío le aconsejó lo siguiente:

“Si dudas, escribe todas las razones, a favor y en contra, en columnas paralelas en un trozo de papel, y cuando hayas pensado en ellas durante dos o tres días, realiza una operación similar a la de algunas cuestiones de álgebra; observa que razones o motivos de cada columna tienen igual peso, o son equivalentes en la proporción uno a uno, uno a dos, dos a tres, o algo por el estilo y cuando hayas marcado todas las igualdades de ambos lados, verás en qué columna queda el equilibrio. (…) He practicado esta especie de algebra moral a menudo en problemas importantes y complejos, y aunque no es matemáticamente exacto, me ha resultado tremendamente útil. A propósito, si no la aprendes, me temo que no te casarás nunca”. 

La calidad de nuestro voto


Hace muy pocos días votamos y dentro de otros pocos días lo haremos de nuevo. En artículos anteriores decíamos que en el caso concreto del voto, lo más práctico es utilizar la 

CABEZA-RAZÓN en mayor medida que el CORAZÓN-EMOCIÓN. Ser más ANALÍTICOS y menos EMOCIONALES


En  otro artículo (El voto emocional) anterior, referido al  análisis que hacía el diario.es sobre cómo habíamos votados por zonas
(https://www.eldiario.es/politica/votaron-barrios-pobres-militares-barrio_0_894861358.html),  decíamos que sea lo más práctico no quiere decir que sea lo más frecuente. Según los datos que abajo nos aporta eldiario.es, así, a simple vista y sin entrar en otro tipo de análisis, se observa que la realidad confirma que en muchos casos la decisión de votar se toma más utilizando el lado emocional que el racional. 
¿Es racional que en la zona militar de El Pardo se votara a Vox? ¿Es racional que en la muralla de Lugo se votara al PP? 

Esto ocurre, según las neurociencias, en la mayoría de las decisiones que tomamos los humanos: 

tomamos decisiones emocionales y luego las racionalizamos, es decir, las justificamos dándole un barniz racional.


En otro medio de comunicación digital, dirigida a los jubilados, 65ymas.com (jueves 2 mayo 2019) se sostiene lo siguiente:
"Según las estimaciones que tenemos hasta la fecha (sondeos, encuestas...), el 23% de las personas mayores habría votado al PP (@populares) en las elecciones del 28 A y el 28% al PSOE (@PSOE). Es un porcentaje muy alto", explica el profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Carlos III(@uc3m), Javier Lorenzo".

Ante esto nos preguntamos:
  
¿Es racional o emocional la decisión que tomaron los pensionistas?

Un ejemplo para entender la decisión racional:

¿Qué opción elegirías de las dos apuestas siguientes?:
1. 20% de probabilidades de ganar 25€, o nada.
2. 40% de probabilidad de ganar 10€, o nada


Para ubicarlo en el contexto de los pensionistas:

¿Qué partido, a partir de lo que afirmaron en la campaña, crees que tiene más probabilidades de revalorizar las pensiones en función del IPC (IPC a secas, sin añadidos)?



Racionalmente te convendría maximizar tu utilidad esperada, eligiendo la respuesta 1:
Utilidad = Probabilidad x Valor
1. 25 x 0,2 = 5 €
2. 10 x 0,4 = 4 €


Dejo que cada uno ubique la solución en el contexto de pensionista...



Desde que  Benjamín Franklin en 1779 aconsejó a su sobrino,  la forma de tomar decisiones se fue depurando hasta llegar al modelo clásico de la racionalidad el cual utiliza: 

1. La lógica, entendida como estudio de las inferencias deductivas válidas, en las cuales la verdad de la conclusión sigue invariablemente a la verdad de las premisas.
2. La teoría de la probabilidad, de la cual salen algunos principios fundamentales de la estadística.
3. La teoría de la elección racional, que estudia la coherencia de las preferencias de las personas al efectuar sus elecciones.

 Pero, muchas veces,  hay que elegir en condiciones de incertidumbre y riesgo y por lo tanto, quién decide,  no está en posición de prever con seguridad  el resultado de las propias decisiones. Cuando se conocen las probabilidades asociadas a los distintos resultados posibles hablamos de riesgo (sabes de antemano que si lanzas un dado, la probabilidad de que te salga un número determinado, pongamos el 5, es igual a 1/6. Cuando no se pueden conocer de antemano dichas probabilidad, entonces hablamos de incertidumbre.

Con nuestros políticos y con sus modos de proceder,  a los votantes  que toman decisiones racionales les será difícil calcular el riesgo a través de las probabilidades,  y a los que toman decisiones emocionales acabarán en la desorientación de la  incertidumbre. 

La incertidumbre, aún sin que exista la “ley mordaza” y otras, nos roba libertad desde el punto de vista psicológico y emocional, y hace posible  que el miedo haya sido utilizado desde siempre como arma de control social. Ha sido utilizado, también,  como herramienta de  dominación política y, también, dentro de las empresas, como herramienta de gestión. De aquí que tanto la política como la empresa tienen una gran facilidad en la creación de falsos miedos.  

La solución pasa por entender que tomar decisiones es un proceso, con método, para determinar el  curso de acción que mejor satisfaga los objetivos fijados de antemano, con riesgos aceptables.

Ante el objetivo de los pensionistas de que revaloricen las pensiones en función del IPC, sin añadidos artificiales y sin recurrir a subterfugios (Escapatoria o medio engañoso y hábil para solucionar una situación difícil, escapar de un problema o peligro o eludir algo”), estos deben recurrir más al voto racional que al voto emocional. 

Reiteramos:  

Recurrir a la CABEZA-RAZÓN en mayor medida que el CORAZÓN-EMOCIÓN. Ser más ANALÍTICOS y menos EMOCIONALES.

Así impediremos que suceda lo que nos dice Manuel Vicent en su columna del País de hoy "La Pandemia" (5-05-2019): https://elpais.com/elpais/2019/05/03/opinion/1556882350_780375.html 
  
“En política los memes replicantes constituyen un arma letal, rápida y con una capacidad de difusión similar a los virus y durante las campañas electorales crean un ambiente febril y convulso que llega a su clímax en el momento del recuento de votos

La influencia de los memes


Hace tiempo que canalicé mi atención a la memética la cual, a mi juicio,  nos da claves para entender determinadas pautas culturales. También para entender el voto emocional.

El meme entendido como una idea que engancha a mucha gente, con gran capacidad de contagio, y dada la posibilidad que hoy tenemos de que se propague de forma rápida (“Media humanidad lo expande hoy con los móviles a través de tuits, whatsapps, facebooks e instagrams, sin saber que alberga una adicción obsesiva semejante al más potente de los opiáceos”, nos dice Vicent) a millones de personas,  tiene la función,  al igual que la función del gen,  de reproducirse. Ambos, tanto el meme como el gen, para reproducirse tienen que transmitirse. 

El primero, el meme,  lo hace a través de la vía cerebro-cerebro. El segundo, el gen, lo hace a través del coito vía espermatozoide-óvulo, garantizando de esta forma la evolución biológica.

Hasta aquí, todo normal. Lo anormal del asunto, a mi juicio,  viene de esta forma: el gen es a la evolución biológica lo mismo que el meme es a la evolución cultural. A mi juicio, si la calidad de los genes empezase a deteriorarse al ritmo que se deteriora la calidad de los memes, ya no tendríamos que preocuparnos del cambio climático ni de todo el capítulo de los grandes problemas a los que nos enfrentamos hoy: nuestra extinción rápida estaría garantizada debido al deterioro de los genes.

La cuestión es si la evolución cultural que estamos creando con semejante calidad de memes, hará posible la evolución biológica aunque los genes no sufran tal deterioro.

“Los memes acaban creando una nueva realidad ajena al conocimiento empírico y científico, compuesta de unidades elementales, que en su mayoría son chistes, bulos, ocurrencias, mentiras, calumnias e insultos”. Manuel Vicent


Las cuestiones clave a plantearse son, a mi juicio:

1. ¿Podemos votar racionalmente con esta atmósfera contaminada de semejantes memes?


2. Si  votamos emocionalmente:

¿Valen de algo los programas de los partidos?


¿Qué pasa si luego, una vez pasadas las elecciones no los tienen en cuenta?


¿Se sentirán defraudados los votantes del partido que gobierne si no cumple las promesas que les ha hecho?














jueves, 25 de abril de 2019

¿CONFIAMOS EN LOS POLÍTICOS?




¿CONFIAMOS EN LOS POLÍTICOS?


 “Puedes engañar a todo el mundo una vez, puedes engañar a algunos muchas veces, pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo.Abraham Lincoln

Confianza versus Desconfianza


Necesitamos confiar en los demás. No podemos ir por la vida desconfiando de forma sistemática de todo el mundo: gastaríamos en ello tanta energía que no nos quedarías ninguna para utilizarla en algo constructivo.
Por otro lado, todos entendemos que tampoco podemos ir por la vida depositando, sin más,  una confianza ciega en todo el mundo. La ingenuidad acaba pasando costosas facturas.
Entonces, ¿en que punto está la virtud?  
Piensa en una persona en la que confíes. Lo más seguro es que esa persona tenga  las siguientes características:

1.     Su conducta esté marcada por la consistencia y la rectitud.
2.     Cree en lo que dice y actúa en consecuencia.
3.     No le gusta estar rodeados por intrigantes y aduladores, sino por personas que dicen asertivamente lo que tengan que decir.
4.     No depositan una confianza ciega en nada ni en nadie.
5.     Depositan una confianza justificada en personas que saben argumentar y obrar consecuentemente.
6.     Están atentos a las señales que pueden detectar si alguien abusa de su confianza. 

Todo lo anterior lo podemos sintetizar en la siguiente  máxima: 

“confía en todos tanto como puedas”.

 

Qué entendemos por confianza


Una forma muy fácil y práctica de definirla es “que te fíes que la otra parte no tomará una decisión en tu contra”.

 

¿Cómo construir una confianza sólida?


Los ingredientes de la confianza son los siguientes:

1. Tu credibilidad profesional.

 Que la gente entienda que de lo que hablas sabes. 

2. Tu credibilidad personal. 

Honestidad, no abusar, no engañar. 

3. La empatía.

 Habilidad de conectar con la otra parte, ser capaz de dar valor a los demás. Dar al otro la capacidad de expresarse.  

4. Discurso atractivo. 

Que lo que digas tenga fuerza y argumentes bien.



Genera desconfianza:
1. La falta de capacidad de reconocer los propios errores.
2. La estrategia de disimularlos, taparlos con agilidad y pasarle el muerto a otro.
3. El modificar constantemente las reglas buscando el beneficio propio.

 

CUENTA CORRIENTE DE LA CONFIANZA


 

¿Cuantos políticos tienen un saldo positivo?


Señores políticos, no olviden que para construir confianza no hay que representar ningún “papel” que no seamos capaces de mantener a la larga. Ser sinceros, no ocultar los problemas y desenvolverse según la propia personalidad. Lo que se interpreta sólo se interpreta, pero, no es verdad, y todos tenemos una sensibilidad especial para detectar la diferencia.

Tampoco olviden que con la confianza pasa como con la pasta de los dientes. Sale muy fácilmente pero es muy difícil de meter de nuevo en el tubo.

viernes, 12 de abril de 2019

MAYORES 6: EL APOCALIPSIS DE LAS PENSIONES






EL APOCALIPSIS DE LAS PENSIONES




Sobre el tema “Pensiones” el número de relatos que nos cuentan es realmente asombroso:  El relato de la insostenibilidad, el relato de la necesidad de ajustes, el relato de la inviabilidad de las mismas… Hasta algunos lo intentan con el relato de que "vivimos muchos años", que hay que morirse antes, generando entre los pensionistas incertidumbre e incluso culpabilidad.
Leer: MAYORES 5: MORIR SIN QUE NADIE EMPUJE

Lo que necesitan los mayores es tranquilidad. Lo más contrario a la tranquilidad es generar incertidumbre. Esta incertidumbre ayuda a “empujar”.

“Los cartujos no hablan. Su regla es el silencio. Solo cuando se cruzan por el claustro encapuchados hasta las cejas, con las manos metidas en la manga contraria del hábito se les está permitido saludarse con estas palabras mirándose de soslayo. Uno dice: “Hermano, morir tenemos”. Otro contesta: “Ya lo sabemos”. Manuel Vicent
Tal vez acabarán añadiendo: “Hermano, morir tenemos, pero ¡sin que nadie empuje!

El concepto de la psicología de “indefensión aprendida” y el concepto de la sociología de “Anticipación social de la muerte” nos ayudan a entender el “empuje”
Leer: LOS MAYORES 2. LA PESADILLA DE LAS PENSIONES

 Ya sabemos que el poder de los relatos no está en si son mera ficción o reales. Está en que alguien le otorgue poder,  creyendo en ellos. El artículo  que adjunto va en esta línea.
Los políticos y algunos periodistas están convencidos de que los ciudadanos no han desarrollado la independencia intelectual y emocional que les permita poner en cuestión lo que dicen y verificarlo.  En consecuencia,  recurren con profusión al relato ficticio, no real para explicarnos las cosas.

 
 Con las pensiones se fue paulatinamente aumentando el alarmismo hasta llegar en lo que estamos ahora: en la moda de las VERSIONES APOCALIPTICAS. 



Una nueva versión del Apocalipsis de san Juan (20, 1-7) ya no diría aquello de 
“Vi un ángel que descendía del cielo, trayendo la llave del abismo y una gran cadena en su mano. Tomó al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo o Satanás y le encadenó por mil años. Le arrojó al abismo y cerró, y encima de él puso un sello, para que no extraviase más a las naciones hasta terminados los mil años, después de los cuales será soltado por poco tiempo”.

La versión moderna sería algo así: 

Vi a los poderosos ordenando de forma estricta a los políticos  que aplicasen las nuevas leyes que les entregaban. Se centraron en  los pensionistas, especialmente en los  baby boomers,   y les arrebató las pensiones que estos habían sudado durante largos años, ¡Más de 40 años en muchos casos! Las redujo a la expresión mínima, rompiendo la seguridad jurídica y  saltándose el derecho adquirido a través de sus costosas  cotizaciones y privatizó las pensiones futuras de sus hijos y nietos, para que ellos, los poderosos pudieran reinar sin restricciones durante mil años.

Llegamos así de nuevo al viejo orden que la Ilustración logró romper y en el cual el nacimiento determinaba el puesto de los hombres y las mujeres en la sociedad.  Ahora ya no se trata de que el concepto de “movilidad social” (el ascensor social) esté averiado. Se trata de extinguirlo definitivamente. (¿Durante mil años?)

¿Que fue de la transformación solidaria del mundo con la que la generación de los boby boomers construyeron el estado del bienestar, lo mejor que el hombre se ha dado a sí mismo?


¿En donde quedó la solidaridad que une  a los iguales frente a quienes los tratan como desiguales?


¿Hasta donde el nuevo dragón vestido de neoliberalismo  seguirá aniquilando todo lo bueno que como sociedad teníamos?


"Por un lado, el imperium, que es el mundo de la soberanía de los Estados por cuyo conducto ejerce el poder sobre la población. Por otro, el dominium, que es el mundo de la propiedad. Según Schmitt, el sueño de los liberales es que la propiedad debiera ser absoluta (dominium), incluso eclipsando la soberanía (imperium). Pero para Schmitt, esta visión del mundo es inaceptable porque el hecho de que el mundo del dominium tenga un poder de veto sobre el mundo del imperium desacredita a la democracia y la soberanía".

 Quinn Slobodian, historiador

martes, 9 de abril de 2019

TIEMPO DE ELECCIONES: EL VALOR DE LA PALABRA DE LOS POLÍTICOS, EN GENERAL.



 EL VALOR DE LA PALABRA DE LOS POLÍTICOS, EN GENERAL.


Nos decía Baltasar Gracián que “La verdad generalmente se ve, rara vez se escucha”


Nos hemos acostumbrado a que los políticos, en general, nos den gato por liebre. Hemos tolerado, e incluso justificado, que los políticos, en general, representen un “papel” que luego, a la larga (algunos a la corta), no son capaces de mantener.

La “berrea” a la que nos someten en estos momentos los políticos tratando cada uno de parecer más alto, guapo y elevado ante sus seguidores y demostrar que están por encima de la mediocridad reinante, habría que catalogarla como “acoso poblacional”.

Alguien tendría que decirles a los políticos, en general, que la variable visibilidad (hacerse ver) si no va acompañada de la variable aportación de valor (dar trigo), el resultado es convertirse en un “vendedor de humo” al que termina viéndosele el plumero.

¿Qué Aportaciones de Valor piensan hacer?

Los políticos deben estar convencidos de que los ciudadanos no han desarrollado la independencia intelectual y emocional que les permita poner en cuestión sus relatos y verificarlos.
Cuando digo “los políticos, en general”, doy por supuesto que no “todos son iguales” y que, como en todas las profesiones, hay una amplia gama de perfiles.

Parece elemental que deberíamos exigirles a nuestros políticos, primero, que crean en lo que dicen; segundo, que actúen en consecuencia.
¿Es tal vez exigirles demasiado?

Claro que posiblemente, antes de exigirles a los políticos que no utilicen la máscara, que no fabriquen un falso yo para actuar, tal vez tendríamos que empezar por nosotros mismos y auto exigirnos, cada uno así mismo, que bajo ningún concepto nos dejaremos engañar.
¿Es tal vez exigirnos demasiado?

Dentro de poco vamos a votar.

¿Cuántos lo harán en base a las ideas que nos expondrán los políticos en sus discursos?

¿Podremos analizar lo que digan en base a tratar de descubrir sus ideas principales, y las ideas secundarias que las apoyan?

¿Podremos, antes de votar, utilizar los dos grandes recursos (conocimientos e inteligencia) que utiliza el pensamiento crítico en su proceso de elaboración de posturas lógicas, razonadas y justificadas?


¿Podrán, por ejemplo, los pensionistas utilizar el razonamiento deductivo, que les permita saber si a partir de las premisas que exponen los políticos pueden inferir la conclusión válida o inválida de que las pensiones serán revalorizas en función del IPC?

Sí, del IPC a secas, sin más añadidos y sin caer en subterfugios tales como el Índice de Revalorización, otros índices de complicadas y sofisticadas fórmulas o en el engañoso y falso IPC "real”.


¿Podrán, por ejemplo, los trabajadores utilizar el razonamiento inductivo, para ver si las conclusiones a las que llegan los políticos sobre lo que van a hacer acerca de la reforma laboral presentan un alto grado de probabilidad de que las cumplan?


Me temo que no. Pretender esto de nuestros políticos actuales es una gran utopía.

¿Cómo minimizar los riesgos a los que nos abocan esta forma de actuar de los políticos?

Pensando en lo siguiente:

1. Todos tomamos decisiones, todos los días.

2. Las decisiones que tomamos marcan nuestra vida.

¿Qué método sigues tú para tomar decisiones?




En este caso concreto del voto, lo más práctico es utilizar la CABEZA-RAZÓN en mayor medida que el CORAZÓN-EMOCIÓN. Ser más ANALÍTICOS y menos EMOCIONALES.

Te invito a leer:
https://neuroforma.blogspot.com/…/decalogo-de-autogestion-t…

Dado que la “berrea” de los políticos deducimos que el valor de su palabra es cero, vendría bien aplicar la siguiente máxima: 

“¡La confianza es buena; el control mejor!"





¿Qué pelea cada partido sobre las pensiones a tres semanas del 28-A?
·        Revalorización, sostenibilidad y fiscalidad, las claves del debate





domingo, 7 de abril de 2019

LA DEBILIDAD DE LOS RELATOS






LA DEBILIDAD DE LOS RELATOS 





“En historia, a veces el techo es más importante que los cimientos”.                                                                                                              Yuval Noah Harari



Empezamos  construyendo nuestras creencias, nuestro mundo mental y la sociedad en la que nos desenvolvemos a través de los relatos.
Las religiones, las ideologías, los partidos políticos, todo lo que nos ayuda a dar sentido a la vida, lo construimos  mediante relatos. [i]

“De hecho, hasta donde llega nuestro conocimiento científico, ninguno de los miles de relatos de las diferentes culturas, religiones y tribus han  inventado a lo largo de la historia  es cierto. Todos son solo invenciones humanas” [ii] 

El que no sean verdad, sino mera ficción, no importa. El que no puedan explicarse racionalmente es lo de menos. Lo realmente relevante es que nosotros creemos en ellos,  pues, es de esta forma, como se hacen poderosos. De aquí que la fe sea considerada como una gran virtud y la duda como un gran mal. Por ello, ante expectativas que no se cumplen, para no decaer, se reinterpretan los hechos, hasta negarlos si es necesario. También son útiles las interpretaciones alternativas. Nos decía el filósofo Ludwig Wittgenstein:

“Supongan que yo hago rayas en una pared. De algún modo eso se asemeja a escribir, pero es una escritura que ni yo, ni nadie, reconocerían ni entendería. Así que digamos que garabateo. Luego, un analista comienza a formularse preguntas, a buscar asociaciones… y así llegamos a una explicación del por qué hago eso. Entonces ya podemos correlacionar las diferentes rayas que hice con los diferentes elementos de la interpretación. Y podemos referirnos al garabateo como una especie de escritura, como al uso de un tipo de lenguaje, aunque no fuera entendido por nadie”.


Las preguntas clave a hacernos:


¿Podemos dar significado a cualquier cosa  y apoyarnos en él para  crear  un sentido a nuestra vida?
¿Utilizamos un racionalismo ramplón para tratar de explicar lo que está fuera de toda explicación?

Nos cuenta Carla Carmona en 'La consciencia del límite', que en 1920 Wittgenstein  comenzó una conferencia que pronunció en Cambridge "diciendo que no quería dar una conferencia de divulgación científica que pretendiera hacer creer a sus oyentes que entienden algo que realmente no entienden y satisfacer así lo que le perecía uno de los deseos más bajos de su tiempo, la curiosidad superficial sobre los últimos resultados de la ciencia". 



Decía Confucio que la armonía social y la estabilidad política se alcanzaba a través de la observancia estricta  de los ritos.
La fe y las  creencias se fabrican y mantienen  mediante la construcción de representaciones, imágenes, símbolos,  mitos y rituales, los cuales hacen que lo abstracto se convierta en algo concreto y lo ficticio en real. De aquí la importancia de  los protocolos, las ceremonias y la parafernalia que siguen los poderosos.
Me gusta el Papa Francisco (que hoy aborda en su columna del País Manuel Vicent) [iii]  por determinados estilos de vida que adopta. Uno de ellos es el que haya roto con muchas de  las pompas y parafernalias  y boato de su vida en el  Vaticano.
“El otro Pontífice se llama Francisco. Lleno de congoja pasea por el jardín con unos zapatones negros preparados para pisar muchos charcos. Su Dios es un ente embarrado que a duras penas logra abrirse paso entre sucias cuestiones para las que la teología no tiene respuestas”. Manuel Vicent


Sucede que, a pasar de que desde niños seamos socializados en una cultura dada mediante los relatos pertinentes, desde que nacemos y cuando aún  no tenemos desarrollada la racionalidad, con el tiempo llegamos a ver las contradicciones del relato  que nos inculcaron y las contradicciones en las que hacen que caigan quienes creen en él, dado que todos los relatos  establecen unas pautas de conducta e ideales que la mayoría de la gente se ve incapaz de seguir. Dejamos entonces de racionalizar nuestras creencias y caemos en las dudas.

El paso siguiente es buscar relatos  alternativos, tener siempre a mano uno por si el principal falla.


Lo estamos viendo estos días en  nuestros políticos, muchos de los cuales se cambian, con gran facilidad de un relato de izquierdas a uno de derechas o, incluso, de extrema derecha. También al contrario, personajes que empezaron su vida política en la derecha y hoy se mueven con facilidad en la izquierda.


Muy pocos humanos, a pesar de la racionalidad limitada que nos es inherente, pueden estar absolutamente convencidos de la verdad de un único y exclusivo relato. 




Romper con la esclavitud mental y utilizar  como guía la duda metódica, es un gran avance que nos impide caer en los antiguos y criminales  fascismos que imponían un único, exclusivo, natural e incuestionable relato. 

 Todos ganaremos, sobre todo los políticos, si empezamos por argumentar racionalmente,  haciéndo ver que lo que dicimos es algo real. Que los políticos nos den razones que no sean convertidas en meras palabras, para que luego,  sus acciones,  no vayan por otro lado. 



NOTAS BIBLIOGRÁFICAS

[i] LOS  RELATOS DE LOS  POLÍTICOS
[ii] HARARI Y.N, 21 lecciones para el siglo xxi. Ediciones Debate, Barcelono 2018. p.30
[iii] Columna  de Vicent en el País:

https://elpais.com/elpais/2019/04/05/opinion/1554465909_484648.html



Dos Papas

No son los senderos del jardín del Vaticano los que se bifurcan sino el Dios distinto que cada pontífice lleva en la cabeza