domingo, 21 de abril de 2024

Anticipación Social de la Muerte

 


Anticipación Social de la Muerte
 

 “De acuerdo a la teoría e investigación, la autoeficacia influye en cómo la gente siente, piensa y actúa. Respecto a los sentimientos, un bajo sentido de autoeficacia está asociado con depresión, ansiedad y desamparo. Las creencias de eficacia influyen en los pensamientos de las personas (autoestimulantes y autodesvalorizantes), en su grado de optimismo o pesimismo, en los cursos de acción que ellas eligen para lograr las metas que se plantean para sí mismas y en su compromiso con estas metas”.   Albert Bandura




Leer, para entender el contexto del artículo que hoy escribimos:

SENTIRSE CAPAZ

https://neuroforma.blogspot.com/2023/09/sentirse-capaz-los-cartujos-no-hablan.html

 

 La importancia de la autoeficacia en las personas mayores.

Seguidamente expondré un caso real que  ha sucedido, no hace mucho tiempo, por su potente pedagogía para entender la percepción que se tiene de las personas viejas (sin eufemismos) y como esta percepción atenta contra su autoeficacia, la cual es fundamental en las personas mayores para enfrentarse a la prevención de su salud:  “En relación a las conductas preventivas en salud, los individuos con alta autoeficacia percibida tienen más probabilidad de iniciar cuidados preventivos, buscar tratamientos tempranos y ser más optimistas sobre la eficacia de estos. Además los estudios indican consistentemente que los individuos con alta autoeficacia percibida también tienen más probabilidad de evaluar su salud de forma más positiva, estar menos enfermos o depresivos, y recuperarse mejor y más rápidamente de las enfermedades, que las personas con baja autoeficacia”.  Grembowski, D.,

 

Los lectores de artículo anterior (aparece el enlace más arriba) ya saben que la autoeficacia desarrollada dentro de la teoría social cognitiva de Albert Bandura,  tiene una gran incidencias a todo lo largo del ciclo vital de las personas, pero, sobre todo, es muy importante en la vejez. Saben, también, que muchas  personas que no llegaron aún a la edad de viejos, suelen desconfiar de las percepciones y de los criterios de los mayores. Al mismo tiempo, las personas mayores, también empiezan a ser conscientes de que su mundo cognitivo es de distinta calidad  del que disfrutaban cuando eran más jóvenes.

Generalizar estás creencias y ponerlas en práctica con todos los mayores en general, lleva inexorablemente a que estos últimos tengan su autoeficacia bajo mínimos y en, consecuencia, muy disminuido su  nivel de adaptación a su vejez y a las circunstancias derivadas de la misma. Si su meta era vivir los años que les quedan por delante con un determinado nivel de bienestar, después de estas “terapias” las probabilidades subjetivas que calculan anticipadamente de lograrlo, son escasas, bajan sus expectativas y se consolida el fenómeno de la profecía auto cumplida.

"Si yo fuera un gurú californiano, diría que nuestro cuerpo es un río que al nacer recibe las aguas de un manantial muy puro y al final de la vida las devuelve al mar limpias o contaminadas, según haya sido el comportamiento moral de cada uno". Manuel Vicent

Un caso real

José (nombre ficticio) de una edad de 72 años,  recibió un SMS en el que se le anunciaba que se presentara el día 19-10-2022, en el Ifevi, para vacunarse de la gripe y de la 4 dosis de refuerzo para el Covid-19. Llegó, como siempre,  puntualmente que para él era 10 minutos antes y esperó en la cola. Cuando llegó ante la persona que ponía la vacuna en su cola, recibió una en el brazo izquierdo y otra en el derecho y se marchó a su casa.

 Pasados unos día entró en la aplicación del SERGAS MÓVIL para ver sus certificados COVID y observó que no aparecía registrada  esta última vacuna. Fue a su Centro de Salud a exponer su caso, y allí dudaron de que tal cosa sucediera, no tenían explicación para ello y la persona que le atendió le dijo que se olvidara, que si la puso eso era lo importante. José, que llevaba desde hace muchos años vacunándose de todo lo que aconsejaban los sanitarios, le insistió en que él quería tenerla registrada por las consecuencias futuras que pudiera tener. La persona que le atendía después de una consulta con alguien le dijo que esta tarde le llamaría una persona por teléfono para que le expusiera su caso.

Le llamó dicha persona diciéndole que no tenían explicación para esto, que tal vez se le olvidara a alguien el regístrala... Finalmente le dio un teléfono de Santiago que era, según ella, donde llevaban todo lo del virus. Le atendieron con mucha amabilidad según él. Le relató los hechos sucedidos junto con los argumentos favorables a las ventajas de las vacunas  y finalmente le dijo que no se preocupara, que entrara mañana en la aplicación del Sergas y que vería que ya estaba registrada la vacuna. Así sucedió, ya estaba registrado.

 Comentando José,  el caso con un familiar, este le dijo que era raro, que igual solamente le pusieran una vacuna y que él no se dio cuenta. José le explicó que dado que llevaba una camisa de manga estrecha, recordaba cómo había desabotonado la misma para facilitar el acceso de la enfermera primero al brazo derecho y luego al izquierdo. El familiar seguía dudando. Le siguió diciendo que le habían  puesto un esparatrapo en cada brazo y que se había olvidado  de sacarlos hasta la mañana siguiente que antes de entrar en la ducha los sacó y los había dejado encima de mármol del lavado. Ante tal prueba no tuvo más remedio que dejar de dudar, cosa que no haría con una persona que no fuese vieja. Es un real y buen ejemplo  para confirmar lo que digo más arriba de que muchas personas ven a los mayores como personas limitadas    cognitivamente y a su vez, con sus comentarios logran bajar la autoeficacia de los mismos.

Las Investigaciones que se han realizado, ponen de manifiesto que la percepción de control sobre la propia vida es uno de los condicionantes psicológicos que permite predecir que el envejecimiento gozará de un buen bienestar y una buena salud. Aunque la percepción de su autoeficacia son propias de cada persona, puede ser desarrollada en función de los contextos en los que se mueva la persona. Ver en el primer artículo que escribimos sobre este tema titulado ‘Ser Capaz’,  el experimento imaginario que mencionamos allí y la diferencia entre el grupo 1 y el grupo 2.  No cabe la menor duda de que la autoeficacia influye  en la calidad de vida de los mayores.

Invito a ver, de los tres videos que aparecen en este enlace:

https://tv.uvigo.es/series/5b5b62fe8f420804526d0552

el segundo, titulado:

Decálogo de Autogestión. Cardar para progresar

https://tv.uvigo.es/video/5b5b62ff8f420804526d055e

Parte 2

14 jun. 2012

Vídeo  |  Español  (22' 42'')  |  Visto: 4760 veces

Julio Iglesias


Afrontar la vejez con una alta autoeficacia, entendida como las probabilidades subjetivas con las que calculamos que tendremos una vejez en la que podremos enfrentarnos con eficacia a los desafíos que se nos presenten y lograr las metas (realistas) que nos hayamos puesto entonces, contribuye a incrementar considerablemente la calidad de vida.


Invito, al que quiera profundizar en el tema,  el siguiente artículo:

 LA PARTIDA DE LA VIDA

https://neuroforma.blogspot.com/2024/01/la-partida-de-la-vida.html

 


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Las almas son de agua


MANUEL VICENT

21 ABR 2024 - 05:00 CEST

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Antes de que Dios creara el mundo el espíritu flotaba sobre las aguas, se lee en el Génesis. Quien dijo esto sabía bien de qué hablaba. Todas las almas son acuáticas. El cerebro del recién nacido se compone prácticamente de agua. Esta proporción disminuye a lo largo de los años, pero en ningún caso deja de ser el agua el mayor ingrediente de las células, de la sangre, de los pulmones y del resto del cuerpo humano. Si yo fuera un gurú californiano, diría que nuestro cuerpo es un río que al nacer recibe las aguas de un manantial muy puro y al final de la vida las devuelve al mar limpias o contaminadas, según haya sido el comportamiento moral de cada uno. La niñez es un arroyo de aguas plateadas que surge entre las breñas de la alta montaña. Su curso ya crecido encuentra los primeros saltos y se vuelve turbulento en la adolescencia, pero después de muchos años uno soñará con aquel tiempo feliz en que se bañaba en el primer remanso que ese arroyo formaba a la sombra de los sauces. A unos antes y a otros después les llega el momento en que el alma se contamina como sucede con cualquier río cuando atraviesa una ciudad. Sentado en la terraza de un bar al sol de la mañana veo pasar el río de gente, hombres y mujeres de cualquier edad, cada cual con su alma acuática a cuestas. Basta con mirarlos a la cara para saber si es sucia o limpia. Algunas madres arrastran un cochecito de bebé y veo en esa criatura sonrosada un manantial de aguas cristalinas; cruza luego una adolescente con un estuche de violín en la espalda e imagino que las infinitas notas musicales que duermen en sus cuerdas suenan en su corazón enamorado que también es de agua; pasan tipos siniestros que transportan en su interior sus propias aguas fecales y entre un grupo de jóvenes ruidosos se abre paso un anciano que avanza con cierta nobleza apoyado en su bastón. Seguramente su alma realiza suaves meandros en la desembocadura poblada de patos salvajes. Así pasaba el agua de la gente esta mañana.

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domingo, 14 de abril de 2024

INTERPRETANDO EL MUNDO

 


INTERPRETANDO EL MUNDO

 

“La idea de democracia no es uno de esos conceptos abstractos que podemos esperar precisar mediante simple racionalización. Semejante a otras ideas (...) de las que han vivido tantos ideólogos modernos, no ha sido en sus orígenes, y no es todavía en gran parte más que la expresión aproximada de una profunda aspiración, pero confusa, que intenta salir a luz y formularse”

Teilhard  de Chardin en su obra 'El porvenir del hombre' 



Los humanos interpretamos a través de la interpretación que hacemos de los múltiples estímulos que constantemente nos bombardean  (ejemplo paradigmático los anuncios publicitarios). Los mismos humanos que hemos alcanzado en la escala evolutiva el punto más avanzado de lo cual se puede inferir que tenemos una gran capacidad de adaptarnos a  los variados entornos con los que hemos tenido que lidiar y lo hemos hecho a pesar de las limitaciones  que se manifiestan en nuestra percepción. 





Estas limitaciones se ponen de relieve y afectan en mucha medida  en la manera que tenemos de interactuar con el mundo. 

Nuestro cerebro es selectivo y subjetivo, percibiendo pequeñas porciones del entorno en el que nos movemos: nuestra vista solo ve dentro de un espectro estrecho muy limitado; nuestro oído, tiene severas limitaciones si lo comparamos con muchos animales; nuestro gusto lo describe muy bien Vicent en su columna de hoy (se puede leer más abajo) : “El gusto también se siente muy confuso frente a la comida basura. Ya nadie sabe lo que come. El gaznate traga con todo”. Lo mismo hace con el olfato: “El olfato humano carece de prestigio, apenas sirve de nada, puesto que con la nariz es imposible seguir el rastro de la verdad”.


En la actual era  del Conocimiento, en la que estamos viviendo, las nuevas tecnologías y sobre todo la expansión de Internet generaron la cibercultura. El filósofo Pierre Lévy la aborda en su libro “La cibercultura: ¿el segundo diluvio?”. Todo parece indicar que nos están ahogando con un exceso de información y que la nueva arma de manipulación ya no es ocultando la información, sino proporcionando tal exceso de ella que ya no sepamos diferenciar la buena de la mala, la verdadera de la falsa, el grano de la paja.

A mi juicio, la cuestión pasa por  ‘saber mirar’ lo cual consiste, más concretamente, en tener los recursos necesarios para  filtrar lo esencial,  de todo el flujo de información que recibimos,  y saber diferenciar lo importante de lo accesorio,  y no dejar que nos “ahoguen” ni nos manipulen, algo  necesario e imprescindible para la persona que quiera auto gestionarse, hacerse responsable de su propia vida.  La atención y los  cinco filtros (que desarrollaremos en otro artículo)  nos permitirán quedarnos con el grano desechando la paja. Vamos hoy ocuparnos de 

Saber Mirar. 

Lo primero es diferenciar entre ver y mirar.El ver es algo natural. De todos los sentidos que tenemos los humanos, del que más dependemos es de la visión. Se suele cuantificar que el 80% de la información que recibimos es a través de los ojos. Aun así, estamos muy limitados y de todo el espectro visual, el ojo humano solamente ve una parte muy pequeña, concretamente la comprendida entre 380 y 760 nanómetros de longitud de ondas electromagnética (BROWN, T.S.; WALLACE, P.M., “Psicología fisiológica”,  McGraw-Hill, Madrid, 1990, pág. 97). No podemos ver nada por debajo de 380 (ultravioleta),  ni nada por encima de 760 (infrarrojos)

 El mirar es algo intencional, cultural y aprendido. Si el ver está limitado a longitudes de onda comprendidas en el intervalo antes mencionado, el mirar, también está limitado y condicionado, no de forma colectiva, es decir, en todos los humanos, sino de forma individual, en cada uno de nosotros de forma diferente, en función de nuestra experiencia, cultura y de nuestro aprendizaje. Si en el ver tenemos un filtro neurológico, en el mirar tenemos dos filtros: uno cultural y otro individual.

 El mirar es encontrar sentido y es imposible encontrarlo fuera si previamente no lo tenemos dentro. De aquí se deducen interesantes conclusiones:

-         1. No miramos el mundo tal y como este es; lo miramos tal y como somos nosotros. (“En este mundo traidor, nada es verdad ni mentira, todo es según el color del cristal con que se mira” Ramón de Campoamor)

-         2. Miramos en función de nuestra experiencia y relación con el mundo. (“El que tiene solo un martillo cree que todo son clavos”)

-         3. La inteligencia es mirar algo donde otros no ven nada.

-         4. Una persona con experiencia es la que puede mirar las cosas desde múltiples puntos de vista.

Miramos solo lo que conocemos, por lo que mirar y conocimientos están íntimamente relacionados. Este mirar particular nos lleva a vivir, a cada uno de nosotros, no en la realidad objetiva, sino en la realidad subjetiva, construida por cada uno de nosotros.

Vemos todo lo que miramos pero no miramos todo lo que vemos. Vemos con los ojos pero miramos con la necesidad, con la intención y con la voluntad. Así por ejemplo, si mañana te encuentras con un conocido en una calle a las 15 horas y resulta que él va a comer y tú ya has comido,  y os ponéis a hablar, igual te sorprende, de repente, diciéndote: ¡Que olor a  calamares fritos sale de esa cafetería! Tú ni te habías dado cuenta. Él tiene la necesidad hambre por no haber comido, tú no la tienes porque ya has comido (Percepción ecológica de Gibson)

Si tú tienes en la mente una meta, un proyecto, un objetivo, vas a mirar cosas e información en tu entorno que  te ayudarán a conseguir la meta y que no mirarías,  ni siquiera verías,  si no tuvieses esa meta, proyecto u objetivo en tu mente.



Te invito, para entender las preguntas que hago más abajo,  a buscar y leer los  conceptos emic y etic, etnocentrismo y relativismo cultural,   desarrollados por la antropología y que gracias a ellos, ahora que estamos dándole vueltas a la transición democrática, uno de sus principales protagonistas  iniciales, García Trevijano, del que nadie habla, salió airoso de un “debate aprieto” en un programa de TV llamado “La Clave” de Balbín. Si no los tuviese en su cerebro no los podría utilizar para explicar una situación complicada para él que no recuerdo bien, pero creo que se trataba de la redacción de la constitución de Angola)

 




¿Cuáles son los límites que le impones a tu mirar?

 

¿Ves la vida con un enfoque “etnocentrista” o de “relativismo cultural”?

 

¿Describes las cosas desde un punto de vista “emic” o desde un enfoque “etic”?

 

¿Como interpretas tú aquellos conceptos definitorios de la democracia(LIBERTAD, IGUALDAD, FRATERNIDAD) que se formularon en Occidente en el año 1789?


 

 










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COLUMNA

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La mano en la herida

Me tocas, te toco, luego existo: he aquí una certeza insoslayable, cosa que no se puede decir del resto de los sentidos

 

MANUEL VICENT

14 ABR 2024 - 05:00CEST

La vista no es en absoluto fiable. Cualquier imagen que veas podría estar manipulada. Tampoco el oído ofrece ninguna garantía. La cantidad de mentiras, chismes y falsos rumores que se oyen cada día es inagotable. El gusto también se siente muy confuso frente a la comida basura. Ya nadie sabe lo que come. El gaznate traga con todo. El olfato humano carece de prestigio, apenas sirve de nada, puesto que con la nariz es imposible seguir el rastro de la verdad. Solo queda el tacto, el único del que te puedes fiar como un sordomudo. Me tocas, te toco, luego existo: he aquí una certeza insoslayable, cosa que no se puede decir del resto de los sentidos corporales que abastecen nuestro conocimiento de la realidad. Existe un ejemplo sagrado. Los cristianos creen que el Nazareno murió en la cruz y resucitó al tercer día. Lo primero que hizo al salir del sepulcro, antes que ir a ver a su madre, fue encontrarse con la que algunos dicen que era su novia, María Magdalena. Como es lógico, esta mujer, arrebatada por el amor, trató de abrazarlo, pero el resucitado rehuyó el contacto. “Noli me tangere, —le dijo— no me toques”. Aquel ser virtual mandó a la mujer que diera a los discípulos la noticia de que estaba vivo, pese a ser intangible. Todos lo dieron por bueno, todos salvo Tomás, quien dijo que solo creería si metía su dedo en el lugar de los clavos y su mano en la herida de su costado que le había infligido la lanza del centurión. La Magdalena le juraba en vano que el resucitado era real, que lo había visto y lo había oído. Cuando dentro de poco la humanidad quede atrapada en el bosque de la inteligencia artificial todo será verdadero y falso, verdad y mentira al mismo tiempo. Pero frente a lo que veas, oigas y sientas, a la hora de buscar la verdad habrá que seguir el método analógico del incrédulo Tomás. “Pon tu mano en mi herida para saber si existo” —se dirán unos a otros. Entre el ser y la nada, el tacto constituirá el único certificado de aquella vieja realidad.

 

 

 

 

domingo, 7 de abril de 2024

Personaje LENGUERAZ

 


Personaje LENGUERAZ
 

1. adj. Deslenguado, atrevido en el hablar.

Sinónimos:         

deslenguado, malhablado, desvergonzado, descarado...

Antónimos:        

bienhablado.

(RAE)

 

Hablar ( en este caso escribir), sobre determinados personajes con objetividad,  a veces se hace muy difícil. La causa, en mi opinión, es que me genera un  sentimiento de antipatía que, en mayor o menor grado, todos  experimentamos  hacia algunas personas: uno pierde la frialdad mental requerida para ser objetivo: «Soy subjetivo, ya que soy sujeto. Si fuese objetivo, entonces sería un objeto». 

Vayan por delante mis respetos hacia las personas, incluyendo a las que no me caen bien pero, al mismo  tiempo, también mi rechazo absoluto a muchas de sus manifestaciones y, sobre todo, a sus acciones y comportamientos. Sin duda, como todas las demás personas,  además de defectos visibles también tendrán cualidades, aunque en este caso las mantengan muy ocultas y se hagan visibles en muy contadas ocasiones. Claro que  también puede ser que dada mi antipatía  hacia ella,  me muestre incapaz de observarle ninguna. La causa no es ideológica: mis respetos  a la democracia que nos han dado después de pasar parte de nuestra vida  en una dictadura. Lo que sí es pertinente exigirle a la democracia, en general, y a esta que rige nuestro país, en concreto, que tiene por delante un gran  reto de  mejora, exigiendo a todos los ciudadanos, y muy especialmente a los políticos, en general, y sobre todo  a determinados políticos, en concreto, que actúan  bajo la consigna de “dueños de hoz y cuchillo” creyendo que todavía rige el feudalismo.

 

Un caso paradigmático es el de una señora, dedicada a la política,  que constantemente actúa ante las cámaras, más por el efecto que produce que por la eficacia conseguida en incrementar el grado de bienestar de los ciudadanos. Aprovecha cualquier ocasión que se le presenta para  cargar las tintas  pretendiendo  a toda costa llamar la atención sobre su persona creando de sí misma la imagen de un personaje repulsivo para muchos y, a la vez, muchos forofos (que buscan alguna ventaja personal) que la proclaman allí en donde se presenta.

LEER:

El triunfo de la INSENSATEZ

https://neuroforma.blogspot.com/2020/11/el-triunfo-de-la-insensatez.html

 

Una de las cosas que más me molesta es su falta de sentido de la realidad, dando la impresión de que está viviendo, a mi juicio, en un mundo de fabulación que no se corresponde, absolutamente para nada,  con la realidad que viven muchísimos de los ciudadanos, a algunos de los cuales les crea su realidad a partir de un derroche de soflainas hiperbólicas.   Susceptible y propensa a las confrontaciones, acepta de muy mal grado las críticas adversas, avivando los conflictos  y manifestándose defensivamente agresiva  y mostrando graves dificultades para escuchar a los demás.

LEER:

Las divagaciones de Ayuso

https://neuroforma.blogspot.com/2022/08/las-divagaciones-de-ayuso.html

En sus discusiones con la oposición  en el Parlamento autonómico de su comunidad  muestra una  labilidad emocional que le impide expresarse de una manera correcta desde el punto de vista del lenguaje  no verbal. Ya no digamos nada sobre lo que dice: fabula, exagera, miente , dando la impresión de que está fuera de lugar, convirtiendo el parlamento autonómico en una taberna de barrio. Su mitomanía le lleva a mentir compulsivamente (es hacienda la que le debe a su pareja 600.000 €), miente e inventa anécdotas fantásticas de manera repetitiva con la finalidad de obtener un beneficio de manera que suele ser atención, admiración... Da la impresión de que carece del sentido de realidad actuando sin pensárselo dos veces y con un horizonte del corto plazo sin ser consciente de las consecuencias que puedan derivarse a largo plazo. Posesiva, rebelde a la autoridad (que le pregunten  al Sr. Casado) se encuentra en el día a día grandes dificultades para cooperar con los demás desde un  pie de igualdad (a la llegada de Feijóo actuaba como jefa del mismo): no le gusta que le manden otros. Se desenvuelve desde la dispersión y superficialidad implicándose absolutamente nada en las tareas que le son propias a su rol (sí se ocupa y derrocha dinero público en poner al servicio de su pareja, según los medios de comunicación no adictos, en poner al servicio de su pareja funcionarios públicos). Le interesa más su propia imagen y su situación que la eficacia en mejorar la vida de sus ciudadanos: egocéntrica, autoritaria y a veces demasiado segura de sí misma lo que no refleja nada más que una palmaria falta de confianza en sí misma. Propensa a discutir, crítica,  individualista (en el mal sentido), de humor inestable y falta de ponderación  pone de manifiesto tendencias a la exageración y a la dramatización asumiendo, a veces, el papel de víctima (vivió en la pobreza en sus inicios). 

LEER: 

 Pongamos que hablamos de Madrid:

DECIR antes de HABLAR

https://neuroforma.blogspot.com/2020/10/decir-antes-de-hablar-pongamos-que.html

Nulo espíritu de equipo no comparte las necesidades del grupo y comete, con frecuencia, errores de apreciación, por ejemplo inflando su curriculum atribuyéndose habilidades y conocimientos que no posee con lo que pretende engañar y embaucar a otros, en definitiva, una charlatana que rige la autonomía  que alberga a la capital de España, ¡increíble!, utilizando para ello una retórica hueca con total desprecio de ajustarse a la verdad y por el bienestar de los demás lo cual refleja una profunda deshonestidad y falta de autenticidad, en definitiva, presidiendo una de las comunidades de España un

 

Personaje DEMAGOGO:

“es una estrategia utilizada para conseguir el poder político que consiste en apelar a prejuicios, emociones, miedos y esperanzas del público para ganar apoyo popular, frecuentemente mediante el uso de la retórica, la desinformación, la agnotología y la propaganda política”.

https://es.wikipedia.org/wiki/Demagogia


Termino emulando a Manuel Vicent afirmando que : 

Sin duda esta señora a lo largo de la historia no dejará una huella perenne. 

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 Más allá del caos

Solo el arte a lo largo de la historia ha dejado una huella perenne

MANUEL VICENT

07 ABR 2024 - 05:00CEST

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Un caos entre dos silencios, eso es la vida, según Samuel Beckett. Se refiere a ese silencio que llega desde el fondo del universo y que un día es interrumpido por el sonido rítmico de los latidos del corazón de la madre. Lo oirás mientras navegas en la placenta como un pez en el mar. Aquel espermatozoide que fuiste se comportó como un héroe en la dura escalada en busca de un óvulo contra millones de competidores inscritos en el mismo maratón. Todos se hallaban en la línea de salida con idénticas posibilidades de éxito, pero fuiste tú el elegido por el azar. Nadie pidió tu opinión antes de empujarte a esta pista de baile. Pregúntate si en este circo te ha tocado el papel de payaso, de tragasables o de saltimbanqui, si a este mundo has venido a mandar o a obedecer. Puede que la vida sea un caos entre dos silencios, si nos atenemos al inagotable caudal de sangre que han provocado los tiranos, pero yo no llamaría caos al Partenón, ni a la creación del derecho romano, ni a los códices de vitela elaborados por los monjes del medioevo, ni a los sonetos de Garcilaso, ni a la Quinta Sinfonía de Gustav Mahler, ni al cuadro La alegría de vivir, de Matisse. Tampoco llamaría caos a una espiga de trigo bien granada, a tener 20 años y perderse con una novia por la Toscana, a navegar en un velero por el mar de Denia bajo el sol del verano con el silencio del oleaje atravesado por una canción de George Moustaki. Todas las guerras que ha sufrido la humanidad han terminado por desvanecerse; también este genocidio sin piedad que sucede ante los ojos de todo el mundo en Palestina acabará en el olvido un día; en cambio, solo el arte a lo largo de la historia ha dejado una huella perenne. Puede que en la cueva de Altamira aquellos trogloditas se despedazaran entre ellos, pero antes nos dejaron de recuerdo unos bisontes pintados. Puede que en la religión cristiana el redentor haya muerto en la cruz, pero yo no llamaría caos a La Pasión según San Mateo, de Johann Sebastian Bach.

 

 

 

 

 

domingo, 31 de marzo de 2024

 




MANUEL VICENT

31 MAR 2024 - 05:00CEST


Espárragos silvestres

Los recuerdos más felices que permanecen sumergidos pueden salir también de su sepulcro para volver a la vida de cada día y esa será la forma más perfecta de resurrección


MANUEL VICENT

31 MAR 2024 - 05:00CEST

Llevo asociado de niño un día como hoy, Domingo de Resurrección, a la costumbre de ir a buscar espárragos silvestres por unos barrancos que se abrían al mar. Desde la ladera de la montaña se oía el volteo general de campanas de los pueblos de alrededor que tocaban a gloria. Y alguien del grupo gritaba: Dios ha resucitado. Tal vez había abandonado el sepulcro atraído por el aroma a pan profundo con anís que salía de las tahonas. Pienso que es un deber resucitar todos los días, no solo el Domingo de Pascua. No es tan difícil. Hasta ahora todo el tiempo que ya hemos vivido es una parte de nosotros que ya ha muerto. Si abres el álbum de fotos verás a ese niño con el triciclo, a esa niña en el parque, al chaval que aparece leyendo tumbado en una hamaca, a la chica con el primer pantalón vaquero sentada en una escalinata de Roma, al joven con la trenca camino de la universidad. Todas esas criaturas sucesivas que fuimos una vez, pertenecen al reino de los muertos. Por fortuna seguimos vivos, porque vivir no es sino flotar cada día en la superficie de nuestro propio abismo empujados desde abajo por lo que fuimos. Hay días claros y alegres en cualquier pasado, algunos momentos muy nobles de los que uno se siente orgulloso. Los recuerdos más felices que permanecen sumergidos pueden salir también de su sepulcro para volver a la vida de cada día y esa será la forma más perfecta de resurrección. Hubo un momento en que este país creyó tener un futuro venturoso. El odio no se había instalado todavía en el centro de la política y los intelectuales, los periodistas, los artistas, los científicos, los empresarios estaban llenos de optimismo y todos empujaban hacia adelante en medio del reino incipiente de la libertad y la democracia. ¿Podría producirse ahora el milagro de que salieran de la tumba aquellos sueños enterrados? Por mi parte me conformo con que resucite hoy aquel niño feliz que en este día de gloria buscaba espárragos silvestres en los barrancos.

https://elpais.com/autor/manuel-vicent/